miércoles, 16 de noviembre de 2022

México SA

Ayer delincuentes, hoy demócratas // Guerra sucia contra López Obrador // Elecciones 2006 y propaganda ilegal
Carlos Fernández-Vega
▲ El ex presidente Vicente Fox, acompañado de Gustavo de Hoyos, ex dirigente de la Coparmex, durante la marcha celebrada el domingo pasado.Foto Marco Peláez
Con eso de que tienen la cara más dura que el concreto, los mapaches electorales de ayer, sus autoridades y la cúpula empresarial que los financiaban (hoy hace lo mismo) con abundantes recursos, siempre por abajo del agua, hoy gritan a los cuatro vientos que son democráticos, defensores de las instituciones ídem y garantes de la legalidad. Y se quedan tan tranquilos.
Por ejemplo, al poco tiempo de arrancar formalmente la campaña presidencial de 2006 una encuesta de Covarrubias y Asociados (entre el 13 y el 16 de enero de ese año) arrojaba los siguientes resultados: Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza Por el Bien de Todos, tiene una ventaja estadísticamente significativa de 12 puntos sobre el aspirante del Partido Acción Nacional, Felipe Calderón Hinojosa, y de 17 puntos respecto del abanderado de la Alianza por México, Roberto Madrazo Pintado.
La contienda electoral prácticamente estaba definida y a los hoy democráticos y guardianes de las instituciones ídem se les pusieron los pelos de punta. De tiempo atrás había iniciado la guerra sucia contra el aspirante tabasqueño, pero los resultados de la citada encuesta y de otras, con porcentajes similares, encendieron las alarmas en el búnker del establishment, cuyos dirigentes y operadores se declararon en histeria permanente.
Así, en dicho búnker (en el que hoy hacen exactamente lo mismo) los demócratas ideólogos del fraude electoral decidieron incrementar los recursos destinados a la campaña negra contra López Obrador y pisar el acelerador hasta el fondo. La guerra sucia estaba a la vista de todos, pero la autoridad electoral se mantuvo ciega, sorda y muda (Instituto Federal Electoral, en ese entonces presidido por el itamita Luis Carlos Ugalde, impuesto por otra demócrata, Elba Esther Gordillo, y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación).
Como acostumbra, la cúpula empresa-rial (léase Consejo Mexicano de Negocios) per-maneció en la sombra. Años después, uno de sus títeres, Fox, reconoció públicamente –como si fuera necesario, porque todos lo sabían– que en la contienda electoral de 2006 cargué los dados contra López Obrador. Claro que sí, en lo que pude, y es democrático; por eso lo digo yo y lo dije: fue un segundo triunfo para mí.
Ante tal escenario –que hoy se reproduce con los mismos actores y títeres, aunque no con los mismos resultados– vale recordar parte de lo publicado en La Jornada en julio de 2006, a escasos 12 días de cometido el democrático fraude para imponer a Borolas. Dice así:
“La guerra sucia, la campaña del miedo contra Andrés Manuel López Obrador, tan sólo en anuncios publicitarios transmitidos por televisión, principalmente en Televisa, tuvo un costo cercano a mil millones de pesos y los pagaron Felipe Calderón Hinojosa y sus aliados, entre ellos el Consejo Coordinador Empresarial y personas ajenas al proceso electoral.
“Se trata de promocionales que en los pasados tres meses se repitieron de manera sistemática en las pantallas de las dos principales televisoras para inhibir el voto hacia López Obrador al presentarlo como ‘un peligro para México’, como alguien que de llegar a la Presidencia de la República provocaría una crisis y despojaría de sus casas y demás propiedades a los ciudadanos.
“Un video presentado por el propio López Obrador dio cuenta de esa ‘campaña negra, fascista’, en la que también participaron las empresas Sabritas y Jumex, un membrete llamado ‘Ármate de Valor’, el ex perredista Demetrio Sodi y Víctor González Torres (también Gastón Azcárraga, Claudio X. González y Roberto Hernández). El documental da cuenta de campañas pagadas en televisión que tienen ‘un claro sesgo en favor del PAN y de Calderón’, y que en todo momento, ya sea de manera directa o subliminal, se llamó a la población a no votar por el ex jefe de Gobierno.
Aunque se trató de una ilegalidad, porque el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que sólo los partidos pueden contratar espacios en radio y televisión para promoción electoral, el Instituto Federal Electoral permitió que empresas e individuos lo hicieran y erogaran cientos de millones de pesos en esa campaña, los meses previos a la elección del pasado 2 de julio. (Texto íntegro: www.jornada.com.mx/2006/07/14/index.php?section=politica&article=005n1pol).
Las rebanadas del pastel
Eso sí, hoy se dicen demócratas y guardianes de las instituciones y la legalidad.
cfvmexico_sa@hotmail.com

México registró la segunda mayor reducción de la desigualdad: OCDE
Durante la pandemia se acortó la brecha de ingresos per cápita
Es uno de los países con las diferencias más marcadas entre sus diversos territorios, junto a Colombia y Turquía
Dora Villanueva
Periódico La Jornada  Miércoles 16 de noviembre de 2022, p. 23
Durante 2020, cuando la crisis por la pandemia de coronavirus hundió la actividad económica a nivel mundial, México tuvo la segunda mayor reducción de la desigualdad, después de Canadá, en el ingreso de sus habitantes y regiones, reportó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La reducción en la desigualdad, medida por la brecha en el producto interno bruto (PIB) por habitante entre su población y las regiones donde se concentran los segmentos de mayores ingresos, se debió principalmente a una disminución en la renta de las personas con mejores entradas de recursos, añadió el organismo.
En general, la mitad de los países de la OCDE experimentaron una reducción de la polarización económica entre 2010 y 2020 en grandes regiones. Esta disminución ha sido particularmente grande en Canadá, México, Perú y Turquía, durante 2020, detalló.
Consignó en su informe, Panorama de las Regiones y las Ciudades, divulgado este martes, que sólo 10 de 33 países se polarizaron más en 2020 y, en la mayoría de estos casos, las regiones con menor PIB per cápita promedio disminuyeron más que las que concentran una renta mayor.
Exhibió que, si bien México tuvo una de las reducciones más importantes en la desigualdad del PIB per cápita entres sus regiones, sigue siendo uno de los países con las brechas más marcadas entre sus diversos territorios, junto a Colombia y Turquía.
Explicó que debido a la pandemia, el PIB en general durante 2020 se redujo en más de 9 por ciento en las regiones con mayor afectación en el mundo; mientras durante la última década, las zonas más alejadas de las ciudades continuaron rezagadas respecto de las metropolitanas en términos de PIB per cápita.
La OCDE detalló que, debido a la menor demanda mundial, a las prohibiciones de viaje generalizadas y a otras medidas para evitar el contagio, el PIB per cápita cayó en la gran mayoría de las regiones en el primer año de la pandemia de covid-19, incluso en países que lograron mantener bajos los casos de infección.
Si bien la pandemia no aumentó las disparidades regionales, la brecha promedio en el PIB per cápita entre las regiones metropolitanas y no metropolitanas de los países de la OCDE tampoco se ha reducido en la última década, explicó en un informe.
Exhibió que, al observar las disparidades en los últimos 20 años, la desigualdad regional en el PIB per cápita es persistente dentro de los países de la OCDE, y es ligeramente más alta que hace dos décadas.
En general, y a nivel mundial, durante 2020, el PIB per cápita disminuyó 5 por ciento en las regiones donde el indicador se ubicaba a la mitad de la distribución, lo hizo 2 por ciento en las que concentran el quintil más alto y un 9 por ciento en las zonas más afectadas.
La organización advirtió que persiste una incertidumbre sustancial sobre la trayectoria futura del PIB en las regiones de la OCDE, debido a los impactos a más largo plazo de la pandemia de covid-19 y el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania.
El informe, que compara las desigualdades entre territorios, muestra que México también destaca por las brechas de producción entre sus regiones, por el uso de carbón en la producción de electricidad, así como en la generación de residuos sólidos.
La región más productiva de México lo es más de cinco veces que la menos productiva; en cuanto al uso de carbón en la electricidad, 12 de los 14 principales estados productores dependen de los combustibles fósiles para obtener al menos 70 por ciento de su electricidad, pero Chiapas y Oaxaca producen más de 90 por ciento de la electricidad a partir de fuentes renovables.
Mientras en residuos, el residente promedio de la Ciudad de México genera tres veces más desechos que en Oaxaca, reportó la organización.