David Brooks, corresponsal | sábado, 07 nov 2020
El presidente Donald Trump fue captado el día de hoy jugando golf en Sterling, Virginia, mientras los medios de comunicación proyectaron el triunfo de Joe Biden en la contienda a la presidencia de Estados Unidos. Foto Al Drago/Getty Images/ Afp
Nuevo York. Joseph Biden será el próximo presidente de Estados Unidos, pero la noticia más importante, y la que la mayoría festejaba, es que Donald Trump fue derrotado.
Trump rehusó reconocer el resultado, por ahora. De hecho, emitió un tuit declarando: “Ganamos en grande”. Agregó que “el hecho es que esta eleccion está lejos de acabarse” e informó que a partir del lunes su equipo estará disputando la contienda en tribunales.
Después de cuatro años de lo que una amplia gama consideraba como “el presidente más peligroso de la historia” de Estados Unidos, caracterizado por la persecución de migrantes incluyendo el colocar en jaulas a niños, el abierto endoso de agrupaciones supremacistas blancas y neonazis, del desmantelamiento de normas ambientales, el deterioro de los derechos civiles y el manejo irresponsable de la pandemia, Trump se convierte en el primer presidente desde 1992 en fracasar en su intento de relección.
Biden fue electo como el 46 presidente de Estados Unidos con un mensaje de restaurar la unidad y la “normalidad” política y enfrentar las crisis de salud pública y la económica, como también abordar el tema de la justicia racial y el cambio climático. “Es hora para que Estados Unidos se una, y que se cure”, dijo esta mañana.
La elección es histórica al triunfar también la senadora Kamala Harris quien será la primera mujer en ocupar la vicepresidencia.
La elección fue un referéndum sobre el mandato de Trump y marca un repudio a sus políticas, y su mal manejo de la pandemia probablemente fue el mayor factor con su país en el primer lugar mundial en contagios y muertes.
Biden, quien cumplirá 78 años este mes, será el presidente de mayor edad al iniciar su mandato. También sera solo el segundo presidente católico, después de John F. Kennedy.
La noticia detonó festejos espontáneos en varias ciudades, con fiestas y baile sustituyendo las protestas en las calles (entre fuerzas anti Trump, obvio). En Nueva York se abrieron ventanas con gritos de triunfo y seguramente de alivio colectivo y tamborazos con cazuelas al circular la noticia, mientras se escuchaban cláxones, y las redes se llenaron de mensajes celebrando “el fin de la pesadilla”.