Ap
29 de marzo de 2025 12:24
Sioux Falls, SD. Mientras la entonces gobernadora Kristi Noem recorría el país —haciendo campaña por el presidente Donald Trump y aumentando su perfil político más allá de su estado natal— se negó a revelar cuánto le costaron sus extensos viajes a los contribuyentes.
En las semanas transcurridas desde que Noem se convirtió en secretaria de Seguridad Nacional de Trump , ese misterio se ha resuelto: Dakota del Sur pagó repetidamente los gastos relacionados con su campaña viajera.
Un análisis de Associated Press de los registros de viajes publicados recientemente reveló más de 150 mil dólares en gastos relacionados con la actividad política y personal de Noem, y no con negocios en Dakota del Sur. Esto incluyó numerosos viajes a Palm Beach, Florida, donde Trump residió antes de retomar el cargo.
La mayoría de esos costos cubrieron la seguridad proporcionada por el estado que acompañó a Noem, independientemente del motivo de su viaje. Durante sus seis años como gobernadora, según el análisis de AP, Dakota del Sur cubrió más de $640 mil en gastos de viaje de la oficina del gobernador.
Los gastos incluyen $7 mil 555 en pasajes de avión para un viaje de seis días a París, donde pronunció un discurso en una reunión de derecha, los costos asociados con una cacería de osos en Canadá con su sobrina y una gira de presentación de libros que incluyó una parada en Nueva York. Otros $2 mil 200 se debieron a un polémico viaje el año pasado a Houston para un tratamiento dental que mostró en Instagram.
Solapadores de la barbarie
Antonio Gershenson
En cinco días más, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) cumplirá años, y no tenemos señales de que los países fundadores vayan a promover, en absoluto, la paz mundial. Todo lo contrario, están solapando la barbarie.
¿Alguien recuerda cuáles fueron los principios que justificaron la formación de esa organización?, si pudiesen catalogarse de principios los argumentos por los que hoy existe todavía la OTAN.
Haciendo un recuento, en primer lugar, los principios fundamentales de esta organización fueron la defensa militar en grupo, para disuadir a los países en conflicto de que el camino de la guerra no es lo civilizado y para convencer a los sujetos en pugna de que la negociación y los acuerdos son la vía directa para obtener la paz.
Desde su inicio, se constató que en realidad la OTAN es una agrupación que promueve la agresión colectiva. Su objetivo es que, sin un motivo legítimo, pueda organizar –como lo ha hecho en las últimas décadas– frentes bélicos amenazantes sin el análisis, objetivo y a fondo, de los conflictos entre dos, o más naciones. Se supone que esta organización surgió después de la Segunda Guerra Mundial para salvaguardar el entendimiento entre las naciones en esa área del planeta.
De hecho, si tal intermediación fuese exitosa, no debería ser necesario llegar a la etapa donde los ejércitos preparan sus armas o se obligue a los gobiernos miembros a rearmarse con equipos de última generación, como de hecho lo hace actualmente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El gasto en armamento es dañoso para el presupuesto de cualquier país, y quien sí lo necesita es la población civil. En todo caso, podría destinarse un gasto similar al que se destina a los arsenales para promover la paz mundial.
En otro aspecto, para los países miembros e invitados o simpatizantes, la defensa de la soberanía ya ha perdido significado, y lo afirmamos porque dicho valor social y político universal, es defendido por muy pocos gobiernos de esa agrupación. Sin embargo, están listos para catalogar de terroristas, comunistas, fundamentalistas, etcétera, a aquellos que no coinciden con sus acciones, especialmente a quienes son progresistas.
Las acciones que llevan a cabo los gobiernos integrantes de la OTAN han estado experimentando con la guerra de Ucrania en contra de Rusia, sin recato alguno. Tampoco han intervenido para que ambos países lleguen pacíficamente a un acuerdo. Con este ejemplo y otros más es como han puesto en evidencia los verdaderos motivos por los cuales existe todavía esa nefasta organización. Y ni qué decir de la defensa de la tan manoseada democracia. Más bien, este principio de civilidad les estorba más que nunca, especialmente, al gobierno de Estados Unidos.
Evidentemente, lo que les importa son los derechos, pero únicamente los propios como miembros del conglomerado. Es decir, el derecho a declararle la guerra –o no– a quienes les estorbe para seguir reproduciendo el modelo neoliberal.
El estado de derecho y, por supuesto, la paz mundial han perdido totalmente su validez ante las actuales bravuconadas de la OTAN. En realidad, y así lo han demostrado, lo que les importa es el negocio de la fabricación de armamento y mantener a raya a sus enemigos imaginarios por conveniencia.
Los 14 artículos que forman los estatutos de la OTAN inician de la siguiente forma:
Las partes de este tratado reafirman su fe en los propósitos y principios de la Carta de Naciones Unidas y su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y todos los gobiernos.
Decididos a salvaguardar la libertad, la herencia común y la civilización de sus pueblos, basados en los principios de la democracia, las libertades individuales y el imperio de la ley. Deseosos de promover la estabilidad y el bienestar en la zona del Atlántico Norte. Resueltos a unir sus esfuerzos para la defensa colectiva y la conservación de la paz y la seguridad…
Cuánta razón tuvo el comandante en jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, quien decía: “Es estúpido el poderío militar de la OTAN… sobra porque no se usaría ni puede usarse; harían falta decenas de planetas como la Tierra. Sólo sirve para demostrar el derroche y el caos engendrados por el capitalismo”.
El comandante Castro se preguntó para qué existe la OTAN, y seguramente seguiría preguntándoselo en la actualidad.
De acuerdo con cifras de 2010, ¿a quiénes servirán los 5.5 millones de soldados?, ¿cuántas vidas salvarán cada tanque de los 19 mil 845 existentes?, ¿a cuántos soldados les garantizan la integridad física y mental las 57 mil 938 unidades blindadas, de los 6 mil 492 aviones de guerra y 2 mil 482 helicópteros, más 19 portaviones?, ¿cuántos han sido diseñados para evitar el deterioro ambiental, pese a los misiles detonados? ¿Cuánto dinero le ha costado a la población de los países de la organización la construcción de los 156 submarinos, 303 buques de superficie y 5 mil 728 proyectiles nucleares? Todo ese espectacular gasto, ¿es en nombre de la paz mundial?
La paz no la garantiza ningún arsenal como el mencionado, pero sí lo hará el acceso de la población a la salud, la educación, al trabajo digno y bien remunerado; a la cultura del deporte no comercializado.
Nos hacen falta más organizaciones que fomenten la creatividad útil a la sociedad, así como el derecho a vivir en un ambiente menos contaminado, con la certidumbre de que estamos en el camino correcto para salir de la barbarie, sin la pesadilla de recurrir a las guerras para garantizar la paz.
(Colaboró Ruxi Mendieta) antonio.gershenson@gmail.com
Brasil podría ser proveedor mundial de alimentos ante aranceles de Trump
Xinhua
29 de marzo de 2025 18:11
Sao Paulo. Brasil, la mayor economía sudamericana, está en condiciones en el corto plazo de ocupar espacios en la provisión mundial de alimentos, como soya, algodón y carnes, en caso de tener que ser el reemplazante en las cadenas de suministros de productos estadounidenses ante las nuevas políticas del presidente Donald Trump, opinan expertos brasileños.
En entrevista con Xinhua, el profesor de Economía de la Universidad de Campinas, Antonio Diegues, afirmó que Brasil tiene oportunidades de mostrarse como un proveedor seguro y confiable que "vienen del hecho de que tenemos una súper cosecha y el hecho de que Estados Unidos lanzó una guerra comercial global y algunos países han buscado reducir la dependencia de importaciones de 'commodities'" estadunidenses.
Sin embargo, señaló que esto podría concretarse siempre y cuando se mantenga el equilibrio geopolítico para no sumarse a la guerra comercial planteada por el presidente estadounidense y, en el plano interno, se mejoren cuestiones como la infraestructura para permitir una aceleración en la exportación de granos a los mercados internacionales.
El experto explicó que el espacio se abre para la nación sudamericana gracias a que "no es un país que tiene alineamiento automático con ningún otro país, buscando soberanía y relación externa pragmática y no en ideología como Estados Unidos ha impulsado desde siempre y ahora más explícitamente".
"Un país como Brasil puede beneficiarse al estar fuera de la disputa y de los obstáculos planteados por
Brasil tiene a China desde 2009 como su principal socio comercial, seguido por Estados Unidos, con quien también compite en la producción de "commodities", sobre todo soya y algodón.
En coincidencia, el exdiplomático Luiz Augusto de Castro Neves, presidente del Centro Empresarial Brasil China (CEBC), probablemente "habrá un nicho de mercado" para Brasil si se concretan las medidas proteccionistas de Estados Unidos, pero es importante que Brasil tenga la visión de tener un aumento de productividad no solo regido por el escenario global.
Por su parte, el empresario ruralista Bartolomeu Braz, director de la Asociación de Productores de Soja (Aprosoja), admitió que, aunque el país sudamericano tiene capacidad para ocupar lugares que dejan otros productores de alimentos, los "obstáculos en logística" dificultan "cumplir la meta y tornarse el mayor exportador de alimentos del mundo".
Brasil fue afectado recientemente por el arancel del 25 por ciento a la compra de acero y aluminio importado, impuesto por Estados Unidos.
El ingeniero agrónomo del Instituto del Arroz del estado de Rio Grande do Sul, Ivo Mello, reafirmó que el país posee las condiciones para colocarse como el "player" global de la producción y exportación de alimentos gracias a que "invirtió mucho a lo largo de décadas en tecnología adaptada de otros países y otros mercados para que pudiera producir en igualdad de condiciones de suelo y clima".
"Pocos países en el mundo tienen áreas de conservación como un activo para la agricultura brasileña. Es una excelente oportunidad para que Brasil pueda consolidarse, pero sería mejor agregar valor, procesar la soya", recomendó.
Según el ingeniero agrónomo, Brasil logró con tecnologías centenarias de irrigación en el sur del país desarrollar un grano de calidad superior al de Estados Unidos.
Brasil es actualmente el mayor exportador mundial de soya, de maíz, de café, de azúcar, de jugo de naranja, de carne bovina y de carne de pollo.