Periódico La Jornada. Miércoles 18 de noviembre de 2020, p. 18
Más de 10 por ciento de quienes se han contagiado de Covid-19 en México y tienen síntomas, tardan más de seis días en acudir a atención médica luego de detectar alguna manifestación de la enfermedad, lo que es grave, porque esos son los casos que se asocian a una mayor mortalidad, alertó Ruy López Ridaura, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece).
Agregó que en promedio el 70 por ciento de los pacientes acuden en las primeras 48 horas tras identificar los síntomas, aunque destacó que el tiempo promedio para acudir a los servicios de salud en el país pasó de 4 a 3.6 días de la semana epidemiológica 14 (29 marzo al 4 de abril) a la semana 45 (del primero al 7 de noviembre).
De acuerdo con los datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica se detectó que en las últimas cuatro semanas hay entidades donde el tiempo promedio para acudir a atención médica disminuyó, como es el caso de Campeche, Colima, Nayarit, Oaxaca y Quintana Roo.
En contraste, el tiempo promedio para acudir a atención médica aumentó en 12 entidades: Baja California, Chihuhua, Coahuila, Durango, Guanajuato, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala, Yucatán y Zacatecas.
Otros 15 estados, dijo, se han mantenido sin cambio, lo que incluye a la Ciudad de México, Puebla, estado de México, Michoacán, Guerrero, Aguascalientes, Baja California Sur, Chiapas, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.
López Ridaura explicó que aún prevalece una gran variabilidad en los estados en cuanto al tiempo promedio que las personas tardan en acudir a solicitar los servicios de salud.
También informó que hasta la fecha se han validado 410 unidades hospitalarias de la Red IRAG, lo que representa 15 mil 653 camas generales y 5 mil 971 de camas con ventilador, como parte del esfuerzo para la concentración de las capacidades en las mejores unidades hospitalarias.
Luego de darse a conocer que los casos confirmados de Covid-19 se incrementaron en mil 757, para un acumulado de un millón 11 mil 153 casos, mientras que los decesos se elevaron en 165, con lo que el registro total de muertes llegó a 99 mil 26.
Letalidad del coronavirus en México alcanza 9.8 por ciento
Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, insistió a la población a acudir a atención médica en las primeras 24 horas, tras detectarse los síntomas, en particular si se es parte de la población de riesgo.
Informó que en los próximos días dará conocer un nuevo ciclo con respecto al enfoque de la epidemia, pues estamos visualizando un cambio de fases que tiene que ver con los momentos epidémicos.
López-Gatell también explicó que a diferencia de la tasa de letalidad promedio nacional a lo largo de la pandemia, que alcanza el 9.8 por ciento, la letalidad promedio por semana, que refleja la evolución de este indicador, fue de 3.3 por ciento para la semana epidemiológica 45, mientras que la mortalidad promedio a nivel nacional es de 77.4 por cada 100 mil habitantes.
En la isla colombiana de Providencia hay afectación potencial de 100 por ciento de las viviendas, según ministro
▲ Una mujer en su casa afectada luego del paso del huracán Iota con categoría 4, en Siuna, Nicaragua.Foto Ap
▲ Una carretera se desmorona en la isla de San Andrés, Colombia, después del tránsito de Iota en nivel 5.Foto Ap. Afp, Europa Press, Sputnik Reuters y Xinhua
Periódico La Jornada. Miércoles 18 de noviembre de 2020, p. 32
Bogotá. El huracán Iota, que con categoría 5 golpeó anteanoche las islas colombianas de Providencia y San Andrés, para después bajar a nivel 4 al ingresar a Nicaragua, dejó al menos nueve muertos: seis en Nicaragua, dos en Colombia y uno en Panamá, así como unas 300 comunidades en el Caribe y Centroamérica incomunicadas y se desplazaba anoche ya como tormenta tropical, pero con gran carga de lluvias, por Honduras, y se esperaba su llegada a El Salvador esta madrugada.
El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe tuiteó: “¡Urgente! Paso del huracán Iota devastó 300 comunidades indígenas desde la Costa Caribe Norte hacia el Oeste de Nicaragua. Entrará a El Salvador y sur de Honduras mañana miércoles (hoy)”.
El presidente colombiano, Iván Duque, se trasladó a San Andrés, ubicada frente a la costa de Nicaragua, y señaló que 98 o 99 por ciento de la isla resultó afectada por el paso de Iota, que la azotó con vientos sostenidos de más 260 kilómetros por hora.
Más tarde, el ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, dijo: en Providencia el huracán dejó a su paso un panorama devastador en términos de viviendas. Los muestreos hechos en la isla dan cuenta de una afectación potencial de 100 por ciento de las viviendas, de las cuales 80 por ciento tendrían destrucción total y 20 por ciento devastación parcial, dijo Malagón.
Duque calificó de un milagro que solamente haya dos fallecidos y un desaparecido en Providencia, con superficie de 17 kilómetros cuadrados y 6 mil habitantes.
Tenemos que prepararnos para una destrucción total de infraestructura (en Providencia) y por tanto poner en marcha un plan de reconstrucción en un periodo de 100 días o menos, señaló Duque, en conferencia de prensa en San Andrés, desde donde se envía ayuda humanitaria y personal de rescate vía aérea y marítima con el apoyo del Ejército.
Tras sobrevolar la región afectada, el mandatario aseguró que hay problemas de comunicación con la isla, lo que impide conocer el alcance real de los daños, aunque señaló que el hospital de Providencia resultó dañado.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran inundaciones en algunas zonas, casas derrumbadas o sin techo, personas buscando ayuda en las calles, vialidades dañadas y automóviles volcados, entre otras afectaciones en las dos islas.
En esta región del noreste de Colombia se encuentran también la isla de Santa Catalina, además de sus cayos, lo que forma un pequeño archipiélago que hace frontera con el este de Nicaragua. Las otras islas sufrieron daños menores, como cortes de energía eléctrica, por lo que sus actividades se han reactivado de manera paulatina.
Se esperaba que Iota, con mayor fuerza que Eta, que a principios de mes dejó al menos 200 muertos y 2.5 millones de afectados en Centroamérica, exacerbara los efectos recientes del anterior huracán.
Tras dejar territorio colombiano, Iota atravesó Nicaragua, donde el lunes tocó tierra por primera vez, con categoría 4 y vientos máximos de 250 kilómetros por hora.
Al menos seis personas murieron, incluidos dos niños, por inundaciones o derrumbes, informó la vicepresidenta, Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega.
Al noreste del país, en Puerto Cabezas, donde todavía está parcialmente inundado y cubierto de escombros por la fuerza del huracán Eta, que azotó la región a principios de mes, las personas se volvieron a resguardar en refugios y se preocupaban por la comida y sus vidas.
En la comunidad indígena panameña de Ngäbe Buglé también dejó otro muerto, reportaron las autoridades locales. Unas 49 mil personas, la mayoría en el Caribe fueron evacuadas.
Anoche llegó a Honduras por el departamento oriental de El Paraíso y pasó 55 kilómetros al sur de Tegucigalpa.
Trasladan a refugios a 70 mil personas en Honduras
En ese país, 70 mil personas fueron llevadas a refugios, autoridades reportaron que las lluvias continuaban en la mayor parte del país y seguían los desalojos en zonas de riesgo.
En el departamento Colón, en la costa Atlántica, se desbordaron ríos e inundaron varias ciudades.
El gobierno hondureño ordenó el cierre de las principales carreteras del país hasta la mañana de hoy ante el riesgo de desbordamiento de ríos.
Se espera que la tormenta se disipe cerca de El Salvador durante la mañana de hoy, donde llegará con vientos sostenidos de 80 kilómetros por hora. El presidente Nayib Bukele decretó un Día Nacional de Oración ante las amenaza de la tormenta.
Es la primera vez que se forman dos grandes huracanes en la cuenca del Atlántico durante un noviembre desde que comenzaron los registros en 1851. Iota es la primera tormenta de categoría 5 de la temporada de huracanes.
El cambio climático produce un aumento de temperatura en las capas superficiales de los océanos, lo cual genera huracanes y tormentas poderosos y con mayor cantidad de agua, que constituyen una amenaza para las comunidades costeras especialmente, según estudios del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
La actual temporada de huracanes en el Atlántico ha batido récords. Iota es la decimotercera de las 30 tormentas con nombre registradas este año que alcanzó la categoría de huracán.