Carlos Fernández-Vega
Para tratarse de una “operación encubierta”, según dicen, no cabe duda de que los “cerebros” de la “conspiración silenciosa” resultaron ser un rotundo fracaso: de inmediato, todos se enteraron de quiénes eran los organizadores de la intentona, sus financistas, operadores y porros (por cierto, hasta ahora los únicos en cana), y de cereza, la desfachatada cuan usurpadora ultraderecha disfrazada de partido político hace público que uno de esos golpistas bien podría ser su candidato en 2030 (si es que algo le queda de su fortuna tras pasar a la caja del SAT).
A los barones, “aliados” foráneos, júniors fracasados, intelectualoides otrora apapachados, politiquillos de quinta que medran en algunas alcaldías, vocingleros contratados, porros a granel (incluidos los autodenominados “líderes” partidistas, factura en mano), “ influencers libres” remunerados con más de 2 millones de pesos, ejército de bots y demás lumpen pagado, se les hizo fácil poner en práctica su “estrategia desestabilizadora” para tumbar a un gobierno constitucionalmente legal y legítimo. Pero como en tantas otras ocasiones, una vez más se les apestó y de nueva cuenta quedaron exhibidos. Toparon con pared.
Son los mismos incansables cuan fracasados “creadores” de inventar todo tipo de inexistentes “movimientos apartidistas” con múltiples logotipos que siempre resultan perdedores, a quienes para reivindicarse de plano sólo les falta comprar los derechos de la marca Acme para utilizar como distintivo grupal al siempre fallido coyote.
Se conocía la existencia del denominado bloque negro (sinónimo de violencia y destrozos en todo tipo de marchas y manifestaciones, menos en las prianistas; ahora hay evidencia de que es financiado al menos por la alcaldía Cuauhtémoc), pero a raíz de la concentración del pasado 15 de noviembre en el Zócalo comenzaron a conocerse otros participantes: la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México identificó a los cabecillas e integrantes de ese grupo de choque y solicitó órdenes de aprehensión; los alcaldes Alessandra Rojo de la Vega (Cuauhtémoc) y Mauricio Tabe (Miguel Hidalgo), el delegado regional del Consejo Nacional del PAN en la alcaldía Cuauhtémoc, Alberto González Mancilla, integrante del equipo del diputado Andrés Atayde Rubiolo, coordinador de la bancada del blanquiazul en el Congreso de la CDMX (sucesor de Mauricio Tabe en la presidencia del partido blanquiazul capitalino) y saldrán a luz muchos más.
Además, la bancada de Morena en el Congreso de la Ciudad de México “prepara una denuncia penal en contra de los alcaldes Alessandra Rojo de la Vega y Mauricio Tabe, así como de sus operadores políticos, quienes presuntamente movilizaron a grupos de vendedores informales en la marcha de la generación Z, confirmó el vocero del grupo parlamentario, Paulo García. Se interpondrá una queja ante la Secretaría de la Contraloría General para que se indaguen posibles hechos de coacción a personas funcionarias y comerciantes de ambas demarcaciones” ( La Jornada, Sandra Hernández, Enrique Méndez, Fernando Camacho, Andrea Becerril y Georgina Saldierna).
Pero la cereza del pastel la puso Jorge Romero, integrante del cártel inmobiliario y “dirigente nacional” del PAN: en entrevista con el periódico El País de España, y a pregunta expresa respecto a qué aspirantes no panistas considera para representar a ese partido, el susodicho respondió: “A Ricardo Salinas Pliego lo veo con perfecta claridad. Si él se anima, avanza y vemos que va creciendo en el ánimo, por supuesto que no lo descartamos. No descartamos a nadie” ( La Jornada).
También se le preguntó si su partido ya tiene un candidato presidencial para 2030. Contestó: “Maru Campos en Chihuahua, Libia García en Guanajuato, Tere Jiménez en Aguascalientes, Mauricio Kuri en Querétaro. A Ricardo Anaya lo conoce todo el país; ya fue candidato presidencial. Hay un gran ex gobernador, Mauricio Vila. Si Margarita Zavala levantara la mano, pero superabsolutamente claro que sí. Tenemos perfiles de sobra y no nos cerramos a los externos” ( ídem). ¡Y eso que el PAN “renovó su imagen”!
Entonces, si esas son sus fichas, todas achicharradas, pues simple y llanamente qué jodido está el blanquiazul. Por eso, sólo le quedan el golpeteo, el odio y la violencia.
Las rebanadas del pastel
Si de golpistas se trata, ahí está quien se disfraza de “presidente” de Perú, José Jerí (émulo de otro impresentable, el ecuatoriano Daniel Noboa), quien ante la catástrofe interna sale con una bravuconada: “No me limito; si se tiene que ingresar a la embajada de México (en Lima), se hará”. En ella está refugiada la ex primera ministra Betssy Chávez.
X: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com
Crecimiento bajo, por rezago de inversión fija bruta: analistas
La IED es sólo 2.27% del PIB
UBS México confía en que repunte con la renegociación del T-MEC
▲ La industria mexicana de la construcción se contrajo 5.9 por ciento anual en agosto pasado. En la imagen, obras del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, en octubre de 2017. El proyecto fue cancelado en 2019.Foto La Jornada
Clara Zepeda
Periódico La Jornada Lunes 24 de noviembre de 2025, p. 25
La inversión extranjera directa (IED) en México sólo representa alrededor de 2 por ciento del producto interno bruto (PIB). La que impacta más en la actividad económica es la inversión fija bruta, la cual este año sigue muy rezagada; de ahí la debilidad del crecimiento, comentaron analistas.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, entre enero y septiembre, la IED ascendió a 40 mil 906 millones de dólares. En tanto, el PIB a precios corrientes fue de 35.2 billones de pesos (mil 802.02 millones de dólares) en el mismo lapso. Es decir, la IED representó 2.27 por ciento del PIB nacional.
Gabriela Soni, directora de estrategias de inversión de UBS México, explicó que a veces la gente se pregunta por qué si la inversión extranjera directa (IED) es tan alta, ello no se ve reflejado en las cifras de crecimiento económico. Esto se debe a la baja participación de estos capitales en el PIB nacional.
“Lo que importa más en la actividad económica de México es la inversión fija bruta, la inversión privada y la pública, sobre todo la privada, que es 90 por ciento de esa inversión fija bruta, que sigue muy rezagada”, aseveró Soni, quien dijo esperar que con la renegociación del T-MEC repunte.
El indicador mensual de la inversión fija bruta, que refleja la inversión en instalaciones, maquinaria y equipo en México, la cual produce bienes y servicios, acumuló de enero a agosto una disminución de 7.3 por ciento anual. La construcción se contrajo 5.9 por ciento, y la producción de maquinaria y equipo, 8.8 por ciento. A su vez, la inversión privada retrocedió 5.4 por ciento en los primeros ocho meses del año y la pública se desplomó 22.2 por ciento.
“Algo positivo de la IED es la reinversión de utilidades, que fue de 70 por ciento. Eso habla de que las compañías siguen comprometidas a estar establecidas en México; sólo falta la parte de atraer nuevas inversiones, que están esperando la luz verde del T-MEC”, afirmó la especialista de UBS.
El área de análisis económico de Banamex explicó que las nuevas inversiones, por 3 mil 414 millones de dólares, habrían crecido 292 por ciento anual y alcanzaron el máximo nivel por este concepto desde el segundo trimestre de 2022.
Por su parte, las cuentas entre compañías, por 4 mil 391 millones de dólares, habrían aumentado 38.3 por ciento anual. En contraste, se registró una desinversión de utilidades (flujo de salida de México) por mil 165 millones de dólares, 5.1 por ciento mayor que la de mil 108 millones del tercer trimestre de 2024. La revisión de estas cifras se actualiza conforme se obtiene nueva información de las empresas extranjeras que operan en México.
“Ahora estimamos la IED en 43 mil 200 millones de dólares en 2025 (antes era de 38 mil 500 millones), dado que el monto acumulado en 2025 sería el mayor desde 2013”, destacó Rodolfo Ostolaza, analista económico de Banamex.
Importación de granos alcanza cifra récord en octubre
Suma 40.7 millones de toneladas
México, principal mercado para los excedentes de EU
Braulio Carbajal
Periódico La Jornada Lunes 24 de noviembre de 2025, p. 23
Entre enero y octubre México importó 40 millones 700 mil toneladas de granos y oleaginosas, una cifra sin precedente desde que existen registros (1993), lo que además representa un incremento de 3.5 por ciento frente al récord anterior de 39 millones 330 mil toneladas reportado en el mismo periodo del año pasado.
Según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), proporcionados por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), las importaciones mantuvieron su tendencia alcista alza en volumen, mientras en valor se redujeron 3.2 por ciento, como consecuencia de precios internacionales más bajos.
El maíz (blanco y amarillo) sigue siendo el principal impulsor del crecimiento de las importaciones mexicanas de granos. En los primeros 10 meses del año el país adquirió un volumen total de 21 millones 200 mil toneladas, un nivel sin precedente como consecuencia de un incremento anual de 5.1 por ciento.
Mayor importador mundial
Las compras de maíz blanco, del cual México es casi autosuficiente, casi se han triplicado, al pasar de 216 mil toneladas entre enero y octubre de 2024 a 840 mil toneladas en el mismo lapso de este 2025.
El incremento se explica, dijo Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, por la creciente competitividad del maíz blanco importado, el cual es más barato que en México.
“La sobreoferta global y los precios internacionales deprimidos, especialmente en maíz procedente de Estados Unidos, continúan impulsando mayores volúmenes de importación a costos más bajos, lo que beneficia a la industria, pero presiona a la producción nacional”, explicó.
De esta forma, México se mantiene en la clasificación mundial como el segundo mayor importador de granos y oleaginosas y el primer comprador global de maíz.
Para Estados Unidos, México es un socio comercial clave por ser su principal comprador de maíz, trigo, frijol, arroz, pasta de soya y jarabe de fructosa. Además, es el segundo cliente más importante de soya, y granos secos de destilería con solubles.
En el caso del sorgo, las importaciones escalaron de 29.8 mil toneladas el año pasado a 796.3 mil toneladas en 2025, impulsadas por mayores necesidades del sector pecuario y una amplia oferta externa y precios atractivos.
En los casos del trigo, el arroz y la avena, las variaciones en sus importaciones fueron moderadas, con alzas de 0.1 y 0.2 por ciento en los primeros casos, y una caída de 3 por ciento en el tercero.
En tanto, los productos con bajas significativas en compras foráneas fueron el frijol, cuya importación se redujo 35 por ciento; la cebada y malta, con 7 por ciento, y el complejo algodonero con 12 por ciento.
“La integración comercial bajo el Trarado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) reafirma que México es el mercado más relevante para la colocación de excedentes agrícolas estadunidenses, sobre todo en maíz, trigo y soya”, concluyó Anaya.