La evacuación en Mariupol se realizó con fuerzas rusas, ucranias y el CICR, informa la ONU
▲En imagen tomada de un video, civiles acompañados por personal de la Cruz Roja Internacional, que salieron de la planta de Azovstal, pasan por un área controlada por fuerzas prorrusas en Bezimenne, al este de Mariupol.Foto Ap
Afp, Europa Press, Ap y Sputnik
Periódico La Jornada Lunes 2 de mayo de 2022, p. 24
Kiev. Cerca de cien civiles fueron desalojados de la planta de Azovstal, reducto de las últimas fuerzas ucranias en la ciudad de Mariupol, bajo asedio de las tropas rusas, informó ayer el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky.
El informe se conoció después de que el vocero del servicio humanitario de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Saviano Abreu, confirmó que una operación de evacuación está en curso en Azovstal, en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), tropas rusas y fuerzas ucranias, sin dar más detalles.
El área industrial de Azovstal es el último reducto de resistencia ucrania en el puerto de Mariupol, en el sur de Ucrania, que ahora está bajo control de Rusia.
Las condiciones de vida en la red de túneles bajo la fábrica de acero fueron descritas como atroces.
El primer grupo de unas 100 personas ya está en camino a un área controlada. Mañana nos reuniremos con ellos en Zaporiyia, tuiteó Zelensky.
En paralelo, el ministerio ruso de Defensa afirmó que 86 civiles habían dejado este sitio industrial y fueron conducidos hacia territorios del este controlados por los rusos.
El Ministerio de Defensa publicó un video de las evacuaciones en el que se veía a los civiles llegando en autobús a la ciudad de Bezimenne, a medio camino entre la frontera rusa y Mariupol, donde son recibidos por los enviados de la ONU y el CICR bajo la vigilancia de los soldados rusos.
No está claro de dónde viene la diferencia de desalojados entre una y otra fuente, pero el ministerio ruso de Defensa ya anunció el sábado que habían salido de Azovstal cerca de 50 civiles.
La ONU confirmó que comenzó un operativo para sacar a civiles atrapados en ese lugar, donde la situación es sumamente compleja, pero declinó dar cifras.
Al parecer, unos mil civiles están atrincherados con unos 2 mil combatientes ucranios en la planta siderúrgica, que data de la era soviética y que es la única parte de Mariupol que no ha caído en manos rusas.
Por su parte, el CICR señaló que participa en la operación, e indicó que el convoy para rescatar a civiles de esa metalúrgica comenzó el viernes pasado.
El CICR confirma que hay en marcha una operación de paso seguro coordinada con la ONU y las partes en conflicto. El convoy para evacuar a civiles comenzó a funcionar el 29 de abril, viajó unos 230 kilómetros y llegó a Mariupol la mañana del sábado, explicó.
Las autoridades prorrusas de Donietsk indicaron que 277 personas fueron llevadas de Mariupol a Bezimenne y precisó que desde el 5 de marzo han sacado a más de 26 mil personas del estratégico puerto.
El gobierno ruso señaló que al menos 18 mil 849 civiles, entre ellos 2 mil 359 niños, fueron llevados a Rusia desde las regiones de Donietsk y Lugansk.
Un alto mando militar ucranio, citado por Afp, dijo que conversó con el jefe del estado mayor conjunto estadunidense, Mark Milley, sobre la difícil situación en el este, particularmente en las áreas de Izium y Sieverodonetsk, donde el enemigo concentró sus esfuerzos máximos.
Járkov sufrió el sábado numerosos bombardeos de artillería, pero las fuerzas ucranias también reconquistaron territorios en los últimos días.
Una pista recién reconstruida en el aeropuerto de Odesa fue alcanzada el sábado por misiles rusos, mientras una persona resultó herida en un incendio en una instalación del ministerio ruso de Defensa en la región sureña de Belgorod, fronteriza con Ucrania, señaló el gobernador de la región, Vyacheslav Gladkov.
Imágenes por satélite analizadas por Ap muestran daños en depósitos de crudo en Rusia, justo al otro lado de la frontera ucrania, después de supuestos ataques ucranios.
El Comité de Investigación de Rusia abrió un caso penal después del colapso de un puente ferroviario en la región de Kursk.
Las autoridades ucranias informaron el sábado del hallazgo de tres hombres muertos con marcas de torturas cerca de Bucha.
En tanto, el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de Rusia, Mijail Mizintsev, aseguró que Ucrania exportó a Rumania cerca de 20 millones de toneladas de cereales y animales de granja a cambio de armas y municiones.
Ya es demasiado tarde para nosotros, lamenta militar ucranio
▲ Un hombre lleva ayuda en cajas con la letra Z, que se ha convertido en símbolo del ejército ruso. La imagen fue captada en Mariupol, en un viaje organizado por el ministerio de Defensa de Rusia.
Foto Ap
Afp Periódico La Jornada
Lunes 2 de mayo de 2022, p. 24
Kramatorsk. En el este de Ucrania, las fuerzas rusas, superiores en número y mejor armadas, han pasado de la estrategia de la aplanadora a la de un paciente avance, al que las fuerzas de Kiev difícilmente pueden resistir en las actuales condiciones.
No es como en 2014, no hay un frente definido a lo largo de un eje, explica Iryna Rybakova, la oficial de prensa de la 93 brigada de las fuerzas ucranias, en alusión a la guerra con los separatistas prorrusos de la región del Donbás hace ocho años.
El ejército ruso creó múltiples microfrentes, dispensando y agotando a las fuerzas ucranias.
Hay un poblado de ellos, un poblado nuestro. Hay que verlo como un tablero de ajedrez, dice la militar, que reconoce, más de dos meses después del inicio del conflicto, que Ucrania no tiene, de momento, la capacidad de hacer retroceder al enemigo.
Una victoria rápida de Rusia parece descartada, según los analitas, que atribuyen al presidente ruso, Vladimir Putin, el deseo de mostrarse triunfante en las ceremonias nacionales del 9 de mayo, cuando Rusia conmemora la victoria sobre los nazis.
Las tropas rusas han tomado el puerto de Mariupol (sureste), permitiéndoles abrir un corredor terrestre hasta Jersón, más al oeste, única capital regional conquistada desde el inicio de la ofensiva, el 24 de febrero.
Pero el Donbás –la cuenca minera que engloba las regiones de Donietsk y Lugansk que Rusia dice querer liberar del yugo de nazis rusófobos en el poder en Kiev– está lejos de haber caído.
Aunque hay un cierto avance de las tropas rusas en el terreno, no es muy rápido, asegura a la Afp el analista militar ruso Alexandre Jramchijin.
En la región de Lugansk (norte del Donbás), los objetivos anunciados por Moscú están cerca de conseguirse, pero en Donietsk, el avance es más difícil, comenta.
La línea del frente, fijada desde los acuerdos de paz de 2015, no ha cambiado en estos dos meses de ofensiva.
Pero para algunos analistas, el avance ruso parece irreversible.
Ya es demasiado tarde para nosotros, lamenta un soldado ucranio en un centro de reparación de blindados.
La ofensiva se concentra en el norte de la región: Moscú está cerrando progresivamente una tenaza, que desciende hacia Kramatorsk –capital de facto del Donbás controlado por Kiev– desde Izium, ciudad del norte de Ucrania conquistada a principios de abril.
Las tropas rusas tienen a su favor –contrariamente a la ofensiva contra Kiev al inicio de la guerra– la ventaja de una continuidad logística directa con su retaguardia.
Prueba del pesimismo reinante, es que ya está todo listo para ralentizar el avance de las tropas rusas: un tren abandonado en los pasos a nivel, minado de infraestructuras viales, obstáculos antitanque en las carreteras.
En lo referente al armamento, en medio de las grandes planicies de la región y de las ciudades industriales, el enfrentamiento se hace mediante la artillería, la Diosa de la guerra, en una expresión consagrada por Stalin.
Pero la relación de fuerzas sigue siendo en extremo desproporcionada, hasta cinco veces superior en términos de material, según Irina Terehovich, sargento de 40 años de la 123 brigada ucrania.
El cierre del cielo por la Organización del Tratado del Atlántico Norte, tan esperado por Kiev, no se ha producido. Y a Ucrania sólo les quedan algunos aviones Su-24 y Su-25 para atacar posiciones rusas.
En tierra, los soldados ucranios en el Donbás serían entre 40 mil y 50 mil, según analistas. Moscú no comunica sobre sus fuerzas en presencia.
Aunque aguanten, muchos soldados de la infantería ucrania se sienten superados.
Viking, sargento, de 27 años, está desmoralizado, y sus hombres, agotados, esperan una orden de retirada.
Si fuera una guerra de infantería contra infantería, tendríamos nuestras posibilidades. Pero aquí es sobre todo una guerra de artillería, y no tenemos bastante material, admite el militar.