Alfredo Jalife-Rahme
▲ China ha superado a Washington como la primera Armada de combate en el mundo.Foto Ap
El almirante estadunidense Alfred Thayer Mahan se dio a conocer en el siglo 19 con su célebre libro La influencia del poder marítimo en la historia, 1660-1783 (https://bit.ly/3KSOib7), que inspiró en la irradiación del poder naval de Estados Unidos en Asia –concepto adoptado curiosamente por China– para el control de las rutas comerciales en el Pacífico y su proyección de poder global, como lo había hecho Gran Bretaña frente a la otrora “Armada invencible” española de Felipe II.
Con pompa y circunstancia, el presidente Trump anunció una nueva clase de buques de guerra armados nuclearmente con instrumentos láser y misiles hipersónicos (que EU aún no consigue probar con éxito). De los 25 buques de guerra planeados, uno, el USS Defiant, iniciará su construcción hasta 2030 (https://bit.ly/4peK1Nc). The War Zone critica tanto su masivo tonelaje, entre 30 mil y 40 mil toneladas, como su costo individual, entre 15 mil y 20 mil millones de dólares estadunidenses (https://bit.ly/4sbE3zr).
Tom Sharpe, ex oficial de la Armada británica, comenta en The Telegraph que el plan de la “flota dorada” es “temerario, pero parece como un próximo desastre” cuando “tres esquemas consecutivos de buques de guerra en la superficie de la Armada de EU han colapsado” y se pregunta si éste será el cuarto, después de haber expuesto que China ha superado a EU con la mayor Armada en el mundo en números de embarcaciones de combate: China, 370 y EU, 296 (https://bit.ly/49ee15U).
Mark Cancian, coronel de marina retirado, hoy prominente asesor del think tank CSIS, arguye que el “acorazado de la flota dorada nunca zarpará” ya que “una administración futura cancelará el programa antes de que la primera embarcación llegue al mar (https://bit.ly/3L4OUukx).
Ni Rusia (https://on.rt.com/di20) ni China (https://bit.ly/3Lamuz0) se impresionaron por lo que definen como un accionar mercadológico de Trump: concuerdan en que, amén de su costo colosal, la flota dorada de Trump no está diseñada para la guerra moderna cuando hoy la competencia bélica se ha trasladado al espacio.
Hay que tener mucho cuidado con los rankings sesgados que dependen de su criterio definitorio. A mi juicio, sin caer en las trampas taxonómicas de los interesados autores, hoy existe un empate prácticamente técnico en los mares entre las tres superpotencias EU/Rusia/China, con excepción de la jerarquía de los portaviones de EU que se han vuelto muy vulnerables a los ataques asimétricos de los misiles hipersónicos, como demostraron los guerrilleros de Ansaralá/hutíes yemenitas en el mar Rojo. En el rubro de los portaviones, que no se sabría decir si en la época moderna constituyen una ventaja o un lastre debido a su vulnerabilidad como fácil objetivo, EU detenta 11 portaviones nucleares; China tres (ninguno nuclear); y Rusia uno solo (no nuclear).
A nivel marítimo, en el rubro de los submarinos, los rankings también son “subjetivos” y se pudiera aducir que EU y Rusia pueden hacerse daño mutuamente, sin subestimar la jerarquía de los submarinos portadores de misiles balísticos para la disuasión nuclear, como la clase Ohio de EU con 20 misiles Trident y Rusia con la clase Borei, con 16 misiles Bulava. Si uno se enfoca al tamaño, del total de submarinos, EU ostenta 70, en su mayoría nucleares, seguido por Rusia, con 63 y China con 61. No es tan grande la diferencia.
Más allá de la posesión de EU de sus submarinos clase Virginia (con 40 misiles Tomahawk) y de Rusia con su clase Yasen M, con misiles hipersónicos Zircon (que EU no posee) y sus misiles crucero Kalibr/ Oniks, el Kremlin dio un zarpazo reciente con su nuevo submarino Khabarovsk, capaz de transportar el dron nuclear Poseidon (https://on.rt.com/dfzg), conocido como el “misil del Día del Juicio Final”, con la miniaturización de su reactor nuclear (https://bit.ly/49v1lZyx),
Fuera de los portaviones de EU, muy vulnerables, China dejó atrás a Washington como la primera Armada de combate en el mundo, mientras el reciente submarino nuclear Khabarovsk de Rusia también ha superado a los otrora invencibles submarinos nucleares del tío Sam.
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Putin: Ucrania no tiene prisa por finalizar conflicto de forma pacífica
Reuters
27 de diciembre de 2025 14:27
Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que Rusia veía que Kiev no tenía prisa por poner fin al conflicto ucraniano por medios pacíficos, informó este sábado la agencia de noticias Interfax.
Putin señaló que si Ucrania no quería resolver el conflicto por medios pacíficos, Rusia lograría todos los objetivos de su "operación militar especial" por la fuerza, informó la agencia estatal rusa de noticias TASS.
A primera hora de este sábado, en respuesta al vasto ataque ruso nocturno con drones y misiles, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, indicó que Rusia estaba demostrando su deseo de continuar la guerra, mientras que Kiev quería la paz. La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una petición de comentarios sobre las declaraciones de Putin.
El Kremlin anunció antes que el presidente ruso, que inspeccionó uno de los puestos de mando de las fuerzas armadas rusas, recibió informes del jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, y de comandantes de los grupos "Centro" y "Este" de las fuerzas rusas.
Los mandos rusos comunicaron a Putin que las fuerzas de Moscú fueron capturadas en las localidades de Myrnohrad, Rodynske y Artemivka, en la región ucraniana de Donetsk, así como Huliaipole y Stepnohirsk, en la región de Zaporiyia, informaron el Kremlin y las agencias rusas en Telegram.
El ejército ucraniano detalló en su reporte periódico del campo de batalla de que sus fuerzas rechazaron los intentos rusos de avanzar en las inmediaciones de Myrnohrad y Huliaipole.
Rusia lanza drones y misiles contra Kiev previo a reunión entre Trump y Zelensky
Foto Ap /Archivo Foto autor
Afp
27 de diciembre de 2025 11:06
Kiev. En vísperas de la reunión en Florida entre Donald Trump y Volodymir Zelensky, Rusia lanzó un nuevo ataque con drones y misiles contra Kiev este sábado, que dejó dos muertos y a cientos de miles sin luz ni calefacción.
La alerta antiaérea estuvo activada durante horas después de unas fuertes explosiones ocurridas durante la noche, constataron reporteros de la AFP.
La capital fue blanco de 519 drones y 40 misiles, de los que 474 y 29, respectivamente, fueron abatidos, según la aviación ucrania.
Uno de los proyectiles incendió un edificio de viviendas, causando un muerto y 28 heridos, de acuerdo con el alcalde, Vitali Klitschko. Otra persona perdió la vida en una zona periférica de la capital.
La primera ministra, Yulia Sviridenko, agregó que cerca de 600 mil hogares se quedaron sin electricidad.
El ataque se produjo la víspera de la reunión prevista en Florida entre el presidente norteamericano Donald Trump y su homólogo Volodymir Zelensky, en la que hablarán del plan promovido por Estados Unidos para poner fin al conflicto, que en febrero cumplirá cuatro años.
Zelensky dijo este sábado antes de partir para la cita que el último ataque ruso sobre Kiev demuestra que Moscú "no quiere poner fin a la guerra".
Los rusos "buscan cualquier excusa para causar a Ucrania un sufrimiento mayor, e incrementar la presión", añadió el mandatario.
El ejército ruso dijo haber apuntado a instalaciones militares y a infraestructuras energéticas "usadas en beneficio de las Fuerzas Armadas de Ucrania".
Antes del encuentro del domingo con Trump, Zelensky se reunirá con el primer ministro Mark Carney durante una escala en Canadá, y hablará también desde allí por vía telemática con varios líderes europeos.
Un plan actualizado
El plan más reciente de Washington es una propuesta de 20 puntos que congelaría la línea del frente en las posiciones actuales, pero abriría la puerta a que Ucrania retire sus tropas del este, donde podrían crearse zonas tampón desmilitarizadas, explicó Zelensky a la prensa al inicio de esta semana.
Zelensky indicó que hay desacuerdos entre Kiev y Washington sobre la región oriental del Donbás, controlada en su mayor parte por Rusia.
Estados Unidos presiona a Ucrania para que se retire del 20% de territorio que controla en la región de Donetsk, integrante del Donbás, principal exigencia territorial de Rusia.
El plan actualizado de Washington también propone un control conjunto estadunidense-ucraniano-ruso de la central de Zaporiyia, la mayor planta atómica de Europa, que Rusia tomó durante la invasión.
Zelensky afirmó que sólo se podrá ceder territorio si el pueblo ucraniano lo aprueba en referéndum.
Ucrania obtuvo concesiones respecto al anterior plan en 28 puntos presentado por los norteamericanos, considerado muy sesgado en favor de los intereses rusos.
De esta forma decayó la exigencia de que Kiev renuncie expresamente a su aspiración de ingresar en la OTAN, así como la posibilidad de que Washington reconociera de facto como rusos los territorios ocupados desde 2014, el año de la anexión de la península de Crimea.
El plan incluye una serie de acuerdos bilaterales entre Estados Unidos y Ucrania sobre garantías de seguridad, reconstrucción y economía, así como un fuerte apoyo económico europeo.
Moscú criticó esta nueva versión, acusando a Kiev de querer "torpedear" las negociaciones.
Rusia considera una línea roja la pretensión ucraniana de seguir aspirando a la OTAN, y se opone al despliegue de fuerzas de paz internacionales para vigilar un futuro alto el fuego, uno de los puntos previstos en el plan.
El mandatario estadounidense, mientras tanto, aguarda su huésped.
"Él (Zelensky) no tiene nada hasta que yo lo apruebe", dijo Trump al medio estadunidense digital Político sobre las negociaciones.
"Así que veremos con qué llega", afirmó, y agregó: "Creo que saldrá bien con él. Creo que irá bien con (el presidente ruso Vladimir) Putin".
Tras la partida de Zelensky a Estados Unidos, estalló un nuevo escándalo de corrupción en Ucrania. La agencia anticorrupción (NABU) acusó a varios diputados de aceptar sobornos a cambio de sus votos en el Parlamento, y anunció que intentó allanar varias oficinas, pero se lo impidieron las fuerzas de seguridad.
La presidencia ucraniana ya se vio desestabilizada en noviembre por un gran escándalo de corrupción relacionado con la malversación de casi 100 millones de dólares en el sector energético.
El jefe de gabinete de Zelensky, Andrii Yermak, hasta entonces principal negociador con Washingo, tuvo que dimitir.
