Sputnik
25 de noviembre de 2025 12:09
Caracas.- El canciller de Venezuela, Yván Gil, acusó este lunes por la noche a su homólogo de Israel, Gideon Saar, de ser un "genocida", en respuesta a sus señalamientos sobre la nación caribeña de estar "construyendo alianzas de narcoterrorismo con el Medio Oriente".
"Gideon Saar, usted es un criminal de guerra y un genocida, lo que debería estar haciendo no es mencionando a Venezuela, sino preparándose para ser juzgado por los crímenes que su gobierno comete contra el pueblo palestino", manifestó el funcionario en un mensaje publicado en su cuenta oficial de Instagram.
Horas antes, Saar señaló a Venezuela de ser el "nexo" en Sudamérica de los grupos islamistas Hezbollah y Hamas y de los rebeldes chiíes hutíes del Yemen, a los que calificó como "Estados terroristas".
En su mensaje, Gil increpó al funcionario a quien le expresó que "el nombre Venezuela le queda grande en su sucia boca y manos manchadas de sangre inocente".
"Nosotros somos un pueblo independiente, un pueblo que lucha por su soberanía, que libera, que defiende la igualdad, los derechos humanos y el derecho internacional", añadió.
En contraposición, el canciller aseguró que el funcionario israelí "representa la barbarie y la violación sistemática de todas las normas que rigen a la humanidad civilizada".
De igual manera, Gil manifestó que a su país no le interesa su opinión ni le afecta "su retórica desesperada", al tiempo que aseguró que a esta nación caribeña resulta más importante el hecho de "más temprano que tarde", Saar "tendrá que rendir cuentas ante la justicia internacional".Este pronunciamiento se produce en un contexto de crecientes tensiones entre Caracas y Washington por los presuntos planes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de ejecutar una operación militar contra Venezuela.
Neocolonialismo y etnocidios
Los estadunidenses han decidido amedrentar y someter, por extensión, a todas las naciones latinoamericanas. Por ahora usan a Venezuela como ejemplo.
Foto Ap / archivo Foto autor
Luis Linares Zapata
26 de noviembre de 2025 00:01
La irrupción en Israel de militantes de Hamas y los más de mil muertos, así como la toma de rehenes, se usó y usa como disculpa del genocidio desatado. En verdad hay poca conexión entre estos dos conceptos: el derecho a la defensa y la destrucción deshumanizada que, hasta hoy, afecta al mundo. No hay razón justificante de los asesinatos ni fuerza que haya podido contender tan violentos ataques contra propiedades y personas. Sólo va quedando, como angustioso panorama, la racista furia de una nación armada sobre la población civil de otra, incapaz de defenderse.
La explicación, revelada por los miles de muertos, inválidos y las ruinas de lo que fuera la apretujada franja de Gaza con sus millones de reales prisioneros. Fantasmagórico cascajo de la que fuera una comunidad de laboriosos palestinos. Pero ahí siguen, atados a sus calles, viviendas derruidas y polvorosas. Y al parecer, ahí seguirán llevando a sus heridos a cuestas; corriendo entre rezos y gritos desesperados que exigen justicia y un atenuante al sufrimiento. No encontrarán, por largo tiempo, alivio a sus enojos ni consuelo por sus amores perdidos.
La dupla estadunidense israelí es despiadada, profundamente etnocida; llena de arrogancia y repleta de odios religioso-raciales. No tiene medida ni decencia alguna. Al menos los israelitas son consecuentes y directos en su locura. Pero el gobierno estadunidense, su presidente y élites blancas imperiales muestran la calaña que les embarga. No son más que una plaga mundial. En especial su guía, D. Trump, que despliega, sin tapujos, su doble rostro de asesino y negociante. Y todavía pretende ser visto como pacifista, con derecho a ser premiado.
No logran ambos países o en momento alguno ocultar sus intenciones, unos como colonialistas hegemónicos y los otros como alucinados creyentes en falsos mitos históricos. Juntos han decidido, como punto final de sus esfuerzos bélicos, apropiarse de ese hermoso filón de playas cálidas palestinas. Desean coronar sus ambiciones de riquezas, para lo cual se requiere el exterminio o la expulsión de sus habitantes. Erigir, ahí mismo, un pequeño resort turístico, montado sobre ensangrentado basamento. No hay límite que no pueda ser rebasado en este desenfrenado ritual productor de muertos y mutilados. Ahí caben todos, sean viejos o jóvenes, niños o mujeres sin destino.
Las consecuencias que caerán sobre los israelíes no pueden entreverse de otra manera: serán, sin duda, malditas. El genocidio los tocará tal y como ha hecho con otros pueblos que los han cometido: alemanes, camboyanos, turcos o ruandeses. Llevarán ese estigma atado a sus conciencias sin reposo ni absolución.
Pero el neocolonialismo hay que situarlo también en otras partes más cercanas a los mexicanos de hoy. Lo vemos en todo su esplendor racista y tenebroso en el mar Caribe. Ahí se concentra una de las mayores capacidades invasoras aéreas, terrestres y navales de estos tiempos. Los estadunidenses han decidido amedrentar y someter, por extensión, a todas las naciones latinoamericanas.
Por ahora usan a Venezuela como ejemplo. Han matado algunas lanchas, con supuestos narcotraficantes como tripulantes. Enviaron, para ello, un gigantesco portaviones, escoltado por otros destructores y con miles de soldados, cientos de aviones y proyectiles con cargas nucleares. Alegan que el chavista Nicolás Maduro es líder de un grupo narcoterrorista. Quieren derrocarlo recurriendo a sendas amenazas ilegales, disfrazadas de atentos avisos. Guardan, en su trastienda, a la golpista y Premio Nobel reciente lista para el remplazo. Han logrado, por lo pronto, paralizar sus transportes navales aéreos.
Sin duda planean adicionar medidas de ataque abierto. El costo de amasar tanto poder militar en esas costas no podrá justificarse de otra manera. En el fondo de este rejuego están las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, así como otros muchos minerales adicionales, los reales y descarados motivos de la aventura imperial en marcha. El ya cuestionado músculo de poder que pretende reconocimiento como potencia hegemónica.
Ese mismo neocolonialismo lo podemos ver desplegado aquí mismo en México. Las tentativas propagandísticas lanzadas sin tregua desde el vecino norteño se suceden a diario. Van de risibles desplantes trumpianos de enjuiciar la conducta mexicana hasta la amenaza de enviar soldados a capturar capos, en pos de su seguridad nacional.
Nada dicen de su incapacidad para controlar a sus propios traficantes. Tal vez no haya, en esta actualidad mexicana, un ejemplo más notorio del neocolonialismo que el practicado por las inversiones mineras. Las relaciones humanas desatadas con las poblaciones cercanas son dramáticas, y los efectos, por demás dañinos al entorno y la nación.
El esfuerzo para liberarse de estos impulsos y obras neocoloniales tiene que continuar hasta desterrarlos. Insistir, sin descanso, para vivir en una nación soberana e independiente.
Trump insiste en que “podría hablar” con Maduro y “salvar muchas vidas”
“Es el líder" y “podemos salvar vidas”, aseveró Trump, quien también responsabilizó una vez más, sin pruebas, a Maduro de “enviar a millones” de personas a Estados Unidos, y concluyó al decir que no se encuentra “contento” con el tema. Fotos Afp y Ap Foto autor
Ap, Afp, Reuters y Prensa Latina
25 de noviembre de 2025 20:30
Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió este martes en que “podría hablar” con su par venezolano, Nicolás Maduro, para “salvar muchas vidas”. Agregó que se pueden “hacer las cosas por las buenas”, pero también “por las malas”.
Trump defendió su decisión de una posible comunicación con Maduro cuando una reportera a bordo del avión presidencial Air Force One le preguntó sobre por qué dialogar con el mandatario bolivariano si lo han denunciado como supuesto líder de una organización terrorista extranjera: “ Podría hablar con él, ya veremos”, respondió el magnate.
“Es el líder" y “podemos salvar vidas”, aseveró Trump, quien también responsabilizó una vez más, sin pruebas, a Maduro de “enviar a millones” de personas a Estados Unidos, y concluyó al decir que no se encuentra “contento” con el tema.
Reuniones con mandatarios del Caribe
Por lo pronto, altos funcionarios militares de Estados Unidos se reúnen con mandatarios de naciones caribeñas esta semana, luego de que el gobierno de Trump incrementó su presencia naval en la región como parte de lo que llama una campaña contra el narcotráfico.
El secretario estadunidense de Guerra, Pete Hegseth, viaja a Santo Domingo, República Dominicana, y se encontrará hoy con los principales líderes del país, incluido el presidente, Luis Abinader, el ministro de Defensa, teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre, y otros funcionarios, informó el Pentágono,
El anuncio se produjo el mismo día en que el general Dan Caine, jefe del Estado Mayor Conjunto y principal asesor militar de Trump, se entrevistó con la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, para “intercambiar puntos de vista sobre los desafíos que afectan a la región del Caribe”.
El mayor despliegue militar en la región en años
El ejército de Estados Unidos desplegó su mayor presencia en la región en generaciones. Desde septiembre ha atacado lanchas que según dice, sin aportar evidencias, que son usadas para el contrabando de drogas. Hasta la fecha, el ejército estadunidense ha atacado a 21 de dichas embarcaciones y matado al menos a 83 personas.
Las acciones son vistas por muchos como una táctica de presión para que renuncie el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
“No queremos ninguna guerra en nuestro hemisferio”, asegura la OEA
La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió a Estados Unidos y a Venezuela actuar con moderación en medio de la crisis desatada por el despliegue militar de Washington en aguas internacionales del Caribe.
“No queremos ninguna guerra en nuestro hemisferio. La paz es, en última instancia, lo que todos en este hemisferio deseamos”, dijo el secretario general de la OEA, Albert Ramdin en una conferencia de prensa virtual.
En ese contexto, el vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, precisó durante una marcha en Caracas, en apoyo a Maduro frente a Estados Unidos, que: “quien ose poner un pie sobre Venezuela será aniquilado por nuestro pueblo, y aniquilado es el término que quiero usar porque el suelo venezolano se respeta”.
En tanto, analistas citados por Reuters especularon que Maduro podría usar el petróleo que actualmente se venden casi en su totalidad a China, como su principal moneda de negociación ante las presiones crecientes de Washington.
Venezuela advirtió a las aerolíneas que cancelaron temporalmente sus vuelos que tienen un plazo de 48 horas para retomar sus conexiones, o de lo contrario su permiso permanente será revocado, reportaron fuentes del ministerio de Transporte.