La noción de un “Corolario Trump” hace referencia al Corolario Roosevelt, introducido en 1904. La doctrina original, concebida por el presidente James Monroe en 1823, se presentó como una advertencia a las potencias europeas contra todo intento de restaurar el colonialismo, en una época en que América Latina y el Caribe se sacudía el yugo de España y Portugal e intentaba reafirmarse frente a Gran Bretaña, Francia, Países Bajos y otros actores estatales o paraestatales que explotaban el vacío dejado por la debacle ibérica. Sin embargo, en los hechos ese presunto paraguas frente a la intervención europea supuso el remplazo de las metrópolis transatlánticas por la bota de Washington, como rápida y trágicamente descubrió México al sufrir el robo de más de la mitad de su territorio a manos de Estados Unidos entre 1835 y 1854. Para inicios del siglo XX, el presidente Theodore Roosevelt estimó que ya no era necesario fingir una postura defensiva y proclamó todo el hemisferio, fuera de las fronteras estadunidenses, como un territorio salvaje susceptible de ocupación y colonización bajo la premisa de que “en el continente americano, como en otros lugares, la inconducta crónica puede requerir finalmente la intervención de alguna nación civilizada, y en el hemisferio occidental la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe puede obligar a los Estados Unidos […] al ejercicio de un poder de policía internacional”. Bajo este corolario, República Dominicana sufrió la confiscación de sus aduanas, mientras Cuba, Nicaragua y Haití padecieron ocupaciones que se prolongaron por décadas y degeneraron en sangrientas dictaduras. Antes, en 1899, Washington ya se había apoderado de Puerto Rico, al que mantiene en situación colonial hasta ahora como haría con Cuba si la Revolución de 1959 no hubiera consumado la independencia de la isla.
En este contexto, lo que el trumpismo denomina “negligencia” no es sino el relativo y variable cuidado de las formas que las administraciones demócratas y republicanas han tenido en sus vínculos con las naciones de la región desde el final de la guerra fría. El respeto formal a la soberanía de sus pares (con las notorias excepciones de Cuba y Venezuela, contra las que el injerencismo ha sido siempre descarado) no impidió a los antecesores de Trump seguir aplicando la Doctrina Monroe, como atestiguan las continuas intervenciones en Haití, los golpes de Estado contra Manuel Zelaya (2009, Honduras), Fernando Lugo (2012, Paraguay), Dilma Rousseff (Brasil, 2016), Evo Morales (2019, Bolivia), Pedro Castillo (2022, Perú); así como el Plan Mérida impuesto de la mano del espurio Felipe Calderón; el brutal lawfare contra Cristina Fernández de Kirchner en Argentina; el apoyo al paramilitarismo uribista en Colombia; la soberanía siempre tambaleante de Centroamérica, con la resistencia prolongada de Nicaragua y efímera de Honduras, por mencionar sólo algunos entre los innumerables ejemplos del nunca extinto monroísmo. Así, el “Corolario Trump” no es un cambio de estrategia, sino de método: el control ejercido a través de Usaid, de la red de iglesias de ultraderecha, de universidades, medios de comunicación, poderes judiciales oligárquicos y corruptos y organizaciones no gubernamentales, se sustituye o complementa con el primitivismo del Gran Garrote, los despliegues militares ostentosos y el abandono de cualquier apariencia de legalidad. Como anunció el secretario de Guerra, en lo sucesivo la democracia será considerada una mera distracción para los objetivos imperiales de la Casa Blanca.
Lamentablemente para los entusiastas de Washington, la Doctrina “Donroe” no es la afirmación de las capacidades de una potencia emergente que fue hace dos siglos, sino el coletazo de un superpoder en decadencia acelerada, de la cual el trumpismo es tanto el síntoma más evidente como el máximo catalizador. El abuso de la fuerza no es, como pretende el magnate, una señal de fortaleza, sino el recurso de quien ya no puede atraer a sus vecinos con innovación tecnológica, inversión productiva, ejemplaridad institucional o un modelo civilizatorio viable.
Venezuela asegura que tendrá “una gran victoria” si EU ataca
▲ Las Fuerzas Armadas y la Milicia participan en ejercicios militares en Caracas.Foto Xinhua
Ángel González Especial para La Jornada
Periódico La Jornada Domingo 7 de diciembre de 2025, p. 16
Caracas. El secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y ministro de Relaciones Interiores, Diosdado Cabello, aseguró ayer que ante la amenaza del gobierno de Estados Unidos de atacar militarmente a la república bolivariana, al pueblo no le espera otra cosa sino una gran victoria.
“Venimos de cuatro meses intensos de amenazas, de terrorismo sicológico contra el pueblo, y aun así este pueblo se ha levantado en cada situación, en cada momento, sin temor, sin pesimismo, por el contrario, lo ha hecho con una convicción total de que vamos por el camino correcto”, afirmó durante el acto de juramentación de los Comandos de Comunidad Bolivarianos Integrales (CCBI, estructuras que conforman las nuevas bases del partido de la revolución).
Cabello advirtió a quienes planean agredir a Venezuela para provocar un cambio de régimen, que en el país el liderazgo político encabezado por el presidente Nicolás Maduro ha procurado prepararse para el paso de la lucha no armada a la lucha armada, así que no se encontrarán un país desprevenido. También aseguró que, de atreverse a una intervención militar, deben tener muy claro que “no será una cosa de 48 horas o tres días o un mes”. Y remató: “Si no se meten con nosotros, perfecto. Si se meten con nosotros, pues aquí estamos”.
Se ha entrenado a 5 mil 600 combatientes
Ayer se llevó a cabo el acto de juramentación y condecoración del Contingente Septiembre 2025 del personal de la Guardia de Honor Presidencial (GHP) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en el Fuerte Tiuna, principal complejo militar de Caracas.
Durante la actividad, el comandante del Batallón de Custodia Nº 3, Gabriel Alejandro Rendón Vilches, informó que 5 mil 600 combatientes han sido entrenados bajo el método táctico de resistencia revolucionaria “en perfecta fusión policial-militar-popular de hombres y mujeres que demostrarán al mundo entero que Venezuela se respeta”. Además, señaló que por ninguna circunstancia permitirán “la invasión de ningún imperio” en el territorio venezolano.
La GHP es la escolta oficial del presidente de la República y la DGCIM se encarga de operaciones especiales de respuesta a amenazas externas e internas relacionadas con terrorismo y espionaje enemigo.
El Tren de Aragua, desarticulado
El presidente Nicolás Maduro, durante la inauguración de la Academia de Servicios de Policías de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), ofreció a los países vecinos establecer programas de cooperación policial y lucha contra el crimen organizado. Aseguró que Venezuela ha construido un sistema policial profesional, “científico y ejemplar” que está a disposición de otras naciones para intercambio de información de operaciones conjuntas
Destacó que los organismos de seguridad de Venezuela han vencido a todas las bandas criminales, y señaló los casos del Tren de Aragua, desarticulado y desaparecido en el país, así como el Tren del Llano, la banda de Wuilexis en Petare, o la del Koki en la Cota 905 en Caracas. Todas esas organizaciones conformaban lo que se vino a llamar “megabandas”, pues lograron acumular en algunos casos hasta 200 integrantes y se dedicaban al secuestro, extorsión y tráfico de armas y estupefacientes.
Estas declaraciones se insertan en un contexto en que Estados Unidos ha reiterado su amenaza a Venezuela, a la que acusa de “enviar criminales y vaciar sus cárceles”, según palabras del propio presidente Donald Trump.
Asimismo, los más de 20 ataques cinéticos a lanchas en el Caribe ejecutados por militares estadunidenses adscritos al Comando Sur, han sido justificados por la Casa Blanca como combate al crimen organizado.
Venezuela demuestra así que las pretensiones estadunidenses de intervenir en el hemisferio con el pretexto de la lucha contra la delincuencia no hacen sino enmascarar su intención de establecer un control geopolítico en la región por medio de la vieja estrategia de cambios de régimen.
Murió de un infarto opositor detenido por corrupción
Este sábado se conoció la noticia de la muerte de Alfredo Díaz, ex gobernador del estado Nueva Esparta y dirigente de Acción Democrática, quien se encontraba detenido en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas bajo investigaciones por corrupción y financiamiento ilícito.
Según informan sus familiares en redes sociales, Díaz sufría una condición cardiaca y de allí se habría derivado su fallecimiento.
Dirigentes de la oposición más extremista, como Leopoldo López y Antonio Ledezma, han comenzado a instrumentalizar políticamente la muerte de Díaz al decir que se trata de una muerte del “régimen de Nicolás Maduro”, aunque todo apunta a que se trata de una muerte natural. Anoche. el gobierno de Venezuela confirmó que falleció de un infarto.
La dirigente de la oposición, María Corina Machado, quien ha afirmado en múltiples alocuciones, entrevistas en medios y publicaciones en redes sociales que está “en la clandestinidad”, habría confirmado que viajará a Oslo, capital de Noruega, para recibir el miércoles 10 de diciembre el Premio Nobel de la Paz, que le fue conferido este año en medio de críticas por tratarse de una persona que sistemáticamente, durante años, ha promovido la guerra y la intervención militar contra su propio país.
“Estuve en contacto con la señora Machado esta noche y me confirmó que estará en Oslo para la ceremonia”, afirmó Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Noruego del Nobel.
“No nos vencerá el conservadurismo”
Sheinbaum afirma que el gobierno “ya no es instrumento de unos cuantos” // Rechaza realidad construida en redes
▲ La mandataria saluda a los asistentes al Zócalo capitalino.Foto Germán Canseco
Alma E. Muñoz y Emir Olivares
Periódico La Jornada Domingo 7 de diciembre de 2025, p. 3
Por más que haya “campañas sucias” y que los opositores tejan alianzas con el conservadurismo nacional y extranjero, “no vencerán al pueblo de México ni a su Presidenta”, expresó ayer Claudia Sheinbaum ante un pletórico Zócalo capitalino. El gobierno, sostuvo, “ya no es instrumento de unos cuantos”.
Nosotros, afirmó, “tenemos principios y una historia patria que nos enseña que cuando las causas son justas y los valores firmes, cuando hay pueblo consciente, la razón y la justicia siempre prevalecen”, señaló entre gritos de “¡Presidenta, Presidenta!” y “¡no estás sola!”
A siete años de la llegada al poder de la Cuarta Transformación, Sheinbaum resaltó que ésta es humanista. “No creemos en el poder del dinero y no nos arrodillamos frente a los poderosos; creemos en un México de libertades, soberano, de justicia verdadera, donde el que manda es el pueblo”.
Frente a unas 600 mil personas –según reveló–, la mandataria respondió a quienes han emprendido una campaña contra su gobierno. Hizo énfasis en que los jóvenes están con la 4T, a pesar de que sus detractores digan lo contrario.
Arropada por su gabinete y gobernadores de la 4T, ensalzó el renacimiento de México con Andrés Manuel López Obrador: “pasamos de un país gobernado por una oligarquía, donde los presidentes y las instituciones públicas servían a unos cuantos que se creían dueños de México, a una verdadera democracia, donde el gobierno trabaja para todas y todos, especialmente para quien más lo necesita”.
Reconoció que el cambio ha generado resistencias y hay “quienes no han entendido” que ya no condonan impuestos, ni podemos regresar “al tiempo cuando la justicia se repartía selectivamente”.
Sheinbaum insistió que en los meses recientes “nuestros adversarios políticos se han dedicado a construir realidades virtuales en las redes sociales, en las columnas de opinión, que nada tienen qué ver con el momento de transformación que vive México”, y citó que “una de las mentiras más socorridas y recientes es que México es cada vez menos democrático.
“Se olvidan que en el periodo neoliberal vivimos el fraude electoral de 1988 contra el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, el de- safuero de López Obrador, el fraude electoral de 2006 y la compra masiva de votos en 2012.”
También se olvidan, añadió, que en 1994 Ernesto Zedillo “cambió de un plumazo a toda la Corte y nombró a una para su conveniencia”.
Rechazó que el gobierno sea represor, no haya libertad de expresión, que no se apoye a los jóvenes o que los gobiernos de la 4T estén vinculados con grupos delincuenciales. “Fueron ellos los que iniciaron una supuesta guerra contra el narco y pusieron al frente a (Genaro) García Luna, que hoy está preso en Estados Unidos”.
Agregó que en el periodo de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto “los homicidios dolosos en México subieron 250 por ciento, mientras de 2018 a la fecha los homicidios se han reducido 34 por ciento.
Recordó que la 4T “nació como una ruptura con el viejo régimen” y enfatizó que el servidor público no está nunca por encima del pueblo, sino al servicio de él. “Nos guían los principios y legado de Hidalgo, Morelos, Guerrero, Leona Vicario, Josefa Ortiz, Zapata, Villa, al igual que la máxima obradorista: “¡Por el bien de todos, primero los pobres!”
Asfura, con una mínima ventaja sobre Nasralla en la elección de Honduras
El candidato apoyado por Estados Unidos se impone en el recuento por 20 mil votos sobre su rival más cercano; oficialismo pide la nulidad del proceso
Reuters y Xinhua
Periódico La Jornada Domingo 7 de diciembre de 2025, p. 17
Tegucigalpa. Nasry Asfura, el candidato presidencial conservador respaldado por el presidente estadunidense, Donald Trump, mantenía ayer una ventaja mínima mientras el recuento de votos continuaba, y la contienda seguía demasiado reñida para declarar un ganador en los comicios celebrados hace una semana en Honduras.
Con 88 por ciento de los votos escrutados, Asfura, del Partido Nacional (PN), obtenía 40.19 por ciento, unos 20 mil sufragios por delante de su rival también conservador y anticomunista, Salvador Nasralla, del Partido Liberal, que alcanzaba 39.49 por ciento, informó el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Rixi Moncada, del partido izquierdista gobernante Libre, se mantenía muy rezagada en tercer lugar, con 19.30 por puntos.
Un 14 por ciento de las papeletas presentaban inconsistencias, según las autoridades, y serían revisadas.
Los veedores electorales de la Organización de Estados Americanos pidieron “agilizar” el escrutinio de las elecciones presidenciales, en medio de denuncias de fraude que llevaron a Libre a pedir la nulidad de la contienda, aunque tiene pocas posibilidades de lograr que se convoque a nuevos comicios en virtud de que el CNE está integrado por delegados de tres partidos, y lo domina la derecha.
Atentos en Washington
La contienda ha recibido mucha atención por parte de Washington. El subsecretario de Estado, Christopher Landau, escribió en las redes sociales el jueves por la noche: “Los ojos del mundo, incluidos los nuestros, están puestos en Honduras”.
Trump intervino directamente en la contienda, primero respaldando a Asfura, de 67 años, antes de las elecciones, y posteriormente al alegar fraude electoral sin presentar ninguna prueba.
El mandato de Asfura como alcalde de Tegucigalpa (2014-2022) estuvo marcado por una serie de acusaciones de corrupción.
El apoyo de Trump a Asfura, según los expertos, se enmarca en su estrategia para consolidar un bloque conservador en América Latina, desde Nayib Bukele en El Salvador hasta Javier Milei en Argentina.
Días antes de la votación, Trump también anunció que indultaría al ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien cumplía una condena de 45 años en Estados Unidos tras ser declarado culpable de narcotráfico y cargos relacionados con armas.
Para Cuba, “una farsa”
El indulto, que fue otorgado por Trump el lunes pasado, fue condenado ayer por Cuba, que lo calificó como una “una farsa”.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, señaló en X que Washington “pretende justificar su costoso despliegue naval extraordinario en el mar Caribe y la amenaza de agresión militar para derrocar al legítimo gobierno de Venezuela”.
Añadió que esta decisión “pone al descubierto la complicidad” del gobierno estadunidense y sus agencias “con el vasto mercado de estupefacientes que cobra la vida de cientos de miles de personas en su propio país”.
La liberacion de Hernández, del PN de Asfura, ocurrió cuando Estados Unidos realiza una ofensiva militar contra presuntos narcotraficantes en América Latina, que ha resultado en más de 80 muertes en ataques a embarcaciones en aguas del Caribe y el Pacífico.
Las calles de la capital, Tegucigalpa, permanecieron ayer tranquilas, mientras los trabajadores electorales de todo el país continuaban el recuento manual de votos.
En Honduras, el presidente se elige en una sola vuelta. El candidato con más votos gana, incluso si la diferencia es mínima o no alcanza la mayoría absoluta.

