lunes, 9 de mayo de 2022

Condena AMLO la “perversa estrategia” del bloqueo a Cuba.

Alonso Urrutia, enviado
El presidente Andrés Manuel López Obrador es condecorado por su contraparte cubana, Miguel Díaz-Canel, con la medalla José Martí, el 8 de mayo de 2022. Foto Afp
La Habana. Tras recibir la Orden Jose Martí, máximo galardón otorgado por el gobierno cubano a una personalidad extranjera, el presidente Andrés Manuel López Obrador condenó hoy “la perversa estrategia” del bloqueo a Cuba, que impide el bienestar del pueblo cubano. En un mensaje a medios expresó su esperanza de que "la Revolución cubana renazca en la Revolución. Que sea capaz de renovarse”.
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Ante su homólogo cubano Miguel Díaz-Canel, después de un largo discurso sobre los vínculos históricos entre ambas naciones, López Obrador agregó: “Tengo la convicción, la fe, de que en Cuba están haciendo las cosas con ese propósito, de que se haga la nueva Revolución en la Revolución. Es la segunda gran enseñanza, la segunda gran lección de Cuba para el mundo, este pueblo volverá a demostrar que las razón es más poderosa que la fuerza”.
En su oportunidad, Díaz-Canel dijo que los recorridos de los vínculos históricos en las relaciones bilaterales que hizo el mandatario mexicano son “una lección de cómo la propia historia de México y Cuba tiene razones para continuar engrandeciendo las relaciones". Esto descolló en esta visita con la firma de diversos acuerdos para profundizar en la colaboración bilateral, entre los que destacó especialmente el firmado entre la Secretaría de Salud y el Ministerio de Salud de Cuba.
Poco antes , en el salón central del Palacio de la Revolución , en una sobria ceremonia que involucró la interpretación de los himnos por una banda militar cubana , Díaz - Canel entregó la condecoración José Martí al mandatario mexicano “ por su distinguido papel en la integración latinoamericana ” , sus diversas expresiones de solidaridad con Cuba y sus propuestas de colaboración en la región centroamericana .
Concluida la ceremonia, ya durante el mensaje a medios, López Obrador inició expresando sus condolencias al gobierno y al pueblo cubano por el fallecimiento de más de una veintena de personas, producto de la explosión registrada en el hotel Saratoga. Hizo una evocación de la historia entre México y Cuba, enfatizando en la figura de José Martí, a quien definió como uno de los más grandes independentistas de América Latina.
Más adelante se pronunció, una vez más, por la sustitución de la Organización de Estados Americanos (OEA) y por la construcción de una estructura similar a la Unión Europea, pero bajo las características de la región latinoamericana.
Recordó al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, como uno de los dirigentes de izquierda que “supo lo que nosotros representamos y nos distinguió con su apoyo, reflexiones y hechos políticos solidarios.
"Nunca nos conocimos, pero siempre lo consideré un hombre grande por sus ideales. Podemos estar a favor o en contra de sus persona y liderazgo, pero es un hombre que se opuso a la larga historia de dominación estadunidense, entonces bajo la consigna América para los americanos. Podemos valorar su hazaña y sus persistencia, porque a menos de 100 kilómetros de la superpotencia ahora existe una isla independiente, habitada por un pueblo sencillo y humilde, pero alegre creativo y muy digno”.
López Obrador reiteró su visión de que pretender que el pueblo cubano se coloque en contra de su gobierno, si bien es improbable, como parte de la dignidad de este mismo pueblo, sería un triunfo pírrico, vil y canallesco”.
Al subrayar la importancia de estrechar los vínculos en América sin exclusiones, el presidente insistió de nueva cuenta en que las proyecciones de desarrollo económico y social auguran una paulatina pérdida del peso económico de la región en un horizonte de 30 años. Eso sería inaceptable para Washington, por lo que, ante la complejidad que esto representaría, se requiere una nueva visión de política y desarrollo económico.
López Obrador dijo que es necesario enfrentar este declive de todas las Américas. En este marco insistió en que Estados Unidos levante el bloqueo a Cuba para iniciar el establecimiento de relaciones basadas en el diálogo. Por ello insistiré con el presidente Joe Biden, dijo, en que no se excluya a ninguna nación para la Cumbre de las Américas.

México-Cuba: propuesta histórica
La visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a La Habana no sólo ratificó la fraternidad histórica que vincula a los pueblos de México y de Cuba, sino que confirmó los lazos de amistad entre los gobiernos de ambos países, tras el periodo de frialdad y distanciamiento, cuando no de cuasi ruptura, al que fueron condenados por los gobernantes neoliberales.
Tras recibir la Orden José Martí, el más alto reconocimiento entregado a extranjeros por las autoridades cubanas, el mandatario mexicano pronunció un discurso en el que hizo un repaso por la rica historia de las relaciones bilaterales, por el entramado internacionalista de las revoluciones liberales del siglo XIX en Latinoamérica; dejó en claro el compromiso de solidaridad de su gobierno para con la isla caribeña y condenó sin ambigüedad el perverso bloqueo al que Estados Unidos ha sometido a Cuba durante seis décadas con el propósito de impedir el bienestar de su pueblo a fin de que éste se vea obligado a enfrentar a su propio gobierno.
Sin embargo, el político tabasqueño habló también de la perspectiva esperanzadora de que el Estado cubano sea capaz de renovarse y emprenda la nueva revolución en la revolución para demostrar que la razón es más poderosa que la fuerza.
Señaló que entre Estados Unidos y la nación caribeña es tiempo de la hermandad y no de la confrontación y de una nueva convivencia entre todos los países de América porque el modelo impuesto hace más de dos siglos está agotado, y abogó por dejar de lado la disyuntiva de integrarnos a Estados Unidos o de oponernos en forma defensiva. Apoyó explorar la opción del diálogo con Washington y de persuadir a sus gobernantes de que una nueva relación entre todos los países de América es posible.
En suma, López Obrador propuso ante su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, la integración con respeto a las soberanías y formas de gobierno y la aplicación de un tratado económico y comercial como una salida eficaz al riesgo de un desequilibrio geoestratégico que representa para el mundo el declive estadunidense; asimismo, se comprometió a insistir ante la Casa Blanca para que se ponga fin al bloqueo y se incluya a todos los países del hemisferio en la Cumbre de las Américas prevista para junio próximo.
La ruta esbozada por el Presidente de México para superar la añeja actitud de agresión e injerencia estadunidenses en contra de Cuba y la normalización de las relaciones entre nuestro vecino del norte y la nación caribeña enfrenta, sin duda, grandes incertidumbres y enormes desafíos, y a primera vista podría antojarse hasta quimérica e irreal.
Tiene, sin embargo, la virtud de ser la única iniciativa que existe en el escenario continental para lograr tan difícil cometido y representa una apuesta por la razón y el entendimiento en un planeta requerido de ambos atributos. Se trata de una propuesta histórica que, de prosperar, representaría para Cuba la salida a la asfixiante y lesiva hostilidad de Washington, en tanto que para Estados Unidos podría significar una oportunidad de desactivar el grotesco anacronismo del bloqueo, una herencia de la guerra fría que a estas alturas le constituye un factor de repudio internacional.
Por el bien de los tres países y del continente en general, cabe esperar que la vía planteada ayer por López Obrador en La Habana sea bien recibida. Cabe felicitarse, además, por la plena recuperación de ese vínculo de hermandad con Cuba cuyo deterioro nunca debió permitirse.