Para el resto del mundo, las tarifas van desde 10 por ciento a sus socios menos afectados hasta casi 50 por ciento en el caso del sudeste asiático, la región más castigada. A China, su mayor rival económico y geopolítico, le asignó una cuota de 34 por ciento, que se eleva a 54 por los aranceles previamente establecidos; mientras, a la Unión Europea le impuso un gravamen de 20 por ciento. No se salvan ni siquiera sus cómplices criminales como Israel o los gobiernos declaradamente alineados a la agenda trumpiana, como los de Argentina, El Salvador o Ecuador.
El aspecto más sorprendente de la lista es el ensañamiento con Asia, en particular con países del Indo-Pacífico a los que Washington ha cortejado por largo tiempo, a fin de mantenerlos lejos de la órbita china: Vietnam (46 por ciento), Taiwán (32), Japón (24), India (26), Corea del Sur (25), Tailandia (36), Indonesia (32), Malasia (24) o Filipinas (17). En varias de ellas, Estados Unidos posee bases militares; y los casos japonés, sudcoreano y taiwanés resultan incomprensibles en tanto se golpea a los aliados más fiables de la Casa Blanca en su explícito deseo de contener el crecimiento de Pekín. Como se detalló ayer en este espacio, la traición del magnate ya provocó un inaudito acercamiento de Tokio y Seúl con su poderoso vecino.
También destacan aspectos como la futilidad de muchas de las represalias, la incongruencia con sus propósitos manifiestos, así como el sadismo contra países con un desarrollo económico y humano muy bajo. En este sentido, sólo Trump pudo haber establecido aranceles de 44 por ciento a Myanmar en momentos en que el país se encuentra devastado por un terremoto, con miles de muertos y su capacidad productiva diezmada. Casos semejantes son los de tarifas a países cuya relación comercial con Estados Unidos es insignificante desde la perspectiva de la superpotencia: con Sri Lanka tiene un déficit importante porcentualmente, pero el monto es de apenas 2 mil 980 millones de dólares; Laos no le compra casi nada, pero el comercio total entre ellos es de 310 millones de dólares. Botsuana es ejemplo del absurdo de la reciprocidad. Sus exportaciones (por la irrisoria suma de 456 millones de dólares) a Estados Unidos consisten básicamente en diamantes, un recurso que éste no produce. Así, Trump encarece un bien sin que ello tenga manera de traducirse en un fortalecimiento de su industria. Para dimensionar estos montos, vale puntualizar que los integrantes del T-MEC intercambian mercancías por 6 millones de dólares cada minuto, es decir, 360 millones por hora y 8 mil 640 millones al día.
Trump y su secretario del Tesoro, Scott Bessent, nunca han ocultado que ven en los aranceles y en la preminencia del dólar herramientas de extorsión política. Meses antes de unirse a la administración republicana, Bessent propuso crear una suerte de semáforo arancelario en el que la dureza de las tarifas se basara en la adhesión a los intereses estadunidenses citando, por ejemplo, que podría castigarse a India hasta que dejara de comprar petróleo ruso. Esta postura puede explicar por qué los miembros del bloque BRICS se cuentan entre los más gravados y, de manera más general, refuerza la percepción de que la guerra comercial podría ser efímera y tener por objetivo real el logro de concesiones específicas, incluso a costa de erosionar alianzas históricas y echar a sus más estrechos colaboradores en brazos de
sus enemigos.Sin esperar a que se defina la duración del embate trumpiano, México debe prepararse para absorber el impacto de los aranceles que siguen vigentes y encarar la renegociación del T-MEC el año entrante desde una posición de fortaleza. Sin duda, el Plan México presentado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo puede convertirse en una herramienta invaluable al fortalecer el mercado interno, apuntar a una economía basada en el conocimiento, aumentar la resistencia ante choques externos y alistar al país para los retos que plantea el cambio climático.
Israel expande la acción militar en Gaza para ocupar más territorios
Netanyahu llega a Hungría pese a la orden de arresto internacional que enfrenta por genocidio
▲ Personas viajan por la carretera de Al Rashid, única ruta que une el norte y el sur del territorio palestino.Foto Afp
Afp, Europa Press y Reuters
Periódico La Jornada Jueves 3 de abril de 2025, p. 23
Jerusalén. Israel anunció ayer que su ejército está expandiendo sus operaciones en Gaza para tomar grandes áreas del enclave, en momentos en que se informó que más de 80 palestinos fueron asesinados en las últimas 24 horas, 22 de ellos en un bombardeo contra un edificio de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Medio Oriente (Unrwa) en el campamento de refugiados de Jabaliya.
El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, anunció que las fuerzas armadas ampliaron sus operaciones en Gaza para controlar grandes áreas, luego de reanudar su ofensiva contra el territorio palestino.
El operativo se expande para destruir y despejar la zona de terroristas, indicó Katz. Agregó que serviría también para tomar grandes áreas que pueden ser incorporadas a las zonas israelíes de seguridad.
El anuncio se produce mientras la cifra de muertos por el incesante bombardeo sobre Gaza se ubicó en 77 tan sólo al amanecer. Más de mil 100 han muerto desde que Israel rompió la tregua el mes pasado, señalaron autoridades gazatíes, de acuerdo con Al Jazeera.
Al menos 22 personas, incluidos niños, fueron asesinadas en un bombardeo contra una clínica de la Unrwa situada en el campamento de refugiados de Jabaliya, en el norte de la franja.
El ejército israelí confirmó el ataque y dijo que la clínica era un complejo de mando y control de Hamas, que negó las acusaciones y aseguró que testigos respaldan su versión.
La oficina de medios del gobierno de Gaza denunció la continuación del genocidio en Gaza.
Con el ataque a esta infraestructura, son ya 228 los centros de desplazados y refugios blanco de ataques israelíes, lo que constata una flagrante violación a todas las convenciones internacionales, destacaron las autoridades gazatíes.
El comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, denunció el bombardeo contra el edificio del organismo en Jabaliya, donde se refugiaban unas 700 personas.
Nuevo corredor para dividir la franja
El premier israelí, Benjamin Netanyahu, anunció la creación de un nuevo corredor para separar las ciudades de Jan Yunis y Rafah. El corredor Morag cruza la ciudad de Rafah de este a oeste y divide el sur de la franja. Netanyahu indicó: estamos dividiendo la franja y aumentando la presión para que nos entreguen a los rehenes.
El Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas condenó la violación de Israel a la tregua con Hamas y exigió al país que asuma su responsabilidad para evitar un genocidio.
El Foro de las Familias de Rehenes se mostró horrorizado por la expansión de la operación militar con la decisión de Netanyahu de “sacrificar rehenes en aras de ‘ganar territorio’”.
Netanyahu llegó a Budapest, capital de Hungría, para una visita oficial que se extenderá hasta el domingo. Como miembro fundador de la Corte Penal Internacional, Hungría está obligada a detener y entregar a cualquier persona sobre la que pese una orden de detención del tribunal, pero el premier húngaro, Viktor Orban, dejó claro al cursar la invitación que no detendría al gobernante de Israel, sobre quien pesa una orden de arresto internacional desde noviembre de 2024 por crímenes de lesa humanidad perpetrados en Gaza.
La corte recordó a Hungría que no corresponde a los estados determinar de manera unilateral la solvencia de las decisiones legales del tribunal, y está obligada a arrestar a Netanyahu si pisa su territorio.
La resistencia a Trump prepara marchas y mítines en mil ciudades
Cory Booker, senador demócrata de Nueva Jersey, rompió el récord del discurso más largo en la historia de la Cámara alta (25 horas con 5 minutos) en una protesta contra las acciones “inconstitucionales” del presidente Donald Trump. Su intervención comenzó el lunes y terminó ayer. Para mantener la palabra un legislador debe permanecer de pie y no puede ni ir al baño. Foto AFP Foto autor
Jim Cason y David Brooks / corresponsales
02 de abril de 2025 08:26
Washington y Nueva York. Casi 2 mil miembros de la academia de ciencias de mayor prestigio –establecida por el Congreso hace más de 150 años– se sumaron a la resistencia contra políticas del gobierno de Donald Trump que, denuncian, atacan a las ciencias, mientras en la Universidad Harvard, 700 profesores instaron a su comunidad a montar una oposición coordinada contra estos ataques antidemocráticos de la Casa Blanca.
A finales del mes pasado, trabajadores de correos organizaron más de 450 mítines de protesta por el país en rechazo a propuestas para privatizar el sistema postal nacional.
Por otro lado, algunos legisladores federales republicanos que se han atrevido a realizar foros públicos en estados conservadores, como Indiana, se han expuesto a expresiones de repudio de sus electores, que entre abucheos, escuchan gritos de hagan su chamba. Sus contrapartes demócratas, por el relativo silencio y falta de acción del liderazgo contra la ofensiva política de la derecha, también han sido sujetos al mismo trato de sus filas.
Estas protestas, entre muchas más, buscarán una expresión nacional el próximo sábado 5 de abril, cuando la central obrera AFL-CIO (que dice tener 15 millones de agremiados), organizaciones de derechos de inmigrantes, la Campaña de los Pobres, la Marcha de las Mujeres, el Working Families Party y MoveOn con sus 9 millones de seguidores digitales e Indivislble, entre otros, patrocinarán mítines y marchas en más de mil ciudades y pueblos del país, de acuerdo con los organizadores.
Pero no todas las expresiones de protesta están en las calles. La Asociación Bibliotecaria Americana, que ha estado encabezando la defensa contra la censura de libros en varias partes del país en los últimos años, condenó esta semana el asalto a las bibliotecas por el gobierno de Trump como resultado de la clausura de agencias nacionales que otorgan fondos vitales, sobre todo para pequeñas bibliotecas públicas a escala nacional. Bibliotecarios están planeando acciones comunitarias para los próximos meses.
“Como alguien que cubrió y recuerda vívidamente las protestas contra la guerra en Vietnam que consumieron a este país en los años 60 y 70, puedo asegurar que las manifestaciones anti-Musk y anti-Trump en todo el país son pequeñas en comparación. Pero están creciendo… y rápidamente”, comentó el veterano periodista Dan Rather ayer, citando datos del Crowd Counting Consortium reportados por La Jornada (https://www.jornada.com.mx/2025/03 /31/mundo/024n1mun).
Las protestas, por ahora, no frenarán esta ofensiva contra centros académicos, ciencias y más, desatadas por el gobierno de Trump. La Casa Blanca ha amenazado con recortar hasta 6 mil millones en fondos federales a la Universidad Harvard, que se considera de élite estadunidense, que amenaza con cesar a los líderes de su Instituto de Estudios de Medio Oriente para tratar de apaciguar la ofensiva que ha usado el antisemitismo como una de las justificaciones para el asalto contra la academia. La Universidad de Columbia, enfrentando el riesgo de un recorte de 400 millones en fondos federales, acordó colocar su departamento de estudios de Medio Oriente bajo supervisión del gobierno de Trump por cinco años.
Aunque muchos de los rectores y juntas directivas de universidades han guardado silencio ante la amenaza a su financiamiento gubernamental, o se han sometido a la exigencias de Trump, se empiezan a ver excepciones.
Michael Roth, presidente de la Universidad Wesleyan, envió una carta abierta a sus contrapartes. Líderes empresariales y educacionales no deben poner una cara recatada y permanecer en silencio mientras la sociedad civil es minada por los dictámenes de órdenes ejecutivas. No debemos sacrificar la libertad académica y una sociedad civil saludable a cambio de logros de corto plazo por cumplimiento anticipado. En lugar de eso debemos cultivar en nuestras instituciones la capacidad de juntar a diferentes tipos de personas con un propósito común, la voluntad de proteger a los vulnerables, y la resilencia requerida para que nuestras instituciones lleven exitosamente la cabo sus misiones.
El rector de la Universidad Cornell escribió, en un artículo de opinión para el New York Times: nuestras universidades son cunas de democracia y bastiones contra la autocracia. Sólo al detener los valores y normas democráticas y educar a nuestros estudiantes a llevarlas adelante en toda su complejidad y desafío podremos salvaguardar el futuro de nuestras instituciones, y de nuestra nación.
También empiezan a expresarse protestas en otros sectores intelectuales. “Un clima de temor ha descendido sobre la comunidad de investigadores, quienes temen perder todo su financiamiento o seguridad de empleo, están removiendo sus nombres de publicaciones, abandonando estudios, y rescribiendo solicitudes de fondos y otros documentos para retirar términos científicamente precisos (como ‘cambio climático’) que agencias federales están declarando inapropiados”, escribieron más de mil 900 de los científicos, ingenieros e investigadores médicos de mayor prestigio en Estados Unidos en una carta difundida esta semana. “Llamamos a que el gobierno cese su asalto total contra la ciencia estadunidense, e instamos al público a sumarse a este llamado… La voz de la ciencia no debe ser silenciada”.
A la vez, cada día hay nuevos sectores de personas afectadas por las políticas de Trump que se suman a la oposición. Los sindicatos de trabajadores de correos organizaron 450 mítines separados por el país cuyo mensaje fue: el correo de Estados Unidos no está a la venta en las protestas del 20 de marzo. Luchen como el demonio fue el tema de una segunda ronda de movilizaciones el día 23, reportó Labor Notes.
Y no falta la participación en estos movimientos disidentes, de figuras culturales famosas, entre ellas algunas veteranas de estas luchas, como la actriz Jane Fonda, quien recién invitó a las estrellas de Hollywood a ser valientes en esta coyuntura clave, defender a los vulnerables y proyectar una visión inspiradora del futuro que da la bienvenida a todos (https://www.instagram.com/reel/DG d-Px8sRvV/?igsh=MXNidm5pbWt5 OGUydw%3D%3D). Otros comparten el llamado a la resistencia contra las políticas de Trump, incluidos músicos como Tom Morello, o cineastas como Michael Moore y ahora cientos de artistas plásticos, coreógrafos y dramaturgos que están denunciando públicamente nuevas medidas de Trump para limitar el apoyo a las artes que no son consideradas patrióticas.
