Periódico La Jornada Lunes 15 de diciembre de 2025, p. 25
Tegucigalpa. Semanas antes de las elecciones presidenciales en Honduras del 30 de noviembre, una prueba reveló profundas fallas en el sistema de conteo de votos: sólo se procesó 36 por ciento de las papeletas de práctica, según el integrante del consejo electoral, Marlon Ochoa. Esa advertencia resultó profética.
Ahora, casi dos semanas después de los comicios, la votación presidencial sigue paralizada con cientos de miles de papeletas sin contabilizar, candidatos rivales que intercambian acusaciones de fraude y un sistema electoral detenido por retrasos y disfunciones.
El caos ha sumido al país de 11 millones de habitantes en un limbo político. La tensión aumenta y la confianza de la sociedad en el proceso se erosiona.
El recuento preliminar muestra que Nasry Asfura, del conservador Partido Nacional, tien sólo 40 mil votos por delante de Salvador Nasralla, del centroderechista Liberal. Casi 15 por ciento de las actas de escrutinio, que comprenden cientos de miles de votos, presentan “inconsistencias” y no han sido contabilizadas.
Nasralla ha aprovechado los problemas de información para denunciar fraude, mientras la presidenta Xiomara Castro, del izquierdista Partido Libre, denunció el proceso como un “golpe electoral”. El mandatario estadunidense Donald Trump, quien ha respaldado públicamente a Asfura, también ha denunciado fraude, sin presentar pruebas.
Ninguno de los principales observadores internacionales, incluida la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos, ha expresado su preocupación por un fraude sistemático. En cambio, media docena de expertos declararon a Reuters que las luchas internas dentro del organismo electoral causaron retrasos críticos en los preparativos y que tanto los partidos políticos hondureños como actores externos, entre ellos Trump, han socavado la confianza en los resultados.
“Esto fue una fabricación deliberada de un proceso electoral de baja calidad”, declaró Héctor Corrales, analista político en Tegucigalpa. “Lo único que pudo haber salvado estas elecciones fue un amplio margen de victoria”.
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El Nobel y América Latina
David Penchyna Grub
Dos hitos para la historia en este diciembre de 2025, que sin estar directamente relacionados, se cruzan en el terreno geopolítico: el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado y la nueva Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Está claro que María Corina Machado tiene la aprobación, el apoyo y la legitimidad política de cara a la comunidad internacional, al haber hecho frente desde hace años al chavismo, reducido hoy a la figura de Nicolás Maduro; el epítome del dictador bananero latinoamericano. Pero hay dos reservas importantes: ¿es la legitimidad de María Corina Machado y el respaldo de Europa y de Estados Unidos suficiente para tumbar al chavismo?, ¿es María Corina una versión más articulada e inspiradora que Juan Guaidó o Leopoldo López? Lo pongo sobre la mesa porque María Corina Machado ha levantado una ola de expectativas respecto al gobierno venezolano, que más que nunca se aferra al poder con todo lo que tiene.
De ahí que si la respuesta es que la sola popularidad y legitimidad de la Premio Nobel no alcanzan para un cambio de régimen en Venezuela, la conclusión es también el “elefante en el cuarto” de América Latina: el cambio de régimen en Venezuela ocurrirá si y sólo si, Estados Unidos lo prioriza. Y es ahí donde el Premio Nobel y la efervescencia política desatada por María Corina Machado se cruzan con la “política real” y la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Este documento consiste en intereses nacionales vitales: El foco se sitúa en la protección directa del territorio, la población, la economía, la soberanía y la preservación del modo de vida estadunidense.
Seguridad económica es igual a seguridad nacional: se prioriza la reindustrialización de defensa, energía y alta tecnología, el control de cadenas de suministro críticas y la reducción de la dependencia de China. Se busca la superioridad económica, tecnológica y militar. Paz a través de la fuerza: se adopta un principio de “paz a través de la fuerza” y una predisposición al no intervencionismo directo, actuando sólo donde los intereses vitales estén en juego. Competencia global: Se busca evitar que potencias rivales dominen regiones claves e impedir que cualquier potencia alcance una posición hegemónica que amenace a Estados Unidos.
Mayor exigencia a aliados: se impone una mayor presión a los aliados para que asuman más responsabilidad en su propia defensa. Un documento claro, sin gran espacio para la retórica, que con total pragmatismo dice al mundo: “vamos a recuperar el terreno geopolítico perdido durante las pasadas décadas”. Y eso pasa necesariamente por América Latina, que desde la perspectiva de Trump, es el hub de sus enemigos rusos y chinos, y principal dolor de cabeza en materia de tráfico de drogas e inmigración. Por eso el Premio Nobel es indivisible del rol que Estados Unidos quiere jugar en América Latina: crear una presión externa al régimen de Maduro se combina con la presión interna con una figura, la de Machado, engrandecida y respaldada.
Esa causa legítima que la llevó a recibir el Nobel e incluso a forjar una historia digna de novela en su escape de Venezuela y travesía a Oslo es, sin embargo, sujeta al tiempo. Si la presión de Estados Unidos no tira a Maduro, Machado habrá pasado a la historia con el reconocimiento e incluso admiración del mundo, pero sin cambiar el régimen político venezolano que empezó con un militar disidente, y terminó –o en eso va– en una dictadura que no reconoce resultados electorales, y pauperiza cada vez más al que fue uno de los países más ricos del continente.
Para la reflexión más pro-funda: algo anda muy mal en los sistemas democráticos latinoamericanos para que las esperanzas de alternancia democrática dependan de la intervención estadunidense. Algo anda mal con las reglas, los partidos, las oposiciones, para que el cambio dependa del ánimo e intereses de Washington. Además, esa dinámica es gasolina para los gobiernos autoritarios que han dejado de ser de izquierda o de derecha, pero que abrazan la retórica del socialismo latinoamericano del siglo XXI adaptándolo, cada uno, como mejor le conviene.
A cualquier dictador le conviene situarse como defensor de su pueblo ante la amenaza yanqui. Y a cualquier pueblo le duele que el cambio social dependa de la agenda de los Estados Unidos; que le pregunten a México, que algo sabe de cuando la Doctrina Monroe es llevada a los hechos.
Disparan 2 sujetos a multitud en fiesta judía en Sídney: 15 muertos
Lesionaron a cerca de 40 desde un puente // Es un acto terrorista: premier australiano // Hombre desarma a uno de los atacantes, pero resulta herido
▲ Más de mil personas estaban reunidas en la playa Bondi, en la capital australiana, en el momento del tiroteo cometido por un par de hombres; uno fue abatido por agentes.Foto Afp
Afp y Ap
Periódico La Jornada Lunes 15 de diciembre de 2025, p. 27
Sidney. Al menos 15 personas murieron –entre ellas un sobreviviente del Holocausto, un rabino y una niña– y 42 resultaron heridas ayer en un ataque a tiros cometido por dos hombres armados, padre e hijo, contra un grupo de más de mil personas que celebraban la festividad judía de Hanukkah, en la playa Bondi, en Sídney, Australia, el cual fue calificado de un “acto de maldad, antisemitismo y terrorismo” por el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
La multitud se arremolinaba entre los camiones de comida y muchos disfrutaban de la música en vivo mientras aprovechaban los últimos rayos de sol. Justo antes de las siete de la tarde, se oyeron los primeros disparos.
Desde un puente peatonal, a pocos metros de un parque infantil, dos hombres dispararon contra la multitud que se encontraba en el recinto vallado, publicó la BBC.
Un testigo, que se identificó como Barry, describió que atacaron a quienes estaban a su alrededor, mientras cientos de bañistas gritaron y corrieron para escapar.
“Fue un pandemónium”, afirmó Barry. “Fue una escena inconcebible (...) Que familias y niños de Bondi pudieran ser masacrados sólo por ser judíos”, lamentó.
Ahmed al Ahmed, de 43 años y propietario de una frutería local, se lanzó “como un auténtico héroe” contra uno de los atacantes, logró arrebatarle el arma, relató Barry.
Al Ahmed resultó gravemente herido; las autoridades consideraron su acción como decisiva para evitar una tragedia mayor.
La policía de Nueva Gales del Sur publicó esta madrugada en X: “las autoridades pueden confirmar que 16 personas fallecieron y 42 permanecen hospitalizadas tras el tiroteo de ayer”. Al cierre de la edición se reportaron 15 asesinados y la muerte de uno de los atacantes.
Añadieron que el ataque tuvo lugar durante un evento llamado Hanukkah by the Sea, con motivo de la festividad judía, en el que participaban cerca de mil personas.
El comisionado de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, ratificó que los dos presuntos agresores, Sajid Akram, de 50 años, y Naveed Akram, de 24, eran padre e hijo. Al cierre de esta edición no había informes sobre la nacionalidad de los atacantes.
El padre fue muerto a tiros por la policía, mientras el hijo se encuentra en condición crítica pero estable en el hospital, informó el comisionado a The Guardian.
“Como parte de la investigación, anoche realizamos dos registros: uno en Bonnyrigg y otro en Campsie. El hombre de 50 años tenía licencia para portar armas de fuego. Poseía seis a su nombre”, declaró Lanyon.
La policía clasificó el tiroteo como un “incidente terrorista” y reveló el hallazgo de artefactos explosivos en un vehículo en el lugar de los hechos, vinculado al “delincuente fallecido”.
La policía explicó que halló dos explosivos improvisados “rudimentarios” en el lugar del ataque y que se determinó que estaban activos. Los dispositivos fueron retirados por la unidad especializada y posteriormente neutralizados por las autoridades, refirió CNN.
Entre las víctimas mortales se identificaron al francés Dan Elkayam, del club de futbol Arncliffe Aurora y quien sería miembro de la Premier League de Inglaterra a partir de 2026; el rabino Eli Schlanger, parte del movimiento hasídico Chabad; una niña de 10 años; Alex Kleytman, un sobreviviente del Holocausto, y el empresario Reuven Morrison, entre otros, reportó The Sydney Morning Herald.
Organizadores apoyan invasiones ilegales israelíes
El grupo ultraortodoxo Chabad, organizador del evento en la playa Bondi, es conocido por su gran implicación en el apoyo a los asentamientos ilegales israelíes en colaboración con el ejército de Tel Aviv, comunicó Al Jazeera.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, expresó que fue “un ataque dirigido contra los judíos australianos”, en el Hanukkah, festividad conocida como la Fiesta de las Luces, que el dirigente aseveró que debería ser “un día de alegría y una celebración de la fe”.
Agregó que se trató de “un acto de maldad, de antisemitismo y terrorismo que golpeó el corazón de nuestra nación”. El premier llamó “héroes” a los ciudadanos que se enfrentaron a uno de los tiradores y lo desarmaron, indicó que las banderas ondearán a media asta y se comprometió junto al primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns a combatir el antisemitismo en la comunidad, al tiempo que plantearon posibles reformas a la ley de armas.
En diciembre de 2024, uno de los casos más sonados de crímenes motivados por el antisemitismo fue el incendio de la sinagoga Adass-Israel de Melbourne, señalado por la policía como un acto terrorista.
El 26 de agosto pasado, Australia expulsó al embajador iraní y acusó a la república islámica de orquestar ataques contra la comunidad judía en el país.
