Reuters
30 de octubre de 2025 10:56
El Cairo. Aviones y tanques israelíes bombardearon este jueves zonas del este de Gaza, según residentes palestinos y testigos, un día después de que Israel afirmara que seguía comprometido con el alto el fuego respaldado por Estados Unidos a pesar de haber lanzado más bombardeos letales en el territorio.
Testigos relataron que aviones israelíes llevaron a cabo 10 ataques aéreos en zonas al este de Jan Yunis, en el sur de la franja de Gaza, mientras que tanques bombardearon zonas al este de la ciudad de Gaza, en el norte. No se registraron heridos ni muertos.
El ejército israelí aseguró que llevó a cabo ataques "precisos" contra "infraestructuras terroristas que suponían una amenaza para las tropas" presentes en las zonas que Israel sigue ocupando.
Los ataques de este jueves son una nueva prueba a la que se somete el frágil alto el fuego que entró en vigor el 10 de octubre en el conflicto entre Israel y Hamas. Testigos en Gaza informaron que no habían visto ataques fuera de la zona controlada por Israel.
Entre el pasado martes y el miércoles, Israel tomó represalias por la muerte de un soldado israelí con bombardeos que, según las autoridades sanitarias de Gaza, mataron a 104 personas.
Israel afirma que el soldado murió en un ataque perpetrado por hombres armados en territorio situado dentro de la denominada "línea amarilla", a la que se retiraron sus tropas en virtud del alto el fuego aunque Hamas rechazó la acusación.
Denuncia México continuo desacato a la voluntad de la mayoría
El embajador de nuestro país ante la ONU, Héctor Vasconcelos, afirmó que siguen los prejuicios de la guerra fría. SRE Foto autor
Arturo Sánchez Jiménez y Emir Olivares
30 de octubre de 2025 07:24
Nueva York. México denunció en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el “continuo desacato” a la voluntad mayoritaria de la comunidad internacional que cada año exige el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba desde hace más de seis décadas.
En el contexto del debate y votación de la resolución que pidió nuevamente el fin de esa política, el representante permanente de México ante la ONU, Héctor Vasconcelos, reafirmó el apoyo histórico mexicano a la isla y subrayó que las sanciones unilaterales atentan contra la paz y el desarrollo de los pueblos.
La resolución fue aprobada por 165 votos a favor, entre ellos el de México, siete en contra (Argentina, Hungría, Israel, Estados Unidos, Macedonia del Norte, Paraguay y Ucrania), así como 12 abstenciones.
“Observamos un continuo desacato a la voluntad mayoritaria de la comunidad internacional y de las resoluciones de esta Asamblea General. Pareciera que aún no podemos escapar de los prejuicios y las intolerancias de la guerra fría, que ha mostrado su indiscutible fracaso”, expresó Vasconcelos ante el pleno, tras reconocer la presencia del canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Recordó que en la reciente semana de alto nivel, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente, reiteró la postura mexicana contra el bloqueo y solicitó que Cuba sea retirada de la lista estadunidense de países que apoyan el terrorismo. “México abogará siempre por la solución pacífica de las controversias y rechaza los bloqueos comerciales, que sólo dañan el bienestar de los pueblos”.
Además, Vasconcelos condenó la aplicación del título III de la Ley Helms-Burton, al señalar que “afecta no sólo la soberanía del pueblo cubano, sino también los intereses de terceros países”. Toda medida unilateral, agregó, “contraviene la Carta de Naciones Unidas y los principios constitucionales de la política exterior mexicana”.
El embajador advirtió que Cuba enfrenta hoy una crisis económica agravada por el endurecimiento de sanciones, los efectos de la pandemia, los altos precios del petróleo y los desastres naturales. “El pueblo cubano merece un futuro más alentador y no seguir condicionado por decisiones tomadas en otro contexto histórico”, concluyó tras reafirmar que las relaciones entre los países del continente deben basarse en el respeto y la cooperación.
EU-China: destello de sensatez
Estados Unidos y China anunciaron ayer el logro de acuerdos para desescalar la guerra comercial iniciada por el presidente Donald Trump durante su primer mandato y convertida hoy en política de Estado de la superpotencia. Según se dio a conocer, Washington reducirá los aranceles a las importaciones chinas a 47 por ciento, 10 puntos porcentuales menos que el nivel actual, a cambio de que Pekín reanude las compras de soya estadunidense, mantenga el flujo de exportaciones de tierras raras –minerales esenciales para todo tipo de tecnologías de punta, incluidas las tecnologías verdes y la inteligencia artificial– y tome medidas enérgicas contra el comercio ilícito de fentanilo.
Como sucede en toda negociación comercial, y principalmente en aquellas protagonizadas por el magnate, la presunta resolución de la disputa entre las mayores economías del mundo exagera algunos aspectos y calla otros de tal modo que cada parte pueda presentarse como ganadora ante su público.
Desde un punto de vista el equipo de Xi Jinping parece conceder demasiado a cambio de nada, pues el gigante asiático seguirá pagando aranceles desproporcionados e injustificables por llevar sus productos al mercado estadunidense.
Al mismo tiempo, puede afirmarse, sin faltar a la verdad, que China desactivó las amenazas de su rival con poca o ninguna pérdida: la soya es un insumo que ya compraba antes, mantendrá su control sobre la refinación de tierras raras, y la cuestión de si hace o no lo suficiente para frenar el tráfico del fentanilo y sus precursores tiene un alto grado de subjetividad.
Asimismo, es notorio que Washington se abstuvo de siquiera mencionar las compras chinas de petróleo ruso, un tópico en torno al cual se amenazaba con grandes coerciones.
No obstante, hay un aspecto del acuerdo que supone una importante cesión por parte de Pekín y una inquietante noticia para el pueblo estadunidense. Con la venta obligada de las operaciones en Estados Unidos de la plataforma china TikTok a un grupo de empresarios afines al trumpismo, ha desaparecido la única red social relevante en la que la sociedad estadunidense podía expresarse y comunicarse sin los sesgos y la supervisión impuestos por la clase dominante de su país.
Las presiones de Trump y su antecesor, Joe Biden, para forzar a la compañía asiática a entregar su valioso algoritmo y su negocio en ese país envían una pésima señal acerca de la compulsión de las élites estadunidenses por ejercer una vigilancia total sobre sus ciudadanos.
Pese a ser más una suerte de tregua que un armisticio en la guerra comercial, los acuerdos que se firmarán la próxima semana han sido recibidos con justificado entusiasmo por mercados y dirigentes de todo el mundo en tanto suponen un respiro en medio de tensiones crecientes que añaden capas innecesarias de incertidumbre a la actividad económica. Cabe esperar que estos consensos sean la base para nuevos entendimientos entre Washington y Pekín y, sobre todo, que no se conviertan en papel mojado por la costumbre de Donald Trump de deshonrar sistemáticamente su palabra y su firma.