la redacción
25 de diciembre de 2025 17:38
El presidente Donald Trump llega para hablar en un evento de campaña, el viernes 19 de diciembre de 2025, en Rocky Mount, Carolina del Norte. Foto Ap
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó este jueves que el Pentágono lanzó “un poderoso y letal ataque” contra objetivos del Estado Islámico en Nigeria.
“Esta noche, bajo mi dirección como Comandante en jefe, Estados Unidos lanzó un poderoso y letal ataque contra la escoria terrorista del Estados Islámico en el noroeste de Nigeria, que ha estado atacando y asesinando brutalmente, principalmente, a cristianos inocentes, a niveles nunca vistos en muchos años, ¡e incluso siglos!”, aseveró en un mensaje publicado en su plataforma Truth Social.
Agregó que “previamente les advertí a estos terroristas que si no cesaban la masacre de cristianos, se desataría un infierno, y esta noche lo hubo. El Departamento de Guerra ejecutó numerosos ataques perfectos, como solo Estados Unidos es capaz de hacer. Bajo mi liderazgo, nuestro país no permitirá que prospere el terrorismo islámico radical. Que Dios bendiga a nuestras fuerzas armadas y les deseo una feliz Navidad a todos, incluidos los terroristas muertos, que serán muchos más si continúa su masacre de cristianos”.
Agregó que “previamente les advertí a estos terroristas que si no cesaban la masacre de cristianos, se desataría un infierno, y esta noche lo hubo. El Departamento de Guerra ejecutó numerosos ataques perfectos, como solo Estados Unidos es capaz de hacer. Bajo mi liderazgo, nuestro país no permitirá que prospere el terrorismo islámico radical. Que Dios bendiga a nuestras fuerzas armadas y les deseo una feliz Navidad a todos, incluidos los terroristas muertos, que serán muchos más si continúa su masacre de cristianos”.
Maduro: el imperialismo no puede con Venezuela
Foto Europa Press Foto autor
Ángel González/ Especial para La Jornada
25 de diciembre de 2025 18:45
Caracas. El presidente Nicolás Maduro envió un mensaje navideño a los venezolanos en medio de una visita a la comunidad del barrio Marín de la parroquia San Agustín de Caracas. Allí compartió con los vecinos una cena de Navidad, y aseguró que el imperialismo estadunidense no puede con Venezuela, en alusión al bloqueo, amenazas y agresiones militares que Washington ha ejecutado contra el país desde el mes de agosto.
“Yo no he sido ni seré jamás un magnate, yo soy como ustedes, un hombre de la calle, un hombre de a pie, un hombre de los barrios, esta es nuestra escuela, por eso es que el imperialismo no puede con nosotros”, dijo rodeado de la comunidad que festejaba en la calle.
Maduro luego se trasladó hasta el Palacio de Miraflores, la sede del gobierno, y allí recibió a un nutrido grupo de personas, representantes de distintas comunidades del país, a quienes ofreció una cena. Allí dijo que el 2025 ha sido un año de cambios profundos para el país y que el momento actual representa “el renacer de Venezuela”.
Venezuela definirá el orden mundial
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino, aseveró en su mensaje navideño a las tropas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que lo que pase en Venezuela “definirá el nuevo orden mundial” y que el país juega un rol determinante para la humanidad, ya que la situación de asedio y amenaza que sufre hoy tiene que ver con el equilibrio geopolítico global.
Padrino explicó que el destino del país, si es atacado y dominado por la escaldada colonialista de Estados Unidos o si logra resistir de manera victoriosa, definirá si el mundo se abre a la cooperación y al respeto a la soberanía o si sucumbe ante el caos, el aislacionismo y la fuerza.
“No es poca cosa lo que estamos luchando hoy, por eso el mundo entero nos mira, todos están pendientes de lo que hagamos”, enfatizó.
Desde agosto pasado, el gobierno de Donald Trump ha desplegado un contingente militar sin precedentes en aguas del Caribe, ejecutando ataques cinéticos a pequeñas lanchas que el Departamento de Guerra asegura sin pruebas que transportaban droga a Estados Unidos, asesinando hasta la fecha a más de 100 personas. Aunque durante los primeros meses se declaró que la intención de la movilización militar era perseguir el narcotráfico, en diciembre la Casa Blanca dio un giro discursivo hacia el petróleo de Venezuela, acusando al país de haberle robado crudo, tierra y otros activos a Estados Unidos. En esta línea, Trump decretó un bloqueo naval a los buques que comercien petróleo venezolano, amenazando al presidente Nicolás Maduro con que “tiene que irse”.
Solidaridad desde Irán
La cancillería venezolana agradeció el pronunciamiento del parlamento de Irán, que condenó el bloqueo naval impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra el tráfico de hidrocarburos de Venezuela. El comunicado firmado por 150 diputados iraníes denuncia que “la interceptación u obstrucción de buques comerciales en alta mar sin autorización de los organismos internacionales competentes constituye piratería marítima”.
El canciller Yván Gil expresó el aprecio de Venezuela al respaldo de Irán en la denuncia de estas prácticas “que buscan desestabilizar nuestra nación y someter a nuestro pueblo a un asedio injusto”.
Excarcelan implicados en violencia política
El gobierno de Venezuela excarceló este jueves a 71 personas que permanecían detenidas desde finales de julio de 2024 por actos de vandalismo y violencia poselectoral tras las pasadas elecciones presidenciales en las que resultó reelecto el presidente Nicolás Maduro.
Según la ONG Comité de Madres en Defensa de la Verdad, se trata de 65 hombres que estaban recluidos en el centro penitenciario Tocorón, estado Aragua; tres mujeres que permanecían en el retén femenino Las Crisálidas, estado Miranda; y 3 adolescentes que estaban detenidos en el estado La Guaira.
Luego de las elecciones del 28 de julio de 2024, la oposición extremista liderada por María Machado activó contingentes de choque, conocidos como los “comanditos”, en distintas ciudades del país, quienes ejecutaron quemas de vehículos, barricadas en las vías públicas y vandalizaron oficinas institucionales con el fin de desatar una ola de caos como respuesta a la derrota sufrida por el candidato apoyado por Machado, Edmundo González.
En noviembre y diciembre de 2024, así como en febrero de 2025, ya se habían producido excarcelaciones de personas implicadas en estos hechos violentos, producto de medidas de revisión solicitadas por el Ministerio Público ante el Poder Judicial. Hasta entonces se contaban 2 mil seis liberaciones, a las que se suman las 71 de ese 25 de diciembre.
Fiscalía especial sudcoreana solicita pena de 10 años contra ex presidente Yoon
El ex presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, asiste a una audiencia de su juicio político en el Tribunal Constitucional de Seúl, Corea del Sur, el 11 de febrero de 2025.
Foto Ap Foto autor
Xinhua
25 de diciembre de 2025 20:52
Seúl. Un fiscal especial surcoreano solicitó una pena de 10 años de prisión para el destituido expresidente Yoon Suk-yeol por cargos que incluyen obstaculización a los intentos de arrestarlo, informaron hoy viernes varios medios locales.
El fiscal independiente Cho Eun-suk, quien dirigió las investigaciones sobre la insurrección de Yoon y otros cargos, solicitó la pena de 10 años de prisión por, entre otros delitos, movilizar al servicio de seguridad presidencial para impedir la ejecución de una orden de arresto emitida en enero por la Oficina de Investigación de la Corrupción de Altos Funcionarios.
El intento de la oficina de investigación de la corrupción por arrestar a Yoon se vio frustrado cuando el servicio de seguridad presidencial utilizó escudos humanos y barricadas de autobuses para impedir que los investigadores entraran en la residencia presidencial.
La división penal del Tribunal Central del Distrito de Seúl, que conoce el caso de obstrucción de funciones públicas por parte de Yoon, tiene previsto dictar sentencia el 16 de enero del próximo año.
El tribunal ha revisado cargos como la obstrucción al arresto de Yoon, su orden de eliminar registros telefónicos cifrados y la difusión de comunicados públicos falsos relacionados con la ley marcial.
El Tribunal Constitucional confirmó la destitución de Yoon el 4 de abril por su fallido intento de imponer la ley marcial en diciembre pasado, lo que lo apartó oficialmente del cargo.
De las calles a las urnas, con las manos vacías
Foto autor
Raúl Zibechi
26 de diciembre de 2025 00:01
El año 2019 fue testigo de grandes y prolongadas movilizaciones de los pueblos de Chile, Colombia y Ecuador, que podrían haber cambiado el rumbo neoliberal de la gestión política. Pasados apenas seis años, comprobamos que nada de eso sucedió y que, por el contrario, los movimientos de los pueblos se han debilitado al punto que ya no representan desafíos a las clases dominantes.
En Chile fueron millones de personas las que salieron a las calles demandando la renuncia del presidente Sebastián Piñera, en cantidades nunca antes vistas en el país. Aunque fueron los estudiantes los que desencadenaron la protesta, se instaló con mucha intensidad en todos los sectores de la sociedad, manifestando un claro rechazo a un modelo que empobrece, genera desigualdad y daña la naturaleza.
En plena protesta se formaron más de 200 asambleas territoriales sólo en Santiago, coordinadas en dos grandes bloques. Las asambleas crearon espacios de salud y educación, además de haber encarado compras colectivas, huertas urbanas y el intercambio con productores rurales saltando coyotes. La bandera mapuche fue la referencia principal por encima de la chilena, algunos sectores de la ciudad fueron tomados por la multitud y decenas de estatuas de conquistadores fueron derribadas.
En Ecuador el levantamiento indígena fue acompañado por un inédito movimiento de jóvenes urbanos, primera generación de migrantes andinos quichuas. Por primera vez, barrios enteros de Quito se volcaron con los comuneros llegados desde el sur y el norte, para tomar una ciudad de la que el presidente debió huir. Durante casi dos semanas hubo una pelea frontal entre la policía y los manifestantes en el centro histórico, con el resultado de que más de 200 uniformados fueron detenidos por las guardias de autodefensa.
El movimiento triunfó al retirarse las medidas que lo provocaron. Más importante aun fue la conformación del Parlamento Indígena y de los Movimientos Sociales, en el que confluyeron 200 organizaciones y se postuló como salida a la crisis de gobernabilidad. El parlamento comenzó a sesionar en medio de un gran entusiasmo colectivo, promoviendo la creación de otras instancias en varias regiones del país.
En Colombia la revuelta asumió la forma inicial de un paro, con duración de hasta tres meses en algunas ciudades, como Cali, donde la población pobre afrodescendiente y sectores medios crearon 25 “puntos de resistencia” para asegurar la convivencia durante la lucha, sin interferencias policiales. La potencia de la revuelta colombiana puso a la defensiva a la ultraderecha militarista y paramilitar, que llevaba décadas gobernando.
Mientras en Ecuador hubo una decena de levantamientos indígenas desde 1990, en Colombia y en Chile fueron las mayores movilizaciones que se recuerdan. Lo penoso es que en los tres casos no se consiguieron cambios verdaderos y la organización popular de base se fue disolviendo a medida que se volvía a imponer la cotidianeidad neoliberal.
La normalización llegó en Chile disfrazada de Asamblea Constituyente, con promesas imposibles de cumplir. El triunfo electoral de la ultraderecha es, entre otras cosas, resultado de la desmovilización social y de un gobierno de Boric que militarizó Wall Mapu como nunca antes había sucedido. El triunfo de la ultraderecha de Kast es producto de cinco años de desmovilización de la sociedad y de la derechización progresista.
En Ecuador los parlamentos indígenas se disolvieron apenas se acercaban las elecciones presidenciales. En Colombia la energía del cambio se canalizó hacia la candidatura de Gustavo Petro y Francia Márquez.
En los tres casos nos encontramos ante situaciones complejas, pero esperables.
La primera y la más grave es la desorganización del campo popular, que perdió sus capacidades de acción colectiva ya que fue desbordado por la agenda del sistema político, en la cual sigue confiando. Este es el aspecto principal, ya que sólo a través de la organización colectiva pueden escucharse voces capaces de contrarrestar la propaganda del sistema.
El problema es que en este punto los progresismos coinciden con las derechas tradicionales, ya que a ambos les molestan movimientos fuertes y movilizados. No conseguimos superar la dinámica que lleva de las calles a las urnas, de la organización y movilización a confiar en los políticos como tabla de salvación y como gestores de las necesidades populares.
La segunda es que suele subestimarse a las derechas y a sus agendas de seguridad. En Ecuador, luego de la derrota ante el movimiento indígena, la clase dominante decidió crear una situación de seguridad insostenible, armando grupos criminales para insuflar miedo paralizante a la población. Si en Chile y en Colombia las claves para retomar el control fueron los gobiernos progresistas de Petro y Boric, en Ecuador el terror planificado jugó ese mismo papel. En todos los casos, el objetivo fue sacar a la gente de las calles y desorganizar a los movimientos de abajo.