lunes, 9 de noviembre de 2020

Hay recursos suficientes para apoyar a damnificados: AMLO

Disminuye extracción en la presa Peñitas
Critica politiquería de quienes aprovechan que ya le salió carne al hueso
▲ La creciente de los ríos Tulijá y Puxcatán inundó Macuspana.Foto La Jornada
Alma E. Muñoz.   Enviada
Periódico La Jornada.  Lunes 9 de noviembre de 2020, p. 3
Villahermosa, Tab., Al concluir su visita de supervisión ante la emergencia por inundaciones en su estado natal, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ya está más controlada la presa Peñitas, garantizó que pese a no existir el Fondo de Desastres Naturales –porque había mucha corrupción en su manejo– hay muchos recursos del presupuesto nacional para apoyar a damnificados y cuestionó a quienes con fines electorales se quieren aprovechar de la situación.
Ahí están los que quieren los cargos; como ya le salió carne al hueso andan hasta repartiendo despensas, queriendo quedar bien con la gente, criticó, tras resaltar que por las inundaciones han fallecido cinco personas. Pidió a sus paisanos tener confianza y no dejarse manipular, porque en esta temporada electoral hay mucha politiquería.
Por la mañana, en un recorrido por la plaza de armas, advirtió sobre las inundaciones en su natal Macuspana y aseveró que en la presa Peñitas está bajando el nivel de extracción, al pasar de 2 mil 100 metros cúbicos por segundos el sábado a mil 600 ayer. Está lloviendo menos y el pronóstico es que no va a haber tanta lluvia en estos días; ojalá y se cumpla, pero estamos deseando que ya pase esta situación que afecta a Tabasco, resaltó.
En entrevista, en el municipio de Centro, donde se tomó fotos con vecinos, explicó que el gobernador Adán Augusto López le detalló que el sábado en Jalapa fallecieron un señor grande con su nieto, se les volteó el cayuco; otra persona fue arrastrada por el agua en Tenosique y dos habían fallecido antes.
Más tarde, en un video difundido en sus redes sociales, desde el malecón de Villahermosa, confió en que se podrá evitar la inundación en esta ciudad. Lo que “se ha inundado es la parte baja, Las Gaviotas, La Manga, asentamientos que se han venido haciendo en zonas muy bajas.
“Hemos estado batallando para que no haya más aumento de agua, yo creo que vamos a poder salir adelante, sin que se padezca de inundación en Villahermosa.
Donde sí ha habido mucho problema es en el río Tulijá, que nace en las cascadas de Agua Azul, Chiapas, y pasa por Macuspana, por Tepetitán. Ese río se une a otro que creció muchísimo, el Puxcatán; inundó Macuspana, la colonia El Castaño, que es de tierras bajas, con niveles de hasta metro y medio.
Subrayó que las desgracias humanas (son) relativamente pocas, se ha salvado a mucha gente, e insistió en que seguirá apoyando a sus paisanos y a todos los mexicanos en desgracia. Estamos pidiendo a la gente que siga refugiada en albergues; no les va a faltar la comida, lo indispensable; lo material se repone, lo que hay que cuidar es la vida.
El Presidente, acompañado por el gobernador Adán Augusto López, recordó que mañana encabezará una reunión en Palacio Nacional para buscar una solución de fondo, sobre todo que se draguen los ríos que están azolvados, en los que se estanca el agua. Por eso hay tapones, es una olla y hay que evitar desgracias, que no haya ahogados.

Caja vacía
León Bendesky
En un bello ensayo, por su brevedad, contenido y forma, Rafael Sánchez Ferlosio trata sobre el individuo que profesa el orden liberal y, desde ahí, plantea la tendencia progresiva del capitalismo a sustituir el individualismo posesivo por el individualismo adquisitivo.
Imagina, respecto del segundo enunciado, un algo y un qué; una noción que puede expresarse como la existencia de un continente que justifique al objeto que lo llene. Esto lleva a la idea de una caja que precede a la naturaleza específica de las cosas que vayan llenándola. De ahí la denominación de caja vacía.
La caja ferlosiana no está ligada a la existencia o, incluso, a la prefiguración de algo concreto que la llene, es el punto de partida que promueve los elementos que la llenen y su justificación es, precisamente, la demanda de saciarla. Vivimos en un mundo en que no son las cosas las que necesitan cajas, sino las cajas las que se anticipan a urgir la producción de cosas que las llenan.
En un ejercicio de alargamiento, esta noción podría aplicarse aquí a contenidos que no sean de índole material, por ejemplo, a una cuestión eminentemente política. Así, podría pensarse en las recientes elecciones en Estados Unidos que ofrecen un caso asimilable a la caja: el de la democracia; un asunto colectivo por naturaleza, pero que, finalmente, tiene por necesidad una expresión particular para los individuos.
Cuáles son hoy los elementos que exige la población, o los subconjuntos de ella, para llenar la caja de lo que todavía se llama como democracia y sobre la que al parecer se desvanece un consenso funcional.
Las circunstancias político electorales en Estados Unidos permiten formular un abanico de argumentos, obligadamente preliminares. La democracia en este caso (y otros también) puede calificarse con un adjetivo: democracia de mercado, por las enormes cantidades de dinero que exige ponerla en marcha para encontrar, primero, un candidato y luego al presidente y a los centenares de congresistas; proceso que se replica a su manera a escala estatal y municipal.
Así, la caja se va llenando. Las fuentes de ese dinero sesgan el funcionamiento del sistema político formalmente democrático. Hay personas y grupos, bien identificados, que literalmente invierten de modo abierto en la configuración de la democracia: los quienes, los qué y los cómo, incluyendo a los poderosos cabilderos de Washington. Esto no es ningún secreto, menos una conspiración, así está diseñado el sistema.
De la presidencia de Trump hay suficiente información disponible y cada uno la evaluará como prefiera. El caso es que, según los resultados de la elección, el voto mayoritario de los ciudadanos lo obtuvo Biden. Pero es una mayoría que exhibe un fenómeno social que seguirá ahí aun sin Trump. Lo relevante es que ahora podría atenderse esa situación sin un presidente manipulador, estridente, engañador y tuitero. Ésa será una condición relevante, sin duda.
Biden tiene hasta ahora una mayoría de alrededor de 4 millones del voto popular, 74 millones en total. Es obvio que el país está dividido. El triunfo es suficiente para ocupar la Casa Blanca, con obstáculos esperables para legislar y con una parte sustancial del mapa político pintado de rojo (color del Partido Republicano). Un mapa que muestra una configuración, llamémosla translitoral, es decir, los demócratas con dominio de la costa oeste y del noreste.
Detrás de esa imagen hay un cúmulo de consideraciones, sociológicas, geográficas, religiosas, económicas, culturales y raciales. Al respecto puede verse el libro de J. D. Vance, Hillbilly Elegy : A Memoir of a Family and Culture in Crisis. Un mapa que indica que si sólo hubiese votado la población blanca, Trump habría ganado con una gran mayoría y si se tratará de la población de hombres blancos el triunfo sería completo. Esos no son datos menores en un país donde el conflicto racial sigue a flor de piel.
El triunfo de Biden no borra esas condiciones. Trump provocó al final un hartazgo en el que incidieron asuntos como la pésima gestión de la pandemia, la crisis económica asociada con ella, la permanente confrontación social; las fuertes fricciones raciales, el apoyo finalmente inequívoco al supremacismo blanco, el desdén por las repercusiones del cambio climático, las dificultades del sistema de salud, etcétera. Aun así, la mitad de los votantes lo eligieron.
En términos políticos, de los sistemas o modos de gobierno, de estilos de quienes lideran, cabe insistir en el cuestionamiento: ¿De qué se llena hoy la caja de la democracia? Una cosa parece clara y es que el contenido ha cambiado de modo significativo y por razones diversas, pero finalmente convergentes hacia un mayor tinte nacionalista, autoritario y populista. En algunas partes se aprecia todavía un mayor aguante, pero eso no conforma un dique tal que resista la marea. Habrá que ver el efecto que tenga la reciente elección estadunidense. Ésa es una gran incógnita.
El tema que desata la elección de Biden, crucial me parece, se verá con distintos ojos y con diversos ánimos en cada sociedad. Abre puertas para advertir lo que ocurre en conjuntos complejos de demografías, geografías y estructuras sociales.
1 Las cajas vacías en El alma y la vergüenza, Destino, Barcelona, 2000.