Atacan las FDI campamento de expulsados y una escuela
▲ Un grupo de dolientes reza en el hospital Al-Shifa, en Gaza, junto a los cuerpos de víctimas de un ataque de Israel contra la escuela Mustafa Hafez, donde se refugian palestinos desplazados por la guerra.Foto Afp
Ap, Europa Press, Sputnik, Xinhua y Reuters
Periódico La Jornada Viernes 4 de julio de 2025, p. 20
Tel Aviv., Israel intensificó ayer su campaña militar sobre Gaza, en vísperas de las conversaciones entre las partes para un alto el fuego, y mató a más de 118 palestinos, de los cuales 51 esperaban ayuda humanitaria, con lo que suman más de 300 los abatidos en sólo 48 horas.
El ejército de ocupación israelí cometió 26 matanzas contra civiles palestinos en la franja de Gaza, ataques que dejaron un saldo de cientos de heridos y desaparecidos. Los sucesivos crímenes de Tel Aviv confirman la continua aplicación de su política de asesinatos deliberados, genocidio y limpieza étnica, informó la oficina de prensa del gobierno del enclave, que acusó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de bombardear y matar a civiles hambrientos que buscaban comida.
Al menos 15 personas fueron asesinadas a causa de los embates aéreos contra tiendas de campaña instaladas en Muwasi, zona donde había desplazados; en una ofensiva aparte contra la escuela Mustafa Hafez de la ciudad de Gaza, que servía de refugio, se informó de 15 víctimas mortales, dio a conocer Mahmoud Basal, vocero de la defensa civil de Gaza.
Las FDI afirmaron en un comunicado que atacaron a un militante clave de Hamas que operaba en el plantel y dijo lamentar cualquier daño a individuos no involucrados, reportó The Guardian; de igual manera, anunció que su fuerza aérea atacó aproximadamente 150 objetivos terroristas en toda Gaza.
El movimiento de resistencia islámica advirtió a los habitantes de la franja de Gaza no mantener contactos, trabajar ni dar apoyo a la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos e Israel, tras advertir que en sus centros de distribución de alimentos están en riesgo de muerte.
Cientos de palestinos huyeron de una sección del campo de refugiados de Tulkarem, en Cisjordania reocupada, luego de recibir avisos de demolición israelíes, y se unieron a decenas de miles de personas desplazadas por la ofensiva militar indefinida en la zona.
La nueva orden de demolición afecta a unas 104 construcciones, y al menos 400 familias que perdieron sus hogares, indicó Faisal Salama, un funcionario local del campamento; además, aseguró que un total de mil familias fueron desplazadas por recientes decretos de demolición. Tel Aviv no hizo comentarios sobre esta orden.
Mientras, 112 periodistas de la BBC firmaron una carta en la que denunciaron sesgos y racismo contra los palestinos en la cobertura del conflicto en el enclave costero de la televisión pública británica.
Muchos hemos percibido de primera mano (que el medio está) paralizado por el miedo a ser percibido como crítico con el gobierno israelí, sostuvo la epístola, que puso como ejemplo la decisión de la cadena de no transmitir el documental Gaza, médicos bajo ataque la semana pasada, porque, de acuerdo con un comunicado emitido por la BBC, se corría el riesgo de crear una percepción de parcialidad sobre las partes.
Las decisiones editoriales de la BBC parecen cada vez más desconectadas de la realidad. Nos hemos visto obligados a concluir que se están tomando decisiones para cumplir con una agenda política, en lugar de servir a las necesidades de la audiencia, expuso el documento que firmaron trabajadores que conservaron el anonimato; asimismo, un portavoz de la BBC que citó The Guardian dijo que la televisora está plenamente dedicada a cubrir la guerra de Gaza imparcialmente.
Denuncian abusos de contratistas de EU en la zona
Ap Periódico La Jornada
Viernes 4 de julio de 2025, p. 20
Beerseba. Contratistas estadunidenses que custodian sitios de distribución de ayuda en Gaza están utilizando municiones de combate y granadas aturdidoras contra palestinos hambrientos que se agolpan en busca de comida, según relatos y videos obtenidos por The Associated Press (Ap).
Dos contratistas de Estados Unidos que hablaron con Ap bajo condición de anonimato porque estaban revelando operaciones internas de sus empleadores, dijeron que les preocupan lo que consideran prácticas peligrosas e irresponsables. Indicaron que el personal de seguridad contratado a menudo no está calificado, sus antecedentes no fueron verificados, está fuertemente armado y parece tener licencia para hacer lo que quiera.
Comentaron que sus colegas lanzaban regularmente granadas aturdidoras y gas lacrimógeno hacia donde estaban los palestinos. Un contratista indicó que se disparaba en todas direcciones: al aire, al suelo y, en ocasiones, hacia los palestinos, y recordaron al menos una ocasión en la que pensaron que alguien había sido herido. Hay personas inocentes que están siendo heridas grave e innecesariamente, expresó el contratista.
Indicó que personal estadunidense vigila a todas las personas que vienen a buscar comida y registra a cualquiera que considere sospechoso. Dijo que comparten dicha información con el ejército israelí.
Videos proporcionados por uno de los contratistas y tomados en los sitios de reparto muestran a cientos de palestinos apiñados entre puertas de metal, forcejeando para obtener ayuda en medio del sonido de balas, granadas aturdidoras y el escozor del gas lacrimógeno. Otros videos incluyen conversaciones entre hombres de habla inglesa que dialogan sobre cómo dispersar multitudes y se alientan mutuamente tras disparar ráfagas.
Los testimonios de los contratistas –aunados a los videos, informes internos y mensajes de texto obtenidos por Ap– ofrecen una extraña visión interna de la Fundación Humanitaria de Gaza (FHG), organización secreta estadunidense de reciente creación respaldada por Israel para alimentar a la población de la franja de Gaza.
Los periodistas no han accedido a los sitios de la GHF, ubicados en zonas controladas por el ejército israelí. Ap no ha podido verificar de manera independiente las historias de los contratistas.
Más de 2 millones de palestinos en Gaza están viviendo una catástrofe humanitaria. Desde que Hamas atacó a Israel, el 7 de octubre de 2023, este último desató una guerra de 21 meses en la que ha bombardeado y sitiado la franja, dejando a muchos civiles al borde de la hambruna, según expertos en seguridad alimentaria.
Durante dos meses y medio antes de la inauguración de GHF, en mayo, Israel bloqueó toda entrada de alimentos, agua y medicinas a Gaza, alegando que Hamas estaba robando los víveres transportados mediante un sistema coordinado por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Ahora quiere que GHF remplace ese sistema. La ONU argumenta que sus operaciones de ayuda en Gaza no involucran a guardias armados.
GHF es una organización estadunidense registrada en Delaware y establecida en febrero para distribuir ayuda humanitaria durante la crisis humanitaria en Gaza.
Palestinos afirman que desde que los sitios de FHG comenzaron a operar, hace más de un mes, militares israelíes abren fuego casi todos los días hacia las multitudes en las carreteras que conducen a los puntos de distribución. Varios cientos de personas han sido asesinadas y cientos más heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza y testigos. Nota completa en @lajornadaonline https://bit.ly/404AS02
El triunfo legislativo de Trump: regalo a ricos, robo a pobres y ataque a migrantes
▲ El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, festeja con los legisladores republicanos.Foto Ap
Jim Cason y David Brooks Corresponsales
Periódico La Jornada Viernes 4 de julio de 2025, p. 15
Washington y Nueva York., Donald Trump se anotó el primer gran triunfo legislativo de su presidencia con la aprobación del Congreso a una iniciativa de ley con históricos recortes de programas de salud y alimentación para los pobres para trasladar miles de millones a los más ricos de Estados Unidos, así como la duplicación de fondos para la persecución de inmigrantes.
Coreando USA, USA al contarse los votos finales necesarios para la aprobación de la ley, la mayoría republicana festejó en la cámara baja como si fuera un encuentro deportivo, mientras críticos deploraban lo que algunos califican como el mayor traslado de riqueza de los pobres y los trabajadores a los más ricos en la historia del país.
Trump promulgará el proyecto de ley Grande y Hermoso hoy en la Casa Blanca como parte de los festejos del Día de la Independencia, informó su vocera. Con su característica humildad, Trump declaró ayer estamos celebrando la promulgación del proyecto de ley más grande de su tipo, y que convertirá a este país en un cohete espacial. Sin embargo, hay un debate sobre el destino de este cohete.
Trump promueve esta legislación como una iniciativa que reducirá impuestos para todos y detonará el crecimiento económico como nunca antes. Pero un análisis de la no partidista Oficina del Presupuesto del Congreso (CBO) detalla las consecuencias graves de esta legislación, incluyendo la pérdida de un seguro de salud para por lo menos 17 millones de pobres (sobre todo los que dependen del programa de salud para los más necesitados, Medicaid), extensas clausuras de hospitales y asilos para ancianos, y la pérdida de asistencia para alimentación para tal vez un millón de menores de edad, así como un incremento de la pobreza en casi todos los estados del país.
El Center for Budget and Policy Priorities concluye que estos recortes en programas de bienestar social son los más extensos en la historia de Estados Unidos.
Los recortes tendrán un impacto devastador sobre todo en zonas rurales del país que ;son parte clave de las bases electorales del mandatario. Sin embargo, igual como lo ha hecho con otros asuntos, el gobierno de Trump busca distraer la atención de estas consecuencias al emplear de nuevo la maniobra ya usual de colocar el enfoque en ese enemigo extranjero que al parecer está detrás de todos los problemas nacionales: los inmigrantes.
La cosa que llevará a este país a la bancarrota más que cualquier otra política es inundar al país con inmigración ilegal y después darle a estos migrantes beneficios generosos, escribió el vicepresidente J.D. Vance en redes sociales al explicar por qué era urgente la aprobación de este proyecto de ley. “Todo lo demás –-la evaluación de la CBO, el cálculo apropiado, los detalles sobre Medicaid– es inmaterial comparado con el dinero para el ICE (la agencia federal de control migratorio y aduanas) y las provisiones para aplicación de medidas migratorias”.
Vance se refiere a las medidas incluidas en esta legislación para contratar 18 mil agentes más para el ICE y la agencia de Aduanas y Control Fronterizo (CBP), decenas de miles de millones más para ampliar el muro fronterizo, miles de millones para dedicarlos a las detenciones y deportaciones, así como incrementar la militarización de la frontera con México.
La legislación también incluye un nuevo impuesto de uno por ciento a las remesas.
El mayor obstáculo para lograr la aprobación de este megaproyecto de ley de casi mil cuartillas era la preocupación de algunos republicanos sobre el impacto de esta iniciativa en el déficit federal. Varios estudios no partidistas han concluido que esta legislación elevará el déficit federal de manera dramática entre 3.3 y 4 billones de dólares, impulsado por un partido que tradicionalmente se definía como fiscalmente conservador. La Casa Blanca disputa estas conclusiones, argumentando que el supuesto auge económico eliminará los déficits a largo plazo.
Ya que con esta legislación el gobierno federal recibirá menos ingresos de impuestos, esta iniciativa requiere los recortes extraordinarios en los programas federales de salud en casi todos los estados de la unión. Eso implica que, por ejemplo, 267 mil personas perderán su seguro médico en Luisiana –estado que representa el actual presidente de la cámara baja, el republicano Mike Johnson– junto con otros 265 mil en Missouri y más de un millón en Texas, todos estados republicanos.
Pero aun así se busca usar a los inmigrantes como la razón. El Gran y Hermoso Proyecto de Ley expulsa a 1.4 millones de indocumentados del Medicaid, escribió el senador republicano Eric Schmitt. Por demasiado tiempo, los estadunidenses han estado pagando el bienestar de personas que no deberían de estar en nuestro país. Con eso intenta convencer a sus bases de que la legislación no afectará a ciudadanos, sólo a indocumentados.
Según el análisis de la CBO, sólo 1.2 millones de los 12 millones que perderán su seguro de Medicaid son inmigrantes, y una mayoría de ellos reside en el país legalmente. El presidente, a pesar de los hechos, sencillamente afirma falsamente que esta ley no implicará recortes de Medicaid para los estadunidenses.
¿El dinero a dónde va?
El Yale Budget Lab, un grupo de investigadores no partidistas en la universidad de donde egresó el vicepresidente, reportó esta semana que esta legislación reducirá los ingresos de 20 por ciento de la población más pobre mientras el 20 por ciento más rico tendrá un aumento de aproximadamente 5 mil 700 dólares al año.
Mas de 30 legisladores demócratas progresistas se han comprometido a realizar mítines en distritos republicanos frente hospitales y asilos que serán clausurados por los efectos de esta legislación. No puedo apoyar un proyecto de ley que priva de atención médica a las familias trabajadoras mientras les extiende cheques a multimillonarios y al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, declaró el diputado federal Jesús Chuy García.
El senador Bernie Sanders condenó una legislación que 'representa el traslado de riqueza más grande de la clase trabajadora a los obscenamente ricos en la historia de Estados Unidos. Declaró que en el país más rico del mundo no se debe retirar comida de las bocas de niños con hambre para que multimillonarios puedan conseguir otra reducción de impuestos.
La gran y hermosa concentración de riqueza
El Congreso de Estados Unidos aprobó ayer una versión modificada de la gran y hermosa ley impulsada por el presidente Donald Trump, un paquete de medidas cuyos temas centrales son el recorte de impuestos, la introducción de restricciones que en la práctica dejarán sin seguro médico a casi 12 millones de personas y la asignación de recursos virtualmente ilimitados a la guerra del mandatario contra los migrantes que le resultan no gratos, incluidos aquellos en situación regular.
La nueva legislación, aprobada a marchas forzadas para que Trump la use como pieza propagandística en las celebraciones del 4 de julio, provocará una caída dramática en la calidad y la esperanza de vida de los ciudadanos de ingresos medios y bajos. La mayoría de los estadunidenses deberá afrontar pagos en concepto de medicina privada, alimentación, mitigación ambiental y educación por sumas muy superiores a las que ahorrará con los recortes fiscales. El costo no sólo es humano, sino social: la pérdida de horas productivas debido a enfermedades curables repercute en toda la economía, las muertes prematuras reducen la mano de obra y la base consumidora, las personas con obesidad, diabetes y otros males que resultan de la ignorancia y la dificultad de acceder a una alimentación saludable cuestan miles de millones a la economía. Los costos prohibitivos de la educación superior privan a las empresas de los empleados capaces de impulsar la innovación y liderar las transiciones tecnológicas. Los desastres ambientales ocasionados por el cambio climático y el libertinaje de las industrias contaminantes reducen la disponibilidad de aguas y suelos para la agricultura y otras actividades productivas.
De acuerdo con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, el proyecto fiscal liberará todo el potencial de la economía estadunidense y mejorará la vida de personas en todos los niveles de ingresos. Sin embargo, todos los datos desmienten la idea de que reducir impuestos libera el potencial de la economía. Por el contrario, en su medio siglo de vida las políticas neoliberales han tenido como saldo un crecimiento del PIB muy por debajo del alcanzado en la posguerra con altos gravámenes a la riqueza y políticas de bienestar que hoy se denuncian como radicales o comunistas. Lo que es peor, además de crecer menos, la riqueza se reparte peor: en 1982, sólo había 13 estadunidenses con fortunas superiores a los mil millones de dólares, pero en 2024 ya había 15 individuos de ese país que acaparan más de 100 mil millones de dólares cada uno.
La cifra es tan absurda que resulta casi imposible de asimilar para el ciudadano común, pero un dato que puede ayudar a dimensionarla es que una persona con ingresos anuales de 100 mil dólares (casi dos millones de pesos, considerado el piso para pertenecer a la clase media en grandes urbes como Nueva York o Los Ángeles) necesitaría un millón de años para ganar esa cantidad, 20 mil vidas laborales de 50 años.
Sólo de 2023 a 2024, el número de estadunidenses que amasan más de mil millones de dólares pasó de 751 a 835, no por una bonanza generalizada, sino por el fenómeno que constituye el corazón mismo del neoliberalismo: la transferencia de riqueza de la base a la punta de la pirámide social. Desde 1978, los salarios de los directores ejecutivos (CEO) se han disparado mil 89 por ciento, mientras los salarios de los empleados medios apenas han subido 24 por ciento, una diferencia de 45 veces en el ritmo de los incrementos. En el primero de esos años, la brecha entre el sueldo de los CEO y el trabajador medio de sus respectivas empresas oscilaba entre 15 y 23 veces, pero en la actualidad la diferencia se mueve en un promedio de 330 veces, con picos de hasta 10 mil veces.
Uno de los ejemplos más escandalosos es el de Brian Niccol, director de Starbucks, quien gana en cada hora (incluyendo las que pasa dormido, de fin de semana y vacaciones) 10 mil 958 dólares, 608 veces más que los 18 dólares pagados por la compañía a sus baristas. No es casualidad que este proceso de concentración del capital coincida con los recortes de impuestos a los ricos iniciados por el ex presidente Ronald Reagan y mantenidos o profundizados por todos sus sucesores, sin distingo partidista.
Dado que los recortes en rubros como salud, educación, ayudas alimentarias y medio ambiente no compensan ni de lejos los aumentos presupuestales al establecimiento de un Estado policiaco y al gasto militar, la hermosa ley se traducirá de manera inevitable en un incremento del déficit público de al menos 3 millones de millones de dólares durante la próxima década. Es un equívoco creer que el problema atañe nada más a Estados Unidos. El crecimiento desbocado del déficit público, así como el previsible aumento en la deuda de los hogares por el desmantelamiento de programas sociales, amenazan con desembocar en una crisis global de una profundidad y duración potencialmente mayores a todo lo visto hasta ahora. No debe olvidarse que, en tanto poseedor de la moneda de reserva mundial y del control sobre el sistema financiero de casi todo el planeta, Washington tiene, y usa, la capacidad de externalizar el costo de su deuda al resto del mundo.