jueves, 10 de noviembre de 2022

EU anuncia plan para ayudar a países en desarrollo a dejar los combustibles fósiles.

COP27  Funcionará al menos hasta 2030
La OIEA promueve el uso de la energía nuclear // Naciones de Europa desbloquearán fondos para apoyar en catástrofes por el cambio climático
▲ Protesta contra el uso de combustibles fósiles, ayer en la COP27.Foto Ap
Reuters, Afp, Sputnik y Xinhua  Periódico La Jornada
Jueves 10 de noviembre de 2022, p. 33
Sharm el Sheikh. El enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, anunció ayer durante la Conferencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático (COP27) la creación de un plan de compensación de emisiones de carbono para ayudar a los países en desarrollo a dejar de usar combustibles fósiles.
Kerry presentó el llamado Acelerador de la Transición Energética (ETA, por sus siglas en inglés) que tiene como fin financiar proyectos de energía renovable, en colaboración con Bezos Earth Fund y la Fundación Rockefeller, con aportaciones de los sectores público y privado, que funcionará al menos hasta 2030. También participan Bank of America, Microsoft, PepsiCo y Standard Chartered Bank, y mencionó que Chile y Nigeria están entre los países en desarrollo interesados en el proyecto.
Nuestra intención es poner el mercado del carbono a trabajar para desplegar el capital que acelere la transición de la energía sucia a la limpia, apuntó Kerry.
Reconoció que en la COP27 han sido criticados los programas de compensación voluntaria de emisiones de carbono, con el argumento de que socavan el objetivo de la ONU de que la comunidad internacional, y especialmente las naciones más industrializadas, reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) inauguró una inédita exposición en la COP27 para exponer las ventajas de la energía nuclear en el combate al calentamiento global.
Partidarios de la energía nuclear, entre ellos políticos y activistas, argumentaron que la energía atómica ofrece una forma segura y rentable de descarbonizar al mundo. La creciente preocupación por el rápido ritmo del cambio climático y la escasez de suministro eléctrico han flexibilizado la opinión de algunas autoridades sobre la energía nuclear, industria que se ha visto en dificultades para encontrar inversionistas, sobre todo a raíz de la fusión de la planta de Fukushima, Japón, en 2011.
Alemania, Irlanda, Dinamarca y Bélgica se comprometieron en la COP27 a desbloquear fondos destinados a cubrir los daños y pérdidas causados por el cambio climático en los países más vulnerables como como sequías e inundaciones.
Dinamarca anunció que desbloqueará 13 millones de euros y Alemania anunció una contribución de 170 millones de euros como parte de la iniciativa Global Shield, destinada a financiar a naciones en desarrollo. A su vez, Irlanda prometió 10 millones de euros al proyecto y Austria aportará otros 50 millones.
Harjeet Singh, de la red de ONG Climate Action Network, destacó que estas ayudas no deben desviar la atención de la creación de un mecanismo que permita desbloquear fondos en cuanto un país sufra un desastre climático.
Rachel Cleetus, de la Unión de Científicos Comprometidos, dijo que lo que se necesita es un compromiso general de los países ricos de compensar a las naciones en desarrollo por las crisis climáticas que padecen.
El premier de Cuba, Manuel Marrero, instó a los países más desarrollados a cumplir sus compromisos hacia las naciones vulnerables. La COP27 ha puesto a dialogar a los países sobre cambio climático, pero es vital que los más desarrollados cumplan sus compromisos, en particular la meta de proveer 100 mil millones de dólares anuales para apoyar los esfuerzos del Sur, prevista para 2020 y hoy está incumplida, tuiteó.
Los países afectados por catástrofes provocadas por el cambio climático podrán congelar automáticamente, hasta por dos años, los pagos de la deuda según los nuevos planes presentados por la Asociación Internacional de Mercados de Capitales (ICMA), que establece las normas del mercado de bonos.
La ICMA introdujo ayer nuevas cláusulas de deuda resistente al clima (CDRC) que los países pueden incluir en los bonos del Estado que venden para obtener dinero en los mercados internacionales de capitales.
La iniciativa fue planteada por un grupo de trabajo convocado por Reino Unido en el que participaron los gobiernos del G-7, así como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los principales bancos, empresas de inversión y abogados de Estados Unidos y Europa.

Señales alentadoras en materia económica
A contrapelo de discursos apocalípticos y de la necedad de algunos sectores de la oposición política y mediática de equiparar el programa del gobierno federal con proyectos de construcción del socialismo, el hombre más rico del país auguró a los jóvenes un México boyante, con crecimiento sostenido, con muchas oportunidades de generación de empleo y actividades económicas.
Para Carlos Slim, esto será posible gracias a la tendencia del nearshoring, es decir, la restructuración de las cadenas globales de suministro a fin de acercar los puntos de producción y de consumo, en este caso debido tanto a las lecciones dejadas por la pandemia como a la creciente animosidad de Estados Unidos hacia China. También contribuirán el buen estado de las finanzas públicas, que están sanas y van a continuar así hasta el fin de este gobierno, así como la reactivación de la producción petrolera, una noticia positiva para la estabilidad del erario. El dueño de Grupo Carso no está solo en su optimismo: la presidenta del banco español Santander, Ana Botín, calificó a México de uno de los países más atractivos para invertir, donde hay una oportunidad muy importante para los próximos años y las condiciones para inyectar capital son inmejorables.
Estas apreciaciones encuentran correspondencia con las cifras más recientes presentadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las cuales muestran un crecimiento del producto interno bruto de 1.03 por ciento en el tercer trimestre de este año, que se traduce en una variación anual de 4.26 por ciento. También van en línea con el reporte sobre el empleo formal presentado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) esta semana, en el que se da cuenta de que octubre ha sido el mes con mayor creación de puestos de trabajo desde que se lleva registro, y con el informe del Inegi en torno al consumo, cuyo avance ya lo sitúa por encima de los niveles previos a la emergencia sanitaria. Es cierto, para millones de hogares y empresas todavía no se hallan superados los estragos económicos que trajo consigo la irrupción del covid-19 hace más de dos años y medio, pero estos datos resultan sumamente alentadores tanto en sí mismos como por romper, hasta ahora, la maldición de que cuando la economía de Estados Unidos se ralentiza, la nuestra sufre de manera amplificada (fenómeno ilustrado con la metáfora de que un catarro al norte del río Bravo se convierte en una neumonía aquí).
Está claro que ni siquiera el empresario más acaudalado de América Latina posee una esfera de cristal, y que acontecimientos imprevisibles podrían alterar en cualquier momento el curso de la economía mundial y nacional. Sin embargo, la confianza del magnate en la estabilidad macroeconómica del país y en las oportunidades para hacer negocios aquí exhibe que quienes se afanan en caracterizar a la Cuarta Transformación como un proyecto antiempresarial, o actúan movidos por el rencor ante la pérdida de los favores gubernamentales de que gozaron en sexenios anteriores, o son presas de una ceguera ideológica que les impide emprender un análisis realista de las perspectivas nacionales.