Chen Daojiang*
24 de septiembre de 2025 00:01
La historia refleja una ley económica inexorable: la apertura trae prosperidad, y el cierre, decadencia. Aunque la globalización económica enfrenta contracorrientes y resurgen prácticas proteccionistas, la cooperación de beneficio mutuo no puede ser contenida por la desvinculación. La globalización sigue siendo una tendencia irreversible de nuestra era.
Sólo con apertura e inclusión podremos erguirnos en el mundo. Desde la Primera Revolución Industrial hasta la revolución digital, la apertura siempre ha sido el motor de la prosperidad. Según el FMI, por cada aumento del 1% en la participación de las cadenas globales de valor, el PIB per cápita crece un 0.2%. Hoy en día, 15 economías han logrado mantener un crecimiento acelerado durante más de 25 años gracias a su característica universal, la apertura y ganancia compartida.
En los últimos años, China ha demostrado con su propio desarrollo el poder de la apertura y está dispuesta a compartir con otros países experiencias de beneficio mutuo: desde el florecimiento conjunto de las diversas zonas piloto de libre comercio, hasta la Feria Internacional de Importación de China (CIIE) que reúne a innumerables empresas; desde el ferrocarril de alta velocidad Yakarta-Bandung que atraviesa montañas, hasta el China Railway Express que entrelaza China y Europa.
El filósofo Confucio decía: “Si quieres destacar, ayuda a otros a destacar; si quieres lograr tus metas, ayuda a otros a lograrlas”. Este principio de beneficio mutuo define el pensamiento chino de miles de años. La apertura de China no busca un monólogo ni una esfera de influencia, sino apoyar el desarrollo común y construir un mundo compartido. La práctica ha demostrado: asociarse con China es asociarse con oportunidades, confiar en China es confiar en el mañana, invertir en China es invertir en el futuro.
El aislamiento solo conduce a quedar rezagado en el curso de la historia. En un contexto de lenta recuperación mundial, las políticas proteccionistas frenan aún más el crecimiento global y desafían seriamente el libre comercio. Según el Banco Mundial, si las principales economías impusieran aranceles adicionales del 10%, el crecimiento global caería 0.3%.
Actualmente, algunos países se dedican a “construir muros y levantar barreras”, lo que no sólo afecta la circulación de mercancías, sino que también obstaculiza la cooperación tecnológica, reduce el intercambio de talento, eleva los costos de consumo y frena la mejora de la productividad global. Debemos ser conscientes de que la complementariedad entre las ventajas de los países es un requisito objetivo para el desarrollo de las fuerzas productivas.
Las relaciones económicas y comerciales no son un juego de suma cero, y las barreras comerciales son actos tan fútiles como intentar detener el viento con las manos. Considerar el desarrollo ajeno y la interdependencia económica como una amenaza no hará más fuerte a ningún país. Apreciar la belleza de cada uno y compartirla constituye el camino para el desarrollo de China y México. México es, sin duda, el “campeón de libre comercio” en América Latina y un ejemplo de apertura e inclusión en la región.
A pesar de los cambios en el panorama global, la cooperación económica y comercial entre China y México avanza con solidez. En los primeros siete meses de este año, el comercio bilateral entre ambos países se mantuvo estable y positivo, con un crecimiento del 10% en las importaciones chinas desde México. Como miembros del Sur Global, China apoya la revitalización industrial de México, alienta a las empresas chinas a participar en el “Plan México” y a explorar el potencial de cooperación en sectores como economía y comercio, ciencia y tecnología, agricultura, turismo y vuelos directos.
Al mismo tiempo, China también está dispuesta a abrir sus mercados a más productos mexicanos, utilizar plataformas como la CIIE para ampliar las oportunidades de cooperación y apoyar a las empresas mexicanas que quieran invertir y establecerse en China. Aprovechando sus ventajas complementarias y fortaleciendo la cooperación en la innovación y el desarrollo verde, China y México no sólo lograrán un desarrollo de alta calidad, sino que también contribuirán significativamente al desarrollo sostenible global.
Estamos convencidos de que la apertura impulsa progreso y el cierre conduce al atraso. Sólo eliminando barreras artificiales, facilitando la cooperación mutuamente beneficiosa y liberando la vitalidad del mercado podremos iluminar el camino hacia la prosperidad compartida de todas las naciones.
*Embajador de China en México
Intento de aislar a Moscú fortaleció un nuevo orden global: Lukianov
La gente pasea por la plaza Manezhnaya, cerca de la muralla del Kremlin, disfrutando de un cálido atardecer en Moscú, Rusia, el 22 de septiembre de 2025. Foto Ap Foto autor
Juan Pablo Duch
23 de septiembre de 2025 14:08
Moscú. “La cristalización del fenómeno que conocemos como mayoría global obedece a la lógica misma del desarrollo internacional y el cambio cualitativo se produjo cuando los países de Occidente intentaron aislar a Moscú y consolidar el resto del mundo sobre una base antirrusa, logrando el efecto contrario y no por la actitud de cada uno de estos Estados hacia Rusia, ya que todos tienen sus matices”, considera Fiodr Lukianov, director de la revista Rusia en la política global.
Al comentar el significado de la reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), en un artículo para Rossiskaya Gazeta, Lukianov sostiene que “igual que mucho de lo que sucede actualmente en el ámbito mundial, y a pesar del intenso carácter caótico de algunos procesos, la OCS se mueve en una dirección definida con toda claridad: de las estructuras occidentalcéntricas y sus jerarquías hacia un sistema internacional mucho más diversificado”.
Y esto es así –agrega el politólogo– porque “una gran cantidad de países no quieren subordinarse a la lógica ajena que quieren imponerle otros” y ahora, además, “apareció en escena un poderoso catalizador: la política de la administración (del presidente estadunidense) de Donald Trump”, que siempre persigue el mismo fin: el beneficio exclusivo de Estados Unidos”.
Lukianov señala que, si alguien opone resistencia, se le presiona y obliga. Hasta ahora, indica, ese método “funciona sólo con los países que tienen obligaciones políticas o militares con Washington, es decir, con sus aliados, y todavía sorprende que crea (Estados Unidos) que el resto también se va a doblegar y no entiende por qué no lo hacen”.
¿Rusia está reorientando su política exterior a consecuencia del conflicto bélico en Ucrania? Zhao Huaseng, profesor de la prestigiada Universidad de Fudan en Shanghái, sostiene que la “crisis ucrania” sin duda influye en lo que ha dado en llamarse “vuelta hacia Oriente” de Rusia, pero no es la única razón que determina que el Kremlin se distancie cada vez más de Occidente y ponga la mirada en el este.
En un ensayo dedicado a “La vuelta de Rusia hacia Oriente y las relaciones ruso-chinas”, cuya versión en ruso distribuyó hace poco aquí el Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, Zhao afirma que el viraje ruso en curso, que tiene hondas raíces históricas, obedece a tres factores: el creciente peso en la política y la economía de la región de Asia y el Pacífico; la necesidad de Rusia de desarrollar Siberia y el Lejano Oriente; y la agitada situación internacional, incluido el conflicto bélico de Rusia y Ucrania.
“Junto con el surgimiento de potencias económicas en la región como son China, India, Japón y Corea del sur”, que antes de 2014 cuando se produjo la anexión de Crimea representaban un interés ascendente para el Kremlin, “se observa una notoria diferencia en el desarrollo de las partes europea y asiática de Rusia”.
Explica: “Los territorios de Siberia y el Lejano Oriente son extensos y ricos en recursos naturales; al mismo tiempo, son poco poblados, atrasados económicamente, con infraestructuras obsoletas y éxodo de habitantes, colindan con países con economías más fuertes, densamente poblados y necesitados de recursos naturales”, lo cual representa un riesgo potencial para la seguridad nacional de Rusia.
Apunta el especialista chino que ciertamente “Moscú empezó a impulsar su orientación hacia Oriente para sortear el bloqueo político de Occidente y sustituir los mercados que sus productos (sobre todo los hidrocarburos) perdieron en Europa, pero eso sólo aceleró la ‘vuelta hacia Oriente’, y no la originó, por cuanto esa política comenzó mucho antes de la crisis ucrania”.
Época de turbulencia
Expertos rusos y chinos, que desde hace una década se reúnen cada año de forma alterna en ambas capitales para intercambiar puntos de vista y tratar de diseñar una agenda común, coincidieron en su más reciente encuentro en Pekín en que “el mundo está viviendo una época de turbulencia, en gran medida debido a la política exterior de Estados Unidos y otros países de Occidente”.
Denuncian que Washington y sus aliados “recurren a métodos groseros de presión contra países que no son de su agrado y tratan de revertir el surgimiento de nuevos centros de poder, frenando el desarrollo de los países que forman la mayoría global”.
Analistas de universidades y centros de investigación tanto de Rusia como de China advierten –en su informe sobre “Rusia y China: cooperación en la nueva época”, publicado poco antes del reciente viaje del presidente ruso, Vladimir Putin, a Pekín– que la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, puede influir negativamente en las relaciones económicas entre Rusia y China.
“La escalada de las presiones estadunidenses –anotan– podría generar efectos negativos en la economía mundial y modificar la coyuntura del mercado internacional de los hidrocarburos”. Y, en el plano bilateral, añaden: “Aunque las medidas restrictivas de Washington no pudieron poner fin al comercio ruso-chino, hay que reconocer que sí le causaron cierto daño, dificultando las transacciones y complicando la llegada de inversionistas chinos al mercado ruso”.
Ya el año anterior, en su ensayo “Las relaciones ruso-chinas en la etapa actual: la visión de Moscú”, las investigadoras rusas Yulia Melnikova y Liubov Nechayeva recomendaron usar el descontento de Moscú y Pekín respecto a la política de Washington para fortalecer la cooperación bilateral y estimular las tendencias positivas en toda la región de Asia y el Pacífico.
“Por cuanto para Rusia una de sus tareas principales en la región es la necesidad de mantener espacios para maniobrar, un tema importante para el diálogo ruso-chino debe seguir siendo articular la concepción para interactuar en el marco de RIC (Rusia-India-China). Las relaciones entre Pekín y Nueva Delhi tienen una dinámica interna extremadamente compleja, sin embargo lograr que se armonicen reviste un significado clave para el equilibrio de fuerzas regional y global”, concluyen las estudiosas.
Xi Jinping, el presidente de China, y Narendra Modi, primer ministro de India, en presencia de Vladimir Putin, mandatario de Rusia, mostraron signos de acercamiento en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái y la foto de los tres juntos se interpretó como un primer paso hacia la idea compartida de “no contra Occidente, pero sin él” que empieza a cobrar sentido y tiene perspectivas, según el ya mencionado Fiodr Lukianov.
Impacto de aranceles en la inflación ha sido modesto hasta ahora: Powell
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Reuters
23 de septiembre de 2025 12:49
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo este martes que hasta ahora el impacto de los aranceles ha sido modesto.
Los afectados por el aumento de los impuestos a la importación del presidente Donald Trump han sido los importadores y minoristas nacionales, y hasta ahora "no están trasladando a los consumidores gran parte del costo. Así que los efectos reales sobre la inflación han sido bastante modestos".
Los comentarios de Powell ocurrieron en una comparecencia en Rhode Island.