Sin dar detalles, Trump amenaza que si lo eligen habrá consecuencias
▲ Con una sonrisa incesante, bailando salsa con mujeres de la tercera edad, haciendo taichi con asiáticos y hablando muy bien el español, Zohran Mamdani ha movilizado el voto de comunidades que no solían votar.Foto Afp, imagen de archivo
David Brooks y Jim Cason Corresponsales
Periódico La Jornada Domingo 2 de noviembre de 2025, p. 23
Nueva York y Washington. Esta capital del capitalismo mundial, en un país gobernado por la derecha antimigrante de Donald Trump que ha declarado “enemiga” a toda la izquierda, está por elegir a Zohran Mamdani, un joven inmigrante, musulmán y que se identifica como “socialista democrático”, como alcalde de la ciudad más grande de Estados Unidos.
El senador Bernie Sanders afirmó que “todo el mundo está observando la campaña de Zohran. La razón es que la gente quiere saber la respuesta a una pregunta sencilla: en el año 2025, ¿es posible que la gente ordinaria se junte y derrote a estos oligarcas?”
Su triunfo en la elección que culmina el martes aún no está garantizado, a pesar de que en esta recta final ha gozado de un margen de 10 puntos o más en las encuestas sobre su principal contrincante Andrew Cuomo, el ex gobernador de Nueva York, quien es parte de la aristocracia del Partido Demócrata.
La derrota de Cuomo frente a Mamdani en las elecciones primarias de los demócratas en junio sacudió al partido a nivel nacional, y marcó lo que muchos esperan sea una nueva generación progresista en un partido que no se ha logrado recuperar, y mucho menos enfrentar de manera efectiva y audaz, a Trump y su proyecto ultraderechista. Cuomo, con el apoyo de multimillonarios, incluyendo el ex alcalde Michael Bloomberg que por sí solo donó 5 millones de dólares en estos últimos días, y otras figuras claves de la cúpula política y económica de la ciudad (algunos calculan que han invertido mas de 20 millones de dólares), se lanzó como candidato independiente después de su derrota apostando a su papel como el único que podía derrotar al joven insurgente sin gran experiencia política.
Pero la extraordinaria movilización del voto joven y multicultural de Mamdani, y sus más de 90 mil voluntarios, han superado, por ahora, los ataques virulentos –incluyendo pintarlo de “radical” y usando el veneno antimigrante y antimusulmán compartido con Trump– y la inversión multimillonaria.
El joven de 34 años está a punto de ser alcalde de Nueva York con implicaciones políticas nacionales.
Trump y sus aliados han acusado al Partido Demócrata y a la población de Nueva York por contemplar la elección de lo que llamó “un comunista lunático”, y ha amenazado que si eso ocurre habrá consecuencias que desatará desde la presidencia, sin ofrecer detalles. A fin de cuentas, es la ciudad natal del mandatario.
No obstante, también es ciudad natal de la principal figura nacional opositora, el senador socialista democrático Bernie Sanders, como de otra figura política nacional progresista, la diputada Alexandria Ocasio-Cortez. Más aún, si gana Mamdani también marcará el mayor triunfo electoral de partidos y movimientos progresistas en décadas, entre ellos los Democratic Socialists of America, el Working Families Party, varios sindicatos, coaliciones sociales y líderes religiosos musulmanes, protestantes, judíos y católicos.
Cruce de fronteras
En los últimos días de la campaña, Mamdani no ha parado en su constante cruce de fronteras entre las diásporas viejas y recientes que conforman esta ciudad mundial. Bailando salsa con mujeres de la tercera edad, sumándose a una clase de taichi con asiáticos, ofreciendo mensajes en algunos pocos de los más de 200 idiomas que se hablan en esta metrópolis, incluyendo un español sorprendentemente bien hablado (https://www.instagram.com/reel/DQZrQz4jtFm/?igsh=ZnRlODlpN3YyaW45).
Mamdani expresa con orgullo que es un inmigrante. Sus padres se mudaron a la ciudad desde África, aunque ambos son de India, cuando la Universidad de Columbia les ofreció plazas de profesor a su padre, el reconocido académico progresista Mahmood Mamdani, así como a su madre, la famosa directora de cine Mira Nair.
Su interacción con y en defensa de comunidades inmigrantes también está ayudado a movilizar el voto de comunidades que no solían votar, de repente brotan por toda la ciudad, entre ellos los de Asia sureña y, por supuesto, los musulmanes, que podrían ver que uno de esa fe –incluso con un amplio apoyo de judíos– sea electo por primera vez a la alcaldía (https://www.jornada.com.mx/2025/10/15/mundo/021n1mun).
Con una sonrisa incesante, pero con un mensaje muy serio que lo ha distinguido, Mamdani ha centrado su campaña sobre el costo de la vida para las mayorías en una ciudad cada vez más cara y que parece estar hecha sólo para ricos. “Nueva York no está a la venta” es uno de sus lemas centrales, enfatizando que es hora de que las mayorías trabajadoras y no los intereses de Wall Street y de bienes raíces determinen las decisiones gubernamentales.
Sus propuestas son clásicas de una agenda socialdemócrata: congelar los alquileres para aquellos que viven en edificios con rentas reguladas (para los de menores ingresos), mayor construcción de vivienda popular, un programa universal para el cuidado de niños, hacer gratuito el transporte en autobuses municipales, abrir tiendas para productos básicos subsidiados, otorgar asistencia a los más de 140 mil estudiantes sin techo y ofrecer mayor asistencia pública a los que padecen problemas de salud mental. Propone pagar los costos con un incremento de impuestos sobre los más ricos (esta ciudad tiene más de 385 mil millonarios, la concentración más alta en el mundo). Una y otra vez repite que el objetivo central es crear “una ciudad más asequible”.
También se ha atrevido a declarar que como alcalde intentaría arrestar a Benjamin Netanyahu si visita esta ciudad, ya que ha sido formalmente acusado por la Corte Penal Internacional.
En un discurso una semana antes de la elección, Mamdani resaltó que “cuando ganemos el 4 de noviembre y después gobernemos con dignidad como fundamento de nuestra política, eso será por el movimiento que construyó Bernie (Sanders)”.
Una y otra vez, igual que Sanders, Mamdani repite el tema de la gran desigualdad económica que marca la coyuntura estadunidense entre el 1 por ciento más rico y el 99 por ciento, y donde lo multimillonarios literalmente compran a los políticos, y siempre concluye con el lema “Nueva York no está a la venta”.
Triunfar sobre los oligarcas
“Por demasiado tiempo, amigos, la libertad sólo le pertenecía a aquellos que podían comprarla. Los oligarcas de Nueva York son la gente más rica en la ciudad, más rica en la nación, más rica de la historia del mundo. No quieren que eso cambie… harán todo lo que puedan para evitar eso”. Pero, concluyó, “a todos se nos permite la libertad. Cada uno de nosotros, la gente trabajadora de esta ciudad, los taxistas, los cocineros, las enfermeras, todos los que buscan una vida de gracia, no avaricia, seremos libres…. Y el 4 de noviembre… eso es justo lo que le diremos al mundo. Porque mientras que los donantes multimillonarios de Donald Trump creen que tienen el dinero para comprar esta elección, nosotros tenemos un movimiento de masas… Triunfaremos sobre los oligarcas y regresaremos la dignidad a nuestras vidas”.
La campaña de Mamdani, aunque muy local, está consciente de que tiene implicaciones nacionales, no sólo por la reacción de la cúpula política en Washington, sino por ser parte y nutrir otros esfuerzos progresistas alrededor del país.
Lo que ocurrirá en las próximas 48 horas definirá no sólo el futuro de Nueva York, sino si en esta era de Trump, las fuerzas progresistas podrán ofrecer una contrapropuesta en este momento.
Con el respaldo de Washington, Milei ajusta su gabinete pese a inestabilidad
El gobernador de Buenos Aires denuncia la política económica del ultraderechista
Stella Calloni Corresponsal
Periódico La Jornada Domingo 2 de noviembre de 2025, p. 22
Buenos Aires. El recuento directo de votos en las provincias, tras las elecciones legislativas del domingo pasado, generaró inquietud en el país y sorpresas, como cuando se conoció que no había ganado la oficialista Libertad Avanza, sino el peronismo –que participó con distintos lemas provinciales, y no como Fuerza Patria– y comenzó a restar diputados al oficialismo en la Provincia de Buenos Aires, entre otras.
Aún continúa el debate de lo sucedido y se prevén más sorpresas cuando se conozca el escrutinio definitivo, tomando en cuenta que los votos en blanco y las abstenciones suman más de 30 por ciento.
Pese a la situación, el presidente Javier Milei –“envalentonado”, como señala la oposición por el respaldo abierto y declarado del presidente estadunidense Donald Trump, quien amenazó con suspender la ayuda de cuarenta mil millones de dólares para salvar al gobierno si no ganaba su aliado argentino– da pasos apresurados y hace cambios en el gabinete, que provocan problemas internos al haber dejado afuera al único funcionario que gozaba del respeto de muchos gobernadores.
La inmediata aceptación de la renuncia del jefe de gabinete, Guillermo Francos, fue criticada por un sector oficialista que lo consideraba el único capacitado políticamente en el gabinete, con experiencia en cargos importantes en gobiernos anteriores, y un buen intermediario con los gobernadores que salvó a Milei en muchos momentos claves.
También motivó un desacuerdo con el ex presidente derechista Mauricio Macri, quien al salir de una larga reunión en la residencia presidencial de Olivos declaró: “no logramos ponernos de acuerdo para sellar una alianza entre ambas fuerzas políticas” para la nueva etapa del gobierno, que comienza el próximo 10 de diciembre.
El ex mandatario lamentó y criticó duramente la salida de Francos, ya que “representaba sensatez”, para ser remplazado por otro funcionario sin experiencia”.
Añadió que “no parece ser una buena noticia”.
En su lugar entró el ahora ex vocero presidencial y exlegislador porteño, Manuel Adorni, quien no cuenta con trayectoria política y no parece preparado para el cargo, pero que cuenta con la total confianza de la secretaria de la Presidencia, Karina Milei. Los cambios del gabinete son varios y el conjunto sólo está dirigido a cumplir con lo que ha pedido Estados Unidos a Milei, en momentos en que es visible que el embajador estadunidense en Argentina, Peter Lamelas, también dirije y es parte del proceso de cambios.
En una carta pública dirigida al presidente Milei, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, le señaló que “su política económica está destruyendo el tejido social y productivo del país. Le pido que escuche, corrija y que dialogue no con los mercados, sino con la gente”.
“La intervención del Departamento del Tesoro estadunidense fue necesaria porque su propio plan económico puso a la economía y a la sociedad argentina al borde del abismo”, añadió Kicillof.
Advirtió que si bien el oficialismo se impuso en las legislativas en la provincia, “las calamidades que su modelo económico provoca en nuestra sociedad siguen su curso: recesión, reducción del consumo y la venta, caída en el empleo y deterioro en la calidad de vida”. Kicillof fue explícito y contundente y recibió el apoyo de intendentes y cartas de personalidades que lo apoyan.
La ex mandataria y líder del Partido Justicialista (PJ), Cristina Fernández de Kirchner, ilegalmente detenida en prisión domiciliaria, advirtió que “se viene una fuerte ofensiva para tratar de romper el peronismo y el campo nacional y popular en su conjunto”.
Además puso en evidencia el objetivo del gobierno de Milei de “transformar Argentina en una factoría, y quebrar su organización social y política. lo que requiere algo más que ganar una elección”.
También aseveró que al antiperonoismo se sumó el miedo que generaba la posibilidad de que una derrota del oficialismo desatara una crisis política que “terminara agravando la ya terrible situación de la gente de a pie. Algunos creyeron que si el gobierno perdía la elección de medio término, se caía” a lo cual se añadió el temor que provocaron las amenazas de Trump.
En este contexto se realizó ayer la multitudinaria manifestación del orgullo gay, en la que también se pidió memoria, verdad y justicia.
En las movilizaciones se expresaron todas las demandas contra el gobiern. También contó con la presencia de personalidades que incluyeron a organismos de derechos humanos.
Una versión más amplia de esta nota en: https://bit.ly/4oshUe0
Trump no es eterno
Jorge Durand
02 de noviembre de 2025 00:04
Frase de consuelo o de resistencia, de esperanza sumisa o resiliencia. En 10 meses de tormenta y vendaval, los árboles y los hombres resisten, no se quiebran, pero la están pasando mal. Trump no es eterno, dicen unos migrantes, esperanzados de que el tiempo avance rápido y se vuelva a la normalidad.
Ciertamente, es un hombre mortal, como todos, pero que ya la Parca lo acecha, el mal de ojo aguarda, el vudú de los haitianos comegatos (según Trump) espera pacientemente hacer su trabajo, pero hasta el momento no le entran balas.
Este segundo mandato ha sido totalmente impredecible y apuesta a lo grande. Se deleitó poniendo en jaque a Panamá, a Groenlandia y Canadá, a la que pretendía convertir en un estado más.
Canadá, aliado natural e histórico de Estados Unidos, ha tenido que despertar del letargo y reaccionar ante tales pretensiones atrabiliarias. Y si de anexiones y expansionismo se trata, ya podía haber dicho algo sobre Puerto Rico, “Estado libre asociado”, al que obviamente no quiere anexionar, por la simple razón de que es mejor tenerlo sometido y como colonia.
Hay asuntos que le molestan a Trump y debe haber rumiado en sus noches de insomnio, que el Golfo de México se llamara así y había que cambiarle el nombre a Golfo de América. Otra de sus molestias y cavilaciones fue con los popotes, propuesta de los ecologistas que le habían ganado la partida al plástico, y por eso firmó una orden ejecutiva, para revertir la ley. Igualmente por las regaderas, que racionaban el consumo de agua; para eso también firmó otra orden, su pelo requería de un buen lavado y de mucha agua.
Son ganancias pírricas, que van de la mano de otras de gran calado y contravienen la Constitución, como la orden ejecutiva, que todavía está frenada en las cortes, de suprimir el derecho de suelo o de nacimiento (jus soli). Lo tiene atragantado que unos humildes migrantes tengan hijos, que son automáticamente ciudadanos, por el solo hecho de nacer en esa tierra. Se trata de una enmienda a la Constitución que tiene que ver, precisamente, con los esclavos y sus hijos, que no eran ciudadanos. Eso ya no se puede revertir, pero suprimir el derecho de suelo para los hijos de indocumentados es posible, pero tiene un evidente regusto racista, que todavía no ha podido degustar por completo.
Los republicanos han propalado el bulo de que los migrantes utilizan los hospitales y que por eso hay problemas en los servicios de salud. Es verdad que en caso de enfermedad o accidente pueden ser atendidos y, por lo general, no pueden pagar la cuenta, pero eso está regulado en los hospitales públicos, que atienden a mucha gente que no tiene seguro.
No obstante, 95 por ciento de los migrantes indocumentados pagan impuestos y la seguridad social, a la que no tienen derecho y de la que no devengan ningún beneficio. Se estima que la deuda de la seguridad social con los migrantes asciende a más de un trillón de dólares. En cierto sentido, son los migrantes los que financian la seguridad social de los estadunidenses. Ya sería el colmo que en caso de accidente o enfermedad no los pudieran atender.
Donald es un narcisista de gran calado: le gusta lo grande, apuesta siempre a cifras o condiciones imposibles. Es muy rico, pero aparenta tener mucho más, por eso ha tenido problemas con el fisco. Sus delirios de grandeza no se satisfacen con haber llegado a la presidencia del país más poderoso del mundo.
Le molesta que la Casa Blanca sea un edificio modesto; ciertamente no es un palacio, es un edifico de estilo sureño, una casa grande, como su nombre lo indica. Lo más relevante es la Oficina Oval, que le queda chica y no tenía una decoración adecuada a sus gustos, que incluyen muchos ribetes dorados. Ciertamente le hubiera gustado algo así como el Palacio de Versalles y tener, finalmente, un mausoleo como el Taj Mahal. Pero la realidad es otra.
Por eso está construyendo un ballroom, un salón digno y grande, donde pueda celebrar eventos e invitar a grandes personalidades. Dicen que tendrá una capacidad para atender, en sus mesas, a unas mil personas. Los primeros que van a asistir a la inauguración serán los magnates y los donantes millonarios que lo apoyaron.
Había dos propuestas para el salón, una más grande que la otra, y obviamente fue elegida la primera, aunque se tuviera que afectar el ala este de la Casa Blanca, con el escándalo de los proteccionistas y defensores del edificio. En realidad, Estados Unidos era una colonia, incluso el edificio de la independencia, en Filadelfia, es bastante modesto; su valor es histórico y simbólico, como la Casa Blanca, algo que no entiende el señor Trump.
El impacto de Trump, de sus políticas e impromptus va más allá de lo especulado. Afecta múltiples y diferentes niveles, a su propio país, al nuestro y al mundo entero.
Ciertamente, Trump no es eterno, pero cómo jode.
