En juego, hoy, el control del Congreso y casi dos tercios de gubernaturas // En Carolina del Norte, brigadas de abogados cuidarán el voto en las casillas // Trump convoca a aplastar comunistas
▲ Camioneros sindicalistas se manifestaron ayer en Madison, Wisconsin, en respaldo a los candidatos demócratas.Foto Afp
▲ Mitin del aspirante republicano al Senado JD Vance, ayer en el Aeropuerto Internacional de Dayton, en Vandalia, Ohio.Foto Afp
David Brooks y Jim Cason Corresponsal y Especial Para La Jornada
Periódico La Jornada Martes 8 de noviembre de 2022, p. 23
Nueva York y Chapel Hill., Las elecciones intermedias de este martes, que determinarán el control del Congreso y de casi dos tercios de las gubernaturas estatales, se realizan entre amenazas de violencia política, maniobras para suprimir el voto, candidatos que difunden anuncios donde aparecen armados, otros que abiertamente declaran que si no ganan es fraude, unos más que no ocultan haber sido cómplices del intento de golpe de Estado en enero de 2021, y un creciente coro –incluido el presidente– que advierte que la democracia estadunidense está en juego.
Están en juego los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 35 de las 100 curules del Senado, y las gubernaturas y otros puestos claves en 36 estados. Sin embargo, la gran mayoría de los escaños no están en riesgo de cambiar de ocupante o de partido, y por lo tanto un número reducido de contiendas definirán cuál partido controlará el Poder Legislativo. Por ahora, los demócratas controlan la cámara baja con una mayoría de 222 contra 213. Se requieren 218 escaños para lograr mayoría, por lo tanto, sólo necesitan cambiar de partido cinco escaños.
En el Senado, por ahora, se reparten 50 contra 50, y cuando las votaciones son empatadas, quien ocupa la vicepresidencia, en su papel de presidente del Senado, puede romperlas con su voto, en este caso, la demócrata Kamala Harris.
En las elecciones intermedias, el partido del presidente casi siempre sufre pérdidas y en vísperas de la elección las proyecciones indican que los republicanos conquistarán la mayoría de la cámara baja, pero el control del Senado es incierto (siempre vale recordar que las encuestas fracasaron de manera colosal en pronosticar en los comicios de 2016, donde todas indicaban el triunfo de la demócrata Hillary Clinton). No se puede descartar una sorpresa ante el pronóstico pesimista para los demócratas, sobre todo si hay una participación elevada de mujeres, jóvenes y parte del voto latino y afroestadunidense en esta elección.
A la vez, el conteo final y tal vez hasta el cálculo sobre qué partido logrará una mayoría legislativa no se sabrá el mismo día de la eleccion, tanto por algunas contiendas muy cerradas como por disputas judiciales y políticas que podrían surgir. De hecho, el proceso electoral ya comenzó hace días, y más de 40 millones de votos ya han sido emitidos de manera anticipada. Algunas disputas ya han estallado con republicanos registrando más de 100 quejas judiciales para descalificar miles de estas boletas emitidas de manera anticipada en tres estados claves: Michigan, Pensilvania y Wisconsin o para depurar las listas del padrón en Georgia, entre otras. Esa maniobras, denuncian críticos, está diseñada para suprimir el voto demócrata.
Pero esta elección no se limita a una contienda electoral tradicional, sino que está manchada con las secuelas del intento de un golpe de Estado impulsado por el entonces presidente Donald Trump para revertir su derrota después de las elecciones presidenciales hace dos años. La mayoría, casi 300, de los candidatos republicanos a puestos legislativos federales y varios estatales rechazan o cuestionan la legitimidad de la pasada elección, incluyendo algunos de los más prominentes en este ciclo electoral.
Mientras, las diputadas ultraderechistas Marjorie Taylor Greene y Lauren Boebert y Jim Jordan, entre otros, no ocultan su complicidad con el asalto armado al Capitolio del 6 de enero de 2021 como parte del intento de golpe de Estado para anular la elección presidencial, otros como el candidato a diputado federal por Georgia Mike Collins difunde anuncios de campaña donde declara, con un rifle de alta potencia en la mano, que desea ir a Washington a componer el sistema electoral después de que le fue robada la elección a Trump, y al final apunta, dispara y destruye una urna (https://www.youtube.com/watch?v=g5jaS9DsHT0&t=4s). No es el único que glorifica las armas como derecho sagrado contra las fuerzas de la izquierda radical demócrata.
Y es que desde esa elección, republicanos derechistas han lanzado una campaña sistemática para literalmente tomar control de los mecanismos del voto al ocupar puestos como secretario de estado estatal y funcionarios locales que tienen a su cargo la administración de procesos electorales con el propósito de asegurar los resultados que desean, entre ellas subvertir las elecciones en preparación para la próxima elección federal, incluida la presidencial, en 2024.
Y hablando precisamente de 2024, el ex presidente Trump, quien viajó a varios estados en estos últimos días para apoyar a los republicanos leales a él, convocó a sus fanáticos a aplastar a los comunistas –aparentemente en referencia a los demócratas– y repitió que para salvar al país tal vez tendrá que volver a lanzarse a la Casa Blanca, anuncio que podría darse en cualquier momento.
Ocho senadores republicanos y 130 diputados federales intentaron subvertir los resultados de la última elección, y muchos de ellos ganarán su relección este martes, junto con nuevos colegas que comparten la gran mentira promovida por Trump. Su presencia en el Congreso representa un peligro para la democracia, concluye en su editorial prelectoral el New York Times.
En Carolina del Norte, los demócratas han organizado brigadas de abogados desplegados en las casillas para proteger la integridad del voto. Estamos particularmente preocupados por hombres armados y otros esfuerzos para intimidar a los votantes, comentó un abogado que participa en este esfuerzo en un pueblo rural en entrevista con La Jornada. Tuve que considerar el uso de un chaleco antibalas.
El veterano diputado federal afroestadunidense James Clyburn -centrista y clave en la elección de Biden– declaró que la democracia estará llegando a su fin si los demócratas pierden la elección intermedia. He estudiado la historia toda mi vida. Enseñé historia. Y les digo que lo que veo aquí son paralelos a la historia de este mundo en los años 30 en Alemania.
Desde la elección de Trump en 2016 hasta la fecha, y sobre todo tras la elección de 2020, las amenazas de violencia política han llegado a niveles sin precedente en tiempos modernos, con las agencias federales de seguridad nacional enviando una alerta a autoridades estatales y locales sobre el peligro de acciones poselectorales de extremistas domésticos violentos, sobre todo aquellos que cuestionan la legitimidad de la elección.
Y como para distraer un poco más de lo que verdaderamente está en juego en este país, una vez más llegaron los rusos. Los medios informaron que expertos han detectado iniciativas digitales para intervenir en el debate electoral estadunidense que se sospechan son manejadas por rusos. ¿Será que la amenaza a la democracia estadunidense proviene de Moscú, otra vez?
Por otro lado, el proceso democrático podría tener una cosecha positiva para algunos: si cinco estados más aprueban medidas de referendo en esta elección, la mariguana será legal en casi la mitad de los estados del país (19 entidades y la capital ya han legalizado el uso recreativo).
En materia climática no hay más: cooperar o morir, dice Guterres
Revela la ONU plan de más de 3 mil mdd para un sistema de alerta temprana de desastres naturales que estará listo en cinco años
▲ Figura elaborada con desechos de material plástico en la zona verde de la Cumbre Climática COP27 de la ONU en Sharm el Sheikh, Egipto.Foto Ap
Afp, Ap, Sputnik, The Independent, Xinhua y Europa Press
Periódico La Jornada Martes 8 de noviembre de 2022, p. 24
Sharm El Sheikh., La humanidad tiene una elección: cooperar o morir. Un pacto por la solidaridad climática, o un pacto suicida colectivo, advirtió ayer Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ante un centenar de líderes reunidos en Egipto. El presidente Abdel Fattah al Sisi, anfitrión del encuentro, destacó: hemos visto una catástrofe tras otra; no nos recuperamos de una y viene otra.
La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que congrega a casi 200 países hasta el próximo día 18, será una nueva etapa del forcejeo habitual entre países industrializados y naciones en desarrollo, en torno al dinero que hay que destinar para adaptarse a los cambios, reducir la emisión de gases de efecto invernadero, y pagar el inventario de daños y pérdidas.
Guterres apremió a concluir el acuerdo entre países industrializados y en desarrollo, en lo que se denomina el pacto de solidaridad climática, que implica el compromiso de todas las naciones de reducir sus emisiones en esta década para lograr limitar el aumento global de la temperatura a 1.5 grados Celsius.
El pacto, según Guterres, supondría poner fin a la dependencia de los combustibles fósiles y eliminar gradualmente el uso del carbón.
Las naciones más industrializadas, y las que más contaminan, insisten en que no se hable de indemnizar a los países más pobres. El conjunto de las naciones en desarrollo agrupadas en el G-77 y lideradas actualmente por Pakistán, consideran que no sólo se debe hablar de compensaciones, sino que éstas deben entregarse lo antes posible. Se tiene programado llegar a un acuerdo sobre el tema en 2024.
Asimismo, los países industrializados siguen sin lograr el objetivo de movilizar 100 mil millones de dólares anuales para ayudar a las naciones pobres a reducir sus emisiones de efecto invernadero.
La ONU reveló ayer un plan de acción de más de 3 mil millones de dólares para que en cinco años toda la población mundial esté protegida por un sistema de alerta temprana de desastres meteorológicos.
El dinero se destinará a cuatro ámbitos: mejor conocimiento de los riesgos, puesta en marcha de servicios de vigilancia y de alerta, refuerzo de la capacidad para actuar en el terreno y transferencia de información sobre riesgos.
Las poblaciones de África, el sur de Asia, América Central y del Sur, y de pequeños estados insulares tienen 15 veces más riesgo de morir en una catástrofe climática, añadió Guterres.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a presionar a los países ricos para que apoyen financieramente a las naciones pobres en su lucha contra el cambio climático, y aseguró que Francia y el resto de Europa pagan lo que les corresponde, a diferencia de otros países a los que no mencionó, pero entre los que figuran Estados Unidos y China.
Macron y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, charlaron brevemente al encontrarse en los pasillos del recinto que alberga la cumbre, tras darse un apretón de manos. De acuerdo con la cadena Telesur, Macron dijo a su par venezolano que le interesa comenzar un trabajo bilateral que sea útil para el país y la región.
Las conferencias, un fracaso, señala Petro
El presidente colombiano, Gustavo Petro, mencionó ayer que las conferencias sobre el clima han sido un fracaso, y planteó un plan de inversiones internacionales para preservar la selva amazónica.
Propuso desmantelar el sistema de instituciones internacionales, acabar con los combustibles fósiles y establecer una sólida planificación económica para salvar de la humanidad de estos tiempos de extinción.
En ese combate climático, salvar la selva amazónica es uno de los puntos principales. Colombia ya perdió entre 2018 y 2021 una superficie de más de 7 mil kilómetros cuadrados, según la ONU.
Colombia otorgará 200 millones de dólares anualmente durante 20 años para salvar la selva amazónica en su territorio. Esperamos el aporte mundial explicó Petro.
Noruega y Alemania anunciaron conjuntamente una ayuda adicional de 25 millones de dólares para la preservación de la Amazonia colombiana.
Asimismo, líderes de cerca de 50 países y organizaciones lanzaron ayer la Alianza Internacional para la Resiliencia ante la Sequía en la COP27 con el fin de que más naciones estén preparadas a enfrentar la falta de lluvia, y que fue propuesta por Senegal y España. La alianza fue establecida como una solución específica para la ONU ante los efectos del cambio climático, que comenzará a funcionar con un fondo de más de 5 millones de dólares.