Exhibición de poderío bélico en la Plaza Roja de Moscú para celebrar la derrota de la Alemania nazi
▲ El presidente ruso, Vladimir Putin (al centro), ayer en la marcha del Regimiento Inmortal en la Plaza Roja de Moscú. Los manifestantes llevan retratos de familiares que combatieron en la Segunda Guerra Mundial.Foto Afp
Juan Pablo Duch
Periódico La Jornada Martes 10 de mayo de 2022, p. 20
En medio de las expectativas que había generado, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no hizo ningún anuncio espectacular este lunes y utilizó, con todos los reflectores encima, su discurso dedicado a la victoria del pueblo soviético sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial –la Gran Guerra Patria como la denominan los rusos–, para justificar la invasión al vecino país eslavo.
El peligro era inminente. Rusia asestó un golpe preventivo contra la agresión. Tomamos una decisión obligada, oportuna y la única acertada. Nuestra decisión fue la de un país soberano, fuerte e independiente, afirmó Putin en la Plaza Roja de Moscú, antes de que comenzara el magno desfile militar para conmemorar el 77 aniversario de la gesta soviética, transmitido en cadena nacional por los principales canales de la televisión rusa.
En contra de los vaticinios y rumores, Putin no declaró formalmente –al margen de eufemismos– la guerra a Ucrania, lo que hubiera propiciado el marco legal para una movilización general que podría obligar a los hombres de entre 18 y 60 años a alistarse en el ejército y obtener de ese modo cerca de 900 mil soldados adicionales, aparte de una economía de guerra con todo tipo de restricciones. Ni siquiera dio por concluida la liberación de Mariupol, meta cumplida que pudiera compensar, en el plano mediático, el lento avance de su ejército en Ucrania.
El titular del Kremlin se centró en repetir los argumentos que lo llevaron a ordenar el comienzo de la operación militar especial el 24 de febrero anterior: en diciembre del año pasado propusimos un acuerdo sobre garantías de seguridad. Rusia instó a Occidente a iniciar un diálogo honesto, a buscar soluciones de compromiso razonables, a tener en cuenta los intereses de cada uno. Todo en vano, lamentó.
Y a renglón seguido, acusó: de forma abierta se estaba preparando la enésima operación punitiva en el Donbás, con la invasión de nuestras tierras históricas, incluida Crimea. Kiev empezó a considerar la posibilidad de adquirir armas nucleares. El bloque de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) siguió tomando el control militar en los territorios adyacentes al nuestro.
En ese contexto, Estados Unidos y otros países de la OTAN enviaron el armamento más moderno y cientos de asesores a Ucrania. Con esto, según el mandatario ruso, se estaba creando de manera planificada una amenaza absolutamente inaceptable junto a nuestras fronteras y todo indicaba que sería inevitable el enfrentamiento con los neonazis y los seguidores de (Stepan) Bandera (líder de los nacionalistas ucranios en la Segunda Guerra Mundial que colaboró con la Alemania hitleriana), con el respaldo de Estados Unidos y sus socios menores.
Putin continúo arremetiendo contra Washington, que sobre todo después del colapso de la Unión Soviética, proclamó su carácter exclusivo, humillando no sólo a todo el mundo, sino también a sus satélites que tienen que fingir que no se dan cuenta de nada y tragarse dócilmente todo.
Pero Rusia, agregó, somos otro país, tenemos otro carácter y se dirigió a los soldados rusos y los milicianos separatistas que están en el Donbás: están combatiendo por la patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial. Para que no haya sitio en este mundo para los verdugos y los neonazis.
Por eso, subrayó, es nuestro deber guardar la memoria de quienes aplastaron al nazismo, quienes nos legaron estar atentos y hacer todo lo posible para que el horror de una guerra global no vuelva a pasar.
Tras admitir que la muerte de cada soldado y oficial (en la guerra de Ucrania) es dolorosa para nosotros, el titular del Kremlin firmó ayer un decreto en el cual el Estado se compromete a hacer todo lo posible por cuidar de sus deudos.
Después, como ha sido habitual cada aniversario, comenzó la exhibición de poderío militar ruso, aunque esta vez desfilaron en la Plaza Roja 2 mil soldados menos que el año pasado, igual que se mostró un número inferior de armamento (en 2021 hubo 61 piezas más), sin faltar tanques, carros blindados, cañones, sistema antiaéreos, misiles tácticos y estratégicos.
En el último momento, debido a la inesperada nubosidad, se suspendió en la capital rusa la exhibición aérea, que –como contaron los que pudieron ver el ensayo general el sábado anterior– debía concluir con una Zeta (convertido en símbolo de la invasión a Ucrania, surgido de forma casual para distinguir los tanques propios de los enemigos), formada por una escuadrilla de cazabombarderos rusos.
La celebración del 77 aniversario de la Victoria incluyó también la ya tradicional manifestación en que los rusos –cerca de un millón de personas tan sólo en Moscú– rinden homenaje a sus familiares caídos en la Segunda Guerra Mundial, portando los retratos de algún ser querido de entre los casi 27 millones de soviéticos que ofrendaron su vida para derrotar a la Alemania hitleriana.
Rusia no se apropiará del triunfo de la Segunda Guerra, afirma Zelensky
Caen misiles en Odesa durante visita de líder europeo
▲ Columnas de humo salen de una refinería de petróleo cerca de Lysychansk, en el este de Ucrania, luego de un bombardeo.Foto Afp
Afp, Europa Press y Sputnik Periódico La Jornada
Martes 10 de mayo de 2022, p. 21
Kiev. Ucrania no dejará que Rusia se apropie de la victoria sobre el nazismo, declaró ayer el presidente ucranio, Volodymir Zelensky, quien prometió que el país eslavo tendrá pronto dos Días de la Victoria, en alusión al día en que Rusia celebra por todo lo alto el triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial.
Añadió que sus tropas tarde o temprano vencerán y expulsarán a las hordas nazis que llegan desde Moscú, porque mientras los rusos luchan por el Führer, los ucranios lo hacen por la libertad y para que la victoria de sus antepasados no sea en vano.
Estamos orgullosos de nuestros antecesores que, con otros pueblos en una coalición anti-Hitler, vencieron al nazismo. No permitiremos que nadie se anexione esta victoria, dijo en un video, en el cual se le ve caminando en la avenida central de Kiev.
Zelensky enumeró varias ciudades del este y sur de Ucrania actualmente bajo control de las fuerzas rusas, al destacar que los ucranios expulsaron a las fuerzas de la Alemania nazi de estas regiones.
En el día de la victoria sobre los nazis, estamos luchando por otro triunfo, el camino es largo pero no tenemos dudas. Ganamos entonces, ganaremos ahora, añadió, en alusión a la invasión rusa que empezó el 24 de febrero.
Nuestro enemigo soñaba con que renunciáramos a celebrar el 9 de mayo y la victoria sobre los nazis para que la palabra desnazificación tuviera una oportunidad, agregó.
La desnazificación de Ucrania fue una de las razones aducida por el presidente ruso, Vladimir Putin, para justificar la invasión.
Zelensky publicó sus felicitaciones acompañadas con fotos de soldados ucranios, entre ellos un combatiente del grupo neonazi Pravi Sektor, quien lucía un emblema de las SS nazis. Luego, modificó la publicación y eliminó esa foto.
Mientras, la ofensiva rusa continuó. En Odesa, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se vio obligado a protegerse, durante una visita sorpresa, debido a ataques con misiles.
El Kremlin quiere ejecutar su espíritu de libertad y democracia, declaró Michel en un video publicado en Twitter, asegurando estar totalmente convencido de que nunca lo conseguirán.
Michel dijo que Moscú no podrá ejecutar la libertad de Ucrania y prometió que la Unión Europea estará junto a Kiev todo el tiempo que haga falta y prometió que la UE ayudará a Ucrania a construir un país moderno y democrático.
Las fuerzas rusas prosiguieron con su ofensiva para capturar la crucial ciudad portuaria de Mariupol mientras los combatientes ucranios en la planta siderúrgica de Azovstal mantienen la resistencia, al rechazar los plazos establecidos por Rusia para deponer las armas, incluso mientras continúan los ataques de aviones de combate, artillería y tanques.
Estamos bajo ataques constantes, aseguró el capitán Sviatoslav Palamar, subcomandante del regimiento Azov de Ucrania, la unidad que controla la acería.
El teniente Illya Samoilenko, otro miembro del Batallón Azov, aseveró que había 200 soldados heridos en la planta, pero se negó a decir cuántos combatientes sanos quedaban.
Los combatientes carecen de equipos de salvamento y tienen que cavar a mano para liberar a las personas de los búnkeres que se derrumbaron bajo los cañonazos.
De su lado, las fuerzas ucranias dispararon varios misiles hacia Jersón, capital de la provincia homónima del sur, bajo control de militares rusos.
Las fuerzas armadas de Rusia neutralizaron a 400 nacionalistas ucranios en la última jornada, comunicó el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Ígor Konashénkov.
Según el portavoz, las tropas de misiles y artillería de Rusia destruyeron en un día, 318 zonas de acumulación de tropas y equipos de combate, así como 48 unidades de vehículos militares.