domingo, 16 de marzo de 2025

Reprocha China al G-7 las difamaciones de que pone en riesgo la seguridad marítima.

Ap   Periódico La Jornada
Domingo 16 de marzo de 2025, p. 19
Taipéi. China arremetió ayer contra las acusaciones de que está poniendo en peligro la seguridad marítima, formuladas por los principales diplomáticos del Grupo de los Siete países más industrializados (G-7) en un comunicado conjunto, y afirmó dicho club de naciones está “lleno de arrogancia, prejuicio e intenciones maliciosas.
Reafirmamos que nuestras políticas básicas sobre Taiwán permanecen invariables y enfatizamos la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán como indispensables para la seguridad y prosperidad internacional, agregó la nota de Pekín, en referencia a la crucial vía fluvial que separa a China de la república insular autogobernada, pero que Pekín reclama como parte de su territorio.
Para el lenguaje diplomático generalmente exagerado de China, el comunicado fue inusualmente mordaz, aunque no amenazó con represalias.
En el memorando del viernes, el G-7 condenó “las acciones ilícitas, provocativas, coercitivas y peligrosas de China que buscan alterar unilateralmente el statu quo de tal manera que arriesga con socavar la estabilidad de las regiones, incluyendo aquellas que suceden a través de la recuperación de tierras y la construcción de puestos avanzados, así como su uso con fines militares”.
En la respuesta, que se realizó por conducto de su embajada en Canadá, que albergó la cumbre de dos días del G-7 en La Malbaie, Quebec, Pekín indicó:repiten la misma retórica de siempre, ignoran los hechos y nuestra solemne posición, interfieren gravemente en nuestros asuntos internos y nos difaman abiertamente.

Ataca EU objetivos hutíes en Yemen; causa 23 decesos
La milicia advierte responder a una escalada con otra
Ap, Europa Press y Sputnik
Periódico La Jornada   Domingo 16 de marzo de 2025, p. 18
West Palm Beach., El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer que ordenó una serie de ataques aéreos en Saná, la capital de Yemen, y prometió utilizar una fuerza letal abrumadora hasta que los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, cesen sus ofensivas contra la navegación a lo largo del Mar Rojo, un corredor marítimo vital, al tiempo que autoridades hutíes reportaron 23 muertos en el operativo estadunidense.
“Nuestros valientes combatientes llevan a cabo bombardeos aéreos contra las bases, líderes y defensas de misiles de los ‘terroristas’ para proteger la navegación, el aire y los activos navales estadunidenses, y para restaurar la libertad de navegación”, expresó el magnate en una publicación en redes sociales.
Añadió que ninguna fuerza terrorista impedirá que los buques comerciales y navales estadunidenses transiten libremente por las vías fluviales del mundo.
También advirtió a Irán que detenga su apoyo al grupo combatiente y prometió que el país rendirá cuentas plenamente por las acciones de su representante.
Por su parte, el secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, informó vía telefónica al ministro de asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, sobre la operación estadunidense contra el movimiento Ansar Alá (hutíes) en Yemen.
La oficina de medios hutí indicó que los embates de Washington alcanzaron un barrio residencial en el distrito norte de Shouab, en Saná, donde residentes de esa ciudad declararon que al menos cuatro ofensivas aéreas sacudieron el barrio de Geraf Oriental, en el distrito de Shouab, que alberga instalaciones militares controladas por los hutíes y una sede del buró político de los rebeldes, ubicado en una zona densamente poblada.
En tanto, autoridades sanitarias hutíes confirmaron que nueve personas resultaron heridas, en un balance que dio el canal de televisión panárabe Al Mayadin; además, reprochó que todas las víctimas son civiles.
El ministerio condena los ataques contra civiles e infraestructuras civiles, calificándolos de crimen de guerra en toda regla y una flagrante violación del derecho internacional, expuso el gobierno en un comunicado al comienzo de la ofensiva.
El miembro del politburó del movimiento Ansar Alá, Mohamad al Bujaiti, aseguró que la implicación de Estados Unidos en la agresión contra Yemen es injustificada y que las milicias responderán a una escalada con otra.
La magnitud de los daños aún no está clara. Los ataques aéreos se producen pocos días después de que los hutíes anunciaran que reanudarían bloqueos bélicos contra buques israelíes que navegan en aguas frente a Yemen en respuesta del asedio israelí en Gaza.

Brasil: un pueblo casi invisible
Eric Nepomuceno
Lo que no hace falta en Brasil, sobre todo cuando avanzamos en la segunda mitad del tercer mandato de Lula da Silva, son temas de los más variados, algunos de fácil solución, otros que exigen largas y duras negociaciones. Hay que recordar eternamente que Lula heredó de su antecesor, el desequilibrado ultraderechista Jair Bolsonaro, el peor Congreso de las últimas cinco décadas.
Tal cuadro exige negociaciones lentas, con exigencias duras de sectores muy significativos de los congresistas. Avanzar se hizo especialmente difícil, pero Lula lo viene logrando.
Están además las maniobras y acciones del más que desequilibrado Donald Trump, que nadie es capaz de prever qué hará mañana.
En medio de semejante escenario, un dato corre el grave riesgo de pasar en blanco y terminar en el peligroso territorio del olvido: se trata de las primeras tentativas de acercamiento con los Kawahiva, uno de los últimos pueblos originarios que lograron mantenerse en total aislamiento en los últimos siglos.
El tema volvió al debate en los últimos meses y, acorde con los que estudian la cuestión de los pueblos originarios, hay dos costados que merecen toda atención. Uno, positivo. Y el otro, no tanto.
En 1999 el indigenista Jair Candor, de larga trayectoria y muy reconocido por sus pares, descubrió cuatro cabañas, varias armadillas de caza y un local de pesca utilizado por un grupo desconocido.
Obedeciendo a lo que determina la Constitución, es decir, locales habitados por pueblos aislados sean declarados territorios indígenas, protegidos de contactos no solicitados con comunidades externas.
Pasado todo ese tiempo, Candor sigue luchando para que esa parte del sur de la Amazonia sea formal y oficialmente reconocida como territorio del pueblo aislado Kawahiva. Ese pueblo habita la mayor tierra indígena no oficialmente demarcada.
Llama la atención, además, que entre todos los pueblos indígenas que resistieron heroicamente a la marea de devastación fortalecida al máximo durante el gobierno anterior, incentivada por el entonces mandatario, el desequilibrado ultraderechista Jair Bolsonaro, los instalados en territorio Kawahiva son de los que más lograron progresar manteniendo rigurosamente sus tradiciones culturales y sus rituales.
La idea que se tiene, al menos de momento y mientras avanzan los intentos de contactos y se intensifican estudios, es que se trata de una comunidad que viene del mismo tronco cultural y de lenguaje tupi guaraní, muy fuerte en la región sur de la Amazonia brasileña.
Para los que estudian y trabajan en defensa de los pueblos originarios, se trata de una descubierta de altísima importancia. Y que además abre, contrariando buena parte de lo que dicen varios antropólogos y estudiosos, espacio para la perspectiva de que nuevas descubiertas y nuevos encuentros ocurran.
La verdad, sin embargo, es que los distintos gobiernos toman su tiempo mientras el cuadro se complica principalmente para los pueblos originarios. En 2011, Candor logró, pese a todos los riesgos, acercarse a un miembro de la comunidad Kawahiva y filmarlo.
Siguiendo los tiempos brasileños, fueron necesarios cinco años más para que el ministerio de Justicia reconociera la existencia de la tribu y declarase sus tierras como territorio indígena.
Así vive Brasil: plagado de problemas a la espera de las negociaciones e iniciativas de Luiz Inácio Lula da Silva, mientras abriga en lo más profundo de su alma pueblos invisibles, sin casi ningún derecho, pese a habitar estas tierras desde siempre.