Foto Kremlin Pool vía Ap Foto autor
Afp
21 de diciembre de 2025 10:58
Miami. El Kremlin desmintió este domingo la preparación de una reunión trilateral con Kiev y Washington, cuando prosiguen las conversaciones en Miami sobre la manera de acabar con el conflicto de Ucrania, que pronto entrará en su quinto año.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, afirmó el sábado que Washington había propuesto organizar un encuentro trilateral, lo que habría supuesto las primeras negociaciones cara a cara entre Moscú y Kiev en medio año.
"Por el momento, nadie ha hablado seriamente de esta iniciativa y, que yo sepa, no se está preparando", dijo a la prensa el asesor diplomático de la presidencia rusa, Yuri Ushakov, citado por las agencias de noticias rusas.
Tras revelar la propuesta tripartita de Estados Unidos, Zelensky dijo a los periodistas que no estaba "seguro de que vaya a surgir algo nuevo" de ella e instó a Estados Unidos a aumentar la presión sobre Rusia para que ponga fin a la guerra.
Sin embargo, el líder ucranio se mostró más optimista este domingo. Señaló que las conversaciones "constructivas" entre los negociadores estadunidenses, europeos y ucranios avanzaban "a un ritmo bastante rápido", aunque reconoció que "mucho depende de si Rusia siente la necesidad real de poner fin a la guerra".
"Lamentablemente, las señales que provienen de Rusia siguen siendo negativas: ataques a lo largo del frente, crímenes de guerra rusos en las zonas fronterizas y continuos ataques contra nuestra infraestructura", publicó Zelensky en X.
Enviado ruso en EU
El enviado ruso Kirill Dmitriev llegó el sábado a Miami, donde delegaciones ucranias y europeas están reunidas desde el viernes para negociar bajo la mediación del enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner.
Dmitriev "regresará a Moscú, presentará su informe y discutiremos qué hacer a continuación", afirmó el asesor del Kremlin.
Ante la prensa, Ushakov también aseguró que "no vio" la nueva propuesta estadunidense para poner fin al conflicto, elaborada después de un encuentro entre Washington y los enviados ucranios y europeos.
Estados Unidos propuso un plan para terminar la guerra hace más de un mes. Pero el texto inicial, percibido por Ucrania y sus aliados europeos como demasiado favorable a las demandas del Kremlin, ha sido desde entonces revisado tras consultas con Kiev.
Los detalles de la nueva versión no se conocen. Según Zelensky, implica concesiones territoriales por parte de Ucrania a cambio de garantías de seguridad occidentales.
¿Llamada entre Putin y Macron?
La última vez que los enviados ucranios y rusos mantuvieron conversaciones directas oficiales fue en julio en Estambul.
La participación de rusos y europeos en las conversaciones de este fin de semana en Florida marca un paso adelante respecto a la etapa anterior, en la que los norteamericanos mantuvieron negociaciones separadas con cada parte en diferentes lugares.
Pero las relaciones extremadamente tensas entre ambas partes han sembrado dudas sobre las perspectivas de conversaciones directas entre Ucrania y Rusia.
Moscú no ve con buenos ojos la participación de los aliados europeos de Kiev, ya que la considera un obstáculo para la paz.
Sin embargo, según declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista publicada este domingo, Putin expresó su disposición a hablar con su par francés, Emmanuel Macron, sobre el conflicto.
Macron mantuvo varias conversaciones telefónicas con Putin en los meses previos al conflicto y durante los primeros meses de la invasión, en un intento por involucrar al veterano líder del Kremlin.
Putin ha "expresado su disposición a entablar un diálogo con Macron", declaró Peskov a la agencia estatal de noticias RIA Novosti. "Por lo tanto, si existe voluntad política mutua, esto solo puede valorarse de forma positiva", añadió.
La oficina de Macron afirmó que la disposición al diálogo manifestada por Putin era "bienvenida".
Las tropas rusas han acelerado este año sus conquistas en el frente ucranio, donde controlan aproximadamente 19 por ciento del territorio.
"En la última semana, Rusia ha lanzado aproximadamente mil 300 drones de ataque, casi mil 200 bombas aéreas guiadas y nueve misiles de diversos tipos contra Ucrania", escribió Zelensky en X.
La región de Odesa y el sur del país han sido "los más afectados", añadió.
Putin ordenó una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, describiéndola como una "operación militar especial" para desmilitarizar el país y evitar la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Kiev y sus aliados europeos afirman que la invasión, la mayor y más mortífera en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, supone una apropiación ilegal de territorio sin provocación previa.
Afp
21 de diciembre de 2025 10:58
Miami. El Kremlin desmintió este domingo la preparación de una reunión trilateral con Kiev y Washington, cuando prosiguen las conversaciones en Miami sobre la manera de acabar con el conflicto de Ucrania, que pronto entrará en su quinto año.
El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, afirmó el sábado que Washington había propuesto organizar un encuentro trilateral, lo que habría supuesto las primeras negociaciones cara a cara entre Moscú y Kiev en medio año.
"Por el momento, nadie ha hablado seriamente de esta iniciativa y, que yo sepa, no se está preparando", dijo a la prensa el asesor diplomático de la presidencia rusa, Yuri Ushakov, citado por las agencias de noticias rusas.
Tras revelar la propuesta tripartita de Estados Unidos, Zelensky dijo a los periodistas que no estaba "seguro de que vaya a surgir algo nuevo" de ella e instó a Estados Unidos a aumentar la presión sobre Rusia para que ponga fin a la guerra.
Sin embargo, el líder ucranio se mostró más optimista este domingo. Señaló que las conversaciones "constructivas" entre los negociadores estadunidenses, europeos y ucranios avanzaban "a un ritmo bastante rápido", aunque reconoció que "mucho depende de si Rusia siente la necesidad real de poner fin a la guerra".
"Lamentablemente, las señales que provienen de Rusia siguen siendo negativas: ataques a lo largo del frente, crímenes de guerra rusos en las zonas fronterizas y continuos ataques contra nuestra infraestructura", publicó Zelensky en X.
Enviado ruso en EU
El enviado ruso Kirill Dmitriev llegó el sábado a Miami, donde delegaciones ucranias y europeas están reunidas desde el viernes para negociar bajo la mediación del enviado especial de Estados Unidos, Steve Witkoff, y el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner.
Dmitriev "regresará a Moscú, presentará su informe y discutiremos qué hacer a continuación", afirmó el asesor del Kremlin.
Ante la prensa, Ushakov también aseguró que "no vio" la nueva propuesta estadunidense para poner fin al conflicto, elaborada después de un encuentro entre Washington y los enviados ucranios y europeos.
Estados Unidos propuso un plan para terminar la guerra hace más de un mes. Pero el texto inicial, percibido por Ucrania y sus aliados europeos como demasiado favorable a las demandas del Kremlin, ha sido desde entonces revisado tras consultas con Kiev.
Los detalles de la nueva versión no se conocen. Según Zelensky, implica concesiones territoriales por parte de Ucrania a cambio de garantías de seguridad occidentales.
¿Llamada entre Putin y Macron?
La última vez que los enviados ucranios y rusos mantuvieron conversaciones directas oficiales fue en julio en Estambul.
La participación de rusos y europeos en las conversaciones de este fin de semana en Florida marca un paso adelante respecto a la etapa anterior, en la que los norteamericanos mantuvieron negociaciones separadas con cada parte en diferentes lugares.
Pero las relaciones extremadamente tensas entre ambas partes han sembrado dudas sobre las perspectivas de conversaciones directas entre Ucrania y Rusia.
Moscú no ve con buenos ojos la participación de los aliados europeos de Kiev, ya que la considera un obstáculo para la paz.
Sin embargo, según declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista publicada este domingo, Putin expresó su disposición a hablar con su par francés, Emmanuel Macron, sobre el conflicto.
Macron mantuvo varias conversaciones telefónicas con Putin en los meses previos al conflicto y durante los primeros meses de la invasión, en un intento por involucrar al veterano líder del Kremlin.
Putin ha "expresado su disposición a entablar un diálogo con Macron", declaró Peskov a la agencia estatal de noticias RIA Novosti. "Por lo tanto, si existe voluntad política mutua, esto solo puede valorarse de forma positiva", añadió.
La oficina de Macron afirmó que la disposición al diálogo manifestada por Putin era "bienvenida".
Las tropas rusas han acelerado este año sus conquistas en el frente ucranio, donde controlan aproximadamente 19 por ciento del territorio.
"En la última semana, Rusia ha lanzado aproximadamente mil 300 drones de ataque, casi mil 200 bombas aéreas guiadas y nueve misiles de diversos tipos contra Ucrania", escribió Zelensky en X.
La región de Odesa y el sur del país han sido "los más afectados", añadió.
Putin ordenó una invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, describiéndola como una "operación militar especial" para desmilitarizar el país y evitar la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Kiev y sus aliados europeos afirman que la invasión, la mayor y más mortífera en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, supone una apropiación ilegal de territorio sin provocación previa.
American curios
David Brooks
▲ Entre las noticias oscuras sobre niños perseguidos por autoridades migratorias o que fueron víctimas en el caso Epstein, persiste la disidencia valiente contra la farsa imperial y la corrupción. En la imagen, habitantes de Minneapolis protestaron el sábado contra las redadas ordenadas por el gobierno federal.Foto Afp
“En medio del invierno, encontré que había, dentro de mí, un verano invencible”, escribió Albert Camus. Cita siempre apropiada para estas fechas del solsticio invernal, pero el fin de año en Estados Unidos está acompañado de una oscuridad tan fría que casi llega a poner en duda esta afirmación tan fuerte y delicada sobre el futuro inmediato.
Las noticias este fin de año aquí llegan a ser tanto inaguantables como absurdas y obscenas. Nada nuevo, nada más peor y sólo nutren la oscuridad. Inaguantables son los cientos, miles, tal vez millones, de niños aterrorizados, perseguidos por ser inmigrantes en Estados Unidos. Los que salen de sus casas para ir a la escuela todos los días sin saber –y de hecho ya preparados para eso– si sus padres los estarán o no esperando al regreso, o si los verán esposados y secuestrados en una camioneta por agentes federales enmascarados y armados que rehúsan informar adónde los llevan.
Lucy, de tres años, se tuvo que presentar en un tribunal ante un juez en Arizona para defenderse solita contra una orden de su expulsión del país. Nadie sabe dónde están sus padres. Y hay cientos de Lucys. También, cientos de niños en custodia de autoridades mientras se busca la manera de echarlos. El silencio, con pocas excepciones, en los países de origen de estos menores es ensordecedor.
Por otro lado, está la noticia sobre sangre, petróleo y nostalgia imperial, si habrá o no una invasión, intervención, ataque contra latinoamericanos (y sus niños). A la vez, aquí adentro, se siente la nostalgia macartista de una guerra política contra “el enemigo interno”, donde ya se elaboran listas de opositores y disidentes que podrán ser acusados de delitos graves contra la patria, y hasta acusados de ser “comunistas” y “anticristianos”.
Todo esto junto con escenas de una obra de comedia de tercera, pero con implicaciones ominosas. La censura a museos, libros, cursos universitarios, historia, cultura. A la vez, un mandatario que necesita literalmente imponer su nombre sobre el Centro Kennedy, el nuevo salón de baile que construye en su Casa Blanca, el cual, según cuenta un periodista alineado, el mandatario le comentó: “me estoy construyendo un monumento a mí porque nadie más lo hará”.
Y está el escándalo Epstein, ese documental sobre círculos de la élite, sus juegos y perversiones (otra vez, con menores de edad) y la impunidad de ricos, nutriendo aún más todo lo oscuro.
Pero lo oscuro tiene grietas de luz. Persiste la noticia de la disidencia valiente ante todas estas fuerzas oscuras y la rebeldía contra el “orden y progreso” como contra la farsa imperial y la corrupción que se expresa diario –con silbatos y acciones de desobediencia civil y nuevas alianzas en las calles y en el ámbito político. Y frente a los movimientos religiosos derechistas, están las corrientes progresistas cristianas, musulmanas y judías tanto en las calles como en algunas cúpulas, parte de una larga tradición religiosa de izquierda estadunidense que defienden el mensaje de justicia social y la bienvenida al extranjero. A fin de cuentas, tanto en la interpretación religiosa como la científica, el solsticio marca la reaparición de la luz en medio de lo más oscuro.
Vale recordar que Camus regresó a Tipasa –el nombre de su ensayo– justo después de vivir la guerra mundial. Escribió que “la violencia y el odio resecan al propio corazón; la larga lucha por la justicia agota el amor que, no obstante, le dio vida. En el clamor en que vivimos, el amor es imposible y la justicia no basta”. Ante eso, escribió que “para evitar que la justicia se marchite como una bella naranja conteniendo nada más que una pulpa amarga y seca, descubrí una vez mas en Tipasa que uno tiene que guardar intacto dentro de uno… una fuente fresca de alegría, amar el día que se escapa de la injusticia y regresar al combate habiendo ganado esa luz”. Recordar el cielo de Tipasa, donde “el mundo empieza de nuevo cada día y cada vez con una nueva luz” es lo que lo rescata de la desesperación, y es con ello que concluye con su frase famosa del verano “invencible” dentro del invierno.
Bruce Springsteen Seeger Sessions Band. This little light of mine. https://www.youtube.com/watch?v=R0qAYq1GVec
El factor Johnson
El secretario de Estado, Marco Rubio señaló que la colaboración entre Estados Unidos y México “es la más alta de su historia”. Pero no dio detalles. Afp / Archivo
Foto autor
Carlos Fazio
22 de diciembre de 2025 00:03
Mientras se discute una eventual fusión de los comandos Norte y Sur del Pentágono –que como proyección de poder hemisférico se convertiría en Comando América–, en el campo militar, de seguridad e inteligencia, antes de conocerse, el Corolario Trump a la Doctrina Monroe de 1823 ya había arrojado buenos dividendos en México. Tal como lo reconoció el viernes pasado en Washington el secretario de Estado, Marco Rubio, la colaboración entre Estados Unidos y México “es la más alta de su historia”. Pero no dio detalles.
Algunos antecedentes de la alianza militar estratégica hablan por sí solos. Como reveló La Jornada el 4 de febrero de 2002 (C. Fazio, “Planea el Pentágono crear una fuerza militar junto con México y Canadá”), nuestro país quedó integrado de facto al perímetro de seguridad de Estados Unidos bajo control del Comando Norte. A su vez, en el marco de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN o el TLCAN militarizado, 2005), la Iniciativa Mérida (2007) llevaría a una desnacionalización acelerada del sistema de seguridad interna. Entonces, las prioridades de la administración Bush Jr fueron: guerra a las drogas (en el territorio mexicano); guerra al terrorismo (ídem); seguridad fronteriza (en los confines norte y sur de México); control sobre la seguridad pública y las distintas policías de México; penetración de las fuerzas armadas locales (Sedena y Semar); creación de bases militares encubiertas denominadas oficinas bilaterales de inteligencia o centros de fusión; construcción de instituciones y reglas similares a las de Estados Unidos (homologación de leyes como parte de la integración silenciosa y subordinada de México). Así, sin límites de continuidad, Estados Unidos sería codiseñador de la estrategia de “seguridad nacional” mexicana, lo que, más allá de juegos semánticos y otras simulaciones, significó una cesión de soberanía.
Desde el comienzo de su segundo mandato en enero pasado, utilizando como caballitos de batalla el tema del fentanilo y la designación de los grupos de la economía criminal mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras”, Trump aplicó al gobierno de la Cuarta Transformación aspectos del llamado “ciclo OODA”: observar, orientar, decidir, actuar. El aspecto clave de esa estrategia de combate es el ciclo: no se trata de un ejercicio único, sino de una serie de acciones conectadas, cada una de las cuales se alimenta de la otra. Se toma una acción y se observa la reacción del enemigo. Se orienta en la reacción y se decide qué opción es mejor antes de actuar. El enemigo reacciona y el ciclo se repite. Hasta que el enemigo muere.
Públicamente, la presidenta Claudia Sheinbaum ha respondido a la presión de Trump con su estrategia de la “cabeza fría”, utilizando siempre como frágil herramienta de combate la Constitución mexicana. Sin embargo, por el carril militar, al más alto nivel, el recurrente lenguaje oficial entre el Pentágono, la Sedena y la Semar siguió siendo el de “la seguridad hemisférica y la prosperidad conjunta”, “la colaboración a largo plazo y el entendimiento mutuo”, “la interoperabilidad en situaciones complejas”. Esa fue la narrativa que primó en junio pasado, cuando los secretarios de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, y de Marina, Raymundo P. Morales, estuvieron en la base militar de Colorado Springs, sede del Comando Norte y del Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (Norad). La misma utilizada el 19 de noviembre último, durante la visita a México del jefe del Comando Norte, general Gregory M. Guillot.
La reunión de Guillot con Trevilla y Morales se dio después del enésimo exabrupto de Trump de que en México “gobiernan los cárteles”, y en el marco del lanzamiento de la Operación Lanza del Sur del Pentágono, que incrementó la escalada aeronaval en el Caribe frente a las costas venezolanas, seguida de actos de piratería y terrorismo internacional, mientras circulaban versiones del sobrevuelo de un avión de reconocimiento P-3B Orion monitoreando comunicaciones y la detección de movimientos en la zona serrana de Sinaloa.
A comienzos de noviembre, diversos medios señalaron que Estados Unidos utilizaría, en caso de aprobarse, drones para desmantelar laboratorios de droga y asesinar a jefes de las organizaciones criminales mexicanas. Y según la cadena de televisión NBC, se movilizarían unidades pertenecientes al Comando Conjunto de Operaciones Especiales del Pentágono. Ergo, bajo la autoridad de la “comunidad de inteligencia” y regulados con “el estatus de Título 50”, que se refiere a operaciones encubiertas fuera del contexto militar tradicional, México sería un escenario de acciones clandestinas contra grupos criminales considerados ahora “terroristas” por Washington.
Por eso, un factor clave del encuentro entre Guillot, Trevilla y Morales fue la inusual presencia del embajador Ronald Johnson, un coronel retirado cuyos antecedentes como mando de las fuerzas especiales del ejército y miembro de la sección operativa de la Agencia Central de Inteligencia (acciones encubiertas), exhiben que desde el comienzo de la actual administración, México fue considerado un blanco estratégico del ahora Corolario Trump. Como siempre, la narrativa oficial aludió a la cooperación militar para enfrentar al crimen organizado, la migración irregular, el terrorismo y las operaciones de desinformación y ataques cibernéticos, presuntamente, con origen en Rusia y China. Pero omitió, obvio, las operaciones encubiertas de la CIA, a su ejecutor sobre el terreno y sus activos nativos (native assets), por lo que la contrainteligencia de las fuerzas armadas deberá estar atenta más allá del discurso nacionalista de la presidenta Sheinbaum.






