Carlos Fernández-Vega
▲ Un militar ucranio lleva un proyectil para disparar un obús autopropulsado hacia posiciones rusas en un lugar no revelado cerca de Chasiv Yar, en la región de Donetsk.Foto Afp
¿Servirá de algo el llamado urgente de los gobiernos de México, Brasil, Colombia y Chile para evitar acciones que escalen la carrera armamentista y agraven el conflicto entre la Federación de Rusia y Ucrania? Lo más seguro es que no, por más que resulte atractiva la invitación, porque ante ese pronunciamiento la decisión de la Casa Blanca, junto con sus títere en Europa, ha sido escalar la carrera armamentista –de por sí alocada– y agravar el citado conflicto.
La cancillería mexicana y las correspondientes a las naciones firmantes emitieron un breve comunicado –de muy buena voluntad, pero sin posibilidad de éxito– en el que se lee lo que se cita líneas arriba y remata con lo siguiente: instamos a todas las partes involucradas a cumplir con sus compromisos internacionales y a privilegiar el diálogo y la búsqueda de paz en esa región.
Bien, pero ¿en serio creen que las partes en conflicto –especialmente las que venden las armas y no ponen el pecho– cumplirán sus compromisos internacionales y privilegiarán el diálogo y la búsqueda de la paz? Un ejemplo sirve para dimensionar su disposición.
De acuerdo con un informe del Pentágono ( Operation Atlantic Resolve Including U.S Government Activities Related to Ukraine, julio-septiembre de 2024), oficialmente desde febrero de 2022 (cuando estalla la guerra en Ucrania) el gobierno de Estados Unidos ha entregado al corrupto gobierno de Kiev al menos 182 mil 990 millones de dólares en ayuda, monto equivalente a 106 por ciento del PIB de la propia nación europea. Obviamente, esa catarata de dinero ni de lejos es ayuda, sino deuda, y los gringos cobrarán hasta el último centavo.
Dicho informe –citado por Rusia Today– detalla que esos fondos se asignaron a través de varias agencias federales, entre ellas el Pentágono, el Departamento de Estado y la USAID. Del total, 131 mil 360 millones de dólares se destinan a actividades y ayudas relacionadas con la seguridad y asistencia, lo que incluye 46 mil 510 millones para aumentar la actividad militar estadunidense en Europa, y 45 mil 780 millones para que el Departamento de Defensa remplace las armas y el material donado a las Fuerzas Armadas de Ucrania, y la diferencia para otras menudencias. Ello se suma a la desinteresada aportación militar y financiera de las naciones europeas al servicio de la Casa Blanca.
Por si fuera poco, el Congreso estadunidense ha puesto a disposición 43 mil 840 millones de dólares para programas de gobernanza y desarrollo, incluidos fondos para pagar los salarios de los funcionarios ucranios. Además, se han puesto a disposición 4 mil 8 millones para asistencia humanitaria. Agréguense los misiles Atacms y otro tipo de armamento, más el suministrado por abajo del agua. Queda clara cuál es la intención estadunidense en eso de privilegiar el diálogo y la búsqueda de la paz en la región.
Y el gobierno de Estados Unidos, al igual que sus títeres europeos, es por demás cómodo: promueve y financia la guerra, vende armamento a más no poder a una de las partes del conflicto, y a la hora de la hora, cuando los misiles rusos están por tocar el corazón de Ucrania, simplemente cierra su embajada (como lo han hecho, cuando menos, Canadá, Italia, Francia y España) y recomienda a sus ciudadanos residentes en esa nación europea estar preparados (sálvese quien pueda) para buscar refugio y evitar, en lo posible, ser alcanzados por uno de ellos.
Así de fácil: con su territorio intocado por el enfrentamiento bélico, Estados Unidos estimula la guerra, la financia, hace un jugoso negocio, evita las negociaciones de paz y utiliza a los ucranios como carne de cañón para sus fines geopolíticos.
Las rebanadas del pastel
Con los tambores nucleares a todo lo que dan, recuérdese a Gabriel García Márquez, quien a raíz de la Crisis de los Misiles en octubre de 1962 narró lo siguiente: “una telefonista de Nueva York le dijo en esa ocasión a una colega cubana que en Estados Unidos estaban muy asustados por lo que pudiera ocurrir; en cambio, aquí estamos muy tranquilos –replicó la cubana–; al fin y al cabo, la bomba atómica no duele” (La vida cotidiana en Cuba durante el bloqueo. Del disco: 20 años de Revolución; Palabra de esta América. Casa de las Américas, La Habana, Cuba, 1979, EGREM). Por cierto, hay que abrazar otro maravilloso texto del colombiano, leído el 6 de agosto de 1986 en el 41 aniversario del lanzamiento gringo de la bomba atómica en Hiroshima (https://centrogabo.org/gabo/gabo-habla/el-cataclismo-de-damocles-discurso-de-gabriel-garcia-marquez-en-contra-de-la-guerra).
X: @cafevega cfvmexico_sa@hotmail.com
En Bakú, aún sin cifra para financiar acciones contra el calentamiento global
Afp, Ap y Reuters Periódico La Jornada
Jueves 21 de noviembre de 2024, p. 13
Bakú. A un día de que termine la Conferencia sobre Cambio Climático (COP29) de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la presión aumentó en Bakú, donde hasta anoche los países ricos seguían sin proponer una cifra para alcanzar el objetivo de 1 billón de dólares anuales que los países en desarrollo necesitan para hacer frente al tema. En tanto, un estudio confirmó que el calentamiento global amplifica el poder destructivo de los fenómenos climáticos, mientras en Estados Unidos la bombogénesis, cuando un ciclón se intensifica rápidamente, mató a dos personas y dejó sin luz a medio millón de hogares.
Los países en desarrollo reclaman una ayuda total de 1.3 billones de dólares anuales para construir centrales solares, invertir en irrigación o proteger ciudades contra las inundaciones.
El negociador jefe de Bolivia, Diego Pacheco Balanza, quien representa a países en vías de desarrollo, dice que la esperanza de conseguir en la COP29 un compromiso financiero ambicioso es cada vez menor. En su lugar todo lo que oímos es mitigación, mitigación y más mitigación.
Tras alcanzar el año pasado en Dubái un acuerdo histórico para abandonar los combustibles fósiles, en Bakú no hay acuerdo sobre cómo avanzar en esa dirección; incluso se discutió si ratificar o no ese compromiso.
Nuestros países sufren el cambio climático debido en gran medida a las emisiones históricas de los países desarrollados. Para nosotros, como países en desarrollo, están en juego las vidas de nuestra gente, su supervivencia y sus medios de vida, dijo Pacheco Balanza a los delegados en Bakú.
Mientras, el aumento récord de las temperaturas oceánicas elevó la velocidad máxima de los huracanes en el Atlántico, reveló una investigación de la estadunidense Climate Central, según el cual los 11 huracanes de la temporada 2024 se intensificaron entre 14 y 45 kilómetros por hora.
Las emisiones de dióxido de carbono han influido en las temperaturas de la superficie del mar en el mundo, apunta el estudio. En el Golfo de México, la temperatura de la superficie del mar subió 1.4 grados Celsius por encima de lo que se registraría sin el cambio climático provocado por el hombre.
En este contexto, una fuerte tormenta azotó California, donde los vientos y lluvias causaron cortes de energía generalizados y derribaron árboles matando a dos personas; la alerta continúa.
Tormenta deja sin luz a más de medio millón de hogares en EU
Foto Ap Foto autor
Ap
20 de noviembre de 2024 21:37
Una fuerte tormenta azotó el noroeste de Estados Unidos y afectó a la región con fuertes vientos y lluvias, causó cortes de energía generalizados y derribó varios árboles que provocaron la muerte de al menos dos personas.
El Centro de Predicción del Clima advirtió que habría riesgos de lluvias excesivas hasta el viernes, y se emitieron alertas de vientos huracanados mientras el río atmosférico —una gran masa de humedad— más fuerte que se ha visto esta temporada en California y el noroeste del Pacífico abruma la región.
En California, el servicio meteorológico extendió una alerta de inundaciones hasta el sábado para diferentes áreas al norte de San Francisco. Se pronosticaron hasta 40 centímetros de lluvia para el norte del estado y el suroeste de Oregon hasta el viernes. Las autoridades advirtieron sobre posibles inundaciones repentinas, deslizamientos de rocas y flujos de escombros.
Se emitió un aviso de tormenta invernal para el norte de Sierra Nevada por encima de mil 66 metros, donde podrían caer 28 centímetros de nieve en dos días. Las ráfagas de viento podrían superar los 120 kilómetros por hora en áreas montañosas.
Se espera que continúe la caída de nieve pesada y húmeda a lo largo de la Cordillera de las Cascadas y en partes del extremo norte de California. Los meteorólogos advirtieron sobre condiciones de ventisca y afectaciones a la visibilidad por la nieve y la casi imposibilidad de viajar a nivel de paso debido a índices de acumulación de 5 a 7.6 centímetros por hora y ráfagas de viento de hasta 105 kilómetros por hora.
Varios árboles caídos afectaron hogares y bloquearon carreteras en todo el noroeste de Washington. En Lynnwood, Washington, una mujer murió el martes por la noche cuando un gran árbol cayó sobre un campamento de personas sin hogar, indicaron los bomberos del condado South en un comunicado. En Bellevue, al este de Seattle, un árbol cayó sobre una casa, matando a una mujer el martes por la noche, dijeron los bomberos.
Tracy Meloy de Issaquah, Washington, pensó que estaba bien preparada para la tormenta el martes por la tarde, con la cena preparada y linternas listas. Pero pasó la noche escuchando cómo los escombros azotados por el viento golpeaban el exterior de su casa, incluyendo un impacto particularmente fuerte alrededor de las 9 de la noche. El miércoles por la mañana, salió a revisar los daños en su vecindario, a unos 27 kilómetros al este de Seattle.
“Ahora que estoy aquí, frente a la casa, puedo decir que fue el árbol que estaba al otro lado de la calle”, dijo Meloy. El árbol derribó los cables eléctricos frente a su casa. Ramas, hojas y otras plantas estaban esparcidas por toda la carretera. “Parece un suelo forestal en lugar de una calle”, comentó.