En la marcha del sábado no hubo represión, apunta // Salinas Pliego “fue promotor”; no participaron muchos jóvenes
▲ El objetivo era golpear a los policías para que respondieran y así montar la idea de que en México se reprime a los jóvenes, señaló ayer la presidenta Claudia Sheinbaum durante la mañanera.Foto Cristina Rodríguez
Néstor Jiménez y Emir Olivares
Periódico La Jornada Martes 18 de noviembre de 2025, p. 5
Frente a los hechos del sábado anterior, cuando una marcha supuestamente organizada por jóvenes pertenecientes a la llamada generación Z terminó en actos violentos en el Zócalo capitalino, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo: “aquí no nos vamos a rajar nunca”, y expuso que, contrario a la esencia de la convocatoria, participaron “pocos jóvenes”.
En cambio, dijo, asistieron “muchos adultos”, entre integrantes de la derecha y de la llamada marea rosa, que junto con el empresario Ricardo Salinas Pliego azuzaron esa protesta. Destacó que a diferencia de 2023, cuando ese grupo tuvo mayor convocatoria, en esta ocasión ocuparon menos de la mitad del Zócalo.
“Ahora, ellos creen que vinculándose con organizaciones de derecha internacional van a frenar la transformación; no la van a detener. La mayoría del pueblo y de los jóvenes de México está con la transformación”, destacó la mandataria en su conferencia de prensa matutina, donde destinó gran parte del tiempo a hablar sobre ese tema. Además, rechazó que el gobierno federal o el capitalino hayan reprimido a jóvenes.
Aseguró que el objetivo era golpear a los policías para que “respondieran”, y así “montar esta idea de que ‘en México hay represión a los jóvenes’. Y no, no hay represión”. Sin abundar en las acusaciones de abusos por parte de elementos de seguridad, sobre lo cual se le preguntó en la mañanera, dijo que la policía debe indagar si algún elemento “rompió la disciplina”.
Sobre Salinas Pliego, la Presidenta afirmó que “estuvo promoviendo la movilización y escribiendo contra nosotros; azuzando la manifestación”.
Recordó que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió la semana pasada juicios relacionados con el dueño de Elektra y Tv Azteca, en los que confirmó que debe pagar los millonarios adeudos por impuestos que tiene pendientes con Hacienda. Apuntó que se trata de litigios que empezaron desde 2008, y que “nadie está por encima de la ley”.
En tanto, pidió proyectar un video del momento en que personas que se manifestaban el sábado jalan a un policía y comienzan a golpearlo. Preguntó por qué después de eso surgió una campaña que se replicó en cuentas de redes sociales para aseverar que el gobierno es represor.
Y ante las consignas contra los gobiernos de la 4T, enfática, expresó: “¿creen que nos van a debilitar?, ¿que van a debilitar a la Presidenta por lo que gritan? ¡No! Más fuerte soy, más fuerte. ¿Ustedes creen que esos gritos, leperadas, me van a hacer algo? No. ¡Aquí estamos fuertes con el pueblo, fuertes, muy fuertes!
“Claro, habrá gente a la que no le caigo bien; bueno, tampoco pasa nada, ¿verdad?, pero nosotros estamos dedicados a trabajar y con la fuerza que nos da el pueblo. Aquí no nos vamos a rajar nunca. Es el pueblo, el pueblo, el pueblo y el pueblo”.
La jefa del Ejecutivo federal recordó que desde el jueves pasado se reveló que, aunque se promovía la idea de que eran jóvenes quienes planearon la movilización, “en realidad había un impulso de cerca de 90 millones de pesos desde la oposición, por un lado, y también con el apoyo de un empresario. Muchas cuentas, incluso del extranjero, que la promovieron”.
Lo que se observó, insistió, fueron “caras muy conocidas de los que convocaron a la llamada marea rosa; estaban intelectuales, o había políticos, pues ya los conocemos: Acosta Naranjo, Belaunzarán; muchos del PAN que dijeron que iban a ir y a la hora de la hora no llegaron, pero promovieron la manifestación”.
Una parte de quienes acudieron, indicó, iban “muy preparados” con esmeriles, ganzúas, martillos y marros para romper las vallas. Detalló que pidió a la Fiscal General de la Ciudad de México investigar quiénes son estos grupos. “¿Por qué esta violencia? ¿Están pagados?”
También exhortó a que todas las protestas sean pacíficas, así como su gobierno no caerá en provocaciones. “Los mexicanos no quieren violencia. Bueno, una supuesta marcha que llama contra la violencia y la utiliza. No se debe caer en la provocación, porque lo que buscan son imágenes de represión”, subrayó.
Ambigüedad estratégica
José Blanco
El engendro avieso terminó de zafarse el velo: era un estorbo inútil. Estados Unidos está decidido a actuar conforme a la imagen de su realidad efectiva: si somos el terror, actuemos en consecuencia. Somos los dueños de Occidente, en primerísimo lugar de la América hasta Tierra de Fuego; tomemos ya, enteramente, lo que es nuestro. ¿Algún mareado narcoterrorista reclama? Lo perseguiremos y lo mataremos, sin resquemores: matar es lo nuestro; sabemos cómo hacerlo. Hemos dicho, porque es así al menos desde John Foster Dulles, que no tenemos amigos, sino intereses. Hemos dicho, porque es así al menos desde Theodore Roosevelt, que nuestra política exterior es el Gran Garrote. Pues ya está, nadie se llame a engaño. Si algún sujeto interno alza la voz, es también un narcoterrorista.
El nombre del Departamento de Defensa era pura hipocresía; llámese, debidamente, Departamento de Guerra. Hemos decidido asumir así, proactivamente, la responsabilidad de coordinar y supervisar todas las agencias y las funciones relacionadas con la seguridad nacional y las fuerzas militares de Estados Unidos: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Fuerza Espacial, Infantería de Marina: el conjunto armado más letal del planeta. Avancemos. Trump anunció que Estados Unidos reanudaría sus “ensayos nucleares”. ¿Objetivo? Prevalecer como superpotencia y engrandecer, vale decir, enriquecer, sin freno, a los de arriba, especialmente a Trump y a los escogidos de MAGA. No hay límite. Queremos Groenlandia y también Canadá, no consentiremos pasos atrás. Tomemos nuestras reservas de petróleo venezolano. El discurso trumpiano se desgañita, pero por ahí algo tiembla. Trump es un gorila, pero también es un fanfarrón maniático.
Desde agosto, Estados Unidos ha desplegado una brutal fuerza militar frente a las costas de Venezuela: buques de guerra, submarinos, aviones de combate y tropas para luchar… ¡contra el narcotráfico! Bájenle. Estados Unidos ha bombardeado presuntas lanchas con drogas y asesinado a decenas de personas, venezolanos y otros latinoamericanos, al margen de toda ley internacional, que es así como opera la violencia del engendro del norte. La ley me vale madres, suele decir JD Vance. Por sí y ante sí, Trump acusa al presidente Nicolás Maduro y a un grupo de altos funcionarios venezolanos de integrar el inexistente Cártel de Los Soles; sólo Trump y MAGA, y seguramente la CIA, saben de tal organización. Su ambición, o su sueño guajiro, es derrocar a Maduro, instaurar un gobierno pelele con Corina Machado o bicho similar, y cargarse el crudo venezolano.
El martes 11 de noviembre, Trump sumó el Gerald R. Ford, el mayor portaviones del mundo, al despliegue militar acumulado en el área gringa Comando Sur. El Gerald R. Ford llegó con 4 mil marines y docenas de aviones tácticos y, dicen los militares gringos, puede “catapultar, lanzar y recuperar simultáneamente aviones de ala fija en su cubierta de vuelo”. Y sigue gastando millones de dólares en amontonar armamentos en el área. Estados Unidos presenta falsamente su intervención como un conflicto entre dos naciones. No hay tal conflicto, Estados Unidos sueña con engullirse Venezuela.
El pasado 7 de noviembre, en el National War College de Washington, ante responsables del ejército y representantes de la industria de las armas, el secretario de Guerra, Pete Hegseth, en un discurso de 30 páginas, anunció su estrategia “para potenciar” el ejército estadunidense. Se trata de eliminar las regulaciones “demasiado pesadas”, y burlar los contratos públicos obligatorios para la adquisición de nuevas armas. “Nuestro objetivo es sencillo. Transformar todo el sistema de adquisiciones para que funcione en tiempos de guerra… Estamos viviendo un momento como el de 1939 o, esperemos, como el de 1981. Un momento de creciente urgencia. Los enemigos se están reuniendo, las amenazas se intensifican… Estamos sentando las bases para un dominio continuo durante las próximas décadas”. Así aúllan las sirenas de Hegseth; le urge bombardear y matar a diestra y siniestra. Y que vengan los businesses.
Los hombres del MAGA alardean: Trump es un “maestro de la ambigüedad estratégica”, dicen. Pues, puede que sirva para el terror sicológico. Mientras, los precios de los alimentos aumentan y el empleo se debilita, así que Trump recula echando atrás diversos aranceles; y una encuesta de YouGov informa que 58 por ciento desaprueba su gestión; su aprobación neta en el tema migratorio es de -7, y en el de la gestión de los precios es de -33 por ciento. Y nada vale tanto para Trump como preservar el gobierno para MAGA en las intermedias del año próximo, y en la siguiente presidencial.
Trump no puede derrocar el gobierno de Maduro sin una invasión de cientos de miles de soldados. Pero una cantidad así es imposible que llegue por mar o por aire; y por Colombia no se puede por ahora. Con los datos señalados, parece que prevalecerá, por lo pronto, la “ambigüedad estratégica”, más que la invasión de Venezuela. Instalado en el fangal de sangre, Trump puede intentar asesinar a Maduro, pero en Venezuela esto no equivale a un cambio de régimen.
Ultraderecha, la fuerza dominante tras elección presidencial en Chile
La oficialista Jara y el ultraderechista Kast reinician de inmediato sus campañas hacia la segunda vuelta
▲ El pinochetista José Antonio Kast empezó su gira para la definición electoral en La Araucanía, mientras la comunista Jeannette Jara retomó la actividad en el sur de Santiago.Foto Afp
Aldo Anfossi Corresponsal
Periódico La Jornada Martes 18 de noviembre de 2025, p. 34
Santiago. No desperdiciaron un solo día y, en una carrera contra el tiempo y que se augura áspera, la centroizquierdista Jeannette Jara (26.8 por ciento de los votos) y el ultraderechista José Antonio Kast (23.9), retomaron la campaña tras los comicios presidenciales del domingo, de cara a la segunda vuelta del 14 de diciembre, cuando se definirá si ella o él será el próximo gobernante de Chile.
Jara tiene un durísimo desafío dada la sumatoria de votos de las tres candidaturas derechistas, que acumularon 50.3 por ciento de los sufragios emitidos el domingo pasado. También los 19.7 puntos que obtuvo el populista Franco Parisi, del Partido de la Gente (PDG), quien contra todo pronóstico remató en tercer lugar entre los candidatos y cuyos electores son una mezcla variopinta compleja.
Parisi ganó en las cuatro primeras regiones del norte, donde la actividad principal es la minería, y por donde ingresan los migrantes irregulares, sector que está en el centro de la contienda.
Jara retomó el proselitismo en el modesto municipio de La Pintana, en el sur de la capital, donde en la jornada electoral obtuvo casi 31 por ciento de las preferencias, seguida por Parisi con 26.7.
Acompañada por la alcaldesa democristiana Claudia Pizarro, la centroizquierdista hizo un compromiso a los vecinos: “en mi gobierno la seguridad pública va a ser una prioridad, no desde el eslogan de la mano dura, sino a partir de la realidad. Vamos a tener más carabineros en las calles, en las zonas populares donde hay muy pocos”, aseguró.
La inseguridad está en el meollo de las urgencias, más para los vecinos de comunas pobres.
La noche del domingo la oficialista hizo un guiño a los electores de Parisi, afirmó que recogía la propuesta de eliminar el impuesto de consumo de 19 por ciento a los medicamentos.
Según el analista Cristián Fuentes, “es un electorado volátil, sin fronteras definidas. Tiene los votantes del norte que son antinmigrantes, pero hay también gente de sectores medios aspiracionales, individualista. Son antipolítica y antisistema, es difícil ahí hacer un discurso general”.
Agregó que “de entre los votantes de Evelyn Matthei (de la derecha histórica y que en el inicio de la contienda era la clara favorita para triunfar), por ahí Jara puede captar votos de mujeres porque Kast es sabido entre la población que es misógino”.
En cuanto al balotaje, “esa es otra elección, pero tiene ventaja la derecha. Por muy buena campaña que haga Jara, va a ser muy difícil”.
Kast viajó a La Araucanía, donde obtuvo con 32.5 puntos la primera mayoría, una región capturada por el conflicto entre el pueblo Mapuche y el Estado, y que él promete terminar mediante empleo de la fuerza.
En la elección parlamentaria, el bloque de Kast –Cambio por Chile, con los partidos Republicano, Nacional Libertario y Social Cristiano–, alcanzó 42 diputados, 27 más que en la actual legislatura, lo que los convierte en la principal fuerza individual.
Mientras Chile Vamos –la alianza histórica de los partidos Demócrata Independiente (UDI), Renovación Nacional (RN) y Evolución Política (Evopoli), pasó de contar con 53 diputados a sólo 34.
En el Senado, que renovó la mitad de los 50 escaños, Cambio por Chile eligió seis para totalizar siete; mientras Chile Vamos perdió siete y quedó con 18.
“Chile Vamos tiene que replantearse, está en suelo y tiene que cambiar de nombre, entre otras cosas, el piñerismo fue derrotado”, resaltó el analista Fuentes, para quien “la derecha está por volver a las bases, que no es más que un neopinochetismo”.
“El Congreso será complejo, sobre todo la Cámara de Diputados que estará muy fragmentada, con 14 diputados del PDG, que se pueden ir para cualquier lado. Si el ganador es Kast, aseguró que todo lo que pueda será por decreto”, recordó Fuentes.

