Periódico La Jornada. Miércoles 11 de noviembre de 2020, p. 22
En medio de la crisis global por el Covid-19, las naciones de América Latina se enfrentan a la disputa por el modelo político, económico y social que prevalecerá en la región, la única en el mundo donde han surgido gobiernos antineoliberales que relanzaron el protagonismo del Estado y la relevancia de los programas sociales para reducir la desigualdad.
Así lo expuso Emir Sader, profesor emérito de la Universidad del estado de Río de Janeiro, Brasil, y director del Laboratorio de Políticas Públicas de esa casa de estudios, en una conferencia magistral como parte de los trabajos del Seminario Internacional Virtual Políticas Públicas para la Transformación Social Global en la Era Pospandémica, organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM, dirigido por John Ackerman.
El sociólogo brasileño indicó que el Covid-19 no es una enfermedad democrática, como algunos sectores internacionales señalaron al inicio de la pandemia, pues se ha convertido en un padecimiento que sobre todo impacta a las comunidades más pobres, que enfrentan severas dificultades para resistir a los duros y dramáticos efectos del virus y tienen poco acceso a servicios de salud.
Debido a los regímenes neoliberales en América Latina, en años previos a la pandemia se dio un debilitamiento de la política de salud pública: menos recursos, menos camas y menos personal médico.
Los efectos del modelo neoliberal, agregó, han generado que la región sea una de las más golpeadas y desiguales del mundo.
Teníamos una crisis económica que se ha vuelto una crisis social brutal. Lo que habían conquistado los gobiernos antineoliberales (en Argentina, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela y Uruguay), que fue reducir la desigualdad, se ha vuelto a multiplicar en estos años (con el regreso en algunos casos de los regímenes conservadores), particularmente en este año de pandemia.
Descubren millonaria cuenta del rey emérito de España en banco suizo
Acumula el monarca problemas legales
Al parecer los casi 8 millones de euros fueron el pago de una comisión que recibió de un magnate mexicano
Armando G. Tejeda. Corresponsal
Periódico La Jornada. Miércoles 11 de noviembre de 2020, p. 31
Madrid. Los problemas con la justicia se le acumulan al rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón, quien abdicó en favor de su hijo Felipe VI en junio de 2014 tras un reinado de casi 40 años.
La fiscalía suiza localizó una cuenta bancaria con 7.9 millones de euros (unos 190 millones de pesos) que se sospecha son parte del pago de una comisión que recibió por mediar en la construcción de un hotel de lujo en Playa del Carmen que actualmente es propiedad de la multinacional española OHL.
El ex jefe del Estado español también es señalado por el uso de tarjetas opacas al fisco, falsedad de documentos, blanqueo de dinero y más corruptelas que habría cometido tras su abdicación.
El rey emérito está fuera de España desde el pasado 14 de agosto, cuando empezaron a aflorar las acusaciones de corrupción en que estaría involucrado, de las cuales hasta el momento hay al menos cuatro casos con datos concretos que confirmarían una conducta criminal mantenida incluso durante su largo reinado.
Además del pago de una comisión ilegal por el tren de alta velocidad a La Meca, de casi cien millones de euros, también se investigan el uso de tarjetas bancarias opacas, la ingeniería financiera a la que habría recurrido para evadir al fisco y ahora esta cuenta que se encontró gracias a la actuación de la fiscalía suiza.
Según publicó el portal El Confidencial, el medio de comunicación español que más datos ha revelado sobre la presunta corrupción del ex monarca, la justicia suiza tendría en su poder nuevos documentos que revelan que Juan Carlos I ocultó 7.9 millones de euros en una cuenta hasta agosto de 2018, más de cuatro años después de renunciar al trono y perder su condición de inviolable.
La fortuna estuvo escondida hasta hace poco detrás de la Fundación Zagatka, sociedad instrumental constituida en Liechtenstein en 2003 por Álvaro de Orleans-Borbón, primo del monarca y dirigida por él desde entonces.
Se advierte que “el hallazgo aporta pruebas adicionales contra el rey emérito por presuntas actuaciones delictivas después de su abdicación. De hecho, las pesquisas que instruye desde hace dos años la fiscalía del cantón de Ginebra en torno a su riqueza apuntan a que las salidas de fondos de Zagatka se intensificaron tras la proclamación de Felipe VI y coexistieron con otros productos opacos que también son investigados por la justicia española, como las presuntas transferencias del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause para comprar una yegua y la utilización de un trust (conjunto de compañías que se unen para dominar un mercado) en las islas del Canal que ocultaba otros 10 millones de euros”.
La fiscalía española tiene abundante material sobre los presuntos pagos que abonó el magnate mexicano, que se sospecha fueron realizadas por un prestanombres.
La revelación de algunas de estas prácticas ilegales, al parecer habituales, comenzó hace una semana. Incluso se cree que una de las nietas del ex monarca, Victoria Federica, participó en competencias hípicas con una yegua valuada en 10 mil euros que se sospecha fue un regalo del magnate mexicano.