Carlos Fernández-Vega
Parece que el Fondo Monetario Internacional (FMI) despertó de su letargo o simplemente cambio de lentes para observar la realidad, porque sólo hasta ahora se dio cuenta de que el ingreso de la mayoría de los mexicanos se ha visto muy afectado, aunque este hecho –según él– exclusivamente es atribuible a la pandemia y sus efectos económico-laborales.
A saber dónde estaban sus analistas y observadores, porque si algo caracterizó al modelo neoliberal imperante en México durante casi cuatro décadas fue, precisamente, la permanente precarización del ingreso de la mayoría de los mexicanos, el cual –en picada a lo largo de 40 años– llegó a niveles de mera sobrevivencia o, si se prefiere, de perpetuación de la pobreza en el país.
Pero bueno, ahora, como si fuera novedad, el organismo financiero internacional registra que “México se ha visto muy afectado por la pandemia de Covid-19, al grado que la pobreza laboral –ingreso insuficiente para los satisfactores básicos– pasó de 36 por ciento a 48 por ciento de la población” y recomendó poner en marcha un sistema nacional de seguro por desempleo. Y en el mismo tenor, exhortó a las autoridades mexicanas a abordar contundentemente la informalidad del mercado laboral ( La Jornada, Dora Villanueva).
¡Qué hallazgo!, pero ¿cuál fue una de las características económico-sociales del modelo neoliberal, impulsado por organismos como el FMI? La privatización de las ganancias y la socialización de las pérdidas, el abatimiento de los salarios y la consecuente depauperación de los trabajadores; por un lado la brutal concentración del ingreso y la riqueza, y, por el otro, la fábrica de pobres en cantidades industriales. Ello –según presumían los tecnócratas–, con el objetivo de aumentar la competitividad mexicana, inserta en la economía global. Y en el discurso presumían el incremento sostenido de la clase media.
Pues bien, esa competitividad enriqueció a unos cuantos, promovió la corrupción y depauperó a millones y millones que cada día tuvieron menor cupo en la economía formal, siempre con el visto bueno y las alabanzas del mismo FMI, que hoy se dice sorprendido, porque nuestro país se ha visto muy afectado. Al mismo tiempo, la política gubernamental y las reformas estructurales promovidas por el fondo, condenaron a buena parte de los mexicanos a sobrevivir en la informalidad o emigrar.
Hoy se pagan las consecuencias, pero el organismo internacional no registró el brutal impacto social del modelo neoliberal. Tampoco, que el salario mínimo de México es el menor de América Latina, ni que más de la mitad (56 por ciento, al cierre del primer trimestre de 2020) de los mexicanos en edad y condición de laborar sobrevive en la informalidad. Entre la comunidad de naciones, la nuestra se mantiene como una de las más desiguales, pero no de ahora, sino desde hace muchísimos años antes de la pandemia.
Para no ir más atrás y documentar al siempre optimista FMI, vale recordar que en su informe Diez años de medición de la pobreza en México, avances y retos en política social (2008-2018), el Coneval advirtió que sólo en esa década (con Calderón y Peña Nieto en Los Pinos) el número de mexicanos con ingreso inferior a la línea de pobreza –aquellos que no tienen con qué adquirir las canastas alimentaria y no alimentaria– aumentó de 54.7 millones a 61.1 millones. De igual forma, 71.7 millones carecían de acceso a la seguridad social y 25.5 millones no tenían con qué alimentarse; el porcentaje de personas en pobreza aumentó en mil 64 municipios, en tanto que en mil 185 de ellos creció el número de personas en situación de pobreza. Y ello se registró mucho antes del Covid-19.
Entonces, la pandemia, sí, pero hay muchísimo más que considerar antes de sorprenderse por lo mal que está México.
Las rebanadas del pastel
Mientras Estados Unidos se enfanga en su propia democracia, ayer el tipo de cambio peso-dólar cerró en 20.69 por uno, de acuerdo con el Banco de México.
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Economía moral
Para reducir pobreza y desigualdad: estrategia no mercantil para Morena
Julio Boltvinik
Continúo con los planteamientos del borrador (desechado por AMLO) de la PE15 (plataforma electoral 2015) de Morena. Sigo con el punto f) reducción de la pobreza y la desigualdad, de las líneas de acción para crear el Estado de Bienestar Auténtico, Desmercantilizador y Desenajenante. En la entrega del 30 de octubre narré las propuestas de la PE15 para aumentar y estabilizar la fuente de bienestar de los hogares (FBH) #1: el ingreso corriente. Hoy abordo las otras 5 FBH. Para aumentar las FBH #2 y #3 activos, básicos y activos no básicos de la población pobre, y dar seguridad en su posesión para todos, Morena señala:
8. La Vivienda, el activo básico más importante de los hogares, aunque es un derecho social, es el satisfactor con más agudas y generalizadas carencias de la población (70 por ciento de la población nacional habita viviendas por debajo de las normas), lo que deriva de los bajos ingresos corrientes que limitan la inversión en vivienda, y de la muy baja capacidad de endeudamiento de los hogares. Los asalariados de muy bajos ingresos y todos los trabajadores por cuenta propia, están excluidos de las instituciones públicas de financiamiento a la vivienda. El acceso al suelo urbano, legalizado y con servicios, es obstáculo crítico. Por ello, es central el apoyo público para el acceso a este tipo de suelo, así como apoyos permanentes para la autoconstrucción de la vivienda. Para que asalariados con percepciones bajas y trabajadores por cuenta propia tengan acceso viable a crédito para la vivienda es necesario un subsidio que reduzca la deuda a su cargo. La reactivación del flujo de fondos del Infonavit y Fovissste, logrado por gobiernos anteriores, tiene tres graves deficiencias que urge corregir: el reducido tamaño de las viviendas, el deterioro de los materiales y acabados, y la ubicación inadecuada de los conjuntos habitacionales: lejos de servicios y lugares de trabajo y estudio. Tamaño, calidad y ubicación adecuados son elementos irrenunciables del derecho a la vivienda digna. 9. Capacidad de endeudamiento. La apertura del sistema financiero para que el crédito pueda ser accesible a la población hoy excluida es el objetivo por alcanzar.
La FBH #4 acceso a bienes y servicios gratuitos o altamente subsidiados se ubica en el terreno de la política social, lo no mercantil, los derechos sociales. Dos principios que Morena aplicará sobre esta FBH son:
10. Derechohabientes, no mendigos. Aunque partimos del derecho social a no vivir en la pobreza, que engloba todos los derechos sociales, dada la no vigencia de los derechos sociales en México, tenemos que plantear su complemento: el derecho de la población pobre a recibir apoyos adicionales para garantizar su acceso a los derechos sociales. Mientras el derecho a no vivir en la pobreza se traduce en paquetes sociales universales, el derecho condicionado se traduce en paquetes complementarios de subsidios, servicios y transferencias para la población pobre. Así, además de la gratuidad de la educación y de los libros de texto, para garantizar el derecho a la educación, la población pobre requiere también desayunos escolares, becas y otros apoyos. Esto es, son complementarias las políticas universalistas y las focalizadas; éstas no remplazan a aquéllas. Morena concibe como derechohabientes tanto a los receptores de beneficios universales como a los de apoyos focalizados, lo que significa un cambio radical en las relaciones entre servidores públicos y derechohabientes, ya que éstos ya no están pidiendo un favor y, por tanto, no están sujetos a la manipulación política (te apoyo a cambio de tu voto); están exigiendo sus derechos y el servidor público tiene la obligación de atenderlos con eficacia, prontitud y cortesía. 11. Todos somos ciudadanos de primera. Ni los pobres, ni los beneficiarios de beneficios universales, son ciudadanos de segunda. La oferta de bienes y servicios de segunda a esta población, común en la filantropía pública neoliberal, es inaceptable en principio.
La FBH#5 conocimientos y habilidades es un fin en sí mismo y no sólo un medio para la obtención de ingresos; al respecto, Morena propone:
12. Desarrollo de las capacidades socialmente relevantes. Más allá de la educación formal y de la capacitación para el trabajo, llevar a cabo una amplia política sociocultural para el desarrollo, en extensión y profundidad, de capacidades (conocimientos y habilidades) socialmente relevantes que permitan a la población ser protagonistas de la superación de su pobreza. Rechaza la visión que concibe el aprendizaje como algo que ocurre sólo en la infancia y juventud. Para lograr la autodeterminación nacional es necesario desencadenar una amplia movilización que desarrolle conocimientos y habilidades relacionados con la producción y la comercialización, la vida cotidiana y el consumo, la organización comunitaria y asociativa, la vida cívica y política, y con el acervo cultural y científico. Buena parte de las tareas para este fin pueden apoyarse en los medios masivos de difusión de nuevo cuño que aquí se proponen. 13. Disminuir la desigualdad educativa. Además de los apoyos adicionales para la población carenciada, la política educativa para la superación de la pobreza priorizará (para reducir las desventajas de los pobres): a) Cobertura universal de la educación prescolar (de alta calidad) de tres grados. b) La educación para adultos, articulada con la política de desarrollo de las capacidades socialmente relevantes y con la de impulso masivo a la economía popular. La centralidad de la educación pública superior y de posgrado, en términos del concepto de desarrollo aquí definido, centrado en el desarrollo de las capacidades humanas, es evidente.
Sobre la FBH#6, tiempo libre o disponible, Morena propone:
14. Superación de la pobreza de tiempo y disponibilidad de tiempo para la vida plena. Los síntomas más agudos de la carencia de tiempo es el abandono de menores mientras sus progenitores trabajan fuera del hogar y el trabajo infantil. Las consecuencias son brutales. Las del trabajo infantil son conocidas. Los menores abandonados sufren accidentes y no desarrollan las habilidades más elementales: a los tres o cuatro años no hablan, no controlan los esfínteres, no han aprendido a comer solos. Abatir esta pobreza requiere: i) Recuperación salarial para que el trabajo de ambos progenitores deje de ser forzado. ii) Oferta pública (gratuita) de centros de desarrollo infantil con amplios horarios. iii) Ampliación del horario escolar en primaria. iv) Mejoría de vialidades y medios de transporte para abatir el tiempo que la población pierde en sus traslados. v) Apoyos para adquirir equipo doméstico ahorrador de trabajo doméstico. Las personas agobiadas con el trabajo extradoméstico y doméstico, carecen de tiempo para la interacción social, la vida cívica y política y la realización de otras actividades de autorrealización. Esto se conecta con la propuesta de reducción de la jornada semanal de trabajo. La superación de la pobreza de tiempo significaría contar con un número suficiente de horas semanales disponibles, condición necesaria para el florecimiento humano.
El conjunto de líneas de acción propuesto para la lucha contra la desigualdad y la pobreza económicas muestra el carácter transversal (abarca a toda la administración pública federal y los otros dos niveles de gobierno), de esta lucha. La PE15 se encuentra en: https://bit.ly/3j2cG6S ¿Quieres participar en la construcción del programa político para Morena? Escríbeme.
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