Bloqueos carreteros y paro de ultraderechistas en Bolivia
Ap, Afp y Europa Press
Periódico La Jornada. Viernes 6 de noviembre de 2020, p. 25
La Paz., El presidente electo de Bolivia, Luis Arce Catacora, salió ileso de un atentado la noche de este jueves, luego de un estallido con dinamita contra la casa de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS), denunció el vocero de ese partido, Sebastián Michel, informaron medios locales.
El ataque ocurrió tras la primera jornada de bloqueos de carreteras y un paro convocado por organizaciones ultraderechistas cívicas que denuncian un supuesto fraude electoral en los comicios del 18 de octubre y eixgen que Arce no asuma la presidencia el próximo domingo.
Hemos sido víctimas de un grupo que ha dejado un paquete de dinamita en la casa de campaña donde estaba en una reunión nuestro presidente electo, Luis Arce. Estamos muy preocupados por lo que está pasando, declaró el portavoz a la Televisión Universitaria y Red Uno, reportaron los portales de noticias Página Siete y Opinión.
Dijo que si bien no hubo heridos, es lamentable que el régimen de facto, encabezado por Jeanine Áñez, no haya hecho un pronunciamiento ante la agresión y no brinde seguridad al futuro presidente que fue electo con más de 55 por ciento de votos.
No hemos visto ninguna declaración del ministro de Gobierno Arturo Murillo; entonces, sentimos que estamos a merced de nosotros mismos, desprotegidos totalmente y nadie nos da la garantía necesaria para la seguridad de nuestra autoridad, agregó Michel.
La policía llegó más tarde a la casa de campaña del MAS, ubicada en la zona de Sopocachi, en el este de La Paz.
El depuesto presidente Evo Morales condenó en un tuit el atentado contra la casa de campaña.
El MAS descartó que vaya a formar milicias como las que la ultraderecha promueve en Santa Cruz y Cochabamba, con las que amedrentan a la población, y destacó que el gobierno de Arce no permitirá ningún grupo armado irregular y no se permitirá el uso de armas.
La región de Santa Cruz, centro de Bolivia, amaneció ayer con bloqueos carreteros y un paro convocado por organizaciones cívicas que denuncian un supuesto fraude electoral en los comicios del 18 de octubre y piden la suspensión de la toma de protesta del presidente electo Luis Arce, previsto para el domingo.
El bloqueo carretero que comenzó la semana pasada tras el llamado del ultraderechista conglomerado civil-empresarial Comité Cívico, paralizó el cinturón agroindustrial y se extendió hasta la frontera con Brasil, según reportes de radioemisoras locales. En otras ciudades, grupos de derecha realizaron marchas y bloqueos menos contundentes.
La protesta podría ser más dura este viernes debido a que se pretende paralizar la capital del departamento, Santa Cruz, la ciudad más poblada y motor económico del país, reducto de la oposición más dura al Movimiento al Socialismo, partido de Arce y del depuesto presidente Evo Morales.
La polarización del país se mantiene desde las protestas de hace un año alentadas por la derecha que dejaron 36 muertos.
Salud pública: superar el rezago histórico
En la conferencia de prensa presidencial de ayer por la mañana se anunció que el gobierno federal invertirá 2 mil 500 millones de pesos en el sector salud para abrir 18 mil 929 nuevas plazas a médicos especialistas, las cuales se otorgarán mediante el Examen Nacional de Residencias Médicas. De manera adicional, se entregarán mil 600 becas para formación de especialidades en el extranjero –en naciones como Argentina, Cuba, Estados Unidos, Canadá y Australia– y se reiteró el compromiso de continuar con el otorgamiento de puestos laborales permanentes a todos los trabajadores del sector.
Para ponderar el calado de estos esfuerzos, deben tenerse presentes las dimensiones del rezago heredado por las administraciones del ciclo neoliberal. Como apuntó el titular de la Coordinación Nacional Médica del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Alejandro Svarch Pérez, en los pasados 20 años, en promedio, se dejó fuera a 80 por ciento de los aspirantes a cursar una especialidad médica, pues de 43 mil que presentaron el examen sólo se aceptó a 9 mil 300. El tratamiento dispensado al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste) no puede calificarse sino de sabotaje, pues en esas dos décadas no abrió un sólo lugar nuevo para residentes. Al crónico déficit de personal, agudizado durante dicho periodo, debe sumarse la desbocada corrupción por la cual se invirtieron cuantiosos recursos públicos en las obras de 307 hospitales que fueron abandonados o quedaron inconclusos.
El rescate del sector salud representa un excelente ejemplo de cómo, cuando existen voluntad política y sensibilidad social, una circunstancia tan adversa como la pandemia de Covid-19 puede dejar un saldo indudablemente positivo para el país en el largo plazo. Lo anterior se ve confirmado por las declaraciones de Cristian Morales Fuhrimann, representante en México de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), quien expresó su admiración por los esfuerzos de reconversión hospitalaria del gobierno federal. Como señaló el funcionario del organismo multilateral, el drástico incremento de 375.6 por ciento en las camas de cuidados intensivos permitió a México evitar el desbordamiento de los servicios de salud que se produjo en otras naciones.
Cabe saludar estas medidas de fortalecimiento de los servicios de salud pública en tanto constituyen acciones efectivas para paliar el enorme rezago del país en materia sanitaria, así como una reivindicación elemental de los derechos laborales del personal hospitalario, muchos de cuyos integrantes han pasado décadas relegados a la irregularidad y la incertidumbre de la contratación temporal. Queda claro que se encuentra muy lejos la puesta en marcha de un sistema de salud verdaderamente universal, pero es de reconocerse que por primera vez existan señales concretas de que se avanza en esa dirección.