miércoles, 11 de mayo de 2022

Desaparecidos: causa irrenunciable.

Como sucede a partir de 2011, el Día de la Madre se resignificó ayer como una jornada de lucha de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas.
Durante los actos que se llevaron a cabo en la capital del país y en varias entidades, miles de mujeres exigieron a las autoridades la localización de sus hijas, hijos, madres, padres, esposas, esposos, hermanos y hermanas, así como medidas para evitar que esta tragedia se siga repitiendo.
Las manifestantes señalaron que los funcionarios federales, estatales y municipales son cómplices al permitir que siga habiendo desapariciones, y sobre todo al seguir permitiendo que esta tragedia humana envuelva a todo el país. Por ello, se expresó que no queremos gobernadores que no gobiernan, instituciones de justicia que no nos otorgan justicia, fiscalías que no sirven y comisiones de búsqueda sin planes que lleven a la localización.
En Zacatecas, la señora Guillermina Camacho dijo que vivimos en una tortura continua por tener un ser querido desaparecido, y lamentó que la estigmatización, la simulación, la falta de sensibilidad de las autoridades provocan efectos perversos.
En esa misma entidad se demandó resolver los problemas de coordinación de las políticas públicas abocadas a la investigación, investigación, identificación y atención a las víctimas, incorporar a las instituciones de identificación forense en una dinámica que evite la demora injustificada en la entrega de resultados y articular las acciones de la Dirección de Servicios Periciales con los planes de trabajo del Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense.
En la Ciudad de México, un grupo de madres de personas desaparecidas acudió a Palacio Nacional para entregar una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador, en la cual reconocen los avances en la atención de sus casos, pero también indican que los esfuerzos han sido insuficientes e instan al mandatario a reunirse con ellas para delinear una ruta de trabajo.
En la misiva, recibida por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, la comisionada nacional de Búsqueda de Personas de México, Karla Quintana, y el subsecreta-rio de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, se plantea que una verdadera política nacional de atención y prevención de las desapariciones debe garantizar un trabajo coordinado y constante de todas las instituciones obligadas y que se requieren para una respuesta real y efectiva a las desapariciones.
Sin lugar a dudas, la búsqueda y localización de las personas desaparecidas es una causa central de la sociedad mexicana, y debe serlo también de todos los gobernantes. Es imposible exagerar el dolor y la ruptura de la vida cotidiana que supone para miles de madres, padres, hermanos e hijos desconocer el paradero de sus familiares, y esta tragedia supone un incumplimiento constante de las autoridades en su deber elemental de garantizar la integridad física de los ciudadanos.
Como aprecian las propias organizaciones de búsqueda, la actual administración federal ha roto con la inercia de indiferencia y desdén que caracterizó a los anteriores gobiernos frente a este drama, pero está claro que dicha voluntad política no basta para entregar los resultados necesarios.
Además de la coordinación institucional, cuya carencia ya se refirió en el caso de Zacatecas, se requiere que la voluntad existente en el Ejecutivo federal se haga presente en los gobiernos estatales y municipales, en las fiscalías, y ante todo en el Poder Judicial, cuyas actuaciones discurren con total autonomía y en ocasiones en sentido contrario a lo que el gobierno y la sociedad exigen.
La continuidad de una movilización social como la que se dio ayer parece indispensable para impulsar avances en la eficacia y el sentido de humanidad de los aparatos de seguridad, el Ministerio Público e integrantes del Poder Judicial.

El fantasma del comunismo acecha de nuevo
Israel Jurado Zapata*
En un frenesí de ataques y repudio ideológico hacia el régimen cubano emanado de la revolución de 1959, los noticiarios estelares de una de las principales televisoras privadas en México se volcaron la semana pasada en un bombardeo mediático, cuya narrativa condena la existencia misma de un proyecto alternativo y de resistencia a la sumisión ante los intereses del imperialismo y del capitalismo salvaje disfrazados de libre competencia y economía de mercado.
Desde el lunes 2 y por lo menos hasta el viernes 6 de mayo, se transmitió en sus noticieros estelares el minirreportaje Ni patria, ni vida, dividido en diversas entregas que se repitieron a lo largo de cada día en las diferentes ediciones de la barra de programas de noticias –y hoy están en la plataforma YouTube, aunque el interés generado ronda alrededor de las 20 mil visitas–. Temas como el hambre, la inflación, el espejismo del comunismo, un país de simulaciones o la vida precaria, son su eje temático, documentado por una de sus reporteras –quien por cierto iba de vacaciones, pero se encontró con una realidad que no pudo pasar por alto ni dejar de denunciar, según comentaron los conductores de noticias desde el primer día de transmisión, uno de los cuales, por cierto, calificó a los cubanos de: un pueblo sin sueños, sin esperanza, una nación enterrada por el mito del comunismo–.
En breves capturas de imagen se intentó construir el drama de los cubanos por conseguir alimentos, la escasez de productos de primera necesidad, la lucha en defensa de la libertad de expresión, las duras jornadas laborales, y por cómo el Estado se apropia de la riqueza así generada; retórica de la crisis legitimada por la opinión de un investigador del Colmex, y sonorizada con prosas de la música popular cubana, buscando contrastar los ideales revolucionarios con escenas e imágenes que representan el precio que los cubanos tienen que pagar por un gobierno ­comunista.
La retórica se vuelve preámbulo para enfatizar que, ante la amenaza del desastre comunista, hay que valorar las bondades de la economía de libre mercado, de la defensa de la propiedad privada, del fomento al individualismo, y la apertura de los sectores productivos a las empresas privadas, todo ello clave para impulsar el desarrollo, generar más riqueza, innovación tecnológica y, por tanto, más beneficios para los pobres.
La ambientación por conmovedoras sonorizaciones para enfatizar la tragedia fue parte de esta disputa por los sentidos, desde la que las derechas han defendido históricamente al sistema de desigualdades. No obstante, la reportera vacacionista nunca pudo construir una imagen que mostrara niños abandonados en la calle, población desnutrida, violencia social o adultos en condición de indigencia –aunque lo intentó calificando de indigente a un sujeto que sacaba algo de un contenedor de basura–, todas estas condiciones reales que se ven cotidianamente en los países dominados por los principios económicos así promovidos.
La insistente campaña de desprestigio carente de profundidad de análisis, sesgada y burdamente elaborada, se despliega una vez más, cuando el Presidente mexicano realiza su gira por Centroamérica y visita aquella nación caribeña acompañado por su canciller, buscando fortalecer las relaciones bilaterales para la adquisición de medicamentos y vacunas contra el covid-19 producidos por laboratorios cubanos, y para el fortalecimiento del comercio y asesoría financiera, entre otros asuntos que simbolizan un mayor margen de maniobra política frente a la influencia estadunidense, que contrasta con el servilismo y la humillación que caracterizó a otras administraciones pasadas.
Cabe destacar que, en su discurso oficial, el mandatario mexicano exaltó el legado de justicia y las lecciones de dignidad de la revolución cubana, que junto con sus ideales de igualdad y fraternidad universal constituyen las bases para que la revolución pueda renacer en la revolución.
Es decir, por supuesto que hay cosas qué mejorar en el sistema de gobierno cubano, pero no se puede pretender opacar sus logros en materia educativa, deportiva, de investigación, salud y cultura, a pesar de padecer más de cinco décadas de infame bloqueo económico, con una campaña de franca manipulación como la desplegada por aquella televisora.
* Investigador posdoctoral Puedjs-UNAM