La OMS pide que la conferencia se centre en la salud y culmine con avances
▲ Residentes de Valle Verde, en el estado de Anzoátegui, Venezuela, permanecen entre escombros de casas destruidas tras un alud de tierra provocado por las fuertes lluvias este fin de semana.Foto Afp
Afp, The Independent y Europa Press
Periódico La Jornada Lunes 7 de noviembre de 2022, p. 27
Sharm El Sheij, Egipto., Casi 200 países aprobaron ayer debatir la idea de un fondo de daños y pérdidas por el cambio climático, al inicio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), dominada por la preocupación ante los fenómenos meteorológicos extremos.
Hemos sufrido a lo largo deeste año acontecimientos dolorosos... Todos estos episodios representan una lección que debe ser aprendida, declaró el canciller egipcio, Sameh Shoukry, al inaugurar la conferencia de 13 días en la que participarán 120 jefes de Estado y de gobierno.
La idea de un fondo mundial de daños y pérdidas es una vieja exigencia de los países pobres y en desarrollo. Estados Unidos y otros países ricos no quieren propiciar que otras naciones puedan denunciarlos y exigirles indemnizaciones.
Los países ricos son los que más contribuyen al calentamiento global y el cambio climático, pero son las naciones pobres las que sufren la mayor parte de las consecuencias.
Tras años de forcejeo, los países ricos accedieron a tratar este asunto el año pasado en la COP celebrada en Glasgow, por lo que esta vez es parte de la agenda oficial, y en 2024 deberá tomarse una decisión definitiva.
Recientemente, Pakistán quedó sumergido por inundaciones sin precedente en las que murieron mil 700 personas y casi ocho millones quedaron sin hogar, además de que las pérdidas fueron de 30 mil millones de dólares.
El este de África sufre desde hace cuatro años una sequía que ha provocado hambruna en 18 millones de personas.
Las pérdidas y daños en las regiones más vulnerables de Asia, Latinoamérica, África y Oriente Medio podrían sumar entre 290 mil y 580 mil millones de dólares en 2030, y hasta 1.8 billones de dólares en 2050, según un estudio del centro de análisis Springer Open.
Naciones Unidas quiere que la COP27 sea una conferencia de implementación de acuerdos alcanzados en el pasado que quedaron incumplidos. Entre ellos está un fondo que se aceptó hace unos años, y sigue sin aplicarse, que estipula que los países pobres reciban anualmente 100 mil millones de dólares para facilitar sus medidas de mitigación y adaptación ante el cambio climático, como construcción de diques e inversión en energías renovables.
De los 100 mil millones anuales faltan unos 17 mil millones además de que la gran mayoría de los fondos se otorgó en forma de préstamos, lamentó Shoukry.
Una coalición de 25 gobiernos y fundaciones privadas desembolsaron el año pasado 321 millones de dólares para impulsar la compra de tierras por parte de grupos indígenas, principalmente en América Latina, según un informe de la fundación Ford publicado ayer en la COP27.
Ese monto representa 19 por ciento de un fondo de mil 700 millones de dólares acordado en la conferencia del año pasado.
De los 321 millones de dólares, 39 por ciento fue desembolsado en proyectos de compra de tierras y capacitación legal y técnica de pueblos originarios en América Latina, pero solo 7 por ciento de ese dinero llegó directamente a los indígenas.
Las comunidades locales viven en el epicentro de la crisis climática mundial. Existe una clara evidencia de que sus resultados de mitigación y protección de la naturaleza son muy efectivos, pero sólo reciben una pequeña fracción de la financiación, reconoció Zac Goldsmith, viceministro británico de Desarrollo.
La COP27 analizará qué tanto los países han cumplido su promesa de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Menos de 30 países anunciaron hasta ahora compromisos más exigentes. Las emisiones de CO2 deben bajar en 45 por ciento para 2040, para obtener la meta de limitar a 1.5 grados centígrados el calentamiento global, misma que se fijó en la COP21 de París.
Al ritmo actual, la temperatura global aumentará entre 2.4 grados y 2.8 grados, lo que derretirá los glaciares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió que la conferencia se centre en la salud y concluya con avances en los cuatro objetivos claves de mitigación, adaptación, financiación y colaboración para hacer frente a la crisis climática.
La agencia aseguró que entre 2030 y 2050 se espera que el cambio climático provoque unas 250 mil muertes más al año por malnutrición, malaria, diarrea y estrés térmico, y reclamó la creación de un tratado de no proliferación de combustibles fósiles.
Nuevas formas de desobediencia civil
Sopa arrojada a obras de arte, encuentros deportivos interrumpidos, carreteras bloqueadas son las nuevas acciones de desobediencia civil adoptadas por ambientalistas ante la falta de resultados en el combate al cambio climático.
Integrantes de grupos como Just Stop Oil, en Reino Unido; Ultima Generazione, en Italia, o Dernière Rénovation, en Francia, así como la Red A22, asumen el riesgo de ser criticados por la opinión pública.
Antier en Madrid, dos militantes pegaron sus manos a marcos de pinturas de Goya y pintaron en el pared +1.5ºC en referencia a la meta de calentamiento de la comunidad internacional
En París, militantes de Dernière Rénovation (Última Renovación) bloquearon el tráfico cerca del ministerio francés de Economía mientras en Toulouse sus militantes interrumpieron por 10 minutos un partido de rugby al atarse a las porterías.
En el aeropuerto de Ámsterdam Schiphol, activistas bloquearon tres horas la zona de aterrizaje de aviones privados.
Estamos ante el mayor episodio de sufrimiento e injusticia de la historia de la humanidad y nuestra ventana de oportunidad está a punto de cerrarse, explicó Dernière Rénovation.
Otros ambientalistas no apoyan estas acciones. El clima merece algo mejor que esta caricatura imbécil, dijo el ex candidato presidencial verde de Francia, Yannick Jadot, después de que activistas arrojaron sopa al cuadro de Los Girasoles de Van Gogh, que no causó daños a la obra.
En México aumenta más la temperatura que el promedio mundial
Riesgos en seguridad agroalimentaria
Problemas de sobrexplotación de acuíferos y sequías
▲ Representantes de las naciones en la ceremonia de inauguración de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), en el Centro Internacional de Convenciones de la ciudad de Sharm El-Sheikh, en Egipto. El cónclave finaliza el 18 de noviembre.Foto Ap y Afp
Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada Lunes 7 de noviembre de 2022, p. 6
Los efectos en México del cambio climático provocan riesgos en la seguridad alimentaria ante la caída hasta de 80 por ciento en la producción de maíz, alimento básico de los mexicanos, a fines del siglo, señala Francisco Estrada, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El experto comenta en entrevista que el país puede perder hasta cinco veces el producto interno bruto (PIB) por la reducción en la disponibilidad del agua y los impactos acumulados en biodiversidad, recursos hídricos y otros sectores.
Sumado a ello, debido a su ubicación geográfica, en el país la temperatura aumenta más rápido que el promedio a nivel mundial: se ha elevado 1.69 grados centígrados (a partir del periodo base de 1900 a 1930), contra 1.23 que ha crecido a escala internacional y supera la meta prevista de 1.5 grados en el planeta para evitar mayores daños por el calentamiento global, un incremento vinculado a la actividad humana, resalta.
Las tendencias de cambio de temperatura en zonas del norte del país indican un aumento de seis grados centígrados y en algunas del sur llega a los cinco grados durante un siglo, agrega.
Por ejemplo, en la Ciudad de México se ha elevado en cuatro grados la temperatura, pero tres grados son por el fenómeno de isla de calor y uno por cambio climático. Está previsto que la temperatura anual se pueda elevar en siete grados, lo que sería muy difícil de manejar. Hay que poner atención en las ciudades, a nivel global ahí reside más de la mitad de la población, apunta.
En el límite
El investigador adelanta resultados de un reporte sobre cambio climático y sus impactos en México, elaborado por la UNAM, y advierte que cuando se pone en el contexto de los problemas socioeconómicos y socioambientales, la mala distribución del ingreso, entonces se empieza a ver la gravedad: El cambio climático puede ser la gota que derrame el vaso. Incide en sistemas naturales y humanos, es muy raro que algo no sea afectado, incluso el sistema financiero ya pone atención en ello, agrega.
Tan sólo en la agricultura, los rendimientos en maíz de temporal, del que dependen 20 millones de personas, a mediados de siglo dejará a estados con reducciones de más de 40 por ciento y ahora ya se ve una disminución de cinco a 15 por ciento en rendimientos de este grano. Una producción mínima de una tonelada por hectárea es de autoconsumo, hay 23 estados que tienen rendimientos por arriba de una tonelada por hectárea, a finales de siglo sólo 11 entidades tendrán esas cosechas.
En otros cultivos la situación es similar, subraya. Con esto, la seguridad alimentaria se complica. Recuerda que un estudio de 2006 sobre café tenía un escenario a 2020 con una proyección de pérdidas de 34 por ciento. Los datos reales indican que los rendimientos bajaron en 40 por ciento.
En agua, donde desde hace tiempo hay problemas, hay sobrexplotación de acuíferos. En los sistemas de agua subterránea en 2011 había 168 acuíferos sin disponibilidad, se pasó a 275 en 2020. En las cuencas hidrológicas, las aguas superficiales, de 757 a 104, entre 2014 y 2021, alerta.
Si se consideran biodiversidad, agua, salud y agricultura, los impactos del cambio climático durante este siglo a valor presente pueden llevar a perder hoy entre 0.5 y 5 veces el PIB actual. Además, los efectos no se distribuyen de forma uniforme entre los estados, sectores y la gente.
Añade que el país llega con incertidumbre a la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), que sesiona en Egipto, en medio del contexto internacional de la guerra de Rusia y Ucrania y la crisis económica global, pero con huecos importantes en la información, ya que no hay reportes especiales de uso de suelo, eventos extremos, entre otros.
Además, ya van cuatro años desde que salió la sexta comunicación nacional sobre cambio climático, en la que se plasma el estado del país en todos los sectores, así como su vulnerabilidad. La ciencia del cambio climático cambia muy rápido, advierte.
Auguran futuro sombrío para el agro en Europa por el cambio climático
Riesgo de una profunda crisis alimentaria: Expertos
Armando G.tejeda Corresponsal
Periódico La Jornada Lunes 7 de noviembre de 2022, p. 28
Madrid. Sólo en que va de año se han tenido que sacrificar 27 mil vacas lecheras en España y venderlas en el sector cárnico, pues se ha vuelto insostenible mantenerlas. Era eso o cerrar, como han hecho ya centenares de producciones, explicó Carles Camorera, un ganadero que tiene su explotación en la provincia de Barcelona y augura un futuro muy sombrío por la sequía y el cambio climático.
Europa enfrentará, según expertos y trabajadores del campo, una crisis alimentaria profunda por los cambios de hábito de muchos agricultores y ganaderos del viejo continente, que para sobrevivir a lo que muchos ya definen como una tormenta perfecta han debido transformar sus cultivos ancestrales.
En los campos de cultivo de Andalucía y Valencia, donde antes se cultivaba la naranja ahora prefieren sembrar aguacate porque es más rentable y tiene al menos tres producciones al año.
En muchas tierras de Francia, Italia, España o Portugal, los olivos, que permiten a su vez la producción a gran escala del aceite, están con la soga al cuello. Las olas de calor, la falta de agua y los fenómenos como granizadas súbitas e intensas, han puesto en riesgo una buena parte de su producción, que será de las peores de su historia.
A las gravísimas consecuencias de la sequía y los efectos del cambio climático en la naturaleza, ahora se ha sumado, al menos en Europa, la guerra en Ucrania, que además de encarecer enseres básicos para el sector primario, como los hidrocarburos o los fertilizantes, también provoca desabasto de algunos productos de la canasta básica, en gran medida porque uno de los principales graneros de Europa es Ucrania.
El Centro de Investigaciones de la Comisión Europea publicó recientemente un informe en el que se advierte de los riesgos, cada vez más profundos, que amenazan la sobrevivencia del sector primario a causa de la sequía, la falta de agua y los fenómenos naturales descontrolados.
Estrés hídrico
El informe apunta que los cultivos en España, Portugal, Italia, Francia y Rumania podrían ver reducida su productividad por las consecuencias del estrés hídrico, además alerta que otros cinco países como Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia también corren el riesgo de ser afectados.
El informe da especial relevancia a la situación en la península ibérica, sobre todo porque a lo largo de los últimos años se ha convertido en la región donde el sector primario se cultiva y se explota para su exportación al resto de los países europeos. Y el diagnóstico es demoledor, ya que en la actualidad los reservorios de agua están en niveles que suponen 69 por ciento de la media de los últimos 10 años en regiones del sur como Andalucía, Extremadura y el Algarve portugués.
El informe señala que el estrés hídrico en España y Portugal provoca un contexto favorable para los incendios, además de que que la reducción de las aguas subterráneas ha generado una alteración profunda en la vegetación en el norte de España, en el sur de Italia, en el centro y oeste de Francia, en el centro de Alemania, y en el este de Hungría y Portugal.
En Europa, los campos de cultivo son auténticos reflejos de que el tiempo está cambiando y sus efectos sobre los recursos básicos son cada vez más devastadores.
Según los reportes periódicos del Observatorio Europeo de la Sequía, al menos 64 por ciento del territorio está en situación seca. Esto implica que en cultivos de cereales, pueda experimentarse una caída en su rendimiento hasta de 80 por ciento.
Esto ya ocurre en Francia, España, Rumanía, Portugal, Italia y algunas zonas de Alemania, Polonia, Hungría, Eslovenia y Croacia.
Crisis de biodiversidad
Si hay alguna actividad productiva que dependa directamente del clima y de su variabilidad, esta es sin duda la agricultura, subrayó la investigadora Rosa Rivero, del Centro de Edafología y Biología Aplica del Segura, y expone: temperaturas extremas como las que estamos viviendo llevan a la inhibición del crecimiento de cualquier cultivo, a la vez que provoca la proliferación de malas hierbas y de plagas. Es decir, que produce una crisis de biodiversidad que también afecta al cultivo del sector primario.
Los informes tanto científicos como los augurios de las agrupaciones de agricultores y ganadores en Europa coinciden en que con olas de calor intensas y duraderas en el tiempo y con la necesidad por parte de los agricultores de tener que regar con aguas de muy baja calidad (salinas) por escasez o por no tener acceso a otro recurso, el efecto sobre la producción final de la cosechas será absolutamente catastrófico.
Este fenómeno, que ya es una realidad en más de la mitad del territorio europeo, también preocupa en la Organización de Naciones Unidas y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Su director adjunto, Zitouni Ould-Dada, alertó que los efectos perniciosos del clima los estamos viendo ya y en este escenario, hay agricultores que se plantean cada día si cambiar de cultivos o abandonar el campo.
Por eso especialistas como Rivero auguran que se producirán cambios en la localización y productividad de los cultivos, por lo que los países más fríos pasarán a ocupar el papel agrícola que hasta ahora desempeñaban los que tienen un clima mediterráneo. Un escenario que supondrá una auténtica sangría en las economías de esas regiones.
En este escenario, la FAO señala que el impacto del cambio climático será más pronunciado en cinco cultivos importantes a nivel mundial, como el arroz, trigo, maíz, soja y cacahuate, por ser de los más sensibles a los cambios ambientales y que forman parte de la canasta básica y esencial de los ciudadanos europeos y del resto del planeta.
El último boletín del Monitor de Cultivos Europeos señala que la falta de agua y el aumento de las temperaturas han empeorado las previsiones de cultivos como el cereal, que también ha tenido que enfrentarse a la invasión de Ucrania (granero del mundo). Pero además el aumento de las temperaturas y la sequedad de la vegetación han provocado la proliferación de incendios en Europa, donde 270 mil hectáreas han sido arrasadas por el fuego.
Pero Europa, además de la sequía y el cambio climático, también está en jaque por la inflación disparada por la guerra y el temor, cada día más real, de una crisis alimentaria de proporciones desconocidas hasta ahora.