martes, 1 de abril de 2025

Condena tribunal de Francia a Marine Le Pen por malversación.

Quieren impedir que sea presidenta, asegura la ultraderechista
Queda inhabilitada cinco años para cargos de elección popular por desviar 4 millones de euros del Parlamento Europeo // Aún puede apelar
▲ La presidenta del partido Encuentro Nacional, Marine Le Pen, durante una entrevista televisada por el canal francés TF1.Foto Afp
Ap, Afp y Europa Press   Periódico La Jornada
Martes 1º de abril de 2025, p. 24
París. Un tribunal francés declaró culpable ayer a Marine Le Pen de malversación de fondos públicos del Parlamento Europeo, y le prohibió postularse para cargos públicos durante cinco años, un duro golpe para las esperanzas presidenciales de la líder de extrema derecha y un revulsivo para la política francesa.
Le Pen, en entrevista con el canal de televisión francés TF1, calificó el veredicto de medida política para impedir que se postule en las elecciones presidenciales de 2027 (a menos de que presente y resulte a su favor un recurso de apelación), y afirmó que millones de franceses están indignados.
Describió el fallo como una violación del estado de derecho, dijo que impugnará y pidió que los procedimientos judiciales se lleven a cabo antes de la campaña de 2027. Permanecerá inhabilitada para ser candidata hasta que se decida la sentencia en firme.
También fue condenada a cuatro años de prisión, de los cuales dos se cumplirán bajo arresto domiciliario y dos estarían suspendidos, lo cual no se aplicaría mientras apela. Además, le fue impuesta una multa de 100 mil euros.
El fallo del tribunal remeció al estamento político y judicial de Francia, ya que cierra el camino a una de las principales contendientes para suceder al presidente Emmanuel Macron. Las implicaciones políticas fueron tan amplias que incluso algunos de los oponentes de Le Pen reaccionaron diciendo que el tribunal de París fue demasiado lejos.
El juez también dictó veredictos de culpabilidad a otros ocho miembros actuales o anteriores de su partido que, al igual que ella, anteriormente legisladores electos en el Parlamento Europeo.
Doce personas, que se desempeñaron de asistentes parlamentarios para Le Pen y lo que ahora es el partido Agrupación Nacional, anteriormente llamado Frente Nacional, también fueron sentenciados.
El juez dijo que ella estaba en el centro de un sistema que su partido utilizó para desviar dinero del Parlamento de la Unión Europea.
Expuso que la política y otros coacusados no se enriquecieron personalmente, pero el fallo describió la malversación de desvío democrático que engañó al Parlamento y a los votantes. Es muy pronto para decir cómo afectará el proceso electoral. La eventual eliminación de Le Pen podría dar motivos para aumentar el apoyo de sus seguidores más acérrimos, tal como los problemas legales del presidente estadunidense, Donald Trump, incentivaron a algunos de los suyos, o podría dejarla al margen, desinflando lo que ha sido una trayectoria ascendente.
Le Pen afirmó que el tribunal no debería haberla inhabilitado para postularse a un cargo hasta que se hubieran agotado todas sus posibilidades de apelación, y que, al hacerlo, estaba claro que el colegiado juzgador tenía la intención de impedir que fuera electa presidenta. Si eso no es una decisión política, no sé qué es, dijo la inculpada al canal TF1.
Añadió que el fallo marcó un día fatídico para nuestra democracia, pero prometió seguir persiguiendo el estrecho camino hacia la presidencia. Hay millones de franceses que creen en mí y confían en mí, agregó. Durante 30 años he estado luchando por ustedes y contra la injusticia, así que voy a seguir.
Le Pen no estuvo presente para escuchar a la juez presidente, Benedicte de Perthuis, pronunciar la sentencia. Para entonces, ya había abandonado la sala del tribunal.
Jordan Bardella, su protegido de 29 años que podría remplazarla en la boleta en 2027 si no puede postularse, declaró en X que Le Pen está siendo condenada injustamente, y que la democracia francesa está siendo ejecutada.
La sentencia podría impedir que Le Pen se postule en 2027 a lo que habría sido su cuarta candidatura a la presidencia, un escenario que ella describió recientemente de muerte política. Le Pen, de 56 años, quedó segunda después de Macron en los comicios presidenciales de 2017 y 2022, y el apoyo electoral de su partido ha crecido en los años recientes.
Sólo un fallo de apelación que anule la inhabilitación para ocupar cargos públicos podría restaurar sus esperanzas de postularse. Pero como las elecciones se realizarán en dos años, no hay garantía de que un tribunal de apelaciones falle a su favor y a tiempo, pues en Francia dichos procedimientos suelen llevar años.
La líder ultraderechista y otros 24 funcionarios del partido fueron acusados de desviar más de 4 millones de euros destinados a asistentes parlamentarios de la UE para pagar al personal que trabajaba para el partido entre 2004 y 2016, lo que viola las regulaciones del bloque europeo, informó France 24. Sólo un acusado fue absuelto. Todos negaron haber cometido delito alguno.
Ella sacudió la cabeza en desacuerdo cuando la juez sostuvo que el partido de Le Pen utilizó ilegalmente fondos europeos para su propio beneficio.
Increíble, susurró en un momento y luego se fue abruptamente, dejando a muchos en la sala del tribunal incrédulos.
La inhabilitación electoral entra en vigor de inmediato, pero el arresto domiciliario está suspendido mientras apela.
Le Pen también se desempeña de legisladora en la Asamblea Nacional de Francia, un papel no afectado por este fallo. Pero si Macron disuelve el Parlamento nuevamente, como lo hizo el año pasado, y convoca a elecciones legislativas anticipadas, se le prohibiría postularse.

Trump y otros conservadores arropan a la lideresa
Afp   Periódico La Jornada
Martes 1º de abril de 2025, p. 24
Washington. Desde Donald Trump, presidente estadunidense, pasando por dirigentes de la ultraderecha de Europa hasta el Kremlin arroparon ayer a Marine Le Pen después de que fue declarada culpable de corrupción por un tribunal de Francia.
Trump comparó la condena con sus batallas judiciales. Le prohibieron presentarse durante cinco años y ella era la principal candidata. Eso suena como este país, dijo en la Casa Blanca.
El multimillonario Elon Musk, asesor del magnate republicano, aseveró en su red X: Cuando la izquierda radical no puede ganar mediante el voto democrático, abusa del sistema legal para encarcelar a sus oponentes.
Para el Departamento de Estado, la exclusión de personas del proceso político es particularmente preocupante dada la agresiva y corrupta guerra legal que se libra contra el presidente Trump aquí en Estados Unidos, declaró Tammy Bruce, su portavoz.
Je suis Marine! (¡Yo soy Marine!) escribieron en francés en X los máximos líderes de la ultraderecha en Europa, haciendo eco del lema Je suis Charlie, ampliamente usado para denunciar en 2015 el ataque islamita al semanario satírico Charlie Hebdo en París, en el que fueron asesinadas 12 personas.
El Kremlin consideró la sentencia una injusticia y afirmó: nuestras observaciones de lo que ocurre cada vez más en las capitales europeas es que van por el camino de la violación de las normas democráticas, reaccionó su portavoz, Dimitri Peskov.
Je suis Marine!, escribió su aliado húngaro Viktor Orban en X. Para el primer ministro nacionalista, ella se une a las filas de los patriotas que han sido víctimas de un complot como Trump o el viceprimer ministro italiano, Matteo Salvini.
No nos dejemos intimidar, no nos detengamos: vamos con todo, amiga mía, escribió Salvini, quien denunció una declaración de guerra de Bruselas, que, según él, está al origen de la condena contra Le Pen.
No conseguirán callar la voz del pueblo francés, advirtió el líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal.
En Países Bajos, el dirigente del partido ultraderechista que encabeza la coalición, Geert Wilders, se dijo conmocionado.
Le Pen ha sido condenada porque es una amenaza para un sistema que no sabe perder, afirmó el dirigente serbio de Bosnia, Milorad Dodik, recientemente condenado por la justicia a una pena de cárcel y a la prohibición de ejercer cargos públicos. También usó la frase en francés: Je suis Marine!
La única excepción entre estos grupos europeos fue el partido Alternativa para Alemania, que al ser consultado por la Afp no quiso opinar. Agrupación Nacional, de Le Pen, se había distanciado de este partido con posiciones muy radicales a causa de varios escándalos.

Trumpismo e incertidumbre
Luis Hernández Navarro
Cada día, el trumpismo avanza en diversos frentes. No se de­tiene. Lo hace demoliendo los viejos paradigmas del libre co­mercio y los derechos humanos. Lo mismo fija aranceles al acero y al aluminio que a la industria automotriz, abroga los programas de cooperación al desarrollo, deporta a indocumentados ve­nezolanos a cárceles salvadoreñas, com­bate el wokismo y empuja un nuevo orden mundial basado, como nunca, en la primacía de los intereses estadunidenses y sus valores nacionales.
Se trata, según explica el filósofo ruso cercano al fascismo Alexander Dugin, en el libro La revolución de Trump, de un nuevo orden de grandes potencias que ha pisoteado, derrotado y remplazado al globalismo. Según él, nos encontramos ante un nuevo multilateralismo que nada tiene que ver con el de Rusia, China o el BRICS, sino con una versión más fría, cínica y dura de multilateralismo.
Trump quiere frenar el declive de la manufactura y reindustrializar Es­tados Unidos (EU) más allá de las ventajas comparativas y el bajo costo de la fuerza de trabajo, trasladar las plantas automotrices a su país y, como ha explicado Yanis Varoufakis, conmocionar a los bancos extranjeros y hacer que reduzcan los tipos de interés nacionales.
Esta avasalladora ofensiva ha provocado que la inestabilidad, el caos, la incertidumbre y la confusión previas, crezcan y adquieran nueva dimensión. El embrollo por la crisis del capital mundial (y la civilización de la modernidad), que arranca con la crisis financiera de 2007-08, y rebota con la recesión de 2020-22 provocada por el covid-19, en el que se condensaba un cúmulo inimaginable de desajustes estructurales del sistema, se ha exacerbado.
La mezcla de confusión e incertidumbre generada por el choque permanente entre, por un lado, el requerimiento de reformar el capitalismo hacia formas más estables y dinámicas, y, por el otro, la compulsión a conservar sin modificar mecanismos obsoletos de extraer ganancias extraordinarias, haciendo a un lado requerimientos demográficos, necesidades tecnocientíficas y conservación ambiental, se han vuelto más desconcertantes.
El trumpismo está decidido a hacer volar por los aires cualquier regulación ambiental contra el uso de combustibles fósiles para controlar el calentamiento global. Mientras, el capital digital de Silicon Valley no ha dudado en aliarse a fondo con el nuevo inquilino de Washington. Grandes empresarios antes enfrentados sobre la forma más adecuada de gestionar el capitalismo, hoy convergen en su apoyo a Trump. Empeñado en hacer de los migrantes un demonio interno al que culpar de todos los males, el nuevo gobierno ha instaurado el reino del terror entre quienes aspiran a vivir el sueño americano.
Simultáneamente avanza en su guerra fría contra China, descobija a la Unión Europea en su aventura en Ucrania, se enoja con Putin, mueve sus fichas para hacerse del control de Groenlandia y el Canal de Panamá, ataca Yemen, escala la agresión contra Venezuela, al tiempo que exacerba el clima de terror dentro de EU contra universidades y activistas pro Palestina y aprieta las tuercas a la prensa tradicional. Sin exagerar, cada vez que Trump lanza una bravata, por más absurda que parezca, sus piezas avanzan en el tablero.
Aunque no ha expresado su deseo de que México se convierta –como ha dicho de Canadá– en el estado 51 de EU –quizás porque no sabría que hacer con los mexicanos–, lo que sucede acá es tratado, cada vez más, como cuestión de política interna estadunidense. Así es, al menos, con la seguridad de la frontera, el fentanilo y los políticos ligados al narcotráfico.
La complejidad y dudas sobre el futuro inmediato de la relación binacional van más allá de los plazos para que entren en vigor los aranceles generales o de la industria automotriz instalada en territorio mexicano, que Trump desea que migre a su país. Su ofensiva rebasa lo económico.
Parte de esta nueva incertidumbre proviene de los choques de hace años entre la 4T y funcionarios que hoy son claves en la administración trumpista. No está claro si estos pulsos quedaron atrás o esperan su momento de cobrarse. Más allá de las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre la defensa de la soberanía nacional, generan inestabilidad. Sobresalen dos.
Marco Rubio, hoy secretario de Estado, criticó al entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Cuando en 2022 el mexicano no fue a la Cumbre de las Américas declaró: Me alegra ver que el presidente mexicano, que ha entregado secciones de su país a los cárteles de la droga [...] no estará en Estados Unidos. López Obrador respondió en una mañanera emplazando a Rubio y al senador Ted Cruz, a presentar pruebas. Los acusó de hablar sobre derechos humanos, pero destinar 40 mil millones de dólares de armas para Ucrania.
Al frente de la Oficina para el Control de Drogas de EU se encuentra Terry Cole, quien fue hasta 2020 jefe regional para México, Canadá y Centroamérica. En 2020, dijo al portal Breitbart News (https://shorturl.at/zmq8j) que en México los cárteles trabajan en todos los niveles de fabricación, transporte y distribución de drogas “mano a mano con altos funcionarios de gobierno […]. Es difícil saber quién es quién a la hora de lidiar con los cárteles, si son policías, militares o funcionarios federales”. En octubre de 2024, afirmó: Vemos cómo México se convierte en campo de entrenamiento para el terrorismo.
El proyecto trumpista de redefinir las fronteras y las reglas de la economía y la política internacional hacen que nuestro futuro inmediato esté atravesado por el caos, inestabilidad, incertidumbre y confusión. Nuestro país no es la excepción.
X: @lhan55