▲ En espera de informes afuera del hospital Xoco.Foto José Antonio López
En tiempos de pandemia no queda más remedio que abrirse al mundo sin prejuicios ideológicos o políticos y tomar la mano que se ofrece bondadosa. Lo otro sería equivalente a dejar desprotegidos a millones de personas. Hace unos días leía en The New York Times que Brasil necesita vacunas y que China se beneficia. Me pregunté por qué el pueblo brasileño –que ha padecido deficientes políticas sanitarias– no obtiene los beneficios de las vacunas producidas por China, mismas que han sido probadas en muchísimos países del mundo y con alta efectividad.
Entonces me vino a la mente que algunos políticos brasileños han preferido dar la espalda a su gente antes que quedar mal con sus homólogos en Estados Unidos. ¡Qué pena! Y pensar que esto es asunto de vida o muerte. Lo más grave es que esos mismos políticos han echando a andar su imaginación y su maquinaria política para hacer ver que la vacuna china no conviene, pero sí otras de Europa, que ni en Europa o Estados Unidos se están ocupando para inmunizar a la población.
En Brasil los contagios se multiplican de un día para otro y a una velocidad tremenda. Lamentablemente, muy pocos brasileños han recibido la vacuna CoronaVac, de la farmacéutica Sinovac, de China, pero esos pocos no han registrado efectos secundarios. Esa experiencia la vivió Carlos Alberto Cassi; de 71 años, y Elizabeth Sá Rosa Cassis; de 68, quienes se reconocen afortunados tras inocularse en el Autódromo de Interlagos. Me han mandado la foto del emocionante momento, que relacionan con vivir tranquilos y sin miedo a fallecer en solitario por el horrendo virus.
En São Paulo, por cierto, se encuentra el Instituto Butantan, el centro de investigación en Biología y Biomedicina responsable desde 1901 de la producción local de 80 por ciento de sueros y vacunas. Es también el encargado del desarrollo y fabricación de la vacuna brasileña-china, pues se ha asociado a la compañía farmacéutica Sinovac.
El director del Instituto Butantan, Dimas Cuevas, ha asegurado que las CoronaVac son vacunas seguras y eficaces, y tienen todos los requisitos que justifican su uso de emergencia. Los datos de Butantan señalan que este antígeno será capaz de controlar la pandemia a través de una significativa reducción de las hospitalizaciones, ha dicho con razón Ricardo Palacios, su director de Investigaciones Médicas. Ellos le apuestan a CoronaVac para sacar a Brasil de la incertidumbre que atraviesa.
Para el doctor en economía Thomas Conti, profesor e investigador IDP-SP, es importante conocer algunos datos sobre el mercado mundial de vacunas Covid-19, los cuales muestran una realidad de la cual Brasil no está exento:
1. Los laboratorios venden vacunas a un precio de remplazo.
2. Los laboratorios grandes venden sólo a los gobiernos.
3. Hay una larga lista de espera por vacunas en todo el mundo.
4. Las entregas que hacen las trasnacionales farmacéuticas se retrasan.
Con este panorama, y en busca de opciones para avanzar hacia una vacunación más masiva, la Cámara de Diputados aprobó el 6 de abril la resolución PL 948, que significa un cambio de reglas para la compra de antígenos por parte de privados. ¿Por qué no disponer de una vacuna que se produce desde diciembre en Brasil, en alianza con Sinovac, como lo hacen Indonesia, Turquía y Singapur, entre otros países?
La agencia de noticias Reuters tituló el 7 de abril la vacuna CoronaVac, del laboratorio chino Sinovac, es eficaz contra la variante P.1 del Covid-19 en 50 por ciento de los casos tras la aplicación de la primera dosis, según mostró un estudio realizado a 67 mil 718 profesionales de la salud en Manaos, donde la nueva variante del SARS-CoV-2 es predominante. Si damos por cierta la cifra, al vacunarse 200 millones de personas con un antígeno que reduce la posibilidad de contagio en un 50 por ciento, se protegerían a cuando menos 100 millones de personas. La decisión de acelerar tiempos de vacunación en Brasil es política, y la política tiene como bien supremo el beneficio de todos los integrantes de un sistema social, ¿o no?
Veamos el caso de Chile, uno de los países que adquirió millones de dosis de Sinovac. La doctora Susan Bueno, académica de la PUC e investigadora del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, declaró hace unos días a BioBioChile que se observó un muy buen perfil de seguridad tanto en adultos y adultos mayores de 60 años, con anticuerpos detectables significativamente entre los 14 y 28 días después de la segunda dosis.
Además, agregó, que de acuerdo con un estudio realizado por su equipo, se detectaron linfocitos T específicos contra proteínas diferentes de Spike. En trabajos anteriores no se había detectado respuesta contra otras proteínas de este virus, y en ese estudio lograron identificar que efectivamente la vacunación con CoronaVac promueve la generación de estas células que secretan la citoquina interferón gamma, importante para la respuesta antiviral. Se ha demostrado científicamente que los interferones actúan como el gran detonador del sistema inmunitario.
Otra cosa que es muy clara es que los brasileños quieren vacunarse a como dé lugar. Y me vuelvo a preguntar: ¿para qué ir a otro país teniendo en casa a CoronaVac? Es el Brasil de hoy. Y es el Brasil de muchas interrogantes sin respuestas.
* Periodista argentina
La recuperación de la energía
Antonio Gershenson
La complicidad de los partidos políticos que llevó a la modificación de los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, específicamente, permitirían abrirle las puertas a las empresas privadas. Esta decisión de acabar con Petróleos Mexicanos (Pemex) fue voluntaria. No se trataba de mejorar la industria energética nacional, tampoco de desarrollar la economía del país. Y fue consciente y voluntaria porque los partidos cómplices recibieron dinero por cada voto a favor de la reforma energética priísta.
Recordemos que después de la expropiación petrolera, la industria energética fue el soporte para una economía fortalecida que iba en ascenso con el presidente Adolfo López Mateos, porque se procuró el abasto energético primordialmente para las necesidades internas del país.
Los argumentos no tienen bases demostrables a favor del neoliberalismo. La extracción del crudo bajó; la producción de gasolina cayó drásticamente; el costo de la producción de gas se elevó a cifras absurdas. Irracionales porque se cuenta con el energético suficiente y no tendríamos que comprarlo y menos a una empresa que nos lo revende, siendo nuestro.
Tampoco fue argumento sólido el señalamiento de que Pemex era un monopolio que perjudicaba la economía. Recordemos que la petrolera, sin competencia, llevó a una etapa de gran productividad y generó 6 por ciento de crecimiento durante cuatro décadas. Aunque con variaciones pequeñas en algunos años.
A partir de la década de los 40 el crecimiento fue de 6 por ciento con pequeñas variaciones de un año a otro, este porcentaje duró hasta 1982 con José López Portillo como presidente.
A partir del sexenio de Miguel de la Madrid, cuya política tecnócrata y neoliberal dio pie al incremento del saqueo a la producción de Pemex, el crecimiento empezó a colapsar. De 1982 a 1988 éste se fue a pique con 0.34 por ciento. Se inicia, abiertamente, la campaña de devaluación de todo lo que tenía que ver con la gran industria que había generado Petróleos Mexicanos.
Fue en estas décadas cuando aumentaron el tráfico de influencias, el robo de gasolinas y de diversos tipos de petroquímicos, mayor corrupción en el sindicato petrolero, mínima inversión en mantenimiento a las instalaciones, desde complejos petroquímicos, refinerías, almacenamientos, hospitales y desaprovechamiento de pozos, favorecimiento a empresas extranjeras y muchos otros ilícitos que fueron endeudando gravemente a la empresa paraestatal. Éste fue el sello de la era neoliberal.
Es en la presente administración cuando se está procurando revertir la situación de deterioro de la industria energética, que venía poniendo en alto riesgo la soberanía del país.
La importancia de la modificación a la reforma energética peñista es porque se empieza a recuperar uno de los recursos naturales más importantes para la nación. La modificación fue aceptada por el Senado de la República en esta LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. La medida tendrá una repercusión favorable para el área, ya que se recuperará la posibilidad de volver a solventar las necesidades internas del país.
Para eso sirve el poder de decisión, un poder obtenido por la vía democrática. No es un acto de oportunismo ventajoso e ilegal ejercido por la mayoría de Morena, como lo reclaman en los partidos que generaron el desastre.
El pleno del Senado aprobó (el pasado 22 de abril), con la mayoría de Morena y sus aliados, la minuta con la reforma a la Ley de Hidrocarburos, que permite a la autoridad energética suspender e incluso revocar permisos a empresas privadas que incurran en contrabando, robo de gasolinas y otros petrolíferos y petroquímicos, y la turnó al Ejecutivo federal para su promulgación.
La decisión tomada mejorará la economía nacional, sin embargo, los resultados no serán de un día para otro como lo reclamarán los detractores a esta reforma. Esperamos que la recuperación de Petróleos Mexicanos eleve pronto el nivel de crecimiento nacional y que se reflejen en la disminución de los índices de la pobreza y en el incremento de las fuentes de trabajo.
@AntonioGershenson
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