viernes, 19 de diciembre de 2025

Bill Gates y Bannon, ex asesor de Trump, en nuevas fotos divulgadas del archivo Epstein.

Ap y Reuters
Periódico La Jornada   Viernes 19 de diciembre de 2025, p. 27
Washington. Representantes demócratas publicaron ayer decenas de fotografías adicionales de la finca del fallecido delincuente sexual convicto Jeffrey Epstein.
El último lote de imágenes que se hizo público incluye primeros planos de frases de Lolita, un libro acerca de la obsesión de un hombre por una niña de 12 años, garabateadas sobre el cuerpo de una mujer; documentos de identidad editados de mujeres de Rusia, Marruecos, Italia, República Checa, Sudáfrica, Ucrania y Lituania, y una secuencia de mensajes que formaban una conversación nocturna sobre el envío de chicas para alguien identificado como “j” por mil dólares cada una.
Las 68 fotos forman parte de las 95 mil que el patrimonio de Epstein entregó al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes. La semana pasada, los demócratas divulgaron 19 fotos, incluidas algunas en las que aparecía Trump, quien las desestimó como “nada del otro mundo”.
El multimillonario fundador de Microsoft, Bill Gates; el lingüista Noam Chomsky y el ex asesor de Trump, Steve Bannon, también aparecen en las últimas fotos.
Cambian nombre al Centro Kennedy
Asimismo, la Junta de Fideicomisarios del Centro Kennedy votó de forma unánime para nombrar la institución como “Centro Conmemorativo de las Artes Escénicas Donald J. Trump y John F. Kennedy”, indicó la portavoz Roma Daravi en un comunicado, y agregó que el nombre honra el trabajo de Trump en el centro desde que asumió el cargo a comienzos de su segundo mandato.
A principios de este mes, el mandatario estadunidense habló de un “gran evento” en el “Trump Kennedy Center” antes de decir: “Disculpen, en el Kennedy Center”. Se refería al sorteo de la Copa Mundial de la Fifa 2026, al que fue.
Maria Shriver, sobrina de John F. Kennedy, se refirió al cambio de nombre del Kennedy Center a Centro Donald J. Trump para las Artes Escénicas como “una locura” en una publicación en las redes sociales en julio. “Me hierve la sangre. Es tan ridículo, tan mezquino, tan cerrado de miras”.

Soledad
Ahora la soñada integración latinoamericana no va más. La anhelada capacidad de contrapeso al poderío neocolonial quedó en buenos deseos. Foto sre.gob.mx   Foto autor
Pedro Miguel
19 de diciembre de 2025 00:01
Cayó Ecuador. Cayó Perú. Cayó Argentina. Cayó Bolivia. Cayó Chile. Honduras se debate entre el fraude y la injerencia. Se ha desvanecido el ciclo de gobiernos progresistas que parecía vivir un segundo aire. Cuba y Venezuela siguen a la cabeza de una Alianza Bolivariana disminuida y distante. Quedan Uruguay, que pesa poco; Colombia, con el reto inminente de las urnas; Brasil, anclado en la ambigüedad por los frágiles equilibrios parlamentarios, y México. 
Corren tiempos oscuros para América Latina y el Caribe; la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que en su momento pudo haber sido una alternativa esperanzadora a la impresentable Organización de Estados Americanos (OEA), ha perdido momento y sustancia. La Cuarta Transformación se enfrenta a una creciente soledad, entre un vecino del norte gobernado por la histeria racista, belicista y depredadora, y un sur cada vez más incierto. 
En algunos momentos, ha dado la impresión de que el subcontinente palpitaba al ritmo de dos péndulos enfrentados. Cuando en Centro y Sudamérica proliferaban las sangrientas dictaduras militares, México, sin tener gobiernos de izquierda, ni mucho menos, ofrecía al menos refugio y asilo a los perseguidos y ejercía cierto contrapeso a los designios estadunidenses. 
Después, mientras aquí se instalaba un régimen neoliberal represivo, corrupto y cada vez más obsecuente a Washington, allá florecían las reivindicaciones de la soberanía, las administraciones con sentido social y las propuestas integracionistas orientadas a reafirmar las independencias. Y para cuando la Cuarta Transformación llegó a Palacio Nacional con Andrés Manuel López Obrador, el ciclo progresista sudamericano había iniciado su declive. 
La oleada ultraderechista que recorre el mundo ha sepultado en un pasado que parece remoto originales proyectos políticos que se suponían estables y perdurables, como el de la revolución ciudadana que encabezó Rafael Correa o el del Estado plurinacional del Movimiento al Socialismo, construido durante tres lustros. Ambos parecían haber desarrollado una buena raigambre entre la sociedad, pero los dos sucumbieron en forma pasmosamente rápida; bastó, en un caso, con el accionar de un infiltrado al que el movimiento le encomendó la Presidencia; bastó, en el segundo, con un diferendo faccioso intrapartidista con un fuerte componente de pleito y necedad personal. 
En ningún caso fue posible corregir y superar los errores desde la base y las estructuras. Y eso, por no hablar del peronismo argentino, carcomido por soterradas confrontaciones internas y por la ineficacia gubernamental, o del desgobierno de Gabriel Boric en Chile, que fue de principio a fin una colección de ejemplos de lo que debe hacerse para garantizar una derrota electoral. 
Así pues, si bien la reacción internacional y las derechas aborígenes han hecho su trabajo y se han coordinado en forma eficiente y ágil, sería injusto desconocer cuánto han incidido en sus victorias las incapacidades de las izquierdas, ya se hable de las partidarias tradicionales o de las sociales, por lo general antiestatistas. 
Más que como un éxito súbito de Trump y sus agentes locales, hoy puede verse, a posteriori, que en los ejercicios gubernamentales progresistas faltó profundidad y raigambre sociales –indispensables para preservar mayorías electorales sólidas y duraderas–, o bien que esos atributos se erosionaron con el tiempo. 
Ahora la soñada integración latinoamericana no va más. La anhelada capacidad de contrapeso al poderío neocolonial quedó en buenos deseos. El Pacto Andino y el Mercosur son zombis económicos sin convicción política. Sin la Celac, la OEA puede legitimar el enésimo fraude en Honduras y hasta santificar una agresión militar contra Venezuela. El ideal de una defensa regional de las soberanías es más lejano que nunca. Cada nación latinoamericana tendrá que rascarse con sus propias uñas. 
México es un caso especial. Su posición geográfica lo colocó en la ruta de una integración económica inexorable con Estados Unidos, por más que en los ámbitos políticos, diplomáticos, sociales y culturales se mantenga la convicción latinoamericanista. 
Paradójicamente, la integración en la esfera de América del Norte no sólo juega en detrimento de la soberanía mexicana, sino que es también un factor de disuasión a las renovadas amenazas estadunidenses; independientemente de quién despache en la Casa Blanca, Washington tiene que pensarlo muy bien antes de emprender una injerencia mayor en México, porque eso podría llevar a la desestabilización y ésta resultaría contagiosa de necesidad para Estados Unidos. 
Más allá de ese factor insospechado, es claro que la mejor defensa de la soberanía nacional y del programa de la 4T consiste en fortalecer, más que la alianza, la fusión entre las mayorías y el gobierno. Porque el régimen estadunidense no las tiene todas consigo a la hora de confrontar el índice de aceptación de su jefe máximo, que está por debajo de 40 por ciento, con el de la presidenta Claudia Sheinbaum, que supera el 70. 
navegaciones@yahoo.com

Aprueba Trump masiva venta de armas por 11 mil mdd a Taiwán
Ap, Reuters, Afp, Xinhua y Europa Press
Periódico La Jornada   Viernes 19 de diciembre de 2025, p. 28
Washington. El gobierno del presidente Donald Trump aprobó antenoche una venta masiva de armas por valor de 11 mil 100 millones de dólares a Taiwán, paquete que incluye misiles de alcance medio, obuses y drones; es el más grande enviado en la historia de Estados Unidos a Taipéi, en una decisión que condenó China.
“Nuestro país seguirá promoviendo reformas en materia de defensa, reforzando la capacidad de resistencia de toda la sociedad, demostrando nuestra determinación a defendernos y salvaguardando la paz a través de la fuerza”, indicó Karen Kuo, vocera de la oficina presidencial de Taiwán, en un comunicado en el que agradeció a Washington.
“Estados Unidos sigue ayudando a Taiwán a mantener suficientes capacidades de autodefensa y a construir rápidamente un fuerte poder de disuasión y aprovechar las ventajas de la guerra asimétrica, que constituyen la base para mantener la paz y la estabilidad regionales”, dijo el ministerio de Defensa taiwanés en un comunicado. La cartera añadió que se espera que la venta entre en vigor de manera oficial en aproximadamente un mes.
El Departamento de Estado estadunidense declaró que la aprobación sirve a “los intereses nacionales, económicos y de seguridad de Estados Unidos al apoyar los continuos esfuerzos del receptor para modernizar sus fuerzas armadas y mantener una capacidad defensiva creíble”.
Condena China el acuerdo
China condenó “firmemente” el acuerdo e instó a Washington a acatar el principio de una sola China y cesar “de inmediato” sus acciones que “socavan la paz y la estabilidad” en la región.
“Esto no va salvar a la independencia taiwanesa del trágico destino que le espera; sólo va a incrementar el peligro de guerra en el estrecho de Taiwán”, sostuvo el vocero del ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun.
Arremetió contra los “intentos de Estados Unidos de ayudar a estas fuerzas independentistas”; de igual manera, sentenció que “les va a salir el tiro por la culata porque utilizar Taiwán para contener a China jamás tendrá éxito”.