Reuters
02 de abril de 2025 21:59
Washington. El nivel de aprobación del presidente Donald Trump cayó a 43 por ciento, el más bajo desde su regreso al cargo, ya que los estadounidenses se disgustaron con sus medidas arancelarias y el manejo de su administración de la información sobre un ataque militar en Yemen, mostró una encuesta de Reuters/Ipsos.
El sondeo que se aplicó por tres días y que se cerró el miércoles, mostró que la aprobación del desempeño de Trump como presidente bajó 2 puntos porcentuales desde una encuesta realizada entre el 21 y el 23 de marzo y 4 puntos por debajo de la aprobación de 47 por ciento que tenía poco después de asumir el cargo el 20 de enero.
Trump registró su índice de aprobación más alto en su primer mandato, un 49 por ciento, poco después de tomar posesión en enero de 2017. Su índice más bajo en su primer mandato fue de 33 por ciento en diciembre de 2017. Su aprobación general sigue siendo mayor que durante la mayor parte de su primer mandato.
El demócrata Joe Biden, predecesor de Trump en la Casa Blanca, obtuvo su índice más bajo, un 35 por ciento, justo antes de las elecciones presidenciales del pasado noviembre.
Afecta su gestión de la economía
Los encuestados dieron a Trump malas notas por su gestión de la economía, que el 37 por ciento aprobó, y el 30 por ciento aprobó su trabajo para hacer frente al alto costo de la vida, un tema que también persiguió a Biden.
Alrededor de la mitad de los encuestados –el 52 por ciento– se mostró de acuerdo con la afirmación de que el aumento de los aranceles sobre los automóviles y sus piezas, parte del nuevo impulso arancelario que Trump desvelaba el miércoles, perjudicará a las personas cercanas a ellos, y casi la misma proporción dijo que el aumento de los aranceles haría más daño que bien.
Alrededor de un tercio de los estadounidenses -en su mayoría del Partido Republicano de Trump- dijeron que no estaban de acuerdo con las afirmaciones de que los gravámenes harían daño.
Trump ha organizado un torbellino de cambios políticos desde que asumió el cargo, despidiendo a casi 200 mil trabajadores federales y alterando antiguas normas diplomáticas estadounidenses. Sus políticas arancelarias han asustado a los inversores, provocando una venta masiva de acciones ante la preocupación de que puedan desencadenar una recesión.
También critican el manejo en temas de seguridad exterior
Los encuestados también criticaron el manejo de secretos militares por parte de la administración Trump, tras la revelación la semana pasada de que altos mandos discutieron planes para un ataque contra militantes en Yemen en la aplicación de mensajería comercial Signal y compartieron inadvertidamente planes anticipados con un periodista.
Alrededor de 74 por ciento de los encuestados en el sondeo de Reuters/Ipsos -incluyendo el 91 por ciento de los demócratas y el 55 por ciento de los republicanos- dijo que fue imprudente discutir los planes de ataque de esa manera, frente al 22 por ciento que dijo que fue un descuido inofensivo. Otro 70 por ciento se mostró de acuerdo con la afirmación de que Trump debería aceptar su responsabilidad en el asunto.
Solo el 34 por ciento de los encuestados en el sondeo aprobaron la gestión de Trump en política exterior, por debajo del 37 por ciento de la encuesta de Reuters/Ipsos del 21 al 23 de marzo. Un 48 por ciento aprobó la gestión de Trump en materia de inmigración.
La última encuesta de Reuters/Ipsos, que se realizó en línea y en todo el país, consultó a mil 486 adultos estadounidenses y tuvo un margen de error de unos 3 puntos porcentuales.
La conversión de Zapata en héroe
Felipe Ávila
Todas las revoluciones han creado mitos para fortalecer su legitimidad. En el caso de la Revolución Mexicana, el régimen de los ganadores forjó la historia oficial, con el fin de consolidar el poder del nuevo Estado, darle legitimidad y garantizar un mejor ejercicio de su dominación mediante una visión unificada de la historia, que tendría en la Revolución su momento fundacional.
En esa visión, cuya construcción comenzó en los años 20 mediante la literatura, la pintura, el periodismo, los discursos y celebraciones cívicas, así como por la labor pedagógica de construcción de una identidad nacional a través de los libros de texto, las corrientes revolucionarias fueron presentadas como parte del mismo proyecto; sus diferencias fueron borradas, a pesar de que varias fueron enemigas y se enfrentaron entre sí, como Zapata y Madero; Carranza y Obregón; Villa y Carranza y Obregón, o de Obregón y Carranza. El objetivo de los gobiernos posrevolucionarios fue lograr un consenso ideológico a partir de la historia oficial. Por ella, se interiorizarían creencias que fortalecerían la cohesión social y darían legitimidad a las instituciones.
Los constructores del Estado posrevolucionario crearon el mito de la Revolución, con un gran panteón de héroes que habrían luchado por la causa: una sociedad moderna, más justa, democrática, menos desigual y orgullosa de su pasado. En ese panteón cabían todos: los hermanos Flores Magón, Madero, Villa, Zapata, Carranza, Obregón, Calles y Cárdenas, personajes que encarnarían los míticos ideales revolucionarios.
El Estado posrevolucionario trató de usar la figura de Zapata, el símbolo del agrarismo, para ese fin. Su muerte, el 10 de abril de 1919, fue festejada por la prensa oficialista, que desde 1911, había elaborado la leyenda negra de Zapata como el Atila del Sur, enemigo de la civilización. A su asesino, Jesús Guajardo, se le rindieron honores de héroe y se le ascendió. Hasta entonces, ante la opinión pública nacional se había presentado a Zapata y a sus seguidores como horda de delincuentes, robavacas y criminales. Sus enemigos los habían denigrado y estigmatizado.
Tras su asesinato, los líderes sonorenses, los triunfadores de la Revolución, construyeron su legitimidad, presentándose como quienes continuaron y profundizaron el proyecto de Madero y le dieron contenido social a la Revolución a través del pacto social del nuevo Estado con los sectores populares. La figura de Zapata les era particularmente útil. Por tanto, la imagen negativa de Zapata, se fue transformando y adquiriendo valores positivos. De bandolero intransigente se convirtió en el apóstol del agrarismo, y adquirió el estatus de uno de los padres fundadores del México moderno. No fue fácil hacer esa conversión, puesto que en vida había combatido a Madero y al constitucionalismo y había sido asesinado por enviados de Carranza. No obstante, ningún personaje de la Revolución encarnaba mejor que él su contenido social. Así, destacaron los aspectos de su biografía que les convenían y ocultaron otros. La muerte trágica de Zapata, a traición, facilitó esa conversión.
Los gobiernos posrevolucionarios construyeron su legitimidad a través de un discurso y una ideología preñados de contenidos relacionados con la Revolución, así como con políticas públicas que pretendían cumplir con las demandas populares. Basaron su legitimidad en el reparto agrario, en las reformas laborales, en el control político de los grupos sociales, en la cooptación de algunos de sus líderes y en el manejo ideológico de los héroes de la Revolución. La apropiación del Estado de los principales caudillos y la construcción de figuras épicas moldeadas a su conveniencia fue una etapa importante de ese proceso. Por ello, los aniversarios luctuosos de Zapata, cuyos restos enterrados en el cementerio de Cuautla congregaban cada 10 de abril a sus partidarios más fieles, pronto tuvieron la visita de funcionarios del más alto nivel. Obregón buscó el apoyo de los grupos campesinos y le dio mayor importancia a la reforma agraria que Carranza. Paralelamente, ofreció puestos políticos y militares a algunos de los principales líderes zapatistas sobrevivientes y obtuvo el apoyo del Partido Nacional Agrarista, fundado por Antonio Díaz Soto y Gama, uno de los ideólogos más importantes del zapatismo.
Sin embargo, los mayores resultados para forjar la ideología de la Revolución se dieron vía la educación, con la gran obra dirigida por José Vasconcelos desde la Secretaría de Educación Pública, que tuvo uno de sus pilares en los grandes muralistas, quienes pintaron en edificios y escuelas el gran fresco de la Revolución Mexicana, como epopeya en que campesinos y trabajadores se lanzaron a conquistar su destino para construir una sociedad más justa y alcanzar su libertad.
El gobierno de Lázaro Cárdenas fue la cúspide de la Revolución. Realizó la más amplia reforma y promovió la unificación de las organizaciones campesinas en una sola central, la Confederación Nacional Campesina, cuyo lema, de manera significativa, fue Tierra y Libertad.
Van a programas prioritarios $1.8 billones en 2026: SHCP
▲ Adultos mayores en la fila para cobrar su pensión del bienestar.Foto Cristina Rodríguez
Dora Villanueva
Periódico La Jornada Jueves 3 de abril de 2025, p. 19
Los proyectos prioritarios de la actual administración contarán con al menos un billón 878 mil 831.1 millones de pesos el próximo año, con el incremento más importantes en el rubro de programas sociales, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
En los Precriterios 2026, la dependencia estima que el gasto total del próximo año alcance 9 billones 304 mil 850 millones de pesos, una reducción de 2.7 por ciento respecto a lo estimado para este 2025, mientras se mantiene el objetivo de reducir el déficit público.
Independientemente de los recortes al gasto, Hacienda proyecta que uno de cada cinco pesos irán a los proyectos prioritarios, entre los que destacan las transferencias monetarias impulsadas durante la pasada administración.
En conjunto se espera que los recursos para proyectos prioritarios aumenten 3.8 por ciento, apenas por encima del avance de la inflación que, de acuerdo con Hacienda, cerrará este 2025 en 3.5 por ciento.
Como resultado, en términos reales, es decir, contando su valor adquisitivo, los recursos destinados a programas prioritarios habrán crecido 0.3 puntos porcentuales.
Esta administración continuará con una gestión eficiente del gasto público, priorizando proyectos de alto impacto económico y social, y asegurando que el déficit público se reduzca gradualmente, fortaleciendo la confianza en la política fiscal del país, reportó Hacienda en los Precriterios del próximo año.
La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores, la operación y mantenimiento de las centrales generadoras de energía eléctrica y las provisiones para el desarrollo de trenes de pasajeros y de carga, en conjunto rebasan un tercio de los recursos destinados a todos los programas prioritarios.
Sólo la primera –el programa social más extendido y que figura un ingreso básico universal para los adultos mayores del país– absorberá 502 mil 916 millones de pesos, más de una cuarta parte de los recursos previstos para proyectos prioritarios y 5.4 por ciento de todo el presupuesto del próximo año.
Más allá de las prioridades para 2026, Hacienda está proyectando una ampliación de 21 mil 400 millones de pesos este año en los recursos destinados a programas sociales y proyectos de inversión con impacto directo en el bienestar de la población y el desarrollo económico regional.
Hacienda parte de que este 2025 gastará en total 9 billones 233 mil 416.9 millones de pesos y esa es la base sobre la cuál se pretende reducir el gasto el próximo año. El objetivo es bajar el déficit público de 3.2 a 3.5 por ciento del PIB y el presupuestario a 2.7 por ciento.
De ahí que Hacienda anticipa una disminución del gasto respecto a 2025, con impactos en el costo financiero de la deuda, las participaciones a entidades federativas y municipios y los adeudos de ejercicios fiscales anteriores, que en conjunto disminuirán en 179 mil 500 millones de pesos.
Esta disminución no comprometerá las prioridades del gasto social, ni afectará la provisión de servicios públicos, el cumplimiento de obligaciones legales o contractuales, ni los proyectos estratégicos que contribuyen al bienestar de la población y al desarrollo económico del país, aseguró.
