Alfredo Jalife-Rahme
▲ Los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y China, Xi Jinping, en la base aérea de Gimhae, durante su primera reunión en seis años, el pasado 30 de octubre.Foto Afp
En la fase de transición caótica –del fenecido orden mundial unipolar de la globalización financierista al incipiente nuevo orden multipolar/policéntrico–, el debate de las ideas también se ha trasladado: del balcanizador Choque de las civilizaciones y la reconfiguración del nuevo orden mundial de 1996 (¡con prólogo de Brzezinski, durante la presidencia unipolar de Bill Clinton!), del tóxico Samuel Huntington (bit.ly/43zzggD), ex apparátchik del Departamento de Estado, al Diálogo de civilizaciones, emitido en 2000 (sic) como alternativa, por el ex presidente iraní reformista Mohammad Khatami (bit.ly/3JHiZzg), el cual hoy es impulsado por China.
Sale sobrando diagnosticar que el monopolio propagandístico de los globalistas neoliberales aniquiló la seductora propuesta de Khatami.
A posteriori del fallido G-2 de Trump con China –“No hubo G-2 de Trump con China: medita el nuevo orden tripolar con Putin y Xi. Sombra del Khabarovsk de Rusia (bit.ly/47oy9Cz)”, y Disuasión estratégica ( deterrence): ¿No habrá tercera guerra mundial gracias al misil Burevestnik y al dron Poseidón? (bit.ly/4oSaMXN).
El muy influyente Fyodor Lukyanov aduce en Russia Today, dos días después de la cumbre disfuncional de Trump y Xi, que “conforme Estados Unidos y China colisionan, otras civilizaciones (¡megasic!) se preparan a tomar su propio camino”, cuando “la era de la afable globalización finiquitó y regresan las civilizaciones (bit.ly/3LlaqdX)”.
Lukyanov es el editor en jefe de Rusia en los Asuntos Globales, jefe del presidium del Consejo de Política Exterior y de Defensa, y director de Investigaciones del think tank Club Valdai (bit.ly/4onjWMa). Él arguye que el dominante “orden liberal inició su resquebrajamiento mucho antes de que Donald Trump ingresara a la Casa Blanca, pero su arribo hizo que la ruptura fuera visible e irreversible”. No especifica si se trata de Trump 1.0 o de Trump 2.0.
Ahora “el péndulo se balanceó atrás hacia la identidad, diferencia y autoasertividad civilizatoria”. ¡Ni más ni menos que la pluralidad biosférica antimaniquea!
Recomienda que el trumpismo, guste o disguste, “es la realidad (¡megasic!) que cada uno debe considerar en sus estrategias”. Deduz-co que los países pueden fenecer si no se saben ajustar, o si apuestan mal, a la nueva realidad estratégica del nuevo orden multipolar global.
Más allá de su abordaje casi sicoanalítico sobre la personalidad teatral de Trump, que contrasta con el más sobrio y prudente Xi, Lukyanov arguye en forma persuasiva que “Pekín, o bien ya alcanzó la paridad con Washington o pronto lo hará. Lo que la convierte en el principal rival geopolítico de Estados Unidos” cuando “culturalmente (¡megasic!) las dos superpotencias no podrían ser más diferentes”.
Juzga que “el futuro de las relaciones de Estados Unidos y China seguirá un ritmo similar a los negociadores comerciales: presión, pausa, acuerdo parcial, ruptura y repetición.Cada parte pondrá a prueba cuánto daño puede amenazar sin caer en el desastre”.
Prosigue que “esta no es una nueva guerra fría. Es algo más fluido, más impredecible.El mundo actual no es bipolar, es un sistema en el que otros actores importantes desde Rusia e India hasta coaliciones regionales de Medio-Oriente, Eurasia y América Latina se harán notar”, pero define en forma seminal que “el eje central de la transformación es la divergencia entre Estados Unidos y China”.
Agrega que “la variable decisiva no será la ideología, sino la distribución del poder. La identidad civilizatoria añade profundidad a la contienda; la economía y la tecnología le dan urgencia; los estilos de liderazgo determinan el ritmo”.
Concluye que “ha llegado un mundo de actores civilizatorios, a veces cooperando, a me-nudo compitiendo. Y la relación entre Estados Unidos y China definirá sus contornos más que cualquier otro factor”. ¿Y dónde quedó Rusia?
Me llama la atención que Lukyanov reduzca el epílogo del nuevo orden mundial al choque de Estados Unidos y China, sin tomar en cuenta los alcances de la impactante nueva panoplia de armas indetectables de Rusia.
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El OIEA cuestiona plan de Trump para reactivar pruebas de armas nucleares
Personal militar estadunidense se reúne cerca de los cazas F/A-18 Hornet mientras esperan la llegada del presidente estadunidense Donald Trump a la base naval de Yokosuka, al sur de Tokio, el martes 28 de octubre de 2025. Foto Ap Foto autor
Sputnik
04 de noviembre de 2025 20:00
Moscú. El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, declaró que el plan del presidente Donald Trump, para reanudar los ensayos de armas nucleares "debilita la paz y la seguridad internacional".
"Esto debilita la paz y la seguridad internacional, es una manifestación de una enfermedad profunda", declaró el funcionario al canal televisivo francés LCI, al comentar los planes nucleares del líder estadunidense.
A finales de octubre, Trump ordenó a su Departamento de Guerra que reanude de inmediato las pruebas de las armas nucleares, lo que supondría una violación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (TPCE).
Grossi llamó a defender el régimen de no proliferación nuclear y dar nuevamente a la ONU un papel en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.
Este martes, las fuerzas nucleares estadunidenses anunciaron que lanzarán el miércoles un misil balístico intercontinental Minuteman III con capacidad nuclear.
Desde el Consejo de Seguridad Nacional de Rusia advirtieron que el plan nuclear de Trump afecta la estabilidad estratégica en el mundo.
“Violaciones al alto el fuego deben parar”: ONU
Afp, Europa Press y Sputnik
Periódico La Jornada Miércoles 5 de noviembre de 2025, p. 29
Doha. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, denunció ayer las “continuas violaciones” del alto el fuego en la franja de Gaza, impuesto por el presidente Donald Trump.
“Deben parar y todas las partes deben cumplir las decisiones de la primera parte del acuerdo de paz”, señaló Guterres desde Qatar, antes de resaltar que “no hay que olvidar la necesidad de establecer un camino político creíble para poner fin a la ocupación, materializar el derecho del pueblo palestino a la autodeterminación y avanzar hacia una solución de dos Estados que permita a israelíes y palestinos vivir con paz y seguridad.”
Qatar pidió a la comunidad internacional “redoblar los esfuerzos” para apoyar a la población palestina a “recuperarse de la devastación” causada por la ofensiva israelí, durante la apertura de la Segunda Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social, que se celebra en Qatar, informó la cadena de televisión catarí Al Jazeera.
Reino Unido afirmó que “no hay excusa” que justifique retener en almacenes la ayuda humanitaria para Gaza, cuando Israel se ha comprometido al plan de Trump, al calificar la reticencia de las autoridades israelíes a facilitar la llegada de ayuda de “injusta”.
Nicolás Maduro se pronuncia
Venezuela hizo un llamado a los firmantes del acuerdo de paz en Gaza, a hacer cumplir el documento ante los ataques de Tel Aviv contra Palestina.
“Yo me atrevo a hacer (….) un llamado a los firmantes del Acuerdo de Egipto, al presidente (...) Trump, (...) al Sisi, (…) Erdogan, al emir de Qatar (...), a todos los firmantes y garantes del Acuerdo de Egipto ¿qué pasó? ¿por qué (…) (el primer ministro israelí, Benjamin) Netanyahu puede seguir bombardeando y ahora probando armas especiales para destruir los últimos edificios que quedan en Palestina?”, expresó el presidente Nicolás Maduro en su programa semanal.
El canciller de Irán, Abbas Araghchi, arremetió contra la ganadora del Premio Nobel de la Paz, la figura de la oposición venezolana, María Corina Machado, por su apoyo a Israel y lo calificó de una “herramienta política”, informó Al Jazeera.
