domingo, 24 de abril de 2022

Deer Park, territorio mexicano.

Antonio Gershenson
En los mil 240 días transcurridos de gobierno antineoliberal presidido por Andrés Manuel López Obrador, la vida política de México ha cambiado en varios aspectos. Uno de ellos es en la participación democrática. La indiferencia por los asuntos propios del país, como la lucha sindical, la política exterior o el desempeño de los jueces de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no eran del interés general, tampoco lo era el destino de los recursos naturales, renovables o no.
Hoy, en las redes sociales nos enteramos de noticias que no se publicaban en los medios tradicionales. Las compras y ventas fraudulentas, como el robo gigantesco de combustibles que desde las propias oficinas de Petróleos Mexicanos (Pemex) se llevaban a cabo. Eran un secreto a medias.
Hemos participado en debates sobre el petróleo y las refinerías, sobre la necesidad de recuperar el litio, el uranio, las energías limpias y otras alternativas para la transición energética. Estos asuntos eran expuestos básicamente por gente experta; actualmente son de interés general.
En cuanto a la refinería Deer Park, muy poca gente sabía que existía y que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari compró 50 por ciento de participación en ese negocio y el otro 50 por ciento lo poseía la empresa Shell.
Ahora, la refinería completa pertenece al pueblo de México. Esperamos resultados positivos en el corto plazo: abasto seguro, precios bajos y soberanía energética.
Una de las ventajas que tiene la refinería Deer Park es que tiene la opción de enviar estos productos a México vía marítima, principalmente a través del Golfo de México; por ducto, hacia la frontera Norte, así como por vía terrestre hasta el centro de la nación. Además de poder procesar y capturar mayor valor del crudo Maya, la empresa tendría la capacidad de recibir y procesar combustóleo nacional, en caso de ser necesario. según el informe de la Secretaría de Energía 2020-2021.
Capacidad de refinación Deer Park:
340 mil barriles de petróleo al día
110 mil barriles de gasolina
90 mil de diésel
25 mil de turbosina
Deer Park es una refinería que ha tenido un funcionamiento por arriba de 80 por ciento a lo largo de su vida productiva; los tipos de petróleo procesados han sido crudo ligero y crudo pesado.
En cuanto a las seis refinerías en rehabilitación, la inversión para su óptimo funcionamiento fue de 73 mil 365 millones de pesos, misma que debe reflejarse no sólo en las utilidades, sino también en el ahorro por su actividad a lo largo del año y sin interrupción, y para ello el presupuesto destinado al mantenimiento preventivo es fundamental.
Este fue el error en los sexenios anteriores, disminuir el presupuesto para mantener a las seis refinerías en buen estado y productivas, características para que el Sistema Nacional de Refinación fuera exitoso. La adquisición de Deer Park no fue pensada sólo para la segunda etapa del sexenio actual, sino también para los próximos gobiernos de la Cuarta Transformación (4T) o sexenios comprometidos e involucrados con la transformación del país y el bienestar de la población.
Pero la compra de todas las acciones de la refinería en Texas y la construcción de la refinería Olmeca (para acostumbrarnos a llamarla por su nombre) no se realizaron únicamente para aumentar las ganancias de Pemex y para aumentar la producción de gasolinas, petroquímicos y otros productos, también se pensó en acelerar los pasos para la transición energética.
Sabemos que la era de la energía limpia, comenzó hace pocos años. Por ahora, se puede minimizar el consumo de energía de hidrocarburos para mejorar y optimizar las demás energías, las llamadas limpias. La autosuficiencia es otra de las metas que permitirá el control del precio de las gasolinas y otros derivados del petróleo.
La refinería Deer Park ha sido una acertada adquisición por parte del gobierno de la 4T. Favorece a la economía nacional y nos permitirá no depender de los especuladores.
En los tres años de gobierno, ha sido continuo el rescate de nuestra empresa petrolera, se reactiva el sistema de refinación y, sucedió algo que no hace mucho parecía casi impensable: tenemos una empresa mexicana en territorio estadunidense.
Twitter: @AntonioGershenson   antonio.gershenson@gmail.com

Mirar al sur
América Latina, de las regiones más afectadas por el cambio climático
Ángel guerra Cabrera
Las peores sequías en 50 años en el sur de la Amazonia y el récord de huracanes e inundaciones en Centroamérica durante 2020 son la nueva normalidad de América Latina y el Caribe, informa el Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial.
La investigación señala que la región es una de las más afectadas por el cambio climático y los fenómenos meteorológicos que están causando graves daños a la salud humana, a la vida silvestre, a la comida, al agua, a la energía y al desarrollo. Los eventos relacionados con el clima y sus impactos cobraron más de 312 mil vidas en la región y afectaron a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020. Las olas de calor, la disminución del rendimiento de los cultivos, los incendios forestales, el agotamiento de los arrecifes de coral y los eventos extremos del nivel del mar, serán más intensos.
El informe es contundente: es vital poner límites al calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados, según lo establecido en el Acuerdo de París. “La región seguirá enfrentando graves crisis socioeconómicas debido a los eventos hidrometeorológicos extremos. Esto se ha visto agravado por los impactos de la pandemia. El reporte destaca que 2020 fue uno de los tres años más cálidos de América Central y el Caribe, y el segundo para el sur, con aumentos en la temperatura de 1 grado, 0.8 y 0.6 por encima de la media del periodo 1981-2010.
En el Sur los impactos fueron mayúsculos. La intensa sequía en el sur de la Amazonia y la región del Pantanal fue la peor en 50 años. Los déficit de lluvia son particularmente graves para la región del Caribe, ya que varios de sus territorios se encuentran en la lista mundial de mayor estrés hídrico. 2020 superó a 2019 y se convirtió en el lapso de incendios más activo en el sur de la Amazonia.
La sequía fue determinante. La cuenca del río Amazonas, que se extiende a lo largo de nueve países de América del Sur y almacena 10 por ciento del carbono global, experimenta la mayor deforestación en cuatro años. (https://bit.ly/3LcLSyG).
Twitter: @aguerraguerra