Carlos Fernández-Vega
▲ El FMI pronostica que en las economías avanzadas la inflación alcanzará 5.7 por ciento, la más alta de los pasados 38 años; mientras en los mercados emergentes y en desarrollo se acelerará hasta 8.7 por ciento, la mayor desde la crisis financiera mundial de 2008.Foto Ap
De por sí la economía mundial no reporta buenos resultados desde hace cuatro años (lo que no quiere decir que los anteriores fueran espectaculares) y la sacudida por la pandemia más el zarandeo por la guerra en Ucrania no han hecho otra cosa que empeorar el panorama, y una de sus más claras manifestaciones es el –por lo visto– incontenible nivel inflacionario que ha puesto a parir a todos. Y las noticias no son agradables.
El subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio, tuvo a bien ilustrar al auditorio: el aumento acelerado de precios seguirá por un rato, pues controlarlo podría tardar al menos 18 meses, debido a que las secuelas de la pandemia en la economía no han sido transitorias y hasta ahora no las ha podido resolver el mercado por sí mismo, a lo que se han sumado los conflictos geopolíticos. El mundo se empieza a complicar (aún más), hay pequeñas crisis alrededor del planeta que generan una situación bastante retadora ( La Jornada, Dora Villanueva).
La inflación carcome el poder adquisitivo y resulta ser una verdadera amenaza para el nivel de bienestar de la población, especialmente la de menores ingresos. Pero, como siempre, la minoría es la que saca raja de todo esto. Sólo hay que registrar el impresionante incremento en las fortunas de unos cuantos barones, mientras los mortales ya no sienten lo duro, sino lo tupido. Y esto se da hasta en el último rincón del planeta.
Yorio detalló que en un primer momento se pensó que las interrupciones en las cadenas de producción con los cierres por la pandemia y luego el aumento de precios por la escasez de mano de obra iban a ser transitorios. Al paso del tiempo no ha sido así y la situación se ha agravado con el conflicto en Ucrania que ha impulsado otro tanto los costos de la energía, los alimentos y ahora los fertilizantes, algo en lo que, dicho sea de paso, ha servido de catalizador la oleada de sanciones a Rusia (muchas de ellas verdaderamente ridículas y que terminaron por dañar a sus impulsores) aplicadas por Estados Unidos y sus perritos falderos de la Unión Europea.
El subsecretario explicó que el mercado no ha logrado ajustar la situación y la inflación ya no es considerada transitoria, por lo que se requieren reformas por el lado de la producción; la política monetaria, a cargo del Banco de México, se ha endurecido, pero se necesitan otros mecanismos para regular el aumento de precios, por el lado de la oferta. No queda claro cuántos incrementos más habrá en la tasa de interés y no hay un tope como tal a esta con el que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se sienta cómoda; sin embargo, hay consenso entre el banco central y la dependencia federal de que las presiones inflacionarias no cederán en el corto plazo (ídem).
Parte del problema es que los gobiernos no dejan de aplicar las mismas recetas, con lo que es obvio que los resultados serán idénticos, es decir, soluciones de muy corto plazo que sólo dan un respiro relativo en espera del próximo ramalazo, en un circuito interminable. No será con más reformas de corte neoliberal como se solucionarán los problemas de un modelito depredador, cuyo costo, íntegro, se traslada a la población.
En vía de mientras, el Fondo Monetario Internacional (uno de los organismos más aferrados a las fracasadas recetas neoliberales) advierte sobre el creciente nivel inflacionario, el cual, prevé, se mantendrá elevado más tiempo de lo previsto por los altos costos de las materias primas y las más amplias presiones sobre los precios. El incremento de los precios al consumidor será más rápido este año, tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo. Estos pronósticos también están sujetos a un alto grado de incertidumbre.
Junto al incontenible avance de precios aparece la constante reducción de la tasa de crecimiento de la economía global, es decir, doble mandarriazo. El organismo financiero proyecta que en las economías avanzadas la inflación alcanzará 5.7 por ciento, el nivel más alto de los pasados 38 años, mientras que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo se acelerará hasta 8.7 por ciento, el mayor desde la crisis financiera mundial de 2008. Durante el próximo año, estas tasas se enfriarían hasta 2.5 y 6.5 por ciento, respectivamente.
Las rebanadas del pastel
Entonces, si de razones democráticas (Biden/ Nichols, dixit) se trata, el primer país que debe ser excluido de la Cumbre de las Américas se llama Estados Unidos.
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Refinanciamiento histórico de la deuda de México antes y durante crisis de covid
La estrategia permitirá que el país sea menos afectado por las alzas en la tasa de interés en Estados Unidos: Hacienda
▲ Cuando la Fed aumenta su tasa de referencia, los países endeudados con EU sufren una afectación en el costo de financiamiento, pues se elevan los intereses. En la imagen, la sede de la Fed en Washington.Foto La Jornada
Dora Villanueva
Periódico La Jornada Miércoles 4 de mayo de 2022, p. 20
México realizó el mayor refinanciamiento de deuda externa en la historia antes y durante los primeros choques de la pandemia de coronavirus, lo cual sumado a la amortizaciones en el mercado interno permitió reducir las presiones sobre las finanzas públicas ahora que se advierte un deterioro de las condiciones financieras internacionales, explicó María del Carmen Bonilla, titular de la Unidad de Crédito Público de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
La normalización de la política monetaria de Estados Unidos está muy ligada a México, no solamente por los vínculos que hay entre ambas economías, sino también se suma que el dólar es una moneda de reserva, obviamente dependemos mucho de las decisiones que tome la Fed (Reserva Federal, el banco central estadunidense), explicó durante la Cátedra SHCP 2022, que se lleva a cabo con la Facultad de Economía.
Esta semana se lleva a cabo la reunión de política monetaria de la Fed y de acuerdo con analistas financieros se espera que el banco central estadunidense aumente medio punto porcentual su tasa de referencia, lo que llevaría su rango del actual 0.25-0.50 por ciento, a uno de 0.75-1 por ciento.
En todos los países habrá una afectación en el costo de financiamiento una vez que los bancos centrales de las economías grandes, como la estadunidense, tengan tasas de interés más altas, reconoció. La gran ventaja que nosotros tenemos, aseguró, son las amortizaciones que se han hecho para cambiar las obligaciones de corto plazo por unas de largo y el que se está dando más prioridad al mercado local.
De acuerdo con las cifras de Hacienda, la deuda neta del gobierno federal alcanza 10 billones 470 mil 59 millones de los pesos, de los cuáles 78.3 por ciento se encuentran en el mercado interno y el resto externo, más sujeto a la volatilidad de la coyuntura.
María del Carmen Bonilla detalló que en 2021 se refinanciaron más de 497 mil millones de pesos en el mercado interno, en lo que va de 2022 se han realizado tres permutas de valores por 228 mil millones de pesos y en la actual administración las operaciones para reducir presiones de liquidez alcanzan 1.3 billones de pesos.
En cuando a la deuda externa del gobierno federal, ésta alcanzó 96 mil 264 millones de dólares en junio de 2019 y en marzo de 2022 llegó a 113 mil 637.2 millones, cifras un mes antes y uno después del plazo en que se ha mantenido el programa de refinanciamientos por casi una quinta parte de estas obligaciones.
En el mercado externo se refinanciaron 10 mil millones de dólares bajo operaciones conocidas como liability management, las cuales son un procedimiento similar a las permutas del mercado interno, y 11 mil millones de dólares en make-wholes, que permiten a quien colocó el bono pagar de manera anticipada. Con estas operaciones se logró el mayor refinanciamiento de deuda externa.
Interrogada por integrantes de la Facultad de Economía sobre el porqué, si el manejo financiero ha sido tan eficiente, no se usa una política de deuda más agresiva para impulsar el bienestar y si esta limitación afecta al crecimiento, la funcionaria se desvió para recalcar que la prudencia de los años recientes implica una salvaguarda a las incertidumbre en los mercados.
Agregó que no todo el presupuesto contiene palancas de crecimiento, pero en la actual administración se tiene el objetivo de fijar en mínimo de 3 por ciento el piso de gasto en infraestructura.
Cultura tributaria más accesible
Más tarde, en una ponencia sobre las modificaciones al impuesto sobre la renta (ISR) vigentes para este año, entre ellas la entrada del Régimen Simplificado de Confianza, Carlos Molina Chávez, titular de la Unidad de Legislación Tributaria de la Secretaría de Hacienda, informó que más allá de las modificaciones en la ley, se requiere promover una cultura tributaria accesible y sencilla para ayudar a promover el pago de contribuciones.
Agregó que más allá de un tema de cultura del pago de impuestos, hay sectores económicos que interpretan la ley a modo para tributar menos, como es el caso de las mineras, que buscan acreditar gastos como parte del ejercicio, en lugar de inversión, para así reducir los porcentajes en el pago de impuestos.