viernes, 8 de mayo de 2020

Pide la ONU triplicar fondos para ayudar a países vulnerables.

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Pandemia
▲ Médicos y enfermeras aplauden en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de Paitilla, en Panamá, después de que la última prueba de Covid en paciente contagiado resultó negativa.Foto Afp
Reuters, Ap, Afp, Sputnik y Europa Press
Periódico La Jornada.      Viernes 8 de mayo de 2020, p. 8
Nueva York., La Organización de Naciones Unidas (ONU) triplicó su petición de ayuda, de 2 mil a 6 mil 700 millones de dólares, para combatir la propagación y los efectos desestabilizadores de la pandemia del nuevo coronavirus en 46 países vulnerables, principalmente de África y América Latina.
Si bien Estados Unidos y Europa aún enfrentan el brote, Mark Lowcock, secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, advirtió que el virus alcanzará su punto más álgido en los países pobres entre los próximos tres o seis meses, por lo que podría revivir un nuevo periodo de desestabilización.
En los países más pobres, ya podemos ver economías contraerse debido a la desaparición de las ganancias por exportaciones, remesas y turismo. A menos que tomemos medidas ahora, deberíamos prepararnos para un aumento significativo de conflictos, hambre y pobreza, afirmó en videoconferencia.
Desde la primera petición, hecha el 25 de marzo, la ONU dijo que se han recaudado 923 millones de dólares de 2 mil millones, para respaldar las medidas contra el Covid-19 en 37 países. El nuevo monto –que deberá cubrir hasta diciembre– incluye a Benín, Yibuti, Liberia, Mozambique, Pakistán, Filipinas, Sierra Leona, Togo y Zimbabue.
David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos, dijo que se ayuda a casi 100 millones de personas en un día y a menos que no podamos mantener esas operaciones esenciales activas, a la pandemia sanitaria le seguirá pronto una pandemia de hambre.
El número de casos en la mayoría de los países en vías de desarrollo que optan a la ayuda de la ONU podría parecer pequeño, pero sabemos que la vigilancia, las pruebas de laboratorio y la capacidad de los sistemas de salud de esos países son escasas, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La pandemia alcanzó ayer un saldo de 262 mil 709 muertos, 3 millones 744 mil 585 contagiados y un millón 238 mil 250 pacientes recuperados en el mundo, según la Universidad Johns Hopkins. El Consejo Internacional de Enfermeros estima que se han infectado al menos 90 mil trabajadores de la salud, y es posible que la cifra sea el doble, mientras los reportes de escasez de equipos sanitarios protectores continúan.
Por otro lado, Antonio Vitorino, director de la Organización Internacional para las Migraciones, alertó en otra videoconferencia que miles de migrantes están atrapados, extraviados, en todo el mundo, incapaces de moverse por el cierre de fronteras.
Temor por levantar confinamientos
Aseguró que los campamentos donde están forzados a residir algunos de los indocumentados son focos de contagio, pero confirmó que solicitó a los gobiernos el acceso a esos albergues para evaluar cuál es la situación sanitaria.
La pandemia y la limitación de desplazamientos han complicado la producción y el tráfico de drogas a escala mundial, según un informe de la ONU, que constata los efectos que tienen las restricciones para el contrabando por vía aérea.
En tanto, las divisiones políticas y regionales están surgiendo en muchos países en torno a qué tan rápido levantar los confinamientos decretados para combatir la pandemia del coronavirus, mientras las preocupaciones por una devastación económica chocan con los temores de una segunda ola de muertes.
Los alcaldes franceses están resistiéndose al llamado del gobierno central a reabrir las escuelas; mientras, los gobernadores italianos quieren que el gobierno central afloje el encierro a mayor velocidad, cuando las autoridades ya reabrieron la economía en algunas zonas y están dispuestos a reanudar las misas a partir del día 18.
Se espera que el primer ministro británico, Boris Johnson, extienda por seis semanas más las medidas de encierro, pero adelantó que relajará algunas restricciones que afectan a la economía y vida social la semana próxima.
Francia sufrirá un empobrecimiento general a causa de la pandemia del nuevo coronavirus, indicó el primer ministro francés, Édouard Philippe, quien detalló que el desconfinamiento en la nación, que se inicia el día 11, será más estricto en París.
Hans Kluge, jefe de la oficina de la OMS para Europa, señaló que esta agencia está profundamente preocupada por que los reportes de violencia doméstica se incrementaron 60 por ciento en el continente durante la pandemia, especialmente en Bélgica, Gran Bretaña, Francia, Rusia y España.
El virus podría matar entre 83 mil y 190 mil personas en África en el primer año de la pandemia, alertó la OMS, cuando en el continente se superó la barrera de los 50 mil casos, con más de 2 mil decesos.

Penultimátum
Mecenazgos, ausentes en la era de Covid-19
Desde hace siglos, una forma que han tenido los artistas y científicos para realizar su trabajo ha sido contar con el apoyo de personas o instituciones con enormes recursos monetarios. Esta práctica se remonta a la Roma del emperador César Augusto. Uno de sus consejeros, Cayo Cilnio Mecenas, destacó por defender e impulsar las artes, especialmente de los jóvenes talentos.
En la Edad Media, el mecenazgo adquirió especial importancia gracias a quienes atesoraban poder y fortuna: papas, cardenales, comerciantes, banqueros y realezas. Grandes pintores y escultores, escritores y músicos, tuvieron protección y lo necesario para realizar sus trabajos. También sirvió a los donantes para ganar prestigio social y poder político. No pocos de los beneficiados terminaron más como servidumbre del patrocinador que como personas independientes con patrimonio propio.
En la era moderna, el mecenazgo está a cargo de las inmensas fortunas creadas por la Revolución Industrial, la especulación financiera y las trasnacionales. Además de los artistas, se extendió a instituciones y a quienes trabajan en pro del mejoramiento social, la cultura y la ciencia. Por lo general, los dineros dedicados a estos apoyos son deducibles de impuestos y los donantes obtienen prestigio social.
Esos apoyos hacen posible hoy, en muchos países, el funcionamiento de recintos culturales, como museos y teatros, donde se puede disfrutar ballet, ópera, conciertos y otras expresiones culturales. Igualmente, apoyar institutos de investigación científica.
Con la irrupción del nuevo coronavirus, los dueños de los negocios más prósperos del mundo contribuyen con un poco de su fortuna a buscar una vacuna contra la pandemia o a dotar de lo indispensable a los centros de salud. Igual lo hacen luminarias del mundo artístico.
Varios mexicanos aparecen en la lista de los más ricos del planeta. Es lamentable que, con excepciones, sus nombres no destaquen como donantes para luchar contra el Covid-19. Ello indica que su prioridad es conservar sus fortunas, no la salud de quienes las hicieron posibles y están expuestos a ser víctimas de la pandemia.