Destacó los avances sociales logrados en México y el reconocimiento sin precedente de que gozan hoy las mujeres y los pueblos indígenas en el país, y reivindicó los principios nodales de la política exterior mexicana, como el rechazo categórico al embargo económico impuesto a Cuba.
Por otra parte, en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G-20, De la Fuente reiteró el respaldo de México a la ONU, sin dejar de lado la necesidad de una profunda reforma a la estructura, mandatos y funcionamiento del organismo internacional más importante del mundo. El canciller señaló como impostergable revitalizar la Asamblea General y el Consejo de Seguridad a fin de asegurar “estructuras de gobernanza global más inclusivas y efectivas para enfrentar retos comunes como la justicia social, el medio ambiente y la estabilidad regional”.
Estos posicionamientos contrastan con la insistencia estadunidense en dinamitar el multilateralismo y sustituirlo por un gobierno global imperial en el que ya ni siquiera se incluye, como antaño, a sus socios occidentales. El problema rebasa la frivolidad y la puerilidad del presidente Donald Trump, quien ocupó buena parte de su tiempo al frente a sus colegas para denunciar un sabotaje imaginario por problemas técnicos tan insignificantes como el apagón de una escalera eléctrica o el mal funcionamiento de un teleprompter (aparentemente ocasionados por su propio equipo), y para dar rienda suelta a sus delirios narcisistas con afirmaciones como la de que “todo mundo cree” que debería dársele un Premio Nobel de la Paz por cada una de las siete guerras que piensa haber detenido.
Los exabruptos del magnate quedarían en anécdotas que dan material a los comediantes si no fueran acompañadas de una agenda muy concreta de imposición del unilateralismo, que va desde los aranceles con que Trump ha puesto de cabeza el comercio global hasta la obsesión por borrar cualquier elemento progresista de las instituciones y los discursos, pasando por la continuidad del belicismo y el abuso sistemático de su poder de veto en el seno del Consejo de Seguridad para mantener la impunidad de Israel, mientras éste perpetra un genocidio contra el pueblo palestino.
En este aspecto, más que resolver guerras, Trump es el primer responsable de que un día sí y otro también Tel Aviv masacre a hombres, mujeres y niños cuya única culpa es interponerse en el plan sionista de hacerse con todo el territorio de la Palestina histórica.
Si la ONU es hoy por hoy el organismo ine-ficiente y decorativo que denuncia el mandatario estadunidense es, en buena parte, por los deliberados esfuerzos de Washington por reducirla a esa condición a fin de que no le estorbe en las actividades neocoloniales que lleva a cabo en buena parte del mundo. La solución, por supuesto, no es seguirla debilitando ni renunciar al multilateralismo, sino reformarla y fortalecerla para que cumpla con sus funciones de mantener la paz y la seguridad internacionales con equidad entre los estados, proteger los derechos humanos, distribuir ayuda humanitaria, apoyar el desarrollo sostenible y defender el derecho internacional.
Anatomía de la especie humana: idiotas, estúpidos e imbéciles
Marcos Roitman Rosenmann
Al oír a dirigentes políticos, académicos, deportistas, tertulianos, periodistas, youtubers, o influencers declamar barbaridades, me pregunto: ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Sirva como dato, la denuncia interpuesta por Brigitte Macron, esposa del presidente de Francia, ante un tribunal de Estados Unidos contra la comentarista en redes Candace Owens, quien la imputa de transexual. En su defensa, aportará fotografías de sus embarazos y pruebas biológicas que acreditan su sexo (sic). El caso no dejaría de ser anécdota, si no fuese por los millones de comentarios en las redes sociales, afirmando la condición transexual de Brigitte.
Las redes se inundan de bulos, noticias falsas, dando credibilidad a relatos variopintos. Donald Trump es un especialista en fabricarlas. En campaña presidencial, sostuvo que los inmigrantes haitianos en Springfield se alimentaban de las mascotas de sus habitantes. “No comas mascotas, vota republicano”, rezaba la publicidad. Tampoco debe sorprender su afirmación relacionando la ingesta de paracetamol durante el embarazo y la aparición del autismo. Sin embargo, para una parte destacada de la población resultan verosímiles.
Hoy, causa dolor escuchar a dirigentes israelíes negar el genocidio, señalando que las imágenes de los niños asesinados en Gaza son producidas mediante inteligencia artificial y recreadas por actores de Hamas. El solo enunciado es canalla. Pero sirve al movimiento sionista y sus aliados internacionales para justificar la expulsión y/o exterminio de la población palestina de Gaza y Cisjordania. Tras de sí, la propuesta de construir un resort turístico, un centro financiero, explotar los recursos naturales y rentabilizar la reconstrucción urbanística. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Estamos gobernados por negacionistas del cambio climático, genocidas, antivacunas, acosadores sexuales, defraudadores, mentirosos, racistas, pederastas, xenófobos y sicópatas. Sin embargo, a pesar de sus desatinos, cuentan con millones de seguidores. Se les venera, se les vota y se les defiende. En conjunto, constituyen una nueva categoría social donde cohabitan idiotas, estúpidos e imbéciles. Quienes gobiernan, los instrumentalizan y alientan para ejercer un poder sin contrapesos. Carlo Cipolla, historiador italiano, apuntilla: “no resulta difícil comprender de qué manera el poder político, económico o burocrático aumenta el potencial nocivo de una persona estúpida”.
Son comportamientos sociales. Por consiguiente, la definición no alude a la naturaleza biológica de conductas innatas. Para el premio Nobel y etólogo Karl Lorenz, serían conductas adquiridas durante el proceso de socialización. En este sentido, H. Gerth y Wright Mills proponen la categoría del otro generalizado, como anclaje para definir la estructura síquica de la persona. Unión de sentimientos, emociones, propósitos, roles y gestos al interior de condiciones histórico-sociales, lo cual hace posible que idiotas, estúpidos e imbéciles acaben configurando un sujeto cuya peculiaridad consiste en reproducir un ser mediocre.
Ahora se trata de unir las tres categorías. Imbéciles, estúpidos e idiotas sociales, y sacar conclusiones. Pino Aprile, autor del ensayo “Nuevo elogio del imbécil” (2025), establece cinco principios que explican la reproducción social del imbécil. Veamos: i) la evolución prefiere un tonto vivo a un listo muerto, para darnos la vida, exige a cambio el cerebro; ii) el hombre moderno vive para volverse imbécil; iii) la inteligencia trabaja en beneficio de la imbecilidad y contribuye a expandirla; iv) la imbecilidad sólo puede aumentar; y v) cuando los hombres se juntan se vuelven tontos. Por su parte, Carlo Cipolla, en Allegro ma non troppo (1988), en el apartado las leyes fundamentales de la estupidez humana, alerta sobre el riesgo de infravalorar el número de estúpidos que habitan el planeta. Para visualizar su importancia, sintetizó su aparición en cinco leyes. Acá las enunciamos: 1) siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circula por el mundo; 2) la probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona; 3) ley de oro. Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra persona sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí o incluso obteniendo un perjuicio; 4) las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error; y 5) la persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado. Sólo nos falta el idiota social. Su definición, proveniente de la Grecia antigua, se refiere a las personas que viven al margen de los asuntos públicos, muestran ignorancia, son indolentes y se refugian en la vida privada. Platón en La republica tuvo claro las consecuencias, para la democracia, de los idiotas sociales: se volvían egocéntricos, indiferentes a las necesidades de la polis, e inconsecuentes, acabando por influir en el conjunto de ciudadanos con “el riesgo de ser gobernados por quienes menos deseamos”.
En conclusión, el Homo sapiens sapiens pierde facultades; la más sobresaliente, su capacidad de pensar. Por consiguiente, la conciencia y el juicio crítico sufren un bloqueo y la estructura síquica acaba por instalar una conducta que une en una persona al idiota, el estúpido e imbécil, cuyas consecuencias para la humanidad son imprevisibles. La extinción de la especie se proyecta en el horizonte. ¿Estamos a tiempo de evitarlo?, y ¿cómo hemos llegado hasta aquí?
“Mi país es un Guernica y pido ayuda”: presidente de Haití ante la ONU
El mandatario de Bolivia reprocha “la amenaza de muerte” que ejerce la política exterior de EU sobre AL
▲ El mandatario de Haití, Laurent Saint-Cyr (arriba), y el de Bolivia, Luis Arce, durante sus alocuciones en la Asamblea General de Naciones Unidas.Foto Ap
Afp, Europa Press, Sputnik y Xinhua
Periódico La Jornada Viernes 26 de septiembre de 2025, p. 27
Nueva York., El presidente de Haití, Laurent Saint-Cyr, declaró ayer que el suyo es “un país en guerra” devastado por la violencia de las pandillas, durante su discurso en la 80 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), y pidió nuevamente mayor apoyo de la comunidad internacional.
El líder haitiano describió a su nación como “un Guernica moderno, una tragedia humana a las puertas de Estados Unidos, ¡a sólo cuatro horas de vuelo de aquí! Cada día, vidas inocentes se extinguen por las balas, el fuego y el miedo. Barrios enteros desaparecen, obligando a más de un millón de personas al exilio interior y destruyendo recuerdos, inversiones e infraestructuras vitales”.
En un intento por frenar la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó en 2023 la creación de la Misión Multinacional de Seguridad liderada por Kenia, para asistir a la desbordada policía local, pero la misión sólo desplegó a mil de los 2 mil 500 efectivos previstos.
Por otro lado, el mandatario de Bolivia, Luis Arce, denunció en su intervención en la referida cita multinacional que Estados Unidos pretende que América Latina sea “un dique de contención” para la construcción de un mundo multipolar y mantener así su hegemonía; alertó del riesgo de una tercera guerra mundial si la organización no reacciona a tiempo en los conflictos internacionales.
Advirtió que la región enfrenta “una amenaza de muerte” por el interés del gobierno de Donald Trump en controlar los recursos estratégicos de Venezuela, entre otros países, y acusó a la Casa Blanca de impulsar una estrategia de militarización y sanciones contra naciones del continente. Señaló el despliegue militar estadunidense en el Caribe y el recrudecimiento de medidas unilaterales contra Venezuela y Cuba, como parte de un “nuevo colonialismo”.
Asimismo, durante su participación en la Semana de Alto Nivel en el marco de la Asamblea General de la ONU, el presidente de Chile, Gabriel Boric, defendió el multilateralismo como “la mejor vía para resolver los actuales conflictos”, y añadió que una reforma de la ONU permitiría “modernizar su estructura para mejorar su eficiencia. Sólo así lograremos contar con un organismo que aporte a construir un mundo con más seguridad, estabilidad y paz”, subrayó.
Llama Guterres a un control de la IA en materia de armas
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó, en una reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20 celebrada también en el contexto de la Asamblea General, que restablecer la confianza en las alianzas internacionales es una de las prioridades de la comunidad mundial.
Guterres destacó que, basado en la Carta de la ONU que manda promover “la solución pacífica de los conflictos y la protección de los civiles”, las tecnologías emergentes en materia de guerra deben mantenerse bajo un control humano significativo, y que las reglas deben ser formuladas por todos, especialmente por los países en desarrollo.