Alfredo Jalife-Rahme
▲ En el encuentro del viernes en Nueva Delhi con el primer ministro indio Narendra Modi, el presidente ruso Vladimir Putin sentenció que “India y China son íntimos amigos”.Foto Afp
India es un país de símbolos donde cada evento comporta significados que oculta la guerra de propaganda de “Occidente”. Más vale exponer la síntesis de 10 puntos de la visita histórica del zar Vlady Putin al primer ministro indio Narendra Modi (NM) del Hindustan Times (https://bit.ly/4iD4d9K), portavoz del partido Bharatiya Janata en el poder:
1) NM sentenció que India no era neutral, sino que se encontraba del lado de la paz en Ucrania; 2) Putin expresó que “Rusia e India mantienen relaciones en la esfera militar (sic), en el desarrollo del espacio, inteligencia artificial y otros rubros”; 3) “los dos líderes asistieron a la cumbre 23 (sic) de Rusia e India”; 4) ambos firmaron un memorándum de entendimiento en el sector portuario y de transporte marítimo; 5) “ambos países acordaron profundizar la cooperación en los corredores de transporte en el Corredor de Transporte Norte Sur (INSTC, por sus siglas en inglés), el Corredor Marítimo Oriental de Chennai-Vladivostok y la Ruta del mar Nórdico”; 6) NM asentó que “su prioridad común es elevar a nuevas alturas la asociación (sic) económica de Rusia e India”; 7) el impulso del turismo desde Rusia, por lo que NM anunció lanzar una visa electrónica turística de 30 días a los ciudadanos rusos; 8) “Putin hizo una declaración audaz en medio de la presión de Estados Unidos sobre India para que dejara de comprar petróleo a Rusia. Se mantendrán los “envíos ininterrumpidos” de combustible a India: “Rusia es un proveedor fiable de petróleo, gas, carbón y todo lo necesario para el desarrollo energético de India. Estamos dispuestos a continuar con los envíos ininterrumpidos de combustible para la economía india, que está creciendo rápidamente”; 9) NM anunció que han iniciado las discusiones para un acuerdo de libre comercio entre India y la Unión Económica Euroasiática, y 10) Putin visitó Rajghat, donde colocó una ofrenda floral a Mahatma Gandhi.
A mi juicio, resalta la salida de Rusia al “mar caliente” del Océano Indico. No pasó desapercibida la postura de Irán, que mantiene óptimas relaciones con Rusia e India, al comentar que “Putin y Modi firman acuerdos monumentales para cimentar una asociación estratégica” (https://bit.ly/4iH1I6s). Tal acuerdo tendrá impactantes reverberaciones desde el golfo Pérsico –donde India mantiene una relevante migración– hasta Sudáfrica. Tampoco se puede soslayar que “Putin recalcó que Rusia e India están pasando gradualmente a utilizar sus monedas nacionales en las transacciones mutuas cuando “su participación en las transacciones comerciales ya alcanza el 96 por ciento”, recordando que se han establecido canales estables de cooperación crediticia, financiera e interbancaria”.
Global Times, a diferencia del boicot de los multimedia occidentales, da el lugar histórico que le corresponde a la visita del zar Vlady Putin a India, donde el presidente ruso sentenció que “India y China son íntimos amigos” (https://bit.ly/48xUAoc). Quienes pernoctan en la caduca guerra fría se van a perder las nuevas jugadas geoestratégicas del postPokrovsk (v.gr. la derrota estratégica de la OTAN y la Unión Europea frente a Rusia). Según Press Trust of India, “Rusia e India dieron a conocer el viernes un plan quinquenal para reforzar su asociación económica y comercial frente al régimen de aranceles punitivos y sanciones de Washington”.
Permanece más vigente que nunca el concepto geoestratégico del RIC (Rusia/India/China) elaborado por el ex primer Yevgeny Primakov, en los peores momentos de pulverización de la ex Unión Soviética. Global Times recuerda la presencia simultánea de “Putin y Modi en Tianjin” durante la cumbre del SCO (Organización de Cooperación de Shanghái) que de facto propulsó un G-3 entre Pekín/Moscú/Delhi en medio de la dinámica irreversible hacia un mundo multipolar y policéntrico. En espera de la próxima visita en abril de Trump a China, ¿qué advendrá entre Rusia e India: “Asociación Especialmente Privilegiada” o “G-2”? Ambas. La dinámica del mundo se encamina a un nuevo orden tripolar y/o cuatripolar (https://bit.ly/4pmQKWl).
http://alfredojalife.com Facebook: AlfredoJalife Vk: alfredojalifeoficial
Telegram: https://t.me/AJalife YouTube: @AlfredoJalifeR Tiktok: ZM8KnkKQn/
X: AlfredoJalife Instagram: @alfredojalifer
Que Rusia pague por su guerra contra Ucrania
▲ Trenes eléctricos quedaron calcinados en una estación de la ciudad de Fastiv, región de Kiev, tras un ataque aéreo ruso ayer.Foto Afp
▲ Bomberos extinguen un incendio en el lugar de un ataque aéreo en la región de Volyn, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania.Foto Afp
Ya cerca del cuarto aniversario de la invasión rusa a Ucrania, la Unión Europea todavía no tomó una de las medidas con mayor poder para cambiar la situación en el terreno: usar los activos rusos congelados para ayudar a Ucrania a luchar contra el ejército ruso. Esa medida haría un gran aporte al futuro de Ucrania (y el de Europa).
Esta semana, el presidente francés Emmanuel Macron confirmó (t.ly/dwYCT) que en los próximos días, los países de la UE acordarán una solución para dar apoyo financiero a Ucrania. Dicho apoyo es cada vez más necesario, conforme Rusia sigue destruyendo infraestructuras civiles ucranias: viviendas y sistemas de generación y distribución de energía, calefacción y provisión de agua. Incluso si la guerra termina en 2026, y sin tener en cuenta los enormes costos de la reconstrucción –mucho más de 500 mil millones de dólares– (https://t.ly/JOeGQ), Ucrania necesitará en los próximos dos años unos 140 mil millones de dólares (entre otros fondos) como resultado de los efectos de la guerra en su economía.
Ucrania sigue oponiendo una valiente resistencia que ha logrado en la práctica detener el avance de un invasor mucho más grande que ella. Las bajas rusas (entre muertos y heridos) superan el millón (https://t.ly/ZC8Xm); sin embargo, lo que ganó Rusia con semejante pérdida de vidas es relativamente poco (https://t.ly/kfSUO): territorios y poblaciones devastados, tierras arrasadas por algunos de los combates más encarnizados desde la Segunda Guerra Mundial y ahora sembradas de minas. Rusia no logró ninguno de los objetivos estratégicos originales por los que inició la guerra.
En febrero de 2022, poco después de la invasión rusa a gran escala, las instituciones financieras occidentales inmovilizaron 300 mil millones de dólares en activos del banco central ruso (en su mayoría títulos con pago de intereses). En octubre de 2024, los países del G-7 establecieron un programa de aceleración de ingresos extraordinarios (ERA, por sus siglas en inglés) para la provisión a Ucrania de préstamos financiados con los intereses de esos activos rusos congelados. En el marco de ese programa se han desembolsado hasta ahora unos 30 mil 900 millones de euros (35 mil 700 millones de dólares) (https://t.ly/mwwEB) de un total previsto de 45 mil millones de euros.
¿Y qué hay de los activos subyacentes inmovilizados en jurisdicciones europeas? Muchos ya vencieron y se convirtieron en efectivo, que Euroclear (la institución financiera belga tenedora de la mayor parte) ha ido colocando en una cuenta del Banco Central Europeo que devenga muy pocos intereses.
En una reunión reciente del Consejo de la UE se debatió el uso de esos activos para dar a Ucrania un “préstamo de reparación” por valor de 210 mil millones de euros, que sólo debería devolver si Rusia compensa a Ucrania por la destrucción que le causó. En la práctica, la única diferencia sería que Euroclear invertiría el efectivo en bonos de la Comisión con calificación AAA en vez de depósitos del BCE con calificación AAA. En principio, Rusia podría reclamar la titularidad de esos activos tras pagarle a Ucrania, de modo que el préstamo de reparación sería temporal y reversible.
Como ya hemos explicado (https://t.ly/J2OzZ), no hay riesgo de que esto se interprete como una “confiscación”. Ninguno de los efectos adversos predichos por los críticos de la inmovilización de activos y del programa ERA se materializó. El euro sigue siendo la segunda moneda más importante después del dólar, y las instituciones financieras europeas son un refugio seguro para inversores de todo el mundo.
Rusia creó la crisis de seguridad más grave en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, pisoteando el derecho y las normas internacionales, mientras sus activos todavía gozan de la protección de las instituciones europeas. Si alguna justicia existe en el mundo, esta combinación es incompatible. No se puede atacar a Europa con interferencias al GPS (https://t.ly/kUZ4K), incendios provocados (https://t.ly/IMrmY), sabotajes (https://t.ly/qO5KL), ciberguerra y campañas de desinformación (todo eso orquestado por la inteligencia militar rusa) y al mismo tiempo disfrutar de la protección de las instituciones financieras y jurídicas europeas.
Si existió alguna vez un buen momento para presionar a Rusia, es este. Ya experimenta una enorme pérdida (https://t.ly/4M0gB) de ingresos gaspetroleros, que le dificulta cada vez más financiar su agotadora guerra. En tanto, los gastos de defensa aumentan y la alta inflación provoca grandes perjuicios a los consumidores rusos.
Como consecuencia de las sanciones secundarias estadunidenses, el mayor conglomerado empresarial de la India dejó de importar petróleo ruso. Cuatro grandes petroleras estatales chinas también dijeron que harán lo mismo en lo inmediato. China y la India representan en conjunto alrededor de 85 por ciento de la venta rusa de petróleo, y la pérdida de estos mercados es un gran golpe para el esfuerzo bélico ruso.No sorprende que Rusia esté tan apurada por forzar un final de la guerra en condiciones favorables.
Para compartir el riesgo residual del préstamo de reparación, el primer ministro belga Bart de Wever exigió a los otros miembros de la UE garantías de que Bélgica no será responsable ante la Federación Rusa si ésta ganara futuras demandas judiciales. La idea es que cada Estado miembro garantice una parte del préstamo (en forma proporcional a su renta nacional bruta).
Pero las preocupaciones de De Wever son infundadas. Dadas las graves violaciones de la Carta de Naciones Unidas y la magnitud de los crímenes de guerra rusos, no existe ninguna posibilidad de que Bélgica tenga que pagar por un arbitraje o laudo favorable a Rusia. La inmovilización de los fondos se produjo en virtud de la legislación de la UE, y el Consejo Europeo ya limitó el cumplimiento de cualquier posible laudo en 2014, en respuesta a la primera invasión rusa de Ucrania, cuando Rusia se anexionó ilegalmente Crimea.
Pero si el requisito para salvar este escollo es que los estados miembros de la UE ofrezcan garantías, deben ofrecerlas hasta donde sea necesario. Puesto que Bélgica no corre ningún riesgo, tampoco existe riesgo para los garantes. Además, los países europeos deben rescindir sus tratados de inversión bilaterales con Rusia (algo que deberían haber hecho hace tiempo). Rusia ya lo hizo en la práctica expropiando numerosas empresas europeas.
Como reconocen muchos dirigentes europeos, Europa (incluidos el Reino Unido y Noruega) debe tener capacidad para defenderse. Conceder un préstamo de reparación a Ucrania es un importante paso en esa dirección, y los europeos pueden ponerlo en práctica sin participación estadunidense.
No usar esta opción sería inmoral. Rusia es culpable de la devastación que causó en Ucrania. Un préstamo de reparación aportaría un mínimo de justicia, aunque la cantidad represente sólo una pequeña fracción del daño a la infraestructura física causado por Rusia, por no hablar del daño causado a millones de ucranios. Toda una generación cargará el trauma mientras viva.
El préstamo de reparación no es sólo una cuestión de justicia. Es una cuestión de supervivencia. Defender a Ucrania es defender a Europa (https://t.ly/wSfAU). Si Europa quiere ser capaz de resistir la amenaza clara, inmediata y letal procedente de Moscú, tiene que superar el miedo a ejercer su poder.
*Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, ex economista principal del Banco Mundial y ex presidente del consejo de asesores económicos de la presidencia de Estados Unidos, es profesor distinguido en la Universidad de Columbia y autor de The Road to Freedom: Economics and the Good Society (W. W. Norton & Company, Allen Lane, 2024). Andrew Kosenko es profesor asistente de Economía en la Escuela de Administración del Marist College.
Traducción: Esteban Flamini
Copyright: Project Syndicate, 2025.
www.project-syndicate.org
Ataque ruso de gran escala causa apagones en Ucrania
Reuters, Ap, Europa Press y Afp
Periódico La Jornada Domingo 7 de diciembre de 2025, p. 18
Kiev. Un ataque ruso a gran escala con aviones no tripulados y misiles dañó instalaciones eléctricas en ocho regiones ucranias, lo que provocó apagones y obligó a las centrales nucleares a reducir su producción, informaron ayer fuentes oficiales y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA).
El ministerio de desarrollo de comunidades y territorios ucranio reportó que la ofensiva tuvo como objetivo instalaciones de generación de electricidad y calor en las regiones de Chérnigov, Zaporiyia, Leópolis y Dnipropetrovsk.
“Las instalaciones portuarias en Odesa también han sido atacadas: parte de la infraestructura ha sido desenergizada y los operadores han cambiado a la energía de reserva de los generadores”, indicó la cartera.
La defensa de Rusia confirmó que disparó 653 aviones no tripulados y 51 misiles en el ataque de gran alcance, lo que activó las alarmas antiaéreas en todo el país, coincidiendo con la celebración del día de las fuerzas armadas ucranias.
El ejército ucranio sostuvo que derribó 585 drones y 30 misiles, sin dar más detalles del resto de las aeronaves.
Harán reparaciones en Chernobyl
El director general del OIEA, Rafael Mariano Grossi, precisó que el nuevo sarcófago de Chernobyl perdió su “función principal de contención” a raíz de un ataque en febrero, pero subrayó que no presenta “daños permanentes”; además, recordó que el año que viene, y gracias al respaldo del apoyo del banco europeo de reconstrucción y desarrollo, Chernobyl comenzará reparaciones temporales adicionales.
Delegados ucranios y estadunidenses celebraron en Miami su tercer día consecutivo de conversaciones sobre el plan del presidente Donald Trump para poner fin al conflicto bélico, y al cierre de esta edición no se reportaron avances.
El mandatario ucranio, Volodymir Zelensky, afirmó que mantuvo una conversación telefónica “muy sustancial y constructiva” con el enviado especial del magnate, Steve Witkoff, y su yerno Jared Kushner.







