Carlos Fernández-Vega
Días atrás se conoció que, en medio de la peor crisis económica y sanitaria del último siglo mexicano, provocada por la pandemia, 13 magnates autóctonos, con el tóxico Germán Larrea y Carlos Slim a la cabeza de la lista de ganadores, aumentaron sus de por sí vastas fortunas a 136 mil 300 millones de dólares; es decir, 35 mil millones adicionales respecto de lo acumulado un año antes. Para dimensionar, la fortuna de estos multimillonarios resulta más del triple del monto de remesas enviadas a México el año pasado (40 mil millones de billetes verdes) y supera el saldo de la deuda externa del gobierno federal, que en diciembre pasado se ubicó en 111 mil millones de dólares, según datos oficiales ( La Jornada, Braulio Carbajal).
Mientras, millones de mexicanos perdieron su empleo o su fuente de ingresos, creció el número de depauperados y la economía nacional se desplomó 8.5 por ciento, pero en 2020 dichos magnates, en conjunto, incrementaron sus haberes 96 millones de dólares cada 24 horas, sábados, domingos y días festivos incluidos.
Desplome de 8.5 por ciento del producto interno bruto, contra 35 por ciento de aumento en las fortunas de los barones. Al cierre del año pasado, los haberes conjuntos de esos 13 magnates (prácticamente los mismos que aparecen enlistados en Forbes desde el salinato) equivalieron a 11 por ciento del PIB nacional, aunque 41 por ciento de esos 136 mil 300 millones de dólares está en el bolsillo de Slim, y otro 10 por ciento en el de Larrea (cuyos ahorritos crecieron la friolera de 146.5 por ciento en el año de la crisis). Ellos son los más ricos de México. En cambio, ese mismo año reventaron más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas en el país.
Pues bien, en la más reciente entrega de la Revista Cepal se subraya que América Latina y el Caribe ha sido la región más afectada por la pandemia del Covid-19 y también la más dañada en términos económicos y sociales, pero ello no incluye a la oligarquía regional. En uno de sus artículos (Hiperfortunas y superricos: ¿Por qué tiene sentido un impuesto al patrimonio?, bajo las firmas de Ramón E. López y Gino Sturla) se advierte que el grueso de la población se ha visto afectada por enormes sufrimientos físicos, grandes pérdidas económicas e incluso la muerte. Los sectores de bajos ingresos y las capas medias han sufrido un embate socioeconómico sin precedentes que supone un retroceso de muchos años en su bienestar. La pobreza crece rápidamente y una parte de la población ha llegado a sufrir hambre. Trabajadores, pobladores y pequeños comerciantes han sido particularmente afectados por esta crisis que ha causado altísimas tasas de desempleo, significativas bajas de los salarios reales y el colapso de innumerables pequeñas y medianas empresas.
Quienes han financiado los enormes costos económicos de esta crisis, apuntan los autores, son los trabajadores, en primer lugar, y las capas medias que han debido recurrir a sus exiguos ahorros para sobrevivir, lo que ha implicado una reducción significativa de los fondos acumulados para pensiones de vejez y un descenso casi total de los fondos de cesantía. Además, las medidas de los gobiernos han llevado a grandes déficit fiscales, de una envergadura que en muchos países no se veía desde hacía muchas décadas, mayor endeudamiento fiscal y una reducción de los fondos soberanos. De no mediar grandes cambios tributarios a mediano plazo, tal como ha ocurrido en innumerables crisis anteriores, los trabajadores y las pymes serán fundamentalmente los que pagarán los déficit fiscales y el aumento de la deuda.
En cambio, quienes ni lejanamente han sufrido los embates de esta crisis (tampoco han contribuido al financiamiento de sus costos) son los grupos de mayores niveles de riqueza e ingresos, que han visto su fortuna aumentada de manera significativa en un momento de notables sufrimientos para el resto de la población. Y los magnates mexicanos son prueba fehaciente de ello, amén de que ni por asomo ayudan a paliar el golpe.
Las rebanadas del pastel
Con todo y sacudida, la buena nueva es que en el primer trimestre de 2021 los ingresos presupuestarios del sector público crecieron 2.8 por ciento en términos reales, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda… Va un enorme abrazo y un superbeso a la dueña de mi sistema cardiaco, por otra velita en su pastel. ¡Salud!
cfvmexico_sa@hotmail.com
Confirman encuestas desaprobación hasta de 81% a la gestión de Piñera
Desencanto ante crisis por la pandemia en Chile
El presidente está solo; se le acabó su tiempo político, señala analista
Aldo Anfossi Especial para La Jornada
Periódico La Jornada Viernes 30 de abril de 2021, p. 27
Santiago. Dos encuestas divulgadas en las últimas horas en Chile coincidieron en que el presidente Sebastián Piñera tiene paupérrimos niveles de aprobación de sólo un dígito, confirmando el abandono en que se encuentra por el desencanto de la situación económica derivada de la pandemia y por la conducción del país desde el estallido social de 2019.
La medición de la firma TuInfluyes.com marcó 7 por ciento de respaldo y 81 por ciento de desaprobación al gobernante, mientras el Centro de Estudios Públicos (CEP), vinculado al gran empresariado derechista, le dio 9 por ciento de aprobación y 74 por ciento de rechazo.
El mínimo respaldo social sólo es comparable con el apoyo de 6 por ciento que marcó tras los peores momentos de la crisis de gobernabilidad que siguió al levantamiento social del 19 de octubre de 2019.
Según los resultados del CEP, Piñera también es castigado en la evaluación de personajes políticos, donde queda en último lugar entre 23 nombres, con 11 por ciento positivo y 70 por ciento negativo.
De acuerdo con TuInfluyes.com, 72 por ciento tiene ninguna o poca confianza en la información oficial sobre la pandemia, 50 por ciento asegura no haber recibido ningún beneficio social y 45 por ciento califica su situación económica de mala o muy mala.
Los analistas enfatizan la soledad política en que está Piñera, abandonado en el Parlamento por su coalición Chile Vamos –cuyos diputados y senadores votan contra el gobierno y en coincidencia con la oposición–, sin posibilidad de iniciativa y con su gobierno desfondado, prácticamente sin base social.
Las encuestas están dando consistentemente un nivel de aprobación menor a 10 por ciento al presidente. En esta ocasión fue de 9 puntos. Los últimos eventos han dejado al presidente totalmente solo. Ni sus propios partidos lo están apoyando en el Congreso, aprobando leyes que van en contra de lo que él quiere. Su única posibilidad es establecer algún tipo de acuerdo con la oposición en temas básicos como un paquete de ayuda social por la pandemia y un paquete de reforma tributaria. A Piñera se le acabó su tiempo político. Tenemos elecciones en mayo y en noviembre y no cabe duda que pasará como el presidente peor evaluado desde el retorno de la democracia, dice Claudio Fuentes, analista político de la Universidad Diego Portales.
El académico hace ver que la oposición ha propuesto negociar un paquete de ayuda social y reforma tributaria, pero el problema es el presidente, que no quiere hacerlo. Tampoco le concede posibilidades a un remozamiento de la administración, ya que aquí nos enfrentamos a una situación donde el presidente controla mucho la gestión de gobierno, por lo que no creo que cambie mucho con una renovación de gabinete.
Axel Callís, director de TúInfluyes.com, señala que el gobierno está desfondado, sin capacidad de iniciativa ni de maniobra. Cuando un gobierno pierde los pilares que le dan sustento a la gobernabilidad, es decir, sus bancadas parlamentarias, sus partidos políticos, sus candidatos presidenciales y ahora el Tribunal Constitucional, técnicamente ese gobierno está desfondado, porque no tiene ningún punto de apoyo para poder gobernar, explica.
Asimismo, los ministros del Comité Político, aquellos a los que corresponde conducir la coordinación y acuerdos con el Parlamento y Chile Vamos, demuestran irrelevancia porque carecen de toda posibilidad de incidencia.
A la sumatoria de portazos en la cara que ha recibido Piñera de los suyos, se añadió esta semana el fracaso, cercano al ridículo, que sufrió en el Tribunal Constitucional (TC), bastión al cual tradicionalmente pide ayuda la derecha para bloquear leyes que le son desagradables. Ahora recurrió para impedir que una reforma constitucional transitoria aprobada de manera abrumadora, permitiera a los ahorradores de pensiones realizar un tercer retiro de 10 por ciento de sus fondos. El TC, por siete votos a tres, ni siquiera acogió a trámite la petición, desechándola en dos horas con el argumento de que había errores de forma en su redacción.
La desafección por el mandatario sigue manifestándose: ahora sus parlamentarios, en coincidencia con los opositores, están procurando legislar una reforma tributaria que grava a los ricos y reduce el IVA a ciertos bienes de consumo esenciales, invadiendo así la potestad presidencial de tener iniciativa exclusiva en materias de impuestos, gasto fiscal y seguridad social.
En la práctica, para muchos, quien gobierna es el Parlamento.