Sube a 66 mil la cifra de muertos por el virus en ese país
▲ Decenas de personas se manifestaron ayer en la Casa de gobierno, en Nuevo Hampshire, Estados Unidos, para protestar en contra del cierre de negocios, pese al avance de los contagios por Covid-19.Foto Ap
Ap, Afp, Europa Press y Sputnik
Periódico La Jornada. Domingo 3 de mayo de 2020, p. 2
Washington. Estados Unidos reportó ayer 66 mil muertos por coronavirus, a medida que los estados comienzan a relajar el confinamiento, pero la mayoría no alcanza los índices de pruebas de detección del Covid-19 sugeridos por el gobierno federal y recomendados por expertos de salud pública, reveló un estudio de la agencia de noticias internacionales Ap.
A los tres meses del comienzo de una emergencia de salud sin precedentes, la Casa Blanca se ha resistido a elaborar un plan coordinado para realizar las millones de pruebas que los expertos dicen son necesarias para contener el virus. Lo que las autoridades generales delinearon recientemente no son siquiera una guía oficial, y el análisis de Ap encontró que la mayoría de los estados no los están cumpliendo.
Sin directrices específicas del gobierno central, los estados no tienen otra opción que determinar cuál sería un programa eficaz, al tiempo que tratan de reabrir sus vapuleadas economías. Si no tienen un sistema de pruebas efectivo, los expertos de salud dicen que no podrán detectar brotes con suficiente rapidez para contenerlos, lo que puede llevar a nuevas cuarentenas.
En muchas demarcaciones, las pruebas se han aplicado sólo a pacientes hospitalizados, a los de alto riesgo y trabajadores en la primera línea contra la pandemia.
La mayoría de los expertos considera que contener el virus requerirá una enorme expansión de las pruebas a millones de pacientes asintomáticos, pero no se aplica.
Washington dejó claro que los estados son responsables de proveer y realizar los análisis químicos y el gobierno central sólo es el abastecedor de último recurso.
Aun así, más de una decena de estados –entre ellos Luisiana, Colorado, Carolina del Sur y Texas– dejaron que restaurantes, tiendas y otros negocios reabrieran sus puertas el viernes con la finalidad de reactivar sus economías. Cada entidad abrió bajo sus propias velocidades y restricciones apegadas a sus necesidades para garantizar que el coronavirus no resurja.
Estados Unidos es la nación más afectada en todo el mundo por el coronavirus, al contabilizar ayer 66 mil 224 muertos, un millón 130 mil 115 casos y 175 mil 382 recuperados, de acuerdo con un conteo de la Universidad Johns Hopkins.
La doctora Anne Schuchat, la segunda al mando en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, consideró que el gobierno fue lento para entender qué tanto se estaba propagando el coronavirus desde Europa, lo que contribuyó a la aceleración de los brotes a lo largo y ancho de la nación. En entrevista con Ap, Schuchat agregó que la cantidad limitada de pruebas y la demora en emitir alertas de viajes desde zonas fuera de China contribuyeron al repunte viral en Estados Unidos desde finales de febrero.
En tanto, el hospital temporal Mount Sinai, instalado en Central Park debido al coronavirus, cerrará cuando termine de tratar a los últimos pacientes allí internados, anunció Samaritan’s Purse, el grupo cristiano que lo dirige, ante el descenso de los casos en Nueva York, el principal punto de la pandemia en Estados Unidos.
En plena expansión de la pandemia, un sismo de magnitud 5.4 en el sur de Puerto Rico obligó a muchas personas aterrorizadas a salir a las calles. Aunque no hubo informes inmediatos de víctimas, el movimiento telúrico provocó daños materiales en viviendas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos precisó que el terremoto tuvo su epicentro a una profundidad de 9 kilómetros cerca de la ciudad de Ponce y los pueblos costeros de Guánica y Guayanilla.
No olvidemos las medidas de precaución, si las olvidamos el resultado va a ser peor y letal. No salgan innecesariamente porque va a haber contagios y vamos a tener que adoptar otras medidas, indicó la gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, tras realizar un recorrido de seguridad en Ponce.
Puerto Rico ha vivido una cadena de sismos, iniciados el 28 de diciembre, que han causado cortes de energía, daños en múltiples edificios y desalojos de unas 20 mil personas a refugios, de las cuales algunas aún continúan en ellos. La isla también fue víctima del huracán Dorian, en agosto pasado.
Por otro lado, Trump llamó por separado a la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, para expresarle su solidaridad en la lucha contra el coronavirus, y a su par de Paraguay, Mario Abdo Benítez, a quien le confirmó la donación de 250 respiradores artificiales.
En América Latina y el Caribe la pandemia ha dejado 12 mil 533 muertos y 234 mil 32 contagios confirmados, según un conteo de la agencia de noticias Afp.
En Argentina, el gobierno distribuyó 275 respiradores mecánicos en todas las provincias para reforzar el sistema de salud, mientras en Perú, las autoridades entregaron un hospital de campaña en Iquitos, la principal ciudad de la Amazonia del país y uno de los principales focos de contagio en la zona.