sábado, 5 de noviembre de 2022

Asalto climático por mar y tierra.

Silvia Ribeiro*
La próxima semana sesiona la 27.ª Conferencia de las Partes (COP27) de la Convención de la ONU sobre cambio climático en Egipto. Hay muchos temas en juego, debido sobre todo al empeoramiento de la crisis climática por la falta de acción por parte de los grandes contaminadores, tanto industrias como gobiernos.
Un tema clave en la COP27 es la creación de un mecanismo que sirva de base para nuevos mercados de carbono, actualmente en discusión bajo el artículo 6.4 del Acuerdo de París (https://tinyurl.com/2p9x5axv). Es un punto que apenas se consolidó en la conferencia anterior (Glasgow, 2021) y avanza vertiginosamente por las enormes presiones corporativas.
Los grandes contaminadores globales no han actuado para reducir realmente sus emisiones, pero sí han estado muy activos en promover conceptos falsos como cero emisiones netas y en crear nuevas fuentes de negocios con la crisis. En ese sentido presionan ahora para que tierras agrícolas, ecosistemas marinos y riesgosas técnicas de geoingeniería para sacar carbono de la atmósfera sean integradas a los mercados de carbono (https://tinyurl.com/369hv9nv).
Cada uno de estos aspectos tiene consecuencias negativas, pero además es sumamente grave insistir en los mercados de carbono. Con un par décadas de existencia, está demostrado que no han servido para nada en reducir emisiones. Al contrario, han aumentado notablemente porque los grandes emisores de gases de efecto invernadero (empresas de petróleo, gas, carbón, mineras, agronegocios y otras) han seguido con sus actividades, aumentando sus emisiones mientras pagaban algo a otros para compensarlas, obteniendo créditos de carbono. Por ejemplo con grandes plantaciones de monocultivos de árboles, que lejos de ser naturales, destruyen la biodiversidad y los bosques y expulsan a comunidades indígenas y campesinas. O pagando una miseria a comunidades forestales y luego revendiendo los créditos obtenidos a precios mucho mayores. Ha sido una gigantesca y lucrativa coartada para seguir emitiendo gases de efecto invernadero.
Ahora en la COP27, los grandes contaminadores y especuladores financieros van por mucho más. Es un nuevo asalto a gran escala, ahora buscan que se legitime que suelos agrícolas, praderas, pastizales y ecosistemas marinos sean aceptados como sumideros de carbono para generar créditos de carbono, con lo que las empresas puedan lucrar en los mercados especulativos.
La inclusión de tierras agrícolas en mercados de carbono a través de un mecanismo oficial es un sueño de las empresas de agronegocios y los grandes titanes informáticos. Bayer, Corteva, Syngenta y otras trasnacionales ya promueven programas de carbono conectado a sus plataformas digitales agrícolas. Las empresas digitales serán las que intermedien las formas de medir cambios de carbono en los suelos, algo que está en duda sea realmente posible, pero de todos modos será negocio ( La Jornada 22/09/04 https://tinyurl.com/2p9acybw).
Esos programas de agricultura de carbono van ahora dirigidos a mercados voluntarios. Condonar desde las negociaciones climáticas de ONU que los suelos agrícolas y praderas se consideren generadores de créditos de carbono, hará explotar la cacería de negocios al respecto. Desde contratos tramposos a invadir áreas naturales y expulsar campesinos e indígenas donde lo logren hacer, las consecuencias serán feroces, ya que se trata de poner la tierra de la que dependemos para la alimentación como objeto para la especulación financiera.
Nombran también las trasnacionales su aspiración de avanzar sobre los océanos, para establecer mercados de carbono azules. Por ejemplo, a través de megamonocultivos de algas o de manipular los mares con técnicas de geoingeniería para la absorción de carbono, todas propuestas que conllevan una potencial disrupción de las cadenas alimenticias marinas, afectación negativa de los ecosistemas, desplazamientos a cultivadores de algas y pescadores artesanales, entre otros impactos.
También en el marco de discusión del artículo 6.4 del Acuerdo de París en la COP27, presionan las industrias por la aceptación de técnicas de geoingeniería para una (nunca probada) remoción de carbono de la atmósfera para enterrarlo en tierra u océanos. Se trata de técnicas en grandes plantaciones para bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECSS por sus siglas en inglés), de captura directa de aire con grandes ventiladores y solventes químicos tóxicos, de geoingeniería marina para cambiar la química de los mares y hasta fertilización oceánica, pese a que esta no se permite en el Convenio de Londres sobre vertidos en el mar de la propia ONU. La discusión de la geoingeniería en las negociaciones climáticas ha sido rápida y agresiva, algo que la mayoría de los gobiernos no esperaban. El Grupo ETC y la Fundación Rosa Luxemburgo publicaron esta semana una guía alertando dónde en estas negociaciones aparecen estas propuestas (https://tinyurl.com/369hv9nv).
Otro material útil es el informe sobre falsas soluciones en la COP27 de Amigos de la Tierra internacional (https://tinyurl.com/56n5v6j7).
Urge detener estas nocivas iniciativas que tendrán graves impactos globales en la alimentación, el ambiente y empeorarán el caos climático.
* Investigadora del Grupo ETC

Amplían venezolanos campamento en Ciudad Juárez
▲Foto Afp
Jesús Estrada Y Rubén Villalpando  Corresponsales.
Periódico La Jornada  Sábado 5 de noviembre de 2022, p. 12
En protesta por las detenciones masivas de migrantes en Estados Unidos, el campamento de venezolanos en las inmediaciones del puente internacional Paso del Norte, frente al muro fronterizo en Ciudad Juárez, Chihuahua, aumentó ayer a más de cien casas de campaña.

Italia cierra sus puertos a barcos rescatistas de migrantes
Ap 
El ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi informó sobre nuevas políticas migratorias. Foto Ap
Milán. El nuevo gobierno de Italia adoptó el viernes una medida que formaliza el cierre de sus puertos a los barcos de rescate gestionados por grupos humanitarios, mientras cuatro embarcaciones con más de mil migrantes presionaban para llegar a un puerto seguro.
El ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, dijo a los periodistas que Italia permitiría que un barco alemán de rescate de migrantes llegara a Sicilia para desembarcar a los menores y a quienes tuvieran urgencias médicas, pero afirmó que el barco debía regresar después a aguas internacionales con el resto de los migrantes.
Piantedosi dijo que el Humanity 1, de bandera alemana y con 179 personas a bordo, “forzó la situación al entrar en aguas territoriales”. Pero subrayó la posición de Italia de que es la nación de la bandera de cada barco operado por organizaciones humanitarias la que debe intervenir para proporcionar un puerto seguro, y no Italia.
No se habló del destino de los otros barcos, pero Piantedosi dijo que Francia había indicado que “podría aceptar la posibilidad de desembarcar” el Ocean Viking, de bandera noruega, que lleva 234 personas.
Piantedosi dijo que el Humanity 1 se dirigía al puerto siciliano de Catania, y añadió que sólo se le permitiría permanecer en aguas italianas el tiempo suficiente para desembarcar a los menores y a las personas que necesitaran atención médica.
La medida se produjo después de que Francia y Alemania pidieran al nuevo gobierno de Italia que permitiera la llegada a puerto de más de mil personas rescatadas por grupos humanitarios en el Mediterráneo central, algunas de las cuales llevan más de dos semanas en el mar.
La postura adoptada por el nuevo gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni marca un retorno de las políticas contra las ONG adoptadas por Matteo Salvini -ahora viceprimer ministro- cuando fue ministro del Interior en 2018-2019.