miércoles, 10 de diciembre de 2025

Canto del cisne.

El que será renombrado Corolario Trump predica que su país luchará contra la política industrial de aquellos ue considere rivales, los que pueden ser extra continentales o cualquier otro que les compita. Foto Ap   Foto autor
Luis Linares Zapata   10 de diciembre de 2025 00:03
La élite trumpista lanzó su pretencioso y local “canto del cisne”. Se olvidaron de su ya insostenible hegemonía mundial, privilegio que tan indiscretamente disfrutaron durante años. El mundo ya no será suyo, asumen sin humildad. Saben que China, Rusia o India claman su lugar y participación. Pero presumen adueñarse, sin recato alguno, según reza la caprichosa plegaria de seguridad nacional. El foco se enfila a este rico continente; bendito lugar donde, por fortuna y desgracia, habitamos los mexicanos y otros muchos nativos compatriotas.
Trump declara, en su carta de política externa, que se reserva a conveniencia estadunidense todo lo que, según ellos, les pertenece por derecho divino. Y aquí estaremos a su disposición, según clama este indecente grupo de imperialistas y su voraz patrón, en cuanto lo desee o requiera su interés. Ni modo, tal parece que el destino cayó sobre las poblaciones de estas tierras que ya se han embarcado en construir parcelas independientes. Los afanes de libertad, que con tanto trabajo se empiezan a vislumbrar, tendrán todos los obstáculos que les impondrá la ambición del poderoso. El objetivo soberano ya no será propio, sino del voraz mandón.
A los gringos les brotó el celebrado mito, del que tanta gala peliculesca hicieron, al apañarse, con sus pistoleros y rapaces aventureros, de lo que se llamó el lejano Oeste. Lugares ciertamente hermosos que no les pertenecían, pero que tomaron por asalto. Y ahora, en sus horas de potencia declinante, quieren reservarse otra porción, mucho más ancha y prometedora. Y no es que les sea del todo ajena esta región, sino que ahora publican pertenecerles con orgullosa y meridiana claridad: una homilía que molestará a la mayoría latinoamericana. Aunque, para otros, la escucharán con agrado y coincidirá con sus deseos y negocios.
El que será renombrado Corolario Trump predica que su país luchará contra la política industrial de aquellos que considere rivales, los que pueden ser extra continentales o cualquier otro que les compita. Buscarán, para tan avieso propósito, gobiernos dóciles que puedan ceder sus materiales críticos. A los demás, calificados de rivales, les dice tajante que no podrán acceder a ellos. Lo evitarán usando todo su arsenal de trampas comerciales, de inteligencia, económicas o militares disponibles. De esto presumen y repiten con frecuencia en su escrita y pensada perorata.
El caso venezolano es, por demás, ilustrativo. No sólo desprestigian a sus gobernantes, a quienes tildan de narcotraficantes usando sus hegemónicos medios de comunicación y repetidores serviles. Además, les cierran el espacio aéreo, asesinan lancheros indefensos, agitan y financian a rivales internos a los que arman hasta con premios Nobel. No cabe la menor duda de que poseer tanto petróleo –y otros muchos minerales apreciados– les resulta oneroso a los caribeños.
La lucha actual de los estadunidenses por mantener la iniciativa y delantera en producción y tecnología es prioritaria. No quieren que alguien les iguale, pero ven, no sin pavor, que eso ya sucede (China). Adueñarse del continente americano completo, alegan, les permitirá, no sin uso de fuerza, mantener tal distancia, para lo cual requieren tener países relativamente bien gobernados. Esto implica alinearlos a su interés y conveniencia, tal y como lo hicieron durante los años de la guerra fría. No importaba si el resultado de aquella dañina estrategia fueran sangrientas y despóticas tiranías.
Ésos eran, como tanto dijeron, tiranos propios. Ahora, sin duda, tendrán necesidad de intervenir, tal y como ya lo hacen en Argentina para mantener a Milei y sus disponibles recursos o en Honduras para asegurar candidato a modo. En Brasil intentaron salvar de la cárcel a J. Bolsonaro, pero no les alcanzó la presión. Por fortuna, Lula da Silva, con algunos jueces íntegros, les ganó la partida. Pero así seguirán, por ahora, sometiendo a cuanto ecuatoriano y peruano vayan homologando a sus afanes de lucro y poder.
Al mencionar parte del arsenal de combate a su disposición no se olvidan de la energía. La designan como adecuada y eficaz arma para estos indignos trabajos de saque y mando. La usarán sin piedad ni disculpa alguna. El caso europeo queda inscrito como prueba. Los alemanes han terminado usando su gas licuado a pesar de su triple costo sobre el combustible ruso. Y para el caso mexicano, la actual dependencia es, al menos por ahora, abrumadora. Tal y como son los alimentos, maíz en especial.
Esta dupla asegura palancas inmejorables de presión sobre nuestro país. El empate de intereses entre el gobierno de los morenos con las mayorías del pueblo se revela, entonces, como un factor de salvamento. El complemento lo deberán solventar, por un lado, la política social igualitaria y una conducción firme y adecuada de la economía. Estas serán defensas que pueden funcionar, tal y como hacen contra el presente arancelario.

Trump vuelve a amagar con lanzar ataques contra cárteles en México
Reuters y Afp
Periódico La Jornada   Miércoles 10 de diciembre de 2025, p. 3
Washington. El presidente Donald Trump insistió en que está dispuesto a ordenar a las fuerzas armadas de Estados Unidos realizar ataques contra cárteles del narcotráfico en México y Colombia, similares a los bombardeos contra embarcaciones en el mar Caribe y el océano Pacífico.
“¿Consideraría hacer algo similar (a los ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico) en México y Colombia por ser aún más responsables del tráfico de fentanilo (hacia Estado Unidos)?”, preguntó al mandatario la periodista Dasha Burns, del medio Politico.
“Sí. Yo lo haría. Claro que lo haría”, respondió Trump en la entrevista efectuada en la Casa Blanca.
Trump evitó abundar sobre los potenciales ataques militares estadunidenses dentro del territorio mexicano con los que ha amenazado repetidamente desde las épocas de la campaña electoral de 2024 que lo llevó de nuevo a la Casa Blanca.
Aunque afirmó estar impulsando una agenda de paz en el extranjero, Trump ratificó que podría ampliar las acciones militares que su administración ha emprendido en América Latina contra objetivos que, según afirma “sin pruebas”, están vinculados al narcotráfico.
Bombardeos a 23 supuestas narcolanchas
Fuerzas militares de Estados Unidos han bombardeado, desde septiembre, unas 23 embarcaciones en el mar Caribe y en el Pacífico oriental supuestamente vinculadas al narcotráfico, bajo órdenes de Trump. Los ataques han dejado más de 87 muertos.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, en medio de crecientes tensiones diplomáticas con su homólogo estadunidense, ha denunciado que los bombardeos son “ejecuciones extrajudiciales” y es crítico de la política antidrogas de Washington.

México SA
Donald Trump, pirata // Asalta a Latinoamérica // Va por el agua mexicana
Carlos Fernández-Vega
▲ Donal Trump acusó a México de violar el tratado bilateral para el reparto del agua.Foto Ap
Desquiciado, Donald Trump abiertamente declara sus intenciones bucaneras y, ya descarado, va por todos los recursos naturales de América Latina: petróleo, tierras raras, litio, agua y lo que se le ocurra. El pretexto es lo de menos: “déficit”, narcotráfico (siendo Estados Unidos el principal narcotraficante y consumidor), “seguridad nacional”, “terrorismo” y el calificativo que aplique para doblegar países y robar sus riquezas naturales. Y el problema se agudiza al saber que en la región están en funciones varios “gobiernos” cipayos dispuestos a servir al patrón (Milei, Novoa, Bukele, los golpistas peruanos y lo que se acumulen) para que concrete su política de “al abordaje”, amén de que mete la mano en procesos electorales democráticos (Argentina y Honduras, los más recientes, que no los últimos).
De Washington llega la noticia: “Trump amenazó con imponer un arancel adicional de 5 por ciento a México si no entrega de inmediato agua extra para ayudar a los agricultores estadunidenses, y acusó al país de violar el tratado bilateral para el reparto del líquido” ( La Jornada).
Algo más: hasta ahora México, según pretexta, “no está respondiendo y es muy injusto para nuestros agricultores, que merecen esta agua tan necesaria. Por eso he autorizado imponer un arancel de 5 por ciento a México si esta agua no es liberada inmediatamente; México sigue violando nuestro tratado integral sobre el agua y debe entregar más de 200 millones de metros cúbicos para finales de año; cuanto más tiempo tarde en liberar el agua, más perjudicará a nuestros agricultores y ganaderos” (por cierto, reyes de los abultados subsidios que anual y puntualmente reciben del gobierno estadunidense).
El pirata que despacha en la Casa Blanca ya decidió quedarse con el petróleo venezolano; con el litio argentino, boliviano y mexicano; con las tierras raras latinoamericanas en donde disponga y, desde luego, el agua (mexicana o del país que se le pegue la gana) de la región.
Según el Barbanegra que despacha en la Oficina Oval México “se ha retrasado” en las entregas y acumula un déficit de más de mil millones de metros cúbicos en los últimos cinco años. En contraparte, el gobierno mexicano ha reiterado que enfrenta condiciones de sequía que afectan a la mayor parte del país.
Pues bien, ante este panorama y con la paciencia de Job, la presidenta Sheinbaum explicó: “como siempre, buscamos el mejor acuerdo posible; ¿qué nos limita a entregar más agua? Las propias necesidades de agua de nuestro país, cumpliendo con el Tratado. Hay voluntad de nuestra parte, siempre en defensa de los intereses nacionales y del derecho humano al agua. Defendemos a nuestra población, pero hay un tratado y hay que cumplirlo de acuerdo con la cantidad de líquido que existe y que se puede llevar por ductos”. Y anunció que ayer mismo se llevó a cabo una reunión virtual con representantes del gobierno estadunidense para alcanzar “el mejor acuerdo posible”.
En vía de mientras, el encargado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Roberto Velasco, explicó que el Tratado de Aguas con Estados Unidos se firmó en febrero de 1944 y norma la relación México-Estados Unidos para administrar conjuntamente el agua de tres ríos fronterizos: Bravo, Colorado y Tijuana. Además, derivado del propio tratado, se creó la Comisión Internacional de Límites y Agua, encargada de aplicar los acuerdos en la materia y fijar las bases para la distribución del líquido, principalmente del Bravo y el Colorado.
Entre su clausulado se establece que México tiene que proporcionar a Estados Unidos una tercera parte de los escurrimientos de seis ríos tributarios del Bravo y que esa proporción, en cinco años, no debe ser menor a 2 mil 158 millones de metros cúbicos, lo que hace un promedio anual de 431.7 millones. A cambio, explicó Velasco, anualmente México recibe un volumen de agua del río Colorado por mil 850 millones de metros cúbicos.
En síntesis, de acuerdo con el citado tratado, México cumple con lo negociado y acordado, entre ello una cláusula que dice: “si en un quinquenio no se puede cubrir el volumen entero porque hubo una sequía extraordinaria, ese volumen se puede cubrir en el ciclo inmediato siguiente”, que es lo que sucede en este momento. Pero la legalidad al pirata Trump le importa un carajo.
Las rebanadas del pastel
El bucanero también metió mano en las recientes elecciones en Honduras. ¿Resultado? La presidente de esa nación, Xiomara Castro, denuncia fraude, adulteración de los resultados e injerencia de Trump para apoyar a su candidato Salvador Nasralla. “Vivimos un proceso marcado por amenazas, coacción, manipulación del sistema de resultados preliminares y adulteración de la voluntad popular”.
X: @cafevega   cfvmexico_sa@hotmail.com